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VOX / LUNES, 26 DE AGOSTO DE 2013 El periódico de Puerto Rico
Desunión, imposición y engaño
El voto le dijo a la urna: ARTURO YEPEZ
JOSÉ GARRIGA PICÓ, PROFESOR DE CIENCIAS POLÍTICAS UPR-RP
La desunión, la imposición y el engaño fueron las notas dominantes en la asamblea del PPD del pasado 2 de agosto de 2013.
VOX
Desunión. El PPD se encuentra profundamente dividido por el asunto del estatus. La mayor parte de los populares saben que la condición territorial que ellos llaman ELA ya es insostenible, que ha destruido nuestra economía, que ha sido rechazada por el electorado, que ha perdido su legitimidad y que se ha diezmado su apoyo en el Congreso. La lucha en la asamblea entre las dos facciones principales del PPD fue clara. La Facción Oficialista (FO) es dirigida nominalmente por AGP aunque en realidad es una vertiente del movimiento más amplio que he llamado el ‘Hernández Colonialismo’. Se caracterizan por afirmar que Puerto Rico no está en una condición territorial con el fin de preservar, ‘ad eternum’, la condición territorial. La otra facción son los Soberanistas (SOB) como Aníbal Acevedo Vilá, Cirilo Tirado, Luis Vega Ramos Charlie Hernández y nuestra Cruz de la Capital, Carmen Yulín. Son las ‘plumitas’ liberales, como gustan de llamarlos los ‘Hernández Colonialistas’; independentistas de clóset que no se atreven aceptar y mostrar en público lo que son... pero, que con el discurso del seudonacionalismo de la ‘cultureta’ y la soberanía asociada y recortada han logrado embelesar a la mitad del PPD. Recuerde que en el plebiscito pasado el PPD alega que 500 mil personas dejaron las papeletas en blanco siguiendo las instrucciones de AGP; pero no mencionan que 455 mil votaron por el Estado Libre Asociado Soberano en contra
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de la recomendación de AGP y siguiendo la de las ‘plumitas’ liberales. En conclusión, los ‘Hernández Colonialistas’ van perdiendo el control ideológico del PPD asediados por los insurgentes soberanistas. Ante esa profunda división, cada uno de los oradores en la asamblea recalcó la unidad de la colectividad hasta el punto que uno no puede más que recordar el aforismo: ‘dime de lo que haces alarde y te diré de lo que careces’.
se allanaron a que le descarrilaran la aprobación de la ‘Resolución de Declaración de Soberanía Nacional y Convocatoria a Asamblea Constitutiva de la República Asociada’... en lo que hablaba AGP. Pero, después que habló, se la descartaron, sin votación, y la sustituyeron con la ‘Resolución para Convocar a un Conversatorio no Soberano para Intercambiar Opiniones sobre el Estatus’ (a celebrarse el próximo cuatrienio) que propuso AGP.
Imposición. Dijo Maquiavelo en El Príncipe que este debía organizar su régimen de tal manera que cuando los súbditos dejaran de creer en él, pudiera obligarlos a creer; y el PPD es experto en esa práctica. La torcedura de brazos a los soberanistas en la asamblea fue tan fuerte que la sección de ortopedia del Hospital Industrial no daba abasto para atender sus adoloridos codos. Pero, como es costumbre en el PPD, se chuparon las injurias y proclamaron la unidad. Las ‘plumitas’
Engaño. Los reclamos de unidad fueron un engaño. Las Resoluciones sobre el estatus y sus planes de Asamblea Constitucional de Estatus fueron dos engaños. La asamblea fue meramente un divertimiento de la opinión pública para se olvidaran por unas horas del desastre en que AGP ha sumido a Puerto Rico. Pero, usted no se deje engañar, todo esto tiene un nombre y apellido. Es la asquerosa colonia que no nos produce otra cosa que no sea desunión, imposición y engaño.
La Asamblea Constitucional de Estatus (Parte II) FERDINAND MERCADO, EXSECRETARIO DE ESTADO Y ANALISTA POLÍTICO
La Asamblea Constitucional de Estatus que Alejandro García Padilla llevó a la Convención del Partido Popular y que fue aprobada por unanimidad para celebrarse si al final de año el Congreso no ha actuado sobre el plebiscito propuesto por el presidente Obama, ha desestabilizado a los partidos de oposición.
nas’, donde se acordó “convocar una Asamblea Constituyente, con el propósito de ejercer el derecho… de formular nuevos términos en las relaciones de nuestro pueblo con Estados Unidos y a la vez hacer patente ante el Presidente, el Congreso y la opinión pública de los Estados Unidos, el pensamiento de Puerto Rico”.
El PNP y el PIP no pensaban que García Padilla podría convertir en realidad la promesa incluida en el programa de gobierno. Descartaban que los delegados apoyaran un mecanismo diferente a un plebiscito. Se equivocaron.
Posteriormente, el 15 de octubre de 1998, el PPD rescató la idea al aprobar una Resolución que proponía “… se convocará a una Asamblea Constituyente que en nombre del pueblo de Puerto Rico negociará con el Gobierno de Estados Unidos los términos y condiciones de la asociación entre Puerto Rico y Estados Unidos y la redacción específica de dicho acuerdo. Esta Asamblea Constituyente no podrá adoptar propuestas
Para el PPD, hablar de una Asamblea Constitucional de Estatus como mecanismo procesal para desarrollar las relaciones políticas entre Puerto Rico y Estados Unidos no es nuevo. El 19 de noviembre de 1970 se aprobó el ‘Pronunciamiento de Aguas Bue-
que subviertan o anulen el mandato expresado por el pueblo de Puerto Rico o que atente contra los preceptos de ciudadanía, mercado, moneda y defensa común”. En el ‘Proyecto Puertorriqueño para el Siglo XXI’, se incluyó la Convención Constitucional de Estatus como una de las alternativas procesales que consideraría la Comisión de Unidad y Consenso contenida en la Plataforma de Gobierno 20002004. El Senado popular aprobó una Resolución Concurrente el 10 de junio de 2004 “Para consignar la política pública de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, en enfrentar y atender la necesidad urgente de revisar las relaciones políticas entre Puerto Rico y Estados Unidos a través de una Asamblea Constitucional de Estatus electa por
el Pueblo en el ejercicio de su derecho natural a la autodeterminación y soberanía y encaminar su proceso organizador”. El día 4 de enero de 2006 se aprobó otra Resolución en que “[e]l Partido Popular se compromete adelantar la solución democrática del dilema de estatus propiciando procesos de autodeterminación en Puerto Rico, como la Asamblea Constitucional de Estatus y su reconocimiento en Estados Unidos y en los foros internacionales”. En el programa del 2008 se indicó que “[l]a primera legislación que se apruebe por la nueva legislatura popular… será la convocatoria a una Asamblea Constitucional de Estatus”. Basta con los documentos mencionados para saber que el PPD está preparado para viabilizar la Asamblea de Estatus. Quedan, por supuesto, por subsanar las discrepancias internas sobre la aplicabilidad de la Cláusula Territorial.