
1 minute read
Una estampa de la Placita de Santurce


Advertisement
Adriana Rosario Cruz >Especial para EL VOCERO
El sol apunta directamente a La Placita de Santurce, un histórico lugar ubicado entre la calle Canals y la Dos Hermanos, que se construyó hace más de 100 años para satisfacer la necesidad de tener un lugar donde comprar alimentos frescos.
Al adentrarse en el ambiente santurcino, y casi de manera inmediata, llama la atención la icónica escultura de los “Aguacates”, que tiene un significado especial para los placeros. La artista Annex Burgos es la autora de esta obra pública que formó parte de un proyecto de arte urbano del municipio de San Juan bajo la entonces alcaldesa Sila María Calderón.


Durante el día, la placita es un espacio familiar en el que las personas pueden comprar productos a los placeros o comer alcapurrias, bacalaitos y otros platos típicos de la Isla en alguno de los restaurantes. De noche el panorama es otro, pues el espacio se convierte en una gigante pista de baile y alegría que llama la atención de locales y turistas.
Una persona que se crió en la placita manifestó a EL VOCERO que este espacio trasciende lo recreacional y que, en cambio, lo ve como un camino lleno de recuerdos.
Allí entre los coloridos murales y las palomas, comparten los vendedores con aire de familiaridad.

Algunos llevan más de 30 años trabajando en la venta de frutas, viandas y vegetales.

Más adelante, también están los negocios de comida y bebidas. En estos se escucha salsa, rancheras, merengue y reguetón.
El ambiente de festividad y hermandad que se disfruta, convierte a la emblemática “placita de Santurce” en una emblemática estampa de la cultura puertorriqueña.
