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Cuándo la arquitectura es una obra de arte?

¿CuáNDO ES LA ARquITECT

UNAobra de ARTE?

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Peter Zumthor, Therme Vals, Suiza (1996)

Hoy día, la arquitectura suele catalogarse como el “arte y técnica de proyectar y diseñar edificios que forman el entorno del ser humano”, sin embargo esta definición deambula sobre el cuestionamiento de cuando la arquitectura debe considerarse obra de arte. Para esto, debemos tomar una noción más concisa. Boullé afirma que: hay que concebir para obrar. La creación que constituye la arquitectura es una producción del espíritu por medio de la cual podemos definir el arte de producir y de llevar a la perfección cualquier edificio [1]. Como se puede entender, la arquitectura es más que una simple construcción a las cuales solemos estar acostumbrados ver dentro y fuera de la ciudad, es más un reflejo del carácter espiritual del ser humano en el tiempo, un inconsciente que hace trascender su significación para así poder integrarse al contexto.

Para considerar cuando la arquitectura es obra de arte, debemos tomar en cuenta varios factores que permitan

ITECTuRA

Mtro. en Arquitectura Wolfgang Schoenbeck

entender que no toda arquitectura es una obra de arte, principalmente en la actualidad. Así como las demás disciplinas del arte (pintura, escultura, etc.); la majestuosidad por la que son recordadas y consideradas a gran cantidad de interpretaciones y críticas se debe gracias al alto grado de trascendencia a lo largo del tiempo. Es decir, las obras han adquirido fuerza e importancia debido a sus cualidades no sólo técnicas sino también espirituales, dónde estas propiedades facilita clasificarlas dentro del arte. Asimismo sucede con la arquitectura, para que pueda catalogarse como obra de arte, la arquitectura debe trascender. ¿Pero cómo catalogarla?, una iniciativa sería tomar su belleza; pero de esta deriva otro problema, no todos poseen la misma apreciación y cualidad interpretativa, por ejemplo, un crítico de historia del arte no posee la misma opinión que un simple espectador, de aquí nacen dos interpretaciones de belleza que nunca llegarán a ser concordantes. Ahora bien, trascender la mera utilidad en belleza es el fin de la arquitectura. Es un fin ético y también estético. La edificación que no se plantea esta disyuntiva, queda en eso, en mera edificación y no trasciende. Arte y arquitectura son una misma cosa si atendemos a su fin. [2]

Entonces, la idea de clasificar la arquitectura como obra de arte debe abarcar los factores de espiritualidad, trascendencia y belleza, para así poder determinar que sí y que no de la arquitectura es lo que debe considerarse como obra de arte. En síntesis, el arquitecto es la clave para que la arquitectura logre ser una obra de arte. Actualmente contamos con una gran variedad de arquitectura deficiente, carente de fundamentos y cualidades estéticas, por la cual frustra a la buena arquitectura a ser catalogada como obra de arte. Toda concepción de la obra debe poseer una razón; nada es bello si algo carece de inteligencia. [3] La arquitectura como obra de arte, es una resultante de principios e inquietudes del artista (arquitecto) para transmitir sus cualidades espirituales de espacialidad y materialidad.

[1] Boullé. En: Arquitectura. Ensayo sobre el arte [2] Vaca Bononato, Alejandro. En: Arte y Arquitectura. Revista

Summa+. Buenos Aires (63). [3] Boullé. Op. Cit. p. 62

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