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Sumando quintales de la mano de la intensificación sustentable
by Aapresid
La regional Laboulaye lideró una jornada virtual dedicada a este concepto que apunta a ser más eficientes en el uso de los recursos disponibles. Experiencias reales contadas en primera persona.
Convencidos de la importancia de aportar carbono a los sistemas mediante la incorporación de más cultivos en el campo, los miembros de la regional Laboulaye llevaron adelante su jornada UPA -Un Productor en Acción- haciendo foco en la intensificación.
Luego de la bienvenida a cargo de Nicolás Bianchotto, presidente de la regional, tomaron la batuta Leticia Avedano, asesora técnica de la regional (ATR) y Santiago Rubíes, socio de Aapresid, para dar inicio a la jornada que convocó a diversos especialistas.
Intensificar para sumar quintales y ambientes más sustentables
La intensificación aporta valor a la sostenibilidad y productividad de los sistemas, junto con las rotaciones y nutrición balanceadas y el manejo de las malezas problemas, según explicó Pía Bonamico de la Mesa Intercambio Agrícola de la zona centro CREA.
Incorporar gramíneas en las rotaciones de cultivos contribuye significativamente a aumentar los rendimientos: “Cuando las rotaciones pasan a tener entre 40-50% de gramíneas, el incremento de rendimiento de la soja en los últimos años promedia los 10 quintales”, afirmó Bonamico. En este sentido, las rotaciones agrícolas con mejor balance entre gramíneas y leguminosas mejoran la productividad de los sistemas y el stock de carbono.
Los cultivos de servicios (CS) son la herramienta principal que tiene la región para intensificar. “Vemos una mejora en la elección de los ambientes para trigo y la incorporación de CS”, comentó. Según explicó la especialista, el aporte de los mismos al control de malezas es significativo y está en el orden del 40% ya que retrasan el crecimiento de las mismas.
Los motivos para intensificar pueden ser mejorar la infiltración de los suelos, generar cobertura, cambiar la dinámica nutricional de los suelos, entre otros: “La intensificación bien planificada se asocia con mejoras en la captura de recursos y aumentos en los niveles de materia orgánica”, señaló Bonamico.
En cuanto al manejo de CS en suelos con napa lejana, recomendó realizar cuatro momentos de mediciones con distintos indicadores para evaluar el desempeño de los cultivos: “En la mayoría de los casos, el costo hídrico desaparece al momento de la siembra del cultivo de verano”.
Para el cultivo de trigo, la especialista sugirió posicionarlo en lotes con influencia de napa “ya que allí está la estrategia económica de las empresas”.
Intensificar cultivos de cosecha en primera persona
Santiago Rubíes, socio de la regional, compartió sus resultados basados en una rotación trigo-soja-maíz de 14 años, que le permitieron mantener buena cobertura en los lotes, balance positivo de carbono y mejorar los porcentajes de materia orgánica.
“El inconveniente que tenemos hoy es la necesidad de nitrógeno para los cultivos de trigo y maíz”, advirtió el productor respecto al manejo agronómico, requerimientos y riesgos de heladas en la zona. En este sentido, recomendó elegir trigos tolerantes a heladas.
“Estamos convencidos de esta rotación, creo que es la más sustentable para el suelo, si uno sale de las praderas, el suelo permanentemente está cubierto todo el año”, cerró.
Por su parte, el Ing. Agr (MSc, Dr.) Cristian Alvarez aportó información sobre la intensi- ficación de sistemas con cultivos de generación de granos: “No solo impactamos sobre los nutrientes sino que generamos nuevos paradigmas asociados a la física del suelo, al mejorar la porosidad de los mismos”.
Estos cambios permiten un mejor movimiento de agua de los sistemas de producción y un mejor anclaje asociado a las raíces: “El cúmulo de agua que generamos en el tiempo, nos permite tener alrededor de un 30 o 40% de mejoras en la productividad acumulada”.
En aquellos ambientes donde no se permite el doble cultivo se está pensando en estrategias de mejora en fertilidad química con cultivos de servicios para capturar nutrientes y mejorar la porosidad de los suelos.
¿Cómo intensificar con cultivos de servicios?
Rubíes planteó una intensificación de sistemas a base de cultivos de servicios. “La idea es mantener el suelo cubierto la mayor parte del año”, insistió.
Su experiencia con el cultivo vicia y triticale demuestra que una rotación trigo - soja - vicia/triticale - maíz tardío - vicia/triticale - soja es un camino posible para devolver la fertilidad biológica y salud a los suelos, y aumentar la productividad. Esto fue posible con siembras neumáticas y barre rastrojo, fechas de siembra a mediados de mayo y 12 kg de vicia y 2 kg de triticale: “La necesidad del nitrógeno en los suelos es muy grande y por eso estamos insistiendo en la vicia”, contó.
Si bien el consumo de agua por parte de los CS preocupa en la zona, “saber cuándo cortar el ciclo es muy importante y es una decisión empresarial”, señaló.
Por su parte, el Ing. Agr. Cristian Alvarez habló sobre las estrategias de intensificación asociadas a la química y física del suelo para la cosecha de nutrientes vinculados a cultivos de servicios como vicia: “La valoración que le damos a la vicia no es solo por su aporte al incremento del rendimiento sino también por su aporte en los registros de carbono orgánico soluble”.
A su turno, el socio regional Pablo Chicco compartió su experiencia de intensificación e integración con ganadería en el sur de Córdoba, sobre suelos con problemas de anegamientos y salinidad. “La rotación es 50% maíz y 50% soja, intercalando con cultivo de centeno”, contó.
Los rastrojos reciben un pastoreo suave y criterioso, en un momento estratégico de la cría. Esto les permite no hacer reservas y aumentar en 10 puntos la preñez y en 10 kg el destete de los terneros, y estabilizar los rindes de maíces tardíos.
Perspectivas climáticas para la campaña
Al final de la jornada, la licenciada Stella Carballo adelantó que el evento Niña “tendrá su mayor efecto en noviembre y diciembre, con una salida a mediados de enero, finalizando hacia marzo”.
Para esta campaña se conformó un calentamiento en el Atlántico que permite el ingreso de humedad para la generación de nuevas precipitaciones: “Para armar esas lluvias necesitamos frentes y en la Niña ese es el problema, ya que los sistemas quedan bloqueados”, explicó.
“En Diciembre será cuando más va a apretar a la lluvia”, advirtió la especialista por lo que recomendó ajustar fechas de siembra, utilizar variedades que se adapten mejor a lluvias sin continuidad y evaluar los niveles de la napa.