Agenda Cultura Alma Máter, abril 2019

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Editorial Bauhaus: centenario de un sueño terrenal

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Beatriz Olano, Solo para tres, acrílico sobre sillas y pared, felpa, 1,40 x 2,10 x 1,55 m, 2016. Foto: Carlos Tobón

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a Primera Guerra Mundial, en medio de la catástrofe propia de toda lucha fratricida, propició cambios geopolíticos, económicos y sociales de orden capital para Europa y, por extensión, para todo el orbe. Tras la firma del Tratado de Versalles en 1919, Alemania se revisó y actualizó por medio de una asamblea nacional constituyente que dio inicio a una nueva era de alta inestabilidad e incertidumbre. La República de Weimar, como fue conocido el período entre la firma del Tratado del

Salón de los Espejos del Palacio de Versalles y el ascenso, en 1933, del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (Partido Nazi) al poder, coincidió con el tiempo en el cual operó una escuela de arte y diseño que sentaría las bases de una modernidad hasta entonces discutida en los discursos filosóficos y los papeles, no en la realidad. La Staatliche Bauhaus, que aunque no se debe intentar traducir, dada la naturaleza misma 2019 | Abril


de la lengua alemana, que más pareciera una forma de pensamiento gracias a la manera como se asocian palabras simples en nuevas palabras complejas, en castellano sería algo como La Casa de la Construcción Estatal, tuvo en un corto e intenso lapso (catorce años) tres marcados momentos y una pléyade de personalidades del mundo de la arquitectura, el diseño industrial, la pintura, la escultura, las artes performativas, la música y la literatura que dieron un giro dramático a la academia y, por consiguiente, a las maneras de la enseñanza y de la trasmisión del conocimiento para las artes aplicadas.

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Muchas cosas coincidieron con esta mítica escuela, aparte de haber sido fundada en Weimar, tras la caída en 1918 del Segundo Reich. Las artes habían estado buscando una autonomía, una forma de ser que las convirtiera en ente y las alejara de la agotada mimesis. La idea de que la creación tuviera una forma autónoma independiente de la de la naturaleza había sido alimentada por el Romanticismo alemán y, en buena parte, se consolidó con la misma noción que fortaleció los nacionalismos de primera mitad del siglo xx, los mismos que llevaron a la proclama de razas superiores y, por ende, con derechos sobre otros por su supuesta filiación con un modelo ario puro. En el corazón de la Bauhaus se instalaba una idea de respeto irrestricto por la otredad, fundamento que permitió una de las cosas más complejas que ha retado a la humanidad desde siempre: la idea de trabajar juntos y por un fin común, así los involucrados tengan su propio interés. Dentro de esta escuela, de características internacionalistas, que recordaba la contrarrevolución industrial (Arts and Crafts) de William Morris, quien actuó de manera decidida frente al peligro que significaba la industrialización que tenía en la máquina el reemplazo de la mano del hombre, no solo se estaba gestando una nueva conciencia del individuo, con relación a su capacidad y potencia, sino Abril | 2019

que además se estaba trabajando por racionalizar la producción sentida y optimizada de creaciones de alto nivel estético con atributos formales sencillos, pero, a la vez, notoriamente pertinentes. El resultado: objetos, procesos y espacios con alta funcionalidad, costes de producción bajos, una amplia democratización del buen gusto en todos los niveles del diseño y la comunicación, y la reproductibilidad de métodos más que de fines. De alguna forma, si bien los bolcheviques, dos años atrás, habían dado un golpe certero a las hegemonías del poder despótico, Walter Gropius y su all star team, con sus refinadas formas de hacer, pensar y estar, habían demostrado que el trabajo era la manera más adecuada de cambiar cualquier realidad. Si Tomás Moro pudo describir en prosa su isla Utopía, Gropius la forjó en las aulas y talleres de clase, donde la familia se vio ampliada a otros y otras que llegaron de horizontes lejanos con sonrisas y manos a trabajar. Para este arquitecto, urbanista y diseñador alemán, su gran obra consistió en entregarle a su maltrecha y desbaratada patria, una generación de jóvenes que, a través del diseño, la arquitectura y las artes, lograron reconfigurar lo que para otros había sido relativamente fácil destruir. Había optado por reconfigurar una sociedad mucho más equilibrada y menos egotista que, con preceptos de coeducación y democracia, cultivaron un entorno viable a las más divergentes formas de ver la realidad, esa que se construye con múltiples puntos de fuga y tiene asidero una vez que nos disponemos a vivir juntos lo que nos ha sido posible crear. Un nuevo país que nace con una nueva escuela. Weimar fue de esta manera epicentro de un fuerte pulso vital que permitió concentrar una masa crítica de conciencia, estética y respeto más allá de los límites previstos por un siglo que traería muchas sorpresas para la raza humana, porque somos eso, una raza, no muchas o varias, como lo hicieron ver los padres


del terror que segó esta lógica maravillosa de trabajo colectivo. Quizá la idea de que todo hombre es un artista, que apareció en la mente de Joseph Beuys, tras la Segunda Guerra (que para algunos teóricos no fue más que la continuación de la primera), tiene mucho que ver con lo que Gropius quiso para una nueva realidad social en la cual las artes no fueran ajenas a nadie, pues en su poder coexisten la ética y la belleza. Los creadores, a diferencia de las criaturas, son necesarios en toda sociedad que quiera ser dueña de su devenir. La capacidad de creación nos asiste a todos y, en su mediación, radica buena parte de la liberación, según dejan ver muchas filosofías de vida alrededor del mundo y a lo largo del tiempo. La diferencia radica en quienes son capaces de crear juntos. La Bauhaus logró, entre muchas otras cosas, cerrar la brecha entre los engalanados y engreídos artistas (robustecidos por el Romanticismo) y los humildes y precisos artesanos. Por otro lado, permitió que los discípulos (alumnos) tomaran, en su debido momento, las riendas de la responsabilidad de los procesos, cosa que distaba de las tradicionales formas de enseñanza en las que la maestría no solo la daba el hacer, sino también la edad. Y. en tercer término. y no menos importante, la Bauhaus tenía claro que se debía tener en las aulas a los mejores y más dotados y expertos tutores. Fue así como llegaron a Alemania, desde muchas latitudes, nombres de la talla de Wassily Kandinski, Paul Klee, Lászlo Moholi-Nagy a trabajar con lo más granado de la escena germana. De la misma manera, las mujeres que habían optado por el camino del diseño tuvieron su aparición de forma igualitaria frente a los varones. Lilly Reich, Gunta Stölzl, Anni Albers, Lotte Beese y Grete Stern fueron algunas de estas creadoras que consagró la escuela de artes y oficios más connotada del siglo xx. Para 1933, y después de haber pasado por tres sedes (a Weimar siguió Dessau y más tarde

Berlín), la política dio un giro y, con este, el destino de la Alemania, que se había logrado consolidar en esos catorce años. Un hombre de artes había llegado al poder. Adolf Hitler, quién lo creyera, había estudiado arte, era un buen escritor, pero, quizá lo mejor que alcanzó a perfeccionar fue su poder de persuasión política. Este tipo, que fuera conocido más tarde por sus execrables métodos de segregación, odiaba tres cosas: a los intelectuales, a los judíos y, especialmente, al arte moderno, y, la Bauhaus, aparte de ser la casa de la construcción del Estado, era precisamente la casa de la modernidad intelectual judía alemana. Catorce años bastaron para que la paz de los espejos de Versalles se quebrara, y con ella la ilusoria realidad que dibujó la escuela de Weimar. Cada creador tomó su rumbo en una diáspora que beneficiaría al mundo en tanto que los diseños y maneras de la Bauhaus partieron con ellos a medrar en otros rincones. Una cuarta versión trato de renacer en los Estados Unidos, pero ya no se tenía el ímpetu ni la perentoriedad que se reclamaba para que el experimento volviera de las cenizas. Esta Agenda Cultural Alma Máter está dedicada al centenario de la Bauhaus y trae voces autorizadas para hablar e ilustrar un sueño que tuvo lugar en la tierra, que fue real, y en buena medida lo sigue siendo. Manuela Alarcón López, Marcela Ceballos González, Juliana Congote Posada, Camilo Restrepo Ochoa han escrito desde su propia experiencia y experticia para nosotros artículos de gran valor histórico y testimonial. Theodor Adorno aparece con su célebre “Asilo para desamparados” y Beatriz Olano, artista plástica, nos permite ver en su particular visión del mundo, una forma exquisita de expansión del espacio, donde los tiempos pueden durar eternidades en un solo color o forma, tal como ocurrió con las creaciones de la Bauhaus, que no cesan de ser interpretadas. Oscar Roldán-Alzate

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La forma de las cosas. Breve recuento de la crítica al ornamento en el contexto de la Bauhaus Manuela Alarcón López

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as primeras décadas del siglo xx fueron un momento de ruptura determinante para el diseño y la arquitectura, disciplinas que a partir de entonces transformaron desde la forma de las vajillas hasta la de los edificios. A cien años de su fundación, la escuela de arquitectura, diseño, oficios y artes Staatliche Bauhaus todavía es uno de los principales referentes de la arquitectura y del diseño modernos y su memoria pervive en objetos domésticos, edificios y diversos programas de diseño. Formas simples, colores planos y, sobre todo, máximas como “La forma sigue la función” o “Menos es más” han sido asociados con la historia de esta escuela que, después de solo catorce años de vida, fue cerrada por la presión del Partido Nacionalsocialista en 1933, y que contó con docentes tan reconocidos como Paul Klee, Wassily Kandinsky, Peter Behrens y Joseph Albers. La práctica de la Bauhaus estuvo determinada por un interés constante: pensar y construir el mundo de los hombres modernos. Organizada por ciclos de aprendizaje, la Bauhaus ofrecía a los alumnos, tanto el conocimiento necesario para el desarrollo de la forma, como el del trabajo manual para construirla. Lámparas, vajillas, camas, nocheros, platos, tazas, escritorios, cocinas, edificios y hasta disfraces para fiestas monumentales fueron pensados, diseñados y construidos por los profesores y estudiantes de la Bauhaus siguiendo unos principios fundamentales que abogaban por la unificación de las artes y la arquitectura en la denominada “obra de arte total” (Gesamtkunstwerk). Desde su fundación, la escuela tuvo como objetivo lograr la “gran construcción”, la unidad Abril | 2019

entre obra de arte y objeto, en la que no habría ninguna frontera entre artes monumentales y decorativas. La pretensión de funcionalidad, la correspondencia entre forma y función y la abolición de ornamentos superficiales marcaron cada uno de sus diseños. Aunque la Bauhaus se asoció tradicionalmente con la oposición entre “ornamento superficial” y “esencia formal”, dicha dicotomía en realidad hacía parte de una tradición que, en Occidente, tenía raíces en planteamientos políticos y morales previos, con sus correspondientes implicaciones estéticas.

Breve historia de la crítica al ornamento Pese a que el problema moderno del ornamento surge durante la Ilustración, ya desde la Antigüedad la pregunta por el uso apropiado de las formas decorativas era un aspecto importante en la arquitectura. En el tratado Diez libros de arquitectura, escrito por el arquitecto e ingeniero romano Marco Vitruvio (c. 8070 a. C. - 15 a. C.), se trasladaron los conceptos “ornatus” y “decorum” del campo de la retórica al de la arquitectura. El ornamento de una edificación (ya fueran flores, palmetas, figuras de animales, etc.) estaría determinado por el propósito del recinto (si era de uso político, religioso o privado), así como el orden de las columnas determinaba el ornamento que deberían tener (jónico, dórico o corintio). Desde la época de Vitruvio y hasta el siglo xviii, existieron unas normas claras respecto a la creación, la función y el uso del ornamento. Sin embargo, a partir del siglo xviii este cayó en


5 Beatriz Olano, Encuadre, acrílico y óleo sobre lienzo, lino y madera, 1,90 x 2,40 m, 1999. Foto: Carlos Tobón

descrédito por el surgimiento de una filosofía estética liberada de la retórica y por los cambios sociales que trajo consigo la Revolución francesa (y que afectaron el modo en que el ornamento era visto): los objetos adornados le harían percibir al espectador una suntuosidad adicional (en términos de material y costos), que el poseedor del objeto ostentaría al demostrar un estatus social privilegiado. En términos políticos, derrumbar los sistemas que daban lugar a estas jerarquías implicó un replanteamiento de la estética que los representaba. En adelante, el ornamento se hizo cada vez más arbitrario en sus usos y se convirtió en un problema estético. Fue desplazado al rango de las artes “menores”, las dependientes de un soporte o no autónomas (al contrario, la pintura, la escultura, la arquitectura, etc. fueron entendidas como artes “autónomas”). En

consecuencia, el ornamento se definió —concepción que todavía perdura— como un objeto funcionalmente prescindible y como un patrón no narrativo sobre un fondo, definiciones de las que se derivaron otras oposiciones fundamentales del movimiento moderno como esencia y forma, y objeto y decoración. El fin del ornamento como signo de estatus social se dio a principios del siglo xx, pues gracias a la industrialización y al trabajo barato de las máquinas, cualquiera podía acceder a la exclusividad que suponían los objetos decorativos y los elementos adornados. La parcial disolución de las formas productivas artesanales, a causa de la producción por máquinas, ocasionó una separación entre producción y decorado, cuyas consecuencias se vieron en la separación entre finalidad, o función, y arte, y entre arquitectura y trabajo artesanal. Dado 2019 | Abril


que el desarrollo de las ciencias de la ingeniería había alejado de la construcción a los arquitectos, la arquitectura había sido relegada a un papel “decorativo” o de “fachada”.

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Durante los años de los denominados “clásicos modernos” (1890-1930) surgió en diferentes corrientes artísticas el deseo de ser moderno, replantear las formas constructivas y reunificar las artes. Entre artistas, artesanos y arquitectos se hizo popular la idea de que los materiales nobles y la mano de obra experta debían reemplazar al ornamento: hubo fuertes movimientos que apelaron por su redescubrimiento; por ejemplo, el Arts & Crafts en Inglaterra, que influyó fuertemente en el Modernismo —Jugendstil— (1890/95-1910) en Alemania. Por otro lado, y con ciertas relaciones con los anteriores movimientos, se conformó lo que luego sería llamado “movimiento moderno”, que se interesó por: 1) las tecnologías y los materiales de la época (hormigón, acero y vidrio) y 2) un redescubrimiento del sentido de la arquitectura, la artesanía y el arte en general; estos intereses se caracterizaron por abolir las formas ornamentales tradicionales. Tal movimiento tuvo como uno de sus máximos exponentes a la escuela Bauhaus en Weimar.

Crítica al ornamento en el movimiento moderno El espíritu antiornamental del siglo xx comenzó con el enunciado “El ornamento es criminal” (Ornament sei Verbrechen) del arquitecto vienés Adolf Loos, cuyos discursos y teorías influyeron en los arquitectos y artistas que conformaron la Bauhaus en 1919. Loos dijo: Descubrí lo siguiente y lo comuniqué al mundo: la evolución cultural equivale a la eliminación del ornamento del objeto usual. (…) Soporto los ornamentos del cafre, del persa, de la campesina eslovaca y los de mi zapatero, ya que todos ellos no tienen otro medio para alcanzar el punto culminante de su existencia. Pero Abril | 2019

nosotros tenemos el arte, que ha sustituido al ornamento.1

Para Loos, los artefactos ornamentales transportaban el peligro de la incultura, de la “enferma obscenidad”. El ornamento, que remitía a las épocas y los estilos precedentes, era una forma de engaño que no correspondía a los valores del hombre moderno. De ahí que Loos defendiera lo que llamó “leyes de justicia del material” (Gesetz der Materialgerechtigkeit), que explicó en Principio del revestimiento (Prinzip der Bekleidung, 1898): Cada material tiene su propia forma de expresión y ningún material puede tomar para sí la forma de otro material. Porque las formas se han hecho a través de la utilidad y de la fabricación de cada material, se han hecho con el material y a través del material. (…). El que osa hacerlo es marcado por el mundo como falsificador. Y el arte no tiene nada que ver con la falsificación, con la mentira.

Loos se refería a prácticas “poco ortodoxas” de acabado de superficies como imitar ladrillos pintando una cuadrícula con color terracota y luego simular con gris las juntas, o hacer acabados de tipo mármol a superficies de cemento, por ejemplo. En consonancia con esta idea, el arquitecto Le Corbusier impulsó el “blanqueamiento”; en su “ley del Ripolín”, descrita en El arte decorativo de hoy (1925), propuso sustituir los ornamentos y el decorado por una superficie blanca y sin adornos: Imaginemos los resultados de la ley del Ripolín. A cada ciudadano se le pide reemplazar sus cortinas, sus mosaicos, sus papeles tapices y pinturas de pared con una capa plana de blanco Ripolín. Su casa se ha limpiado. No hay más suciedad, no más esquinas oscuras. Todo se muestra como es. Entonces viene la limpieza interior, dado que el curso adoptado conlleva resistirse a todo lo que no sea correcto, autorizado, intencionado, deseado ni planeado: ninguna acción antes que el pensamiento.2


7 Beatriz Olano, Hacia adentro, plotter sobre puerta, 4,05 x 4,60 m, 2013

En Le Corbusier, como en Loos, es evidente el universo de connotaciones que tiene la superficie sin ornamentos: el cuerpo y la moral del pueblo hablan a través de esta. Las teorías sobre la arquitectura de Loos, que hacían parte de un discurso en expansión en la época, fueron el punto cumbre de la crítica al ornamento en la cultura occidental e influenciaron, entre otros, a arquitectos como Walter Gropius (fundador de la Bauhaus), Peter Behrens, Mies van der Rohe (último director de la Bauhaus) y Herman Muthesius (fundador de la Deutscher Werkbund, escuela precursora de la Bauhaus), quien diría en 1902: La arquitectura tiene que buscar, como cualquier otra obra de arte, su ser en su contenido, al cual le corresponde la forma exterior. Esta

forma exterior únicamente debe servir para reflejar el ser interior, de lo que se entiende que las formas detalladas o el ‘estilo arquitectónico’ solo tienen un papel mínimo en la construcción.3

En la práctica de la Bauhaus, sin embargo, se intentaron buscar estrategias para legitimar ciertas nuevas formas decorativas. La Bauhaus compartía con la Deutscher Werkbund (Múnich, 1907-1938) este interés por encontrar un cuerpo orgánico: el adorno, la forma artística en general, debía actuar de manera orgánica, es decir, surgir como una parte del artefacto y no como una añadidura de él. Walter Gropius decía sobre la idea y construcción de la Bauhaus: “Nosotros queremos construcciones orgánicas, desnudas y resplandecientes por sus propias reglas internas, sin mentiras ni juegos”.4 2019 | Abril


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Beatriz Olano, Empaques, acrílico sobre bolsas de papel, 2016. Foto: Carlos Tobón

La tensión entre esencia y forma impulsó, entonces, la práctica de la Bauhaus y produjo objetos y edificios con unas características claras: superficies lisas, formas geométricas, materiales expuestos, colores planos y la búsqueda constante porque la forma y la función se correspondieran. Tras ellas había una búsqueda de los valores del hombre moderno. Las formas y superficies de aquellos edificios y objetos, además de ser una muestra paradigmática de un momento de la arquitectura y del diseño, hablan de un contexto político y moral que logró materializarse y convertirse en discurso estético. El mismo que tal vez sirve hoy para comprender nuestros juicios estéticos y su correspondencia con nuestros valores políticos y morales.

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Referencias 1 Adolf Loos (1913 en francés y 1929 en alemán). De la edición en castellano: (1972). Ornamento y delito y otros escritos, Barcelona, Gustavo Gili. 2 De la traducción al inglés: Le Corbusier (1987). The decorative art of today, Londres, The Architectural Press. 3 Traducción de la autora de: Hermann M. (1902). Stilarchitektur und Baukunst. Wandlungen der Architektur im xix. Jahrhundert und ihr heutiger Standpunkt, MühlheimRuhr: K. Schimmelpfennig. 4 Traducción de la autora de: Gropius W. (Ed.). (1923). “Idee und Aufbau des Staatlichen Bauhauses”, en: Staatliches Bauhaus Weimar 1919-1923, Múnich, Bauhausverlag / Karl Nierendorf.

Manuela Alarcón López es diseñadora industrial, Magíster en Teoría del Arte y del Diseño. Actualmente dirige el área de Educación y Programas para Públicos en el Museo de Arte Moderno de Medellín, MAMM.


Entre memoria y renovación: mi paso por la Bauhaus Marcela Ceballos González Deseemos, proyectemos, creemos todos juntos la nueva estructura del futuro. Walter Gropius, Manifiesto Bauhaus, 1919.

Creo que casi cualquier diseñador, artista o ar-

quitecto puede imaginarse lo que significó para mí el hecho de tener al frente el inconfundible edificio de altas fachadas blancas y enormes paredes de vidrio, el edificio de la Bauhaus. Tantas veces lo había visto antes en libros, afiches y presentaciones, y tanto me habían hablado de él en mis clases de la universidad. Se me erizó la piel, se me aguaron los ojos y bombardeé con fotos a mi grupo familiar de WhatsApp. Obviamente, las respuestas de mi padre –artista– y de mi tío –arquitecto– no se hicieron esperar, y juntos celebramos mi llegada a la ciudad de Dessau, en Alemania, y mi siguiente año como estudiante en la maestría que ofrece la Fundación Bauhaus-Dessau junto con dos universidades locales. Yo, simplemente, no podía creerlo: iba a ser estudiante en la Bauhaus, el lugar donde nació mi profesión y que tanto protagonismo había tenido en mi pregrado de Diseño Industrial y en mi posgrado en Gestión Cultural. Las expectativas de lo que iba a vivir en la icónica escuela eran, claro, muy altas. En 1926, la Bauhaus abrió su sede en Dessau después de dejar Weimar, donde fue fundada, por discrepancias políticas. A pesar de que otras ciudades compitieron por tener a la Bauhaus en su territorio, los integrantes de la escuela estaban altamente atraídos por el crecimiento industrial de Dessau en aquel momento, y fue allí donde esta tuvo su periodo de mayor notoriedad gracias al apoyo del gobierno local y de muchos industriales de la ciudad. En este lugar, la Bauhaus encontró la posibilidad de llevar a

cabo sus ideas de repensar la vida y las relaciones humanas por medio de la creación de nuevos entornos artificiales y, sobre todo, por tomar acción en la formación de la sociedad moderna: no valía la pena rescatar nada de lo que dejaba la guerra recién terminada, y todo lo que allí se gestara debía representar una renovación para la construcción del futuro. En Dessau, la Bauhaus experimentó con materiales y formas en gigantescos talleres que eran considerados laboratorios vivos de investigación y colaboración permanente. También esbozó aproximaciones pedagógicas y disciplinarias de lo que hoy conocemos como diseño, sirvió de consultora para muchas empresas y creó barrios que reflejaban nuevas formas de vivienda, interacción y encuentro. Además, instauró una idea transgresora de democratización del arte y del diseño con la que fomentaba creadores sin pretensiones clasistas y muy conscientes del posible impacto de su obra en la configuración de la sociedad. Con todo esto en la cabeza, el inicio de mi tiempo en Dessau constituyó entonces un dejarme llevar por las ganas de descubrir el lugar y por el deslumbramiento de estar pisando los corredores y salones donde los admirados maestros de la Bauhaus desarrollaron sus propuestas controversiales y dejaron todo un legado para las disciplinas creativas que hoy conocemos. Esto pasaba, además, en un entorno internacional, con estudiantes de todos los continentes que veníamos atraídos por la idea generalizada de que allí, en la Bauhaus, íbamos a tener acceso a las últimas tendencias con las que se estaba abordando la enseñanza, investigación y aplicación del diseño. Altas expectativas, sin duda. 2019 | Abril

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10 En el edificio transparente –tal como lo quería Walter Gropius, para que todo pudiera ser visto desde fuera–, justo en el gran salón que solía ser el taller de metales, estábamos nosotros, los estudiantes actuales de la Bauhaus. Los días empezaron a pasar y con ellos, diferentes profesores y asignaturas; también el otoño pasó y los atardeceres magníficos de mi primer invierno, que se dejaban ver a través de las vidrieras gigantes, mientras adentro se desarrollaban las actividades y discusiones propuestas en la maestría. Y los días pasaban y los trabajos en grupo se llevaban el corto tiempo de luz que diciembre ofrecía y, de cuando en cuando, la puerta se abría y un grupo de turistas asomaban sus cámaras mientras el guía les mostraba cómo hoy, todavía, había estudiantes en la Bauhaus. La actividad del momento se interrumpía por unos curiosos e incómodos minutos, la puerta se cerraba, y todo proseguía sin comentarios. Poco a poco me fui también dando cuenta de que la perspectiva que tenía desde afuera Abril | 2019

empezaba realmente a ser otra estando adentro: eran contados los profesores y las asignaturas que exacerbaban mi motivación. En la maestría no parecían estar muy al tanto de algunos movimientos de diseño que me habían guiado profesionalmente hasta entonces, precisamente por su enfoque social, colectivo y democrático. Y, en una generalización tal vez atrevida, debo decir que muchos se dedicaron a repetir una y otra vez la historia de la Bauhaus, los conceptos tal cual fueron planteados en su época y, para mi creciente desilusión, sin una aproximación clara de inserción de estos conceptos al mundo contemporáneo. Lo que saltaba a la vista eran los permanentes esfuerzos por mantener intacto el legado de la Bauhaus sin reinterpretaciones concretas y, en general, todo lo que me repetían ya lo había leído o escuchado antes. Entonces, poco a poco, surgía en mí la inquietud de si el legado de la Bauhaus estaba siendo olvidado por el interés mismo de conservarlo, y la Bauhaus se convertía, para mi tristeza, en simplemente


Beatriz Olano, Entrelazado, acrílico sobre lienzo, MDF, pared y piso, dimensiones variables, 2005. Foto: Carlos Tobón

un nombre, unos edificios, unas técnicas y en unos objetos estáticos que dejaban a un lado la propuesta renovadora y disruptiva características de la escuela de hace un siglo. Mientras esto sucedía, también pude darme cuenta de que Dessau era una ciudad con muy poco para hacer. Una ciudad muy, muy pequeña, y con la tercera población más anciana de toda Europa. Un domingo podía uno salir a caminar por el medio de la calle principal sin riesgo de que pasara carro alguno ni de cruzarse con más de un transeúnte. A esto se sumaba que Dessau fue una ciudad muy golpeada por la guerra, no solo por los múltiples bombardeos hostiles sino por aquello de haber apoyado a semejante vanguardia cuando el régimen nazi se instauró, y nunca pudo superar el hecho de apenas estar empezando a florecer industrialmente cuando el régimen cerró la Bauhaus, echó a todos estos visionarios de la ciudad y re direccionó la movida de la industria.

Dessau se mostraba entonces como una ciudad algo olvidada, a pesar de los miles de turistas que recibía. Pero estos llegaban, veían el edificio y volvían esa misma tarde a alguna ciudad cercana. Muchos estudiantes también hacían lo mismo. A fin de cuentas, me fui encontrando con que estaba en una ciudad bastante quieta, lo que fomentó rápidamente el encuentro entre compañeros para cocinar, debatir sobre los trabajos, y quejarnos un poco del frío, de las retroalimentaciones difíciles de interpretar de los profesores alemanes y de lo poco que había para hacer en ese lugar. En este punto, el edificio vanagloriado ya era para mí como cualquier otro edificio del que incluso tenía una llave para andar a mis anchas, y al que iba todos los días a estudiar. Ya no tenía ese atractivo inicial, y yo ya no estaba deslumbrada. Así que, poco a poco, me fui interesando cada vez más en las espontáneas tertulias que se daban en el café, más que en el 2019 | Abril

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aula, con algunos profesores magníficos, y sobre todo, en las recurrentes conversaciones y los lazos que estaba teniendo con algunos de mis compañeros que lentamente se fueron convirtiendo en grandes amigos con los que caminé por horas en los bosques que rodean la ciudad mientras descifrábamos la vida y el significado de estar compartiendo ese momento en ese lugar tan particular.

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Muchas veces nos preguntamos si esas mismas conversaciones trascendentales las tuvieron en los mismos bosques los maestros de la Bauhaus el siglo pasado. Y nos preguntábamos si el edificio o la ciudad tenían una magia particular que hacían que estas conversaciones se dieran. O si simplemente era la desmitificación misma del lugar la que le daba tanta magia al encuentro y a la conversación. Así, me fui dando cuenta de que no era ni el edificio ni el nombre ni la gran tradición que cobija la maestría, lo que empezaba a tornarse como el gran fruto de estar allí. Era más bien la oportunidad de esas conversaciones y reflexiones profundas y continuas sobre la vida. Tal y como lo hacían el siglo pasado en la Bauhaus, estábamos volviendo una y otra vez al detalle, dándole la vuelta a los mismos temas, cambiando una y otra vez la perspectiva de las mismas cosas. ¡Maravilloso! Llevo acá en Alemania casi tres años, y he vuelto a la Bauhaus solo una vez desde que me gradué. Allá me encontré con algunos amigos y repetimos el ritual de recorrer los corredores del edificio, tomarnos juntos una cerveza en el café y caminar por los bosques circundantes. En esta visita agradecí mucho mi tiempo allí, un año entero de estar en un lugar en el que no había nada para hacer, sino pasar tiempo conmigo y con otras personas que estaban en mi misma situación. Agradecí las formas tan diferentes de hacer y de pensar que me mostraron algunos profesores y amigos, que al inicio me costaron tanto, y agradecí profundamente a uno de mis maestros que tanto nos repitió que Abril | 2019

allí no nos estaban dando respuestas de nada, sino que estábamos siempre, juntos, construyendo preguntas y desarmando y renovando ideas. Esto me recuerda que la constante búsqueda de la Bauhaus por encontrar la esencia de las formas y de los materiales, y sus múltiples estudios realizados sobre el cuerpo, la forma, el color y el uso de los objetos, no tuvieron en la Bauhaus una finalidad puramente teórica y disciplinaria en su momento, sino también una finalidad filosófica. Lo que proponían no era una teoría del color, a pesar de la teoría del color. Ni de la forma, a pesar de la teoría de la forma. Era una reflexión permanente sobre la vida, sobre las relaciones y los entornos humanos, sobre cómo hacer llegar el diseño y las artes a todos los rincones de la vida cotidiana. Esta filosofía es el gran legado de esta escuela y, más allá de quedarnos exclusivamente en el elemento de admiración por lo que fue la Bauhaus, podríamos preguntarnos qué vamos a hacer con ese legado. ¿Vamos a repetirlo, inmutable, hasta que ya no tenga un sentido? ¿Vamos a reinterpretarlo para que pueda insertarse en este momento que vivimos? Creo que son buenas preguntas para celebrar su centenario. Paul Klee decía que una vez declarada una forma como terminada, lo único que quedaba era la muerte, que formar implicaba movimiento y transformación. Este maestro de la Bauhaus confirmaba entonces que el reto no era la búsqueda por llegar a la forma terminada, sino lograr mantener el movimiento que implica formar, construir. Claramente, seguir formándose es un reto difícil para una institución que lleva el peso y la historia de semejante nombre cien años después de la fundación de la Bauhaus. Y encontrar el balance entre conservar –que es, además, lo que atrae a miles de turistas al año–, y renovar la tradición, no es tarea fácil. Muchos esfuerzos se están haciendo cada vez más, sobre todo con la gran oferta de actividades que se presenta este año


para la celebración del centenario, pero la pregunta sigue siendo la de cómo una entidad con tanto peso podrá trascender su carga histórica y ajustarse a los retos que enfrenta la humanidad en este comienzo de siglo. Hace cien años, la Bauhaus empezaba su labor, entusiasta, con la idea de romper modelos y proponer nuevas estructuras sociales. En este momento, donde casi todo es artificial, y las relaciones humanas se desarrollan dentro del mundo material, impera la necesidad de volver a esas preguntas de la Bauhaus, que no eran ni por las sillas ni por las casas ni por los edificios en sí, sino por un llamado a todas las disciplinas (solo las creativas en ese entonces) por cambiar modelos de pensamiento, por plantear formas de relacionarnos y por retomar la preocupación por el proyecto, la proyección, el futuro. Claramente, da alegría que la reinterpretación del Ballet Tríadico de Schlemmer haya vendido toda su boletería en solo un día. Y que este año se vaya a abrir el nuevo museo de la Bauhaus en pleno centro de Dessau –con la intención de involucrar más a la comunidad en los procesos de la institución y de hacer que los turistas conozcan esa parte de la ciudad–. Pero me gustaría ver, por ejemplo, un nuevo manifiesto de la Bauhaus para este siglo xxi. ¿Cómo sería? ¿A qué invitaría? ¿Quién tendría la potestad para publicarlo? ¿Qué retos incluiría? La preservación y renovación del legado de la Bauhaus es una tarea que no solo le compete a la Fundación Bauhaus-Dessau, ni a los dos archivos y museos de la Bauhaus en Weimar y Berlín. El llamado de la Bauhaus en su manifiesto original es a todos los artistas, arquitectos, artesanos, diseñadores a cuestionar su momento en el mundo. A reconocer el presente y crear el futuro. A preguntarnos cómo somos y cómo queremos ser como sociedad. La validez de estas preguntas sigue vigente para todos. El manifiesto o los manifiestos contemporáneos

de la Bauhaus están aún por ser escritos, y todas las disciplinas deberían participar en semejante reto. Si queremos celebrar los cien años de la Bauhaus y hacerle honor a esta escuela magnífica, hagámoslo admirando el teatro de Schlemmer, la obra de Kandinsky y de Paul Klee, los edificios de Gropius y de Mies van der Rohe, los tejidos impecables de Annie Albers, o la experimentación material de Moholy-Nagy. Hagámoslo también conversando mucho y haciéndonos suficientes preguntas sobre cómo cambiar paradigmas en nuestras sociedades actuales, sobre cómo fomentar la vida en común, la acción colectiva, y la creación de nuevos valores y formas de relacionarnos a partir de la creación del mundo artificial. Hagámoslo dejando de admirar a la Bauhaus como un objeto de culto, para poder acercarnos sin vendajes a su legado filosófico y a su llamado a hacer, a pensar y a transformar individual y colectivamente nuestros entornos y sociedades.

Referencias Bauhaus Cooperation: 100 Years of Bauhaus Website. (2016). Master 1920-1931 Paul Klee. Retrieved November 11, 2016, de https://www.bauhaus100.de/ en/past/people/masters/paul-klee/index.html Gropius, W., & Moholy-Nagy, L. (2010). “Manifesto of the Bauhaus and Education and the Bauhaus”, en: G. Adamson (Ed.), The Craft Reader (pp. 554–558), Nueva York, Berg Publishers. Ingold, T. (2010). “Bringing Things to Life: Creative Entanglements in a World of Materials”, en: World, 44 (Julio), 1-25. https://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004 Klee, P. (1953). Pedagogical Sketchbook, Londres, Faber and Faber Limited.

Marcela Ceballos González es diseñadora industrial graduada de la Universidad Pontificia Bolivariana, Magíster en Gestión Cultural de la Universidad de Antioquia y MSc en Design Research de la BauhausDessau Foundation y la Anhalt University of Applied Sciences en cooperación con la Universidad Humboldt de Berlín.

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Schlemmer, el artista que bailó Juliana Congote Posada

Diario Octubre de 1915

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El cuadrado de la caja torácica, el círculo del vientre, el cilindro del cuello, los cilindros de los brazos y de las piernas, los círculos de las articulaciones de los codos, las rodillas, los hombros, los nudillos, los círculos de la cabeza, de los ojos, el triángulo de la nariz, la línea que une el corazón con el cerebro, la línea que une la cara con el objeto mirado, el ornamento que se forma entre el cuerpo y el mundo exterior, simbolizando la relación del primero [el cuerpo] con lo segundo [el mundo]. Escritos sobre arte: pintura, teatro, danza, cartas y diarios, Oskar Schlemmer

En octubre de 2016, el Centre Pompidou-Metz,

situado en la capital de Lorena, Francia, dedicó su exhibición al artista y coreógrafo alemán Oskar Schlemmer (1888-1943). La exposición se tituló “The dancing artist”, una bella expresión que cobra sentido cuando se confirma que estamos, sin duda, frente a un artista que hizo bien en comprender que la danza no podía ser solo un problema intelectual y que el cuerpo que danza es mucho más que aquello que lo viste o lo cobija. Aunque se le recuerde casi siempre como escultor, pintor, diseñador de vestuario y escenógrafo, su lugar en la historia de la danza todavía está por reconocerse como uno de los más significativos creadores y pensadores que sentó buen parte de las bases para el tránsito de la danza hacia la modernidad. A través de la obra de Schlemmer, especialmente de El Ballet Triádico (1920-1922), su más

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importante creación, es posible descubrir una cara de la Bauhaus que ni siquiera para el contexto dancístico resulta conocida. Sus propuestas para la transmisión del hacer propio del arte dieron lugar a novedosas experimentaciones en artes escénicas, con principal interés por la coreografía y los estudios sobre el cuerpo, que siguen sorprendiendo en la actualidad. Para Schlemmer, la danza fue una pasión que fue revelándose con mayor insistencia en la gestación de los procesos creativos que lideró dentro de la Bauhaus. Allí, su actividad docente, artística y teórica tuvo su mayor despliegue y cobró pleno sentido. Al afirmar como tema central de sus creaciones el cuerpo humano, hizo de su propuesta plástica un arte vivo, una idea de performatividad que puede reconocerse en su pregunta permanente por la ocupación del espacio como un modo de experimentar la libertad de moverse. Esa teatralización de la Bauhaus, al asumir el propio edificio como escenario, animó una redefinición del acontecimiento teatral, basado en la fascinación que le producía descubrir el cuerpo en relación con el espacio, en esa mística que encubre la geometría y la matemática, la arquitectura como experiencia. Una obra como El Ballet Triádico representa la experiencia viva de ese pensamiento, es su manifiesto. De ahí que podamos decir que esta obra fue el resultado de un proceso vital de investigación constante, en la que lo triádico resume sus inquietudes esenciales. En sus propias palabras, Schlemmer escribe en su diario, en 1922: “El Ballet Triádico: danza de la trinidad, rostros cambiantes del Uno, el Dos y el Tres, en forma, color y movimiento; debe seguir también la geometría plana de la superficie


Beatriz Olano, Sin título (intervención permanente en In Situ), pintura sobre pared, 2,80 x 7,60 m, 2008

del suelo y la geometría sólida de los cuerpos en movimiento, produciendo el sentido de dimensión espacial que necesariamente resulta de trazar formas básicas como la línea recta, la diagonal, el círculo, la elipse, y sus combinaciones. Así, la danza, que es dionisíaca y completamente emocional, en su origen, se convierte en apolínea en su forma final, un símbolo de equilibrio de los opuestos”. Esta creación para tres bailarines, tres actos, doce danzas y dieciocho vestuarios es una composición que, habitando el espacio de la geometría, instala la búsqueda del equilibrio espiritual. En un juego de números, Schlemmer combina colores, formas y cuerpos que se desmaterializan, como él mismo lo expresa, “sin buscar solución en lo oculto”. Seres humanos que danzan reconociendo su humanidad en la abstracción, un camino hacia la danza conceptual o “no-danza”, calificativos impensables para esa época. Si bien Schlemmer no es precisamente una persona que la historia de la danza haya reconocido como bailarín, hoy en día sabemos que

él mismo, en varios de sus diarios y cartas, publicados póstumamente por su esposa Helena Tutein en 1958, expresa abiertamente su interés por experimentar con su cuerpo el sentido kinestésico que debía ser adecuadamente interpretado. Buena parte de estos textos son revelaciones escritas sobre sus postulados estéticos que, aunque relacionados con la pintura, la escultura, el diseño de vestuario y la escenografía, permiten comprender la complejidad de su obra y la trascendencia de su trabajo creativo para la transformación de la escena moderna de principios de siglo xx. Recordar a Schlemmer y su impactante Ballet Triádico nos permite afirmar la obviedad, aun hoy en día, de que el mayor valor de la danza es la capacidad de servirse como el medio expresivo más directo porque, simplemente, es el cuerpo humano. Juliana Congote Posada es Licenciada en Danza, Magíster en Historia del Arte y Doctora en Artes. Actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.

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Bauhaus, cien años de soledad bien acompañados Camilo Restrepo Ochoa

L

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a Bauhaus no fue un estilo, fue una manera de pensar, un experimento social y pedagógico para cambiar el mundo, la sociedad, el planeta y la industria como no ha existido ningún otro. Propongo este texto desde la perspectiva de construir miradas contrastadas con un presente local, nacional y global lleno de paradojas, contradicciones y oportunidades. Este contraste es posible a la luz de la existencia de la Bauhaus como única en su género, como estructura pedagógica y operativa, a la luz de sus enseñanzas y aproximaciones en su contexto específico. La Bauhaus no tuvo competencia alguna en sus logros e influencia, y, quizá, siempre estuvo sola, pues aun hoy, cien años después, no ha existido ninguna otra tan ambiciosa, intrépida y arriesgada. Bajo ningún motivo pretendo sobrevalorar románticamente el pasado, pero cuesta encontrar ejemplos de este tipo de experimentos sociales y pedagógicos que hayan perdurado en el tiempo y bajo tan diversos contextos. La Bauhaus nació en Weimar en la primavera de 1919 y fue disuelta por la presión de los nazis en 1933 en Berlín; fue fundada, liderada y gestionada por el arquitecto alemán Walter Gropius, bajo la idea y propósito de unir las diferentes ramas del diseño en un nuevo proyecto académico y social que resolviera el problema de la divergencia entre el diseño imaginativo y la eficiencia técnica, precisamente fusionándolas a partir de proyectos específicos a manera de espacios pedagógicos holísticos en los que se combinaban diferentes sistemas de conocimiento. Los proyectos específicos serían enlazados con sistemas productivos de estandarización, con fábricas, industrias y artesanos, con el propósito superior de llevar al Abril | 2019

individuo a que sus capacidades naturales se apropiasen de la vida y del mundo como un todo, a partir de talleres prácticos y teóricos en manejo de materiales, diseño, filosofía, arte y comunidad. Para este propósito, Gropius tomó el mando de dos escuelas preexistentes, la Escuela de Artes y Oficios de Weimar Eisenach, y la Escuela de Bellas Artes de Weimar, gracias al apoyo y visión de lo que podríamos llamar hoy, y aquí, algo similar al comité Empresa-Universidad-Estado, en cabeza del gran duque de Sajonian-Weimar. Eran tiempos convulsos y extraños en Alemania después de la Primera Guerra Mundial. 1919 comenzó de manera violenta con el crimen de Rosa Luxemburgo el 15 de enero en Berlín y, con este, una oleada de protestas se propagó por todo el territorio, demostrando cómo Alemania se encontraba en un estado de revuelta social, política y económica nunca antes vista, que terminaría con el ascenso de Hitler al poder y con la Segunda Guerra Mundial marchando a toda máquina veinte años después. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, Alemania era al mismo tiempo un Estado convulso, en transición y derrotado: pasó de ser un imperio decimonónico a una nación pre moderna, con sus logros industriales y con una economía totalmente aplastada después de la guerra. La derrota sufrida en la Primera Guerra Mundial y su káiser exiliado en Holanda, eran la muestra perfecta del fin del antiguo orden. La insatisfacción social y las protestas, producto de los cambios en los sistemas de producción


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Beatriz Olano, Reflejo, vinilos adhesivos y pintura sobre paredes, ventanas y piso, dimensiones variables, 2004

y de la acelerada modernización de principios del siglo xx que requerían atención de manera inmediata eran situaciones que se sobreponían a cualquier habilidad política de sus líderes y carecían de respuestas reales o perceptibles en la vida cotidiana de los habitantes. Alemania se vio presa entre sistemas productivos caducos y nuevas tecnologías, entre la humillación europea y su condición de potencia industrial. Pero, sobre todo, se vio presa entre grupos e ideologías políticas que, con visiones polarizadas e inciertas sobre qué rumbo debería tomar el otrora imperio, sólo lograban introducir al país en la miseria, y llevarlo a escandalosos niveles de hiperinflación (un dólar estadounidense equivalía a un millón de marcos en 1923). Paradójicamente, bajo esta crisis de

liderazgo político nacional, con altísimos grados de polarización e intolerancia, con la incapacidad de sus dirigentes y de la propia sociedad de crear consensos y de imaginar espacios de transición, surge la Bauhaus, la escuela de arte, diseño y arquitectura más influyente desde el siglo xx. Sería absurdo decir o proponer que los tiempos de la Bauhaus y su contexto son similares a las condiciones actuales, o que incluso sea necesaria una Bauhaus. Aunque, sin duda, existen hoy fenómenos similares que han regresado, o que nunca se fueron, pero que han creado contextos similares por razones diferentes: el populismo, la xenofobia y el nuevo nacionalismo, el temor al mundo globalizado 2019 | Abril


y a los inmigrantes, la creciente presencia de inteligencia artificial y los desarrollos tecnológicos que eliminaron muchísimos puestos de trabajo humano, son solo algunos de los fenómenos que causan ansiedad y miedo, y que vuelven reenganchados y recargados en nuevas máquinas de propaganda y diseminación ideológica. Pero, como ya se dijo, y aunque vivimos en momentos, contextos y situaciones diferentes, es posible hallar respuestas interesantes a los retos del presente y a la incertidumbre sobre el futuro. Veamos por qué.

La educación como sistema de transformación radical e integrador de saberes a partir de proyectos específicos

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La Bauhaus planteaba una propuesta curricular simple, diseñada a partir de dos contenidos: el primero, llamado de Instrucción Práctica, era básicamente el taller donde, de la mano de artesanos y expertos, se aprendía el manejo de la piedra y la madera; del metal, el barro y el vidrio; y de los pigmentos, los textiles y los telares, apoyado en una formación en presupuestos, sistemas de producción y contabilidad; el segundo contenido se denominaba Instrucción Formal, con el cual se aprendía sobre el color, sobre la forma, la geometría, los volúmenes, la composición, la naturaleza, los materiales y el dibujo, y se aprendía también a fabricar modelos y maquetas. Todo esto confluía en los talleres, que eran espacios de trabajo colectivo donde los maestros asignaban retos y proyectos específicos que pretendían dar solución a situaciones necesarias o pertinentes a su tiempo y sociedad. Los ejercicios eran multi escalares, y en ellos se resolvían problemas desde la forma de la ciudad, la vivienda y su contenido hasta los utensilios, objetos, e instrumentos que facilitaran la vida cotidiana y que pudieran ser fabricadas bajo sistemas de producción estandarizada e industrial, pero que, al mismo tiempo, incluyera conocimiento Abril | 2019

y contenido artesanal, dando altísimo valor al color y sus aplicaciones, al diseño y la geometría. Al mismo tiempo, existía una educación de tipo casi espiritual a cargo de Johannes Itten, una especie de monje / filósofo / artista, en la cual los estudiantes recibían un conocimiento que hoy llamaríamos New Age, espiritual o incluso Millenial. Allí, en clase con Itten, eran posibles la meditación, el cuidado del cuerpo y el bienestar; allí también se discutían y se diseñaban programas de ayunos y dietas para entender el efecto del alimento en el cuerpo, las que incluían alimentos altos en ajo, jengibre y en otras especias de Oriente. La Bauhaus entendía el mundo como un todo, estimulaba a diseñarlo como tal y a participar de este como una experiencia multisensorial. De ahí que el diseño gráfico, la comunicación verbal y no verbal como el teatro, la música y la pintura fuesen un complemento y se entendieran como actividades claves en las estancias de esparcimiento, más allá de la vida académica. Su coherencia y radicalismo, no sólo dio frutos en sus años de duración, sino que, también hoy, participamos de sus influencias. Una vez disuelta la Bauhaus, muchos de sus miembros, estudiantes o líderes pasaron a extender sus fronteras más allá de Alemania, a diseminar sus metodologías y sus maneras de ver y codificar el mundo, a describirlo en clave Bauhaus. Gropius fue a dirigir la escuela de Arquitectura de Harvard, Mies van der Rohe, la escuela de arquitectura del Illinois Institute of Technology —IIT—, Josef y Ani Albers fundaron Black Mountain College en Carolina del Norte, Max Bill dirigió la escuela de Ulm, Hannes Meyer creó el Taller de Gráfica Popular en México, etc. Se habla hoy, de manera muchas veces irresponsable o de manera parcial, sobre la necesidad de integrar disciplinas en la enseñanza universitaria, técnica, secundaria y primaria como garantía de eficiencia y como instrumento habilitador para ser más competitivos


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Beatriz Olano, El café (MDE07), pintura sobre paredes, techo y piso, dimensiones variables, 2007

y tener una mejor relación con las estructuras productivas y, sobre todo, para ser felices. Sin duda, la idea de felicidad está quizás hoy más sobrevalorada que nunca; precisamente al ponerla constantemente como requerimiento, ideal o ilusión fundamental para cualquiera de nuestras decisiones o acciones, terminamos ubicándola, casi que, como un valor utópico de realización personal, dejando de lado la vida misma con sus valores, fracasos y vivencias. Traigo este tema de la felicidad a colación, precisamente porque uno de los preceptos originales y fundacionales de la Bauhaus daba un espacio importante al ser. Posiblemente, el factor relevante en la estructura académica de la Bauhaus y el porqué de su éxito y expansión durante tantos años, no sólo reside inicialmente en su multiplicidad y naturalidad

para entender la relación entre sistemas y la codependencia entre nuestras acciones y sus efectos; me inclino a creer y a aseverar que su influencia se debe más a razones conceptuales que técnicas. Primero, su principio de que la educación debe ser primero a través de la transformación del individuo es, sin duda, su manifiesto más radical, pues establece que el individuo, una vez transformado a través de las prácticas artísticas y materiales, es capaz de vivir y actuar en comunidad. Al mismo tiempo, su énfasis permanente en que la acción, o actividad que desempeñamos para ganarnos la vida es, ante todo, una actividad del ser en su sentido más existencial, garantizando así una razón de peso inagotable a una actividad cotidiana, repetitiva, monótona y aburridora como es aquella del trabajo. En otras palabras, 2019 | Abril


la educación no buscaba de ninguna manera ser una educación profesionalizante, como es común hoy en las escuelas de arquitectura, diseño o arte. No buscaba que la gente fuera feliz per se; buscaba, de manera integral, la realización del ser existencial para que este pudiese hacerse un lugar en el mundo, dándole razones a la vida misma.

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En un mundo y contexto como el actual, este enfoque o labor podría parecer infructuoso, e incluso irrelevante, pero se hace necesario en la medida en que vemos el desplazamiento sufrido por las profesiones liberales y humanistas, dado su carácter poco mercantilista en un mundo que privilegia el valor agregado, sobre cualquier cualidad del ser, especialmente en un contexto tecnocrático y, en muchos casos, absurdamente funcionalista como el nuestro, donde, sin duda, se alientan las profesiones o actividades con capacidad productiva, ingenieril o de gestión de eficiencias, sobre aquellas que permiten reflexionar, imaginar o pensar en mejores modelos de vida por medio de prácticas liberales descargadas de compromisos puramente pragmáticos o de alta productividad.

Enlazar saberes, tradiciones y tecnología para repartir y actualizar las oportunidades La Bauhaus se funda sobre unos propósitos fundamentales: la fusión y diálogo reunificado de las artesanías con la industria. Gropius creía que únicamente a partir del dialogo entre sistemas de producción y saberes, la transformación del mundo y la sociedad era posible. Los talleres buscaban la integración social a partir de los procesos conjuntos de fabricación de piezas de uso cotidiano; es decir, que los sistemas de producción eran dirigidos, coordinados y ejecutados desde los criterios humanistas y al servicio del ser y de Abril | 2019

la comunidad, nunca aislados de la oportunidad colaborativa. La mirada de Gropius sobre este aspecto es inteligente y podemos aprender mucho de ella, pues no se arrojaba ciegamente a los valores de la industria y la tecnología del momento, de manera acrítica como podríamos aseverar que sucede hoy en día con las promesas de la cuarta revolución industrial en nuestro medio, sino que, a partir de construir enlaces entre saberes tradicionales como la artesanía y el arte moderno, de la mano con las posibilidades industriales de fabricación en masa, fue posible construir la, en su momento incipiente industria del diseño, hoy absolutamente necesaria en la sociedad contemporánea y generadora de millones de empleos e identidades culturales forjadas en la cultura material. De manera crítica y propositiva al mismo tiempo, tratando de construir un poco de contexto actual en este aspecto, y en relación con nuestras instituciones, sorprende la ausencia de este tipo de estrategias de enlace de conocimientos en instituciones oficiales como Ruta N o en las políticas de fomento a emprendimientos, pues sólo consideran innovación y tecnología aquellas miradas fundamentadas en bytes y chips, cuando, en realidad, en nuestro contexto, las oportunidades posiblemente residan en construir enlaces entre tiempos, saberes y tecnologías, bien sean modernas o ancestrales, mientras forjamos y reforzamos tradiciones culturales. No me cabe la mínima duda de que en la revolución de los bytes existen oportunidades y grandes saltos productivos para el bienestar social. Lo que verdaderamente me desconcierta es la ingenuidad con la que directivos, políticos y empresarios se lanzan a semejante empresa, a ojos cerrados, con la firme ilusión de que podemos jugar un rol importante. Pero la competencia es injusta, y no sucede de igual a igual. En este terreno, no sólo competimos contra presupuestos que fácilmente pueden


ser iguales o mayores al PIB de Colombia; también competimos contra la historia y el desarrollo humano de civilizaciones y culturas que han hecho, por así decirlo, toda la escalera (ver imagen) de procesos cognitivos, sociales y económicos para estar en las posiciones privilegiadas en las que se encuentran. Me gustaría creer que Ruta N, apoyado en nuevos emprendimientos educativos y pedagógicos, tendría la capacidad de abrir las puertas a nuevos desarrollos humanistas en los que se integren los tiempos, los sistemas de producción vigentes y futuros, pero, sobre todo, que sea capaz de absorber diferentes grupos sociales más allá de aquellos formados por emprendedores digitales. Sería dar entrada a personas con capacidades ya limitadas por el mercado laboral, a otros que nunca pudieron acceder a sistemas formales, pero que

su saber ancestral les permite darle valor cultural a piezas únicas y productos específicos. Este enlace provocaría una dinámica cultural eficiente, facilitando la transmisión de conocimiento de manera más acelerada, democrática y abierta para nuestras capacidades actuales. Permitiría dar un salto cuantitativo y cualitativo en las capacidades instaladas, pues sería posible fusionar y construir conocimiento para el artesano digital o para el programador mecánico.

El arte como aspiración máxima, un territorio de reflexión, conciliación y confluencia Para Gropius, el diseño y el arte eran las maneras totales de pensamiento y eran el instrumento fundamental en la transformación

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Productos personalizados a la medida

RUTA N? BAUHAUS

Productos serializados Piezas únicas Supervivencia ritual

Artesanías

Diseño

Artes y oficios

Conocimiento Robots

La máquina

Instrumentos

La mano

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individual y humana. El hacer y el pensar eran entendidos como una sola entidad, no disociada de la vida y la integración de profesores y estudiantes fue un sello claro y particular de la escuela, pues no sólo se forjó una manera de pensar, sino un nuevo lenguaje. Para cerrar, y a manera de conclusión, me gustaría proponer que se retomara la idea del arte como aspiración máxima de una sociedad, como un lenguaje de diálogo entre semejantes, allende las situaciones que definen nuestro ser o nuestra situación particular de la vida. Creo necesario instaurar espacios de diálogo conciliador, no para estar de acuerdo todos, pues esto ya sería dogma, sí con la posiblemente ingenua ilusión de creer que podemos acercarnos a comprender las diferencias y respetarlas. La Bauhaus era un territorio particular de seres diversos y opuestos que convivían en espacios comunes, a pesar de sus diferencias. No eran un misterio las rencillas entre Gropius y Hannes Mayer, o entre este mismo y Mies, pues sus ideologías políticas los separaban y en muchos casos los enfrentaban, tanto en privado como en público. Gropius creía en el poder del arte y del individuo articulados en los sistemas de producción en masa, mientras que Mayer, un comunista militante, entendía el mundo y sus relaciones de manera diferente: creía en el arte, pero tenía otra visión para los modelos de organización social, fundamentados en comunidades. Aun así, a pesar de sus diferencias políticas y con sólo dos años frente a la dirección de La Bauhaus, Gropius fue el responsable del mayor número de encargos de desarrollos industriales a la escuela durante su existencia; dejó de lado sus sólidas opiniones en pro de lo comunitario y de lo necesario para el colectivo y para su supervivencia. La Bauhaus, ejemplifica, en tal sentido, que dejar las rencillas a un lado y trabajar con personas mejores que nosotros no nos quita poder, no empequeñece nuestras acciones. El

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equipo de la Bauhaus fue lo que se llamaría en futbol o básquetbol un Dream Team. El listado de sus profesores alumnos y graduados es quizá la nómina más influyente en el arte, en la arquitectura y en el diseño del siglo xx: Johannes Itten, Paul Klee, Wasily Kandinsky, Anni y Josef Albers, Gunta Stöltz, Lyonel Feninger, Oscar Schlemmer, Herbert Beyer, Laszló Moholy-Nagy, Ludwig Hilberseimer, Mies van der Rohe, Hannes Mayer, Marcel Breuer, Marianne Brandt, Max Bill, Gertrud Arndt y, muchos otros, son un legado de revolucionarios, transformadores y maestros que cambiaron nuestra cultura material y artística para siempre. Ellos convivieron bajo el mismo techo, en la misma institución, con un propósito común, transformar a un país devastado y a su sociedad utilizando los recursos del arte y las nuevas formas de expresión liberal del ser. Sobre la premisa de que aquellos, mejores que nosotros, no son una amenaza, son la garantía de que nuestras ideas, planes y propósitos crecerán de manera sólida, con el punto de vista del otro y con sus amables y generosas críticas, redireccionamientos y nuevas miradas. Hoy, en la celebración de su centenario, no dudo en afirmar que el mayor legado de la Bauhaus radica en su capacidad de alcanzar logros colectivos e, insisto, en abrir las puertas a la diferencia, lo cual es una garantía de prosperidad y estabilidad. Hagamos de nuestras instituciones estructuras abiertas, fuertes y, al mismo tiempo, divergentes en su interior, pues de tal disputa sólo pueden surgir mejores argumentos para existir y para hacernos necesarios en un mundo que cambia velozmente. Camilo Restrepo Ochoa es arquitecto de la Universidad Pontificia Bolivariana, donde se desempeña como profesor, y tiene una Maestría en Arquitectura de la Universidad de Cataluña.


Asilo para desamparados Theodor Adorno

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Beatriz Olano, Converse, pintura y vinilos adhesivos sobre paredes y piso, dimensiones variables, 2011. Foto: Toni Hafkenscheid

El modo como están las cosas hoy día en la

vida privada se muestra en sus escenas. Ya no es posible lo que se llama propiamente habitar. Las viviendas tradicionales en las que hemos crecido se han vuelto insoportables: en ellas, todo rasgo de bienestar se paga con la traición al conocimiento, y toda forma de recogimiento con la reñida comunidad de intereses de la familia. Las nuevas, que han hecho tabula rasa, son estuches diseñados por peritos para pequeños burgueses o alojamientos obreros descarriados en la esfera del consumo, ambos sin ninguna relación con el que los habita; más aún: dan en rostro a la añoranza —que, con todo, no existe— de una existencia independiente. El

hombre moderno desea dormir cerca del suelo como un animal, decretaba con profético masoquismo una revista alemana anterior a Hitler, y con la cama eliminaba el umbral entre la vigilia y el sueño. Los que pernoctan en tales viviendas se hallan en todo tiempo disponibles y preparados para todo sin ninguna resistencia, alertas y aturdidos a la vez. Quien busca refugio en viviendas de estilo auténticas —mas también acaparadas—. lo que hace es embalsamarse vivo. Si lo que se quiere es evitar la responsabilidad de habitar una casa decidiéndose por el hotel o el apartamento amueblado, se hace de las condiciones que impone el exilio la norma de la vida. Como en todo lugar, la 2019 | Abril


Beatriz Olano, Esquema estructural, pintura y vinilos adhesivos sobre paredes y piso, dimensiones variables, 2012. Foto: Oscar Monsalve

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peor parte se la llevan aquellos que no tienen elección. Son los que habitan, si no en los barrios bajos, en bungalós que mañana podrán ser barracas, caravanas, automóviles, campamentos o asentamientos al aire libre. La casa ha pasado. Las destrucciones de las ciudades europeas, igual que los campos de concentración y de trabajo, continúan como meros ejecutores lo que hace tiempo decidió hacer con las casas el desarrollo inmanente de la técnica. Estas están para ser desechadas como viejas latas de conserva. La posibilidad de habitar es anulada por la de la sociedad socialista, que, en cuanto posibilidad relegada, lleva a la sociedad burguesa a un estado de solapada desdicha. Ningún individuo puede nada contra este. En el mismo momento en que se ocupa de proyectar el mobiliario o la decoración interior se aproxima al refinamiento artístico-industrial del tipo del bibliófilo, aunque esté decididamente en contra del arte industrial en sentido estricto. De lejos, ya no parece tan considerable la diferencia entre los talleres vieneses y la Bauhaus. Mientras tanto, las curvas de la pura forma funcional se han independizado de su función pasando a constituirse en ornamento, igual que las formas cubistas. La mejor actitud frente a todo esto parece aun la independencia, la de la suspensión: llevar la vida privada al límite de lo que permitan el orden social y las propias necesidades, pero no sobrecargarla Abril | 2019

como si aún fuese algo socialmente sustancial e individualmente adecuado. “Por fortuna para mí, no soy propietario de ninguna casa”, escribía ya Nietzsche en la Gaya ciencia. A lo que habría que añadir hoy: es un principio moral no hacer de uno mismo su propia casa. Ello muestra algo de la difícil relación en que se encontrará el individuo con su propiedad mientras siga aun poseyendo algo. El arte consistirá en poner en evidencia y expresar el hecho de que la propiedad privada ya no pertenece a nadie en el sentido de que la cantidad de bienes de consumo ha llegado a ser potencialmente tan grande que ningún individuo tiene ya derecho a aferrarse al principio de su limitación, pero que, no obstante, debe haber propiedad si no se quiere caer en aquella dependencia y necesidad que beneficia a la ciega perpetuación de la relación de posesión. Pero la tesis de esta paradoja conduce a la destrucción, a un frío desdén por las cosas que necesariamente se vuelve también contra las personas; y la antítesis es, en el momento mismo en que se enuncia, una ideología para aquellos que, con mala conciencia, quieren conservar lo suyo. No cabe la vida justa en la vida falsa. Tomado de Adorno, Th. (1998). Mínima moralia. Reflexiones desde la vida dañada, Madrid, Taurus, pp. 35-37.


PROGRAMACIÓN

A B R I L / 2 0 1 9 académica lunes

1

10:00 a. m. // Cátedra del cuidado del sí: Salud oral de dientes para afuera. Con el odontólogo Carlos Mario Cano Bloque 10-203 Organiza: Bienestar Facultad de Ciencias Sociales y Humanas 4:00-6:00 p. m. // Asesoría manejo de la ansiedad, primera parte Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

martes

2

8:00-9:00 a. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 9:00-10:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 10:00 a. m.-12:00 m. // Orientación vocacional Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Taller: Estados de ánimo Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

miércoles

3

7:00-8:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 8:00-10:00 a. m. // Hábitos y técnicas de estudio

Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

10:00 a. m.-12:00 m. // Taller SEAMOS: SexOral Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 1:00-4:00 p. m. // Apoyo con medicamentos Bloque 22-401 Organiza: Bienestar Universitario

jueves

4

2:00-3:00 p. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario 3:00-4:00 p. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

viernes

5

7:30-9:00 a. m. // Comité universidad, empresa estado reunión N° 177 Ruta N, auditorio principal Organiza: Unidad de Innovación 10:00 a. m.-12:00 m. // Ciclo de conversatorios de duelos amorosos: ¿Qué es lo que se pierde después de una ruptura? Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Tomemos la voz Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Hábitos y técnicas de estudio Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

martes

9

8:00-9:00 a. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 9:00-10:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 10:00 a. m.-12:00 m. // Asesoría manejo de la ansiedad, primera parte Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Taller: Manejo del estrés Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Apoyo con medicamentos Facultad de Enfermería, hall del primer piso Organiza: Bienestar Universitario

miércoles

10

7:00-8:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 8:00-10:00 a. m. // Hábitos y técnicas de estudio Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 10:00 a. m.-12:00 m. // Amores Millennians Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 1:00-4:00 p. m. // Apoyo con medicamentos Bloque 22-401 Organiza: Bienestar Universitario 6:00 p. m. // Páginas abiertas: Raros: Historial cultural de la homosexualidad en Medellín, 1890-1980. De Guillermo Antonio Correa Montoya

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Edificio San Ignacio, librería Organizan: Extensión Cultural – Cultura Centro

jueves

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2:00-3:00 p. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

martes

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8:00-9:00 a. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

2:00-4:00 p. m. // Orientación vocacional Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

9:00-10:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

3:00-4:00 p. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

10:00 a. m.-12:00 m. // Orientación vocacional Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

viernes

12

10:00 a. m.-12:00 m. // Ciclo de conversatorios de duelos amorosos: Factores que facilitan o dificultan el duelo Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Hábitos y técnicas de estudio Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

jueves

18

5:30-6:30 p. m. // Literatura de mujeres contada por mujeres: Carilda Oliver Labra Abril café de la librería Organiza: Abril café de la librería

viernes

19

2:00-4:00 p. m. // Tomemos la voz Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

lunes

22

8:00 a. m-1:00 p. m. // Concurso de memoria poética mnemosyne: Raúl Gómez Jattin + Concierto de clausura

26

Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Escuela de Idiomas

2:00-4:00 p. m. // Apoyo con medicamentos Ciudadela Robledo, entrada auditorio Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Taller: Manejo del estrés Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario 6:00 p. m. // Conversatorio con egresados: Atención de víctimas en masa. Con Federico Velásquez Museo Universitario de la Universidad de Antioquia, auditorio Organiza: Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

miércoles

24

7:00-8:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 8:00-10:00 a. m. // Hábitos y técnicas de estudio Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 8:00-10:00 a.m // Taller de beneficios tributarios en proyectos de CTI Country Club Medellín Inscripciones en: comunicacionesinnovacion@udea.edu.co Organiza: Unidad de Innovación

1:00-4:00 p. m. // Apoyo con medicamentos Bloque 22-401 Organiza: Bienestar Universitario

jueves

25

2:00-3:00 p. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Orientación vocacional Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 3:00-4:00 p. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario 5:00 p. m. // Diálogos y culturas: La enseñanza sensible del movimiento, una conversación entre Pilar Naranjo y Libertad Aguilar Edificio de Extensión, auditorio principal Organiza: Extensión Cultural - Facultad de Artes 6:30 p. m. // Ciudad al Centro: Los titulares del centro Paraninfo del Edificio San Ignacio Organiza: Extensión Cultural

viernes

26

10:00 a. m.-12:00 m. // Ciclo de conversatorios de duelos amorosos: Las tareas del duelo Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Hábitos y técnicas de estudio Bloque 22-310 Organiza: Bienestar Universitario

lunes

29

4:00-6:00 p. m. // Asesoría manejo de la ansiedad, segunda parte Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario


martes

30

8:00-9:00 a. m. // Uso responsable de los servicios salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 9:00-10:00 a. m. // Conozca sus deberes y derechos en salud Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario 2:00-4:00 p. m. // Taller: Estados de ánimo Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

escénicas todos los viernes 12:00 m. // Tejiendo redes: Celebra la danza. Con Pájara Pinta (Danza contemporánea), Quantum Dance (Tango), Pasos que Dejan Huellas (Danzas Indígenas), Candamble (Grupo de danza Facultad de Medicina), Sacrare Corpus (Danza contemporánea), Luz Yarit (Danza Fusión) y Entre Tanto (Danza Contemporánea) Bloque 9, hall del primer piso Organiza: Bienestar Universitario

todos los sábados 10:20 a. m. // Tallernautas: Comunidades Indígenas. Collares en mostacilla (abril 6). Penacho (abril 13). Celebración de todos los niños (abril 27) Hall de entrada del MUUA. Boletería: $ 4.000 por niño. Organiza: Museo Universitario Universidad de Antioquia 11:20 a. m. // Títeres en esecena y MUUAcción: teatro de muñecos para toda la familia. Sonido, bacterias y movimiento (abril 6). Obra de títeres “Érase una vez un museo” (abril 13) Formas del cuerpo en la cultura (abril 27) Auditorio MUUA Organiza: Museo Universitario Universidad de Antioquia

miércoles

3

6:00 p. m. // Monólogo para una actriz triste. Obra de José Manuel Freide interpretada por la maestra Nora Quintero Sala de Artes Performativas Teresita Gómez (Bloque 17) Organiza: Extensión Cultural

miércoles

3 a jueves 11

Festival Regional Universitario de Teatro ASCUN Cultura 2019 Programación en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Extensión Cultural

jueves

11

6:00 p. m. // Psicosis 4:48 Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural Del martes 12 al domingo 28 Escenaria presenta: Mes de las artes escénicas Universidad de Antioquia Programación en: http://artes.udea.edu.co Organiza: Facultad de Artes

viernes

26

6:00 p. m. // ¡La UdeA Danza!: Dueto y Petrushka. Interpretadas por Corpóreo Móvil Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural

sábado

27

11:00 a. m. // Sábados en Familia + ¡La UdeA Danza!: Atraigo lo que imagino Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // ¡La UdeA Danza!: Y sin embargo te quiero y Latinos y Fronteras (Fragmento) Interpretadas por Corpóreo Móvil Sala de Artes Performativas Teresita Gómez (Bloque 17) Organiza: Extensión Cultural

domingo

28

11:00 a. m. // ¡La UdeA Danza!: Muestra del taller de danza: Técnicas mixtas Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural

cine y video todos los martes 6:00 p. m. // Ciclo de cine sin boleta Centro Cultural Facultad de Artes Organiza: Facultad de Artes

lunes

1

2:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “La novia”, Paula Ortiz, España, 2015 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “Diamantes negros”, Miguel Alcantud, España, 2013 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

martes

2

4:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “Chico & Rita”, Fernando Trueba, España, 2010 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 6:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “El amor y la muerte. Historia de Enrique Granados”, Arantxa Aguirre, España, 2018 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

mmiércoles

3

2:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “Alberto García-alix. La línea de sombra”, Nicolás Combarro, España, 2017 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

jueves

4

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Capturar y dar forma: Fernando Meirelles

27


Película: “Blindness”, Fernando Meirelles, 2008 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “Paco de Lucía: La búsqueda”, Francisco Sánchez Varela, España, 2014 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

viernes

5

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: De la Sorbona a la UNAM, de Princeton a la UdeA: 50 años del campus universitario Película: “Los nadie”, Juan Sebastián Mesa, 2016 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 2:00 p. m. // Ciclo Especial: Muestra de cine español Película: “También la lluvia”, Icíar Bollaín, España, 2010 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Ciclo de cine ver y leer Película: “Sentido y sensibilidad”, Ang Lee, Taiwán, 1995 Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, auditorio de la planta baja Organiza: Sistema de Bibliotecas

jueves

11

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Capturar y dar forma: Fernando Meirelles Película: “El jardinero fiel”, Fernando Meirelles, 2005 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

viernes

12

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: De la Sorbona a la UNAM, de Princeton a la UdeA: 50 años del campus universitario Película: “La teoría del todo”, James Marsh, 2014 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

28

4:00 p. m. // Ciclo de cine ver y leer Película: “Inocencia interrumpida”, James Mangold, Estados Unidos, 1999 Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, auditorio de la planta baja Organiza: Sistema de Bibliotecas

miércoles

24

10:00 a.m-12:00 m. // Cine foro: Diversidades sexuales Película: “Viva”, Paddy Breathnach, Irlanda - Cuba, 2015 Bloque 22-302 Organiza: Bienestar Universitario

jjueves

25

2:00 p. m. // Cine Indie Ciclo: Capturar y dar forma: Fernando Meirelles Película: “Ciudad de Dios”, Fernando Meirelles, 2002 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural 7:00 p. m. // Cine al aire + ¡La UdeA Danza!: ¡Lucesa, cámara, danza! Proyección: Tres, de videodanza y vídeos de danza del evento ¡La UdeA Danza! Parque de los Deseos Organiza: Extensión Cultural

viernes

26

12:00 m. // Cine UdeA Ciclo: De la Sorbona a la UNAM, de Princeton a la UdeA: 50 años del campus universitario Película: “Matar a Jesús”, Laura Mora Ortega, 2017 Sala de cine Luis Alberto Álvarez (10-217) Organiza: Extensión Cultural

4:00 p. m. // Ciclo de cine ver y leer Película: “El almuerzo desnudo”, David Cronenberg, Canadá, 1991 Biblioteca Carlos Gaviria Díaz, auditorio de la planta baja Organiza: Sistema de Bibliotecas 7:00 p. m. // Cine al aire + ¡La UdeA Danza!: ¡Lucesa, cámara, danza! Proyección: Tres, de videodanza y vídeos de danza del evento ¡La UdeA Danza! Estadio Universitario Organiza: Extensión Cultural

martes

30

7:00 p. m. // Cine al aire + ¡La UdeA Danza!: ¡Lucesa, cámara, danza! Proyección: Tres, de videodanza y vídeos de danza del evento ¡La UdeA Danza! + Diálogo con los espectadores Ciudad Universitaria, Plazoleta Barrientos Organiza: Extensión Cultural

música viernes

5

12:00 m. // Conciertos de medio día #3 Facultad de Artes, auditorio Harold Martina, (25-213) Organiza: Facultad de Artes 6:00 p. m. // Música y contexto: Felisa, músicas y mezclas indie Sala de Artes Performativas Teresita Gómez (Bloque 17) Organiza: Extensión Cultural

viernes

12

5:00 p. m. // Tardes de piano en el Paraninfo Paraninfo del Edificio San Ignacio Organizan: Facultad de Artes – Cultura Centro

lunes

22

6:30 p. m. // Bellas artes en el Paraninfo: Recital de canto Paraninfo del Edificio San Ignacio Organiza: Cultura Centro

miércoles

24

6:00 p. m. // Temporada de piano: Ana maría Pontoreiro (Argentina) Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural

viernes

26

12:00 m. // Conciertos de medio día #3 Facultad de Artes, auditorio Harold Martina, (25-213) Organiza: Facultad de Artes


5:00 p. m. // Tardes de piano en el Paraninfo Paraninfo del Edificio San Ignacio Organizan: Facultad de Artes – Cultura Centro

2018” Por: Estudiantes auxiliares MUUA y Guías Museo Universitario Universidad de Antioquia, halls pisos 3-4. Organiza: MUUA

Inscripciones: Atletismo Incripciones en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Bienestar Universitario

exposiciones

7:00 a. m-7:00 p. m. // Exposición: Medicina y religión. La expansión del cristianismo Por: R. Joseph Petrucelli Facultad de Medicina, Biblioteca Médica, Sala de Historia de la Medicina Organiza: Sistema de Bibliotecas

11:00 a. m. // Programa radial: Horizontes. Encuentro con el arte y la cultura desde la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia. Sintonícelo en la Emisora Cultural Universidad de Antioquia: • Valle de Aburrá: 1.410 AM Organiza: Facultad de Artes

todo el mes Lunes a jueves, 8:00 a. m.-5:00 p. m.; viernes, 8:00 a. m.-4:00 p. m. // Exposiciones de larga duración del MUUA • Colección de Antropología: constituida en 1943, conserva alrededor de 35.000 objetos del patrimonio cultural de Colombia • Colección de Ciencias: Compuesta por una serie de montajes permanentes, temporales y murales enfatiza en especies nativas de animales colombianos • Colección de Historia: Memorias de una Colección Museo Universitario Universidad de Antioquia Organiza: MUUA 9:00 a. m.-5:00 p. m. // Exposición: Memoria, lugar y paisaje. Una lectura gráfica Por: Estudiantes de posgrado del Instituto de Artes de la Universidad Estatal de Campinas, Brasil Museo Universitario Universidad de Antioquia, sala nivel inferior. Organiza: MUUA 9:00 a. m.-5:00 p. m. // Exposición: CLASICA Por: Harold Londoño Pulgarín Museo Universitario Universidad de Antioquia, primer piso. Organiza: MUUA 9:00 a. m.-5:00 p. m. // Exposición: El valor de la estampa Por: Diferentes artistas Museo Universitario Universidad de Antioquia, sala sur y hall piso 1. Edificio de Extensión, piso 2. Organiza: MUUA 9:00 a. m.-5:00 p. m. // Exposición: Espacio dócil Por: Germán Sánchez Museo Universitario Universidad de Antioquia, sala sur piso 2. Organiza: MUUA 9:00 a. m.-5:00 p. m. // Muestra de resultados “Convocatoria de creación

desde el viernes

5

7:30 p. m. // Piratearte: Primera muestra internacional de juguete pirata en Colombia Centro Cultural Facultad de Artes Organiza: Facultad de Artes

hasta el viernes

19

7:00 a. m.-7:00 p. m. // Exposición: La espera Biblioteca de la Ciudadela de Robledo, Muro del Artista Organiza: Sistema de Bibliotecas

otras opciones todo el mes 8:00 a. m.-5:00 p. m. // Visitas guiadas: Universidad de Antioquia Solicitud previa en: 2195346, programaguiacultural@udea.edu.co Organiza: Extensión Cultural 8:00 a. m.-5:00 p. m. // Visitas guiadas: Museo Universitario de la Universidad de Antioquia Solicitud previa en: 2198186, educacionmuseo@udea.edu.co Organiza: MUUA 8:00 a. m.-4:00 p. m. // Visitas guiadas: Facultad de Medicina Solicitud previa en: 2196005, gestionculturalmedicina@udea.edu.co Organiza: Facultad de Medicina Inscripciones: Deporte formativo Incripciones en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Bienestar Universitario

todos los domingos

martes

2 a viernes 5

8:30 a. m.-4:00 p. m. // 12.a Feria de saldos y descuentos del libro. Se ofrecerán libros hasta con el 70 % de descuento del sello Editorial Universidad de Antioquia. Ciudad Universitaria, Plazoleta Central. Organiza: Editorial Universidad de Antioquia

viernes

5

9:00 a. m.-3:00 p. m. // La canasta de la U: Mercado Agroecológico Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo, Epopeya de Café Organiza: Extensión Cultural

miércoles

10

5:30 p. m. // ¡Actívate!: Última parada clasificatoria PROSA Coliseo Universitario Organiza: Bienestar Universitario

viernes

12

12:00 m. // Torneo de gimnasia Coliseo Universitario Inscripciones: Todo el mes Organiza: Bienestar Universitario 12:00 m. // Yoga sanga Entre los bloques 5 y 16 Organiza: Extensión Cultural

hasta el

12 de abril

Inscripciones: Curso formativo para festival de relevos para empleados y estudiantes

29


Incripciones en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Bienestar Universitario Inscripciones: Buceo y pulmón libre Incripciones en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Bienestar Universitario Inscripciones: Tenis de mesa Incripciones en: www.udea.edu.co/ bienestar. Organiza: Bienestar Universitario

martes a miércoles

23 24

8:30 a. m.- 4:00 p. m. // Puesto de venta de la librería. Las personas que compren sus libros durante el mes de abril en este puesto de venta y en la Librería Universidad de Antioquia, podrán participar en la rifa de un bono de $100.000 Bloque 16, hall del primer piso Organiza: Editorial Universidad de Antioquia

jueves

25

8:00 a. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Afrocolombiana Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 10:00 a. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Danzón Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 2:00 p. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Técnicas mixtas Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural

viernes

26

8:00 a. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Afrocolombiana Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 9:00 a. m.-3:00 p. m. // La canasta de la U: Mercado Agroecológico Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo, Epopeya de Café Organiza: Extensión Cultural

30

10:00 a. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Exploración coreográfica Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 12:00 m. // Yoga sanga Entre los bloques 5 y 16 Organiza: Extensión Cultural 2:00 p. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Técnicas mixtas Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural 4:00 p. m. // Caminá pal centro: Tomarse la calle y exigir el derecho a la ciudad Calle entre Caracas y Bolivia Organiza: Cultura Centro

sábado

27

10:00 a. m. // Explorando el alma Ciudad Universitaria, Plazoleta Central Organiza: Extensión Cultural 2:00 p. m. // Taller de danza ¡La UdeA Danza!: Técnicas mixtas Teatro Universitario Camilo Torres Restrepo Organiza: Extensión Cultural

lunes

29

4:00 p. m. // Ruta Medicinal: Plantas medicinales Teatro al Aire Libre. Organiza: Extensión Cultural

martes

30

12:00 m. // Inauguración: Juegos deportivos Universidad de Antioquia Coliseo Universitario Organiza: Bienestar Universitario

regiones todos los martes 4:00 p. m. // Aeróbicos mentales: Manualidades en origami Seccional Magdalena Medio, biblioteca Organiza: Sistema de Bibliotecas

Todos los domingos 11:00 a. m. // Programa radial: Horizontes. Encuentro con el arte y la cultura desde la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia Sintonícelo en la Emisora Cultural Universidad de Antioquia: • Urabá: 102.3 FM • Bajo Cauca: 96.3 FM • Oriente: 101.3 FM • Suroeste: 100.9 FM • Occidente 93.9 • Magdalena medio 94.3 Organiza: Facultad de Artes

miércoles

10

4:00 p. m. // Club de lectura: Lectura en voz alta Seccional Magdalena Medio, biblioteca Organiza: Sistema de Bibliotecas 5:00 p. m. // Proyección de cine y literatura como apoyo al Club de lectura Seccional Magdalena Medio, Biblioteca Organiza: Sistema de Bibliotecas

miércoles

24

11:30 a. m. // Tertulia musical en clave de palabra 2019-1: La dimensión macroformal de la música como objeto de análisis Seccional Oriente, auditorio 2-102 Organiza: Facultad de Artes 4:00 p. m. // Club de astronomía: Conversatorio sobre temas de novedades en el mundo de la astronomía, observación con telescopio y binóculos del cielo de Puerto Berrio Seccional Magdalena Medio, Biblioteca Organiza: Sistema de Bibliotecas

jueves

25

10:00 a. m.-9:00 p. m. // Participación de la Editorial Universidad de Antioquia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá Bogotá, Corferias, nivel 2, Estand 548A Organiza: Editorial Universidad de Antioquia



lunes

22

10:00 a.m. - 4:00 p.m. // Feria editorial y de servicios. Hall principal. Invita: Biblioteca Médica

12:00 m. - 1:00 p.m. // Sinfonía de mujer: Concierto de la Banda Los Paniaguas. Hall principal. Invita: Comité Cultural

11:00 a.m. // Presentación del libro Concurso Literario Facultad de Medicina 2018. Aula 120, Bloque central. Invita: Comité Cultural

11:00 a.m. - 3:00 p.m. // Regalando palabras. Actividad itinerante por la Facultad. Invita: Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín

2:00 p.m. // Coversatorio No siempre todo fue como es ahora: La mujer en la medicina. Auditorio principal. Invita: Comité Cultural

11:00 a.m. - 3:00 p.m. // Libro Móvil. Hall principal. Invita: Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín 1:00 - 3:00 p.m. // Picnic Literario Mujeres en la literatura. Hall del ascensor. Invitan: Fundación epm y Parque de los Deseos 1:00 p.m. // Abuelos cuenta cuentos de la Biblioteca Pública Barrial la Floresta. Aula 304, Bloque Central. Invita: Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín

martes

23

9:00 a.m. // Conversación en torno al libro Cuentos de Sísifo de Luis Felipe Gómez Isaza. Auditorio principal. Invita: Comité Cultural-Facultad de Medicina 10:00 a.m. - 4:00 p.m. // Feria editorial y de servicios. Hall principal. Invita: Biblioteca Médica

miércoles

24

8:00 a.m. - 4:00 p.m. // Elección de representantes estudiantiles a los distintos comités de la Facultad de Medicina (jornada continua). Hall del ascensor. Invita: Bienestar y Cultura

jueves

25

10:00 a.m. - 4:00 p.m. // Feria editorial y de servicios. Hall principal. Invita: Biblioteca Médica

11:00 a.m. // Conversatorio: Débora una mujer más allá de su tiempo. Biblioteca Médica. Invita: Comité Cultural

viernes

26

10:00 a.m. - 3:00 p.m. // Feria Universitaria. Plazoleta. Invita: Comité Cultural 12:00 m. // Clausura: Agrupación invitada Zafarrancho. Hall principal. Invita: Comité Cultural 1:00 p.m. // Karaoke Facu Palooza. Hall principal. Invita: Cohorte 28 Pregrado de Medicina

durante la Semánala 8:00 a.m. - 4:00 p.m. // Exposición fotográfica En Medellín el arte tiene rostro de mujer. Galería Parque de la Vida Invitan: Secretaría de Cultura Ciudadana y Secretaría de Las Mujeres de la Alcaldía de Medellín




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