14 DOMINGO, 5 DE MARZO DE 2023
conmemoración
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rememoran las vivencias con el líder de la revolución bolivariana
En el sector La Planicie, entre el barrio Monte Piedad y El Martirio del 23 de Enero, se ubica El Cuartel de la Montaña 4F.
Hugo Chávez vive en el corazón del 23 Los vecinos del Cuartel de la Montaña 4F demuestran lealtad y admiración por estar cerca de los restos del Comandante | rosiris ortega
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bicado en el sector La Planicie, entre el barrio Monte Piedad y El Martirio, en la parroquia 23 de Enero de Caracas, se encuentra El Cuartel de la Montaña 4F, lugar donde reposa el comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, un hombre al que sus leales y habitantes cercanos a su morada final aseguran que vive entre ellos. “Cuando la gente dice ‘Chávez vive aquí en el 23 de Enero’, eso es así”, comentó una de las mujeres que la parroquia ha acordado sea la guardiana de la capilla del 4F, Elizabeth Torres. Ella es miliciana, con poco más de 50 años de edad, y se encarga de que el lugar esté inmaculado para quienes se
acercan a orar por el alma del arañero de Barinas o agradecerle por algún favor concedido. Después de años de estudio y preparación en las Fuerzas Armadas, Chávez, armado con sus ideales de libertad y soberanía para la patria, siendo teniente coronel, encabezó una rebelión militar para deponer al gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992. “Esa madrugada del 92 me desperté a las cuatro de la mañana para preparar la comida de mi esposo cuando escuché ruidos en el frente, me asomé por la ventana y vi a militares con boinas rojas y caras pintadas, ahí mismo me asusté”, relató Elizabeth de aquel día.
En ese amanecer, Elizabeth y su esposo vieron por primera vez a Chávez. En medio de la máxima oscuridad que precede al nuevo día, un soldado les dijo “tranquilos señores, estamos con Chávez”. A lo que ellos respondieron ¿Y quién es Chávez? Una vez aclarado el asunto, la joven mujer procedió a prepararles café a los soldados sin saber que fueron generosos con quien años más tarde lideraría la que hoy continúa siendo la Revolución Bolivariana. Con el pocillo de peltre en mano, Chávez guiñó el ojo y elevó el pulgar izquierdo a Elizabeth, como señal de que el café estaba bueno. Luego de darle recomendaciones de cómo ubicar el colchón en el cuarto con una tela de mosquitero para proteger de las balas a sus hijos por si algo ocurría, sonó algo grande, los soldados junto a Chávez corrieron y subieron a una tanqueta. “Allá se fueron los soldados del pueblo, dije”, rememora.
Aunque algunos tildaron de fracasada la rebelión de aquel 4 de febrero del 92, cuando un Chávez evadido por sus instintos de protección a la vida del pueblo se rindió y fue arrestado, siete años más tarde, en 1998, fue elegido democráticamente presidente de Venezuela con 58% de los votos, y asumió el poder el 2 de febrero de 1999. En las memorias de Elizabeth, ese día fue catalogado como gloria en sus vivencias, pues ya era parte de la militancia del Movimiento Quinta República fundado por Chávez años antes y con el cual llegó a la Presidencia de la República. “Yo trabajé por ese triunfo y por el de todos los que logró mi Comandante, siempre lo apoyé y mi familia también”, aseveró. En los tiempos presentes, la miliciana cuida la capilla del 4F, creada en 2013 por el colectivo La Piedrita, el Grupo Humanista Primer Paso y la Comuna Simón Bolívar, y que está abierta 24 horas a admiradores y curiosos de la vida del Comandante. Lo recuerdan a diario. Para Bernarda Pedrosa, a quien cariñosamente la llaman Amanda, se ha vuelto su rutina favorita pasar todos los días por los murales que embellecen la entrada del 4F para detenerse frente a una pared que aún visibiliza el rostro de Chávez. Cuando sale a comprar lo saluda y le pregunta ¿cómo amaneciste hoy?. “Mira, me voy a comprar algo con un