unomásuno
SÁBADO 26 DE OCTUBRE DE 2013
*Entrevista con el mejor alpinista mexicano de todos los tiempos
RAÚL TAVERA / REPORTERO baloncito@gmail.com (PRIMERA PARTE)
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ablar de Carlos Carsolio es hablar de toda una leyenda en el alpinismo. Es un alpinista mexicano selecto con logros en varias latitudes del mundo y forma parte del selecto grupo “de los 14, ocho miles”, es decir, hacer cumbre en las 14 montañas más altas del planeta a más de 8 mil metros de altura (“zona de la muerte”), sobre el nivel del mar. También se le suman otras actividades, tanto culturales, ecológicas y empresariales. Sin duda alguna, un mexicano ejemplar que tiene ideales bien definidos como: La vida como fuente creadora y de inspiración; la experiencia como llave de la madurez y el pensamiento positivo, como reflexión del compromiso social y el devenir histórico de la humanidad, son elementos sustanciales que dan sentido y responsabilidad a su vida misma. En ese sentido, se resumen la filosofía de Carlos Carsolio, que ganara fama internacional a sus 27 años de vida,
cuando ascendió a la cumbre del Everest en el año de 1989, sin usar tanque de oxígeno, a pesar de los 8,848 metros de altura sobre el nivel del mar, que comprende los montes Himalaya, en la geografía del Continente Asiático y marcando frontera entre Nepal y China. Así, gran parte de su vida, la asumió siempre como un conjunto de sueños y desa-fíos ante el peligro: Intrépido y audaz en sus retos y proyectos; perseverante en sus metas; humano con sus semejantes, son algunas cualidades que le han sido características al también, ingeniero civil de profesión y con especialidad en Geología y que desafiando el llamado “mal de altura” (Into Thin Air), es decir, cuando ya no hay claridad en los pensamientos por la falta de oxígeno en el cerebro y que se reduce a un tercio por la presión atmosférica en las alturas; el fuerte viento que llega a alcanzar 135 kilómetros por hora; el hielo resbaladizo y que, las bajas temperaturas, al exponer la piel mínimamente, puede producir severas lesiones en cualquier parte del cuerpo; nos hizo emocionar como mexicanos, cuando su nombre fue inscrito en los anales del alpinismo mundial, y ondear la Bandera de México, en el pico de la montaña más alta del mundo: El Everest, cuyo nombre se debe al coronel George Everest, geógrafo galés en 1865. Hoy en día, le apuesta al desarrollo humano motivacional y al impulso de nuevas tecnologías sustentables, así como a sistemas constructivos, acompañado de la mano, por jóvenes inventores; siendo apoyados por el Conacyt y el Inadem.
Carlos Carsolio con unomásuno
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