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Patrimonio cultural y educación

Licenciada Rosario Miralbés de Polanco

Suele suceder que personas que no están en contacto con el mundo de las artes o de la cultura se preguntan qué es patrimonio cultural y por qué tanto esfuerzo por tratar de conservarlo. Siendo los guatemaltecos los dueños de un país cuya riqueza cultural es invaluable, se podría asumir que todos estamos conscientes de lo que es el patrimonio cultural. Patrimonio que hemos heredado de nuestros antepasados y el que nosotros mismos, a través de nuestro interactuar en la sociedad, creamos, interpretamos y adoptamos.

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Todos los que integramos la sociedad y vivimos en un espacio cultural, vamos configurando un mundo particular con un patrimonio cultural que nos identifica con nuestra cultura que nos caracteriza y distingue. Tiene una faceta material que se percibe en la identidad patria y que se ve en las expresiones artísticas como la arquitectura, la pintura, las obras de arte, etc., y otra inmaterial que existe en el interior de las personas, conformada por las tradiciones, costumbres, modos de hacer, por el ejercicio del pensamiento y del actuar. El hombre como creador de cultura, es también productor de patrimonio, por lo tanto es el único que puede darle sentido.

Reconocer el patrimonio cultural, requiere una valoración del pasado, a través de la cual se adquiere conciencia histórica. Ésta debe construirse con base en elementos educativos que formen una conciencia social y un pensamiento crítico para valorar objetivamente la complejidad del pasado y participar en la construcción del futuro. El hombre es libre de aceptar o rechazar la herencia, en parte o su totalidad; es decir, elige con qué relacionarse y define quién quiere ser. Al volver hacia el pasado, representado por objetos, monumentos, tradiciones...,

recibe sensaciones que sólo él percibe por medio de su entendimiento, al conocer su herencia cultural, al analizar e interpretar los objetos e identificarlos como propios. Una vez valorados, se convierten en símbolos que expresan creencias e ideas que pasan a formar el cimiento de la propia identidad.

La educación tiene que ver con tres aspectos del patrimonio cultural: uno, dar a conocer el patrimonio tangible e identificarlo; dos, relacionarlo con la cultura propia; y tres enseñar a valorarlo y hacerlo propio. Surge entonces la necesidad de preservarlo, conservarlo y cultivarlo.

La importancia de la educación, por lo tanto, se hace indispensable para que, a través del proceso de enseñanza-aprendizaje de la historia, ayude a situar a los estudiantes en el mundo y en la sociedad que les corresponde. El patrimonio cultural, como medio de enseñanza, incentiva a la reflexión y a despertar actitudes críticas y reflexivas hacia el pasado histórico y el presente. Sólo de esta manera, las personas serán capaces de implicarse de forma activa y constructiva en su medio social, cultural y político. Aprenden a ser respetuosos con otras formas de vida y con otras maneras de pensar y de sentir.

La educación se materializa en lograr que los estudiantes construyan los fundamentos conceptuales de su patrimonio después de que los interioricen y formen parte de su personalidad. Solo de esta manera se puede lograr que las generaciones sean respetuosas del patrimonio cultural y lo conserven, conozcan los fundamentos de las diferencias culturales para que sepan convivir con responsabilidad y respeto en un mundo multicultural. Por medio de los procesos de enseñanza, los estudiantes aprenderán que el significado del patrimonio cultural del pasado, no representa, precisamente, lo mismo que en el presente y que cada generación lo percibirá según el momento que le toque vivir y su historia personal.

Uno de los objetivos de la educación formal es el utilizar el patrimonio cultural como medio de aprendizaje para relacionarlo con la sociedad. Por un lado, su cobertura es a nivel nacional pues abarca todas las comunidades del país y la valoración de que es único en su

Esta fotografía y la página anterior, Santo Domingo Xenacoj, Sacatepéquez. multietnicidad, lo que propicia que los jóvenes se identifiquen con su patrimonio local. De esta manera, podrían enriquecer su identidad y autonomía y desarrollar una actitud de compromiso, respeto y cooperación con la sociedad en la que viven. Es, por lo tanto, necesario que el Ministerio de Educación, las escuelas y las universidades se comprometan a difundir, permanentemente, la importancia del patrimonio cultural y a formar personas con una conciencia histórica que valoren y utilicen el patrimonio cultural; personas con criterio conservacionista para lograr que el patrimonio tangible e intangible se conserven para resguardar el derecho de uso y disfrute para las generaciones futuras.

Es importante señalar que en este caso, los guardianes del patrimonio cultural tangible juegan un papel con una responsabilidad especial, pues deben promocionar como medio de aprendizaje el acceso al patrimonio cultural tangible a su cargo sin deteriorarlo. Deben encargarse precisamente en conservarlo, investigar acerca de los objetos, publicar sus hallazgos para compartir la información de sus colecciones y exhibirlas para darlas a conocer. Asimismo, las universidades que cuentan con colecciones valiosas, como es el caso de la UNIS, que tiene bajo su custodia la “Colección de tejidos guatemaltecos Olga Alejos de Mirón”, deben preocuparse porque sus colecciones estén debidamente catalogadas y accesibles para que puedan ser una fuente de información. En los objetos de la colección

Estas fotografías corresponden a Sumpango, Sacatepéquez.

en mención, se encuentran datos específicos acerca de las culturas indígenas guatemaltecas, así como diseños, formas de prendas pasadas y presentes. Incluye también información sobre el patrimonio intangible que hay que investigar y reportar: histórico, porque aporta datos relacionados con la época prehispánica, colonial y moderna; social, porque esconde datos jerárquicos relacionados con la administración pública y religiosa; utilitaria, porque muestra patrones de uso de la indumentaria, y técnico, porque evidencia el conocimiento necesario para elaborar los objetos.

Esta colección podría ser una inspiración para instituir un programa de educación universitario que contribuya a educar a los guatemaltecos en antropología, historia, etnología, museología, museografía, conservación preventiva y curativa, gestión cultural, entre otros. No hay que perder de vista que si el patrimonio no se conoce, no se aprecia; y si no se aprecia, no se guarda ni respeta, pues enseñar el valor de la cultura, es enseñar a valorarse.

Fuentes

Carbonari, Fabiana Andrea “Aproximación a la problemática patrimonio-educación” http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/5568/

Documento_completo.pdf González Monfort, Neus. ¿Puede el patrimonio cultural ser un recurso educativo relevante en la enseñanza y el aprendizaje de la historia en la educación primaria? (Universitat Autònoma de Barcelona) http://dewey.uab.es

Estas páginas, corresponden a San Miguel Chicaj, Baja Verapaz.

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