La obra de Atelier Atlántico sólo puede ser comprendida desde una intimidad personal y cercana, un momento compartido que permite a Germán y Mario, componentes de este estudio, conocer al habitante a través de una sucesión de encuentros y charlas en las que la arquitectura pasa a un segundo plano. Se trata de conversaciones que giran en torno a rutinas, deseos, aspiraciones o recuerdos, que saltan desde el material de la fachada de la casa de un antepasado a cuál es la hora ideal para sentarte a leer un buen libro. Entre llamadas, cafés y mensajes, este estudio parece jugar con los roles, y profesional y cliente son papeles que se adoptan, que se disuelven entre confesiones e historias por las que se filtra la arquitectura.
The work of Atelier Atlántico can only be understood from a personal and close intimacy, a shared moment that allows Germán and Mario, members of this office, to get to know the inhabitant through a series of encounters and conversations where architecture takes a back seat. These are conversations that revolve around routines, desires, aspirations, or memories, jumping from the material of the facade of an ancestor’s house to what is the ideal time to sit down and read a good book. Between calls, coffees, and messages, this office seems to play with roles, professional and client are roles that are adopted, that dissolve into confessions and stories through which architecture seeps.
El objetivo de este acercamiento es el de conseguir hacer manar todo aquello que el habitante carga en su mochila: sus experiencias, sus vivencias, sus sueños, lo conocido y lo desconocido, lo consciente y lo inconsciente. La labor de la pareja de arquitectos comienza cuando hace suyas estas aspiraciones y las baraja junto con su propia carga y una atención exhaustiva al entorno. Atelier Atlántico hace gala de lo aprehendido, sus propias referencias, sus vivencias y sensaciones, que componen un carrete de imágenes de significado personal y críptico pero que sin embargo significan de algún modo su forma de comprender la arquitectura, como un ejercicio introspectivo que les permite comprender sus referencias antes, durante y después de cada proyecto.
The goal of this approach is to make sense of everything the inhabitant carries in their backpack: their experiences, their life events, their dreams, the known and the unknown, the conscious and the unconscious. The work of the architect duo begins when they make these aspirations their own, shuffle them together with their own load, and pay meticulous attention to the surroundings. Atelier Atlántico showcases what they have learned, their own references, experiences, and sensations, which together compose a reel of images with personal and cryptic meaning but somehow signify their understanding of architecture. It’s an introspective exercise that allows them to comprehend their references before, during, and after each project. 35