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Remodelación del primer piso de la Biblioteca Central
Campus Puerto Madero
La obra, sobre una superficie de 530 m2, apunta a satisfacer las nuevas necesidades de los usuarios
La nueva sala parlante
La remodelación de la Biblioteca Central del Campus Puerto Madero, encabezada por los arquitectos José Muro, Soledad Fernández Pazos y Jorge Ganz de la Dirección de Infraestructura, surge de la necesidad de dar respuesta, por un lado, al cambio de paradigmas en el uso del espacio que se viene observando en estos últimos años en muchas bibliotecas del mundo y, por otra parte, al alto grado de satisfacción de los usuarios, visto tras la remodelación de la planta baja de la misma biblioteca, en donde se ampliaron las alternativas de espacio de lectura, trabajo grupal e investigación. En este caso la intervención se realizó en el primer piso, donde funciona la sala parlante. En un trabajo multidisciplinario, en el que -además de la Dirección de Infraestructura- intervino la Dirección de la Biblioteca Central junto al Departamento de Sistemas y la Dirección de Servicios Operativos, se buscó mejorar las condiciones de infraestructura edilicia, de forma tal que las nuevas modalidades de uso puedan desarrollarse en un espacio mucho más dinámico y, a su vez, que estos espacios tengan una relación más amigable con el medio ambiente y con los usuarios que la utilizan a diario. La biblioteca tradicional, pensada fundamentalmente como un lugar de consulta y lectura de libros en formato papel, ha ido ampliando su modalidad de uso para convertirse en un espacio educativo multifacético. El objetivo de este proyecto fue cambiar la concepción de un espacio de características estáticas o pasivas a un espacio dinámico, en donde no solo existe un lugar para la concentración o con cierta privacidad, sino también la alternativa de espacios colaborativos y de socialización, en donde los alumnos puedan reunirse a estudiar juntos, a preparar una clase o generar un debate alrededor de una pantalla interactiva o una pizarra móvil. También es un espacio en el que un docente puede dictar una clase abierta en un ambiente más descontracturado, un grupo puede dar un pequeño concierto

acústico y en donde también haya lugar para hacer un break, descansar o consumir un refrigerio. Para ello, no solo se buscó generar un espacio flexible, sino también ofrecer una variedad de mobiliario con la reutilización de mesas rectangulares y circulares ya existentes, la incorporación de mesas altas y áreas de sillones individuales o pufs generando un clima descontracturado, espacios de lockers y guardado de efectos personales, así como elementos tecnológicos que lo acompañen.

Fueron incorporadas dos bicicletas con apoyo para notebooks, apuntes o libros para incentivar el uso de espacio como algo más dinámico Asimismo, se buscó que el espacio fuera amigable con los usuarios, propiciando el bienestar y salud de las personas, combinando tapizados de colores vívidos y variados con madera y colores neutros, acompañados de una generosa iluminación natural y unas hermosas vistas hacia el espacio público y hacer de la sala un lugar en el que sentirse a gusto, acompañando de alguna manera el bienestar no solo con la confortabilidad, sino también con la actividad: incorporando dos bicicletas con apoyo para notebooks, apuntes o libros

Alumnas utilizan una de las pizarras de uso común
Por otra parte, el enlace comunicacional y el acceso a bibliografía electrónica de las universidades más prestigiosas del mundo, junto a la realidad de que los usuarios asisten cada vez más con sus dispositivos, generó la necesidad de ofrecer más conectividad y fuentes de carga, tanto con tomas de 220v como con conexiones usb. Simultáneamente se aprovechó la intervención para dar una mejor respuesta al cuidado del medio ambiente, tratando de hacer uso más racional de la energía, mejorando el sistema de control y conductado del aire acondicionado e incorporando un sistema de iluminación inteligente con tecnología led y control inteligente de iluminación, que balancea de forma automática la luz natural con la artificial. También se cambió el antiguo solado alfombrado por un piso vinílico ecológico con fibra de coco, mejorando la higiene del lugar. para incentivar un uso del espacio más dinámico. Todos estos factores colaboran en el desarrollo intelectual, mayor energía y vitalidad, y el sentirse mejor con uno y los demás, generando buen clima de estudio, trabajo, etc.; y que forman parte del movimiento denominado “wellness” que tiene como centro a la persona y su bienestar. “Los usuarios de la biblioteca recibieron de buen grado estas modificaciones, permanentemente podemos encontrar en este espacio una gran cantidad de miembros de nuestra comunidad estudiando, trabajando en grupo, ejercitándose o relajándose. De esta forma, acompañamos las nuevas maneras de estudiar y trabajar”, afirmó la directora de Bibliotecas, María Soledad Lago. En una segunda etapa se iniciarán trabajos tanto en el segundo como el tercer piso, generando nuevos espacios y nuevas formas de uso de la Biblioteca.
