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Estudio de la UPR en prestigiosa revista científica

ó La investigación fue realizada en la Facultad de Ciencias Naturales

Alejandra M. Jover Tovar >ajover@elvocero.com @alejandra_jover

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La publicación de un artículo en la prestigiosa revista Science sobre una investigación realizada en la Universidad de Puerto Rico, muestra el caudal de conocimientos que surge de la principal institución universitaria del País, resaltó Riccardo Papa, profesor de biología en el Recinto de Río Piedras, quien destacó la importancia de tener disponibles los recursos económicos para llevar a cabo otros proyectos investigativos.

Papa, quien participó en la investigación, dijo estar orgulloso por el trabajo hecho durante tres años y que logró explicar porqué dos especies de mariposas totalmente diferentes se veían idénticas. Para el estudio, usaron mariposas del género Heliconius — que tiene varias especies que imitan patrones— y escogieron dos especies que no han compartido material genético desde hace 12 millones de años.

“En biología, cuando un organismo es venenoso usa colores brillantes, generalmente blanco, rojo y negro, en un mecanismo llamado aposematismo. Estas mariposas tienen esos colores y cuando viene un depredador, asocian los colores con una mala experiencia y les permite a las mariposas sobrevivir”, explicó Papa en entrevista con EL VOCERO

Indicó que el sistema de mimetismo entre los lepidópteros se llama Mullerian y “estas dos mariposas de diferentes especies se ven iguales para ganar ventaja”.

A nivel de evolución genética, “tener dos especies que se separaron hace millones de años pero que se ven iguales, le permite a los científicos probar hipótesis que nos permiten preguntarnos si dos especies diferentes de mariposas están activando los mismos genes en la misma parte de las alas. ¿La evolución permitió esto? Lo que encontramos es que no, que tienen formas completamente diferentes de recrear el mismo resultado”, explicó el biólogo.

Para la investigación, Papa y su equipo científico estudiaron datos y secuenciaciones genómicas complejas de unos 20,000 genes —los humanos tienen 22,000— y les permitió ver qué parte del ácido desoxirribonucleico (ADN) controla la expresión de los genes. “Hace 10 o 15 años sabíamos muy poco de este ADN y mucho de este ADN le dice al organismo dónde y cuándo se puede expresar el gen. Es fascinante, porque es la clave para crear un fenotipo”, o rasgos observables en un organismo.

Edgardo Santiago Rivera, las técnicas Silvia Planas y Yadira Ortiz-Ruiz, y Papa.

“Generamos todos los datos en Puerto Rico, pero recogimos las mariposas, las criamos y recolectamos tejidos de las mismas en colaboración del Instituto de Investigaciones Tropicales del Smithsonian, en Panamá. Nos tomó tres años hacerlo todo, aunque lo más complicado fue analizar los datos”, afirmó.

Una vez hicieron el estudio se dieron cuenta de que era novedoso y la revista Science admite solamente publicaciones de temas que no se hayan divulgado con anterioridad.

Mariposas del género Heliconius que fueron estudiadas en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. >Suministrada / Universidad de Puerto Rico /

“Las mariposas tienen un fenotipo idéntico, pero la arquitectura regulatoria es completamente diferente. Le dicen a los mismos genes, de una manera totalmente diferente, dónde y cuándo expresarse”, abundó.

Estudio complejo

El estudio fue realizado en el Edificio de Ciencias de Investigación Molecular de la Facultad de Ciencias Naturales. Los autores son el estudiante de postdoctorado Steven Van Belleghem, el estudiante doctoral Angelo Ruggieri, el estudiante de maestría

“Pensamos que lo que hicimos nunca se había estudiado en otro organismo, y luego de una extensa revisión, el editor de Science decidió publicarnos”, contó.

“Lo publicamos con la meta de aumentar el conocimiento de lo que hacemos en la Facultad de Ciencias Naturales. Con todos los problemas financieros que ha enfrentado el País, para nosotros es muy gratificante poder mostrar lo que puede hacer la Universidad de Puerto Rico, aunque no tenga los fondos suficientes. Tenemos personas increíbles aquí haciendo cosas impresionantes, a pesar de todas las dificultades. ¡Estoy muy orgulloso!”, expresó.

Dijo que el estudio demuestra que Puerto Rico puede hacer ciencia al mismo nivel que las universidades más reconocidas —como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)— que son las que suelen publicar.

“El Departamento de Biología de la Fa- cultad de Ciencias Naturales y el Recinto de Río Piedras están llenos de profesores e investigadores increíblemente competentes, y es una oportunidad para que todos los puertorriqueños que quieran ir a la universidad escojan a la UPR. Es una gran universidad”, recalcó el biólogo.

Para realizar el estudio hubo colaboración con otras universidades y recibieron subvenciones, particularmente del Programa Establecido para Estimular la Investigación Competitiva (EPSCoR, en inglés) de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, que proveyó $4.2 millones, así como por el Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico. La instalación genómica en la que se generaron los datos contó con el apoyo de las Redes de Excelencia en Investigación Biomédica de IDeA, en Puerto Rico (Prinbre, en inglés).

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