NUESTRA IGLESIA
Día de la Iglesia Diocesana · Noviembre 2025
DIÓCESIS DE CIUDAD RODRIGO

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Día de la Iglesia Diocesana · Noviembre 2025
DIÓCESIS DE CIUDAD RODRIGO

Vivir las circunstancias cotidianas a la luz del Evangelio, tratando de responder a la llamada universal a la santidad, tiene un impacto directo a nuestro alrededor. Esta revista, editada con motivo del Día de la Iglesia Diocesana 2025, ofrece una visión general de todo lo que supone el anuncio, la celebración y la vivencia de la fe en la realidad de nuestra diócesis.
Queridos diocesanos: El día 9 de noviembre, coincidiendo con la fiesta de la dedicación de la basílica de San Juan de Letrán y con el lema: «Tú también puedes ser santo», celebramos el Día de la Iglesia Diocesana.
La diócesis, a la que tanto queremos, es esa porción del pueblo de Dios cuyo cuidado pastoral se encomienda al obispo, por lo que todo aquel que se siente verdaderamente miembro del pueblo de Dios está en disposición de caminar en comunión con sus hermanos, bajo la guía de su pastor.
Por tanto, todos y cada uno de los miembros de este pueblo de Dios, cada uno desde nuestra propia vocación nacida de nuestro bautismo, caminamos juntos y seguimos a Cristo juntos. Todos los bautizados entregamos nuestro tiempo, nuestro esfuerzo, nuestra aportación económica y nuestros carismas. Con esta entrega, construimos la Iglesia en nuestra realidad más cercana: nuestra diócesis, nuestra parroquia, nuestro movimiento. Tomemos conciencia de las implicaciones de nuestra fe y de la necesidad de vivirla en comunidad, alimentándola en la celebración de los sacramentos y compartiéndola con los demás en el compromiso cotidiano.
Esta pertenencia es consecuencia del bautismo. El bautismo nos ha trasformado. San Pablo nos dice que por el bautismo nos incorporamos a Cristo. Y la consecuencia tiene una palabra: santidad. Estamos llamados a ser santos, a ser imitadores de Cristo, a ser otros cristos. San Pablo llama en sus cartas a los primeros cristianos «los santos».
La santidad no es para unos pocos, nos ha recordado el Concilio Vaticano II. Hay una llamada universal a la santidad: en nuestras circunstancias concretas, en nuestra edad concreta, en nuestra vida concreta. Es ahí donde Dios nos espera: en el trabajo de cada día, en nuestras relaciones personales, sociales y familiares. Es ahí donde hemos de descubrir y poner en acto las exigencias de nuestro bautismo.
El papa Francisco, en su exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, afirma: «El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque “fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente” (Lumen gentium, n. 9). El Señor, en la historia de la salvación, ha salvado a un pueblo. No existe identidad plena sin pertenencia a un pueblo. Por eso, nadie se salva solo, como individuo aislado, sino que Dios nos atrae tomando en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que se establecen en la comunidad humana: Dios quiso entrar en la dinámica de un pueblo».
A ese pueblo pertenecemos, acompañados de ese pueblo seguimos a Cristo y, en Él, nos hacemos santos. Amémoslo y ayudémoslo corresponsablemente. María es –decía san Juan Pablo II– lo que debe ser la Iglesia, lo que debemos ser cada uno de nosotros.
Con mi afecto y bendición.
Vuestro obispo.
† José Luis Retana Gonzalo Obispo de Ciudad Rodrigo

Actividad pastoral
«Es imposible creer cada uno por su cuenta. La fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad del creyente, no es una relación exclusiva entre el “yo” del fiel y el “tú” divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su misma naturaleza, se abre al “nosotros”, se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia».
Carta encíclica Lumen fidei
52 sacerdotes diocesanos
74 religiosas y religiosos
31 monjas de clausura
86 catequistas
1 diácono permanente
121 parroquias
3 monasterios
Actividad educativa
«Debe hacerse un esfuerzo especial para fortificar la identidad católica de las escuelas, las cuales fundan su naturaleza específica en un proyecto educativo que tiene su origen en la persona de Cristo y su raíz en la doctrina del Evangelio».
Exhortación apostólica Ecclesia in America
1 centro católico concertado
252 alumnos en el centro concertado
5 trabajadores en el centro
25 personal docente
* Los datos que aparecen en esta página y en las siguientes son datos provisionales, correspondientes al año 2024, facilitados por la diócesis.
«La Iglesia peregrinante es por su naturaleza misionera, ya que tiene su origen en la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre».
Decreto Ad gentes, 2
39 misioneros
Patrimonio cultural
«Donde está la verdad debe nacer la belleza [...] en la Iglesia, desde el inicio [...], la salvación de Dios se ha expresado en el arte [...]. Todo esto es constitutivo para la Iglesia y sigue siendo constitutivo para siempre».
Benedicto XVI
4 bienes inmuebles de interés cultural
5 proyectos de construcción y rehabilitación

Actividad celebrativa
«Los sacramentos expresan y realizan una eficaz y profunda comunión entre nosotros, porque en ellos encontramos a Cristo salvador, y por Él, a nuestros hermanos en la fe».
Catecismo de la Iglesia católica
117 bautizos
57 confirmaciones
116 primeras comuniones
26 matrimonios
«La caridad no es una idea o un sentimiento de piedad, sino un encuentro vivencial con Cristo; es el deseo de vivir con el corazón de Dios que no nos pide tener un amor genérico [...] sino de encontrarse él mismo en ellos».
Francisco
14
centros para mitigar la pobreza
Personas atendidas: 1.129
8
casas para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad
Personas atendidas: 393
2
centros de asistencia a emigrantes, refugiados y prófugos
Personas atendidas: 217
2
centros de menores y jóvenes, y otros centros para la tutela de la infancia
Personas atendidas: 196
2
centros de rehabilitación para drogodependientes
Personas atendidas: 118
2
centros para promover el trabajo
Personas atendidas: 137
48 voluntarios de Cáritas
Personas atendidas: 786
Personas beneficiadas: 2.826
20 voluntarios de Manos Unidas
2
proyectos de cooperación al desarrollo en el mundo
Personas beneficiadas: 550

Los centros que figuran en estas páginas son una selección, por lo que el número total de personas atendidas es mayor al de la suma de los datos desglosados.
Aportaciones directas de los fieles
392.829,14 €
195.691,84 € Colectas 16.970,50 € Suscripciones
180.166,80 € Otros ingresos de los fieles
Asignación tributaria (Fondo Común Interdiocesano) 1.601.087,63 € 1.601.087,63 €
Fondo Común Interdiocesano
Ingresos de patrimonio y otras actividades
Alquileres inmuebles
526.789,39 €
65.247,71 €
468.501,27 € Financieros -6.959,59 €
Resultado actividades económicas
Otros ingresos corrientes 321.176,84 € 104.379,64 €
Ingresos por servicios 66.541,56 € Subvenciones públicas corrientes 107.908,58 € Ingresos de instituciones diocesanas 42.347,06 € Otros ingresos
Total ingresos ordinarios 2.841.883,00 €
Ingresos extraordinarios 64.367,19 €
37.552,03 € Enajenaciones de patrimonio 26.815,16 € Otros ingresos extraordinarios
Total ingresos 2.906.250,19 €
Soy voluntario de Cáritas. Por tanto, acompañante de la vida. Solo comparto un poco de mi tiempo y de mi forma de ser, un poco de lo que Dios me ha regalado. Como todos los voluntarios de Cáritas, sabemos que la vida es necesidad y a veces está en lo más cercano.
Decía el papa Francisco que los santos de hoy no siempre están en los altares, sino que son los santos de la puerta de al lado: personas sencillas, que viven el Evangelio en lo cotidiano, con humildad, sin grandes gestos ni reconocimientos.
Así son muchos voluntarios y voluntarias en nuestra Iglesia y comunidades. Personas que, sin hacer ruido, ofrecen su tiempo y acompañan a quienes lo necesitan, sostienen con cariño los proyectos de otros y se convierten en actores silenciosos del amor de Dios.
Ser voluntario de Caritas es devolver con alegría parte de lo que Dios nos ha regalado: el don del tiempo y de la vida. Es vivir la fe desde lo cercano, con gestos pequeños pero llenos de sentido. A veces basta con escuchar, con acompañar, con sonreír o con estar presente.

La santidad no es un ideal lejano. Se construye día a día, desde lo pequeño, desde lo sencillo, desde lo que cada uno puede ofrecer. Tú también puedes ser un santo dedicando un poco de tu tiempo a los demás, compartiendo tu vida para ser luz, para ser una parte de Dios en los demás, para con una sonrisa de gratitud... ser una semilla de santidad en el corazón del mundo.
Juan Antonio Pereña Díez Tesorero de Cáritas diocesana de Ciudad Rodrigo.
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