6 minute read

EL CLICK DE CARLOS

Next Article
GP ARABIA SAUDÍ

GP ARABIA SAUDÍ

EL ‘CLICK’ DE CARLOS QUE PUEDE VALER UN

MUNDIAL Por: Javi Fernández

Advertisement

“Si soy capaz de hacer dos podios con un coche con el que no estoy a gusto, la de cosas que puedo hacer cuando lo esté” algo así deberá de estar pensando Carlos Sainz, piloto madrileño que ha comenzado su segunda temporada en la Scuderia Ferrari de una manera más que brillante. Y es que en los grandes premios de Bahrein y Arabia Saudí, que han servido como las dos primeras citas -y el primer doblete- del campeonato, el número 55 ha cosechado dos terceros puestos los sábados, y un segundo y un tercero los domingos, respectivamente.

Aunque las grandes estrellas del campeonato son por razones más que obvias, de momento, el fulgurante Charles Leclerc y el vigente campeón del mundo, Max Verstappen, no hay que desprestigiar lo más mínimo al piloto madrileño.

En primer lugar, hemos de decir que Ferrari ha hecho un coche muy bueno, muy potente. Las prestaciones del F1-75 son para luchar por ganar cada carrera y, cómo no, tener opciones reales de hacerse con los campeonatos de pilotos y de constructores. Buena seña de ello han sido estas dos primeras citas mundialistas, donde dominaron con puño de hierro en Bahrein consiguiendo un doblete -el primero desde Singapur 2019- gracias a los problemas de fiabilidad de los Red Bull y donde un fallo de set-up (predijeron una alta degradación que no se dio) les privó de repetir la hazaña en Arabia Saudí.

Teniendo en cuenta que las herramientas están, sólo falta que ocurra lo que suele ocurrir cuando todo funciona ‘a pedir de boca’: que lleguen los buenos resultados. Con un coche más que bueno, una fiabilidad envidiable, un motor codiciado por todos, unos estrategas acertados y unas paradas en boxes más que aceptables, sólo falta que todo ello se vea reflejado en pista, y en los trofeos de las vitrinas de Maranello.

Si de Carlos Sainz Jr. se puede destacar algo, digamos que podríamos destacar lo siguiente: su constancia, su perseverancia, su hambre, su garra, su afán de perfeccionismo, lo buen carrerista que es…y su capacidad de adaptación. Y es que esto último, va a ser clave de cara a este 2022 si quiere -y puede- luchar por el mundial. ¿Por qué pensar lo contrario? ¡Obvio que Carlos puede luchar por el mundial! Sólo hace falta…un ‘click’.

Seamos realistas, las comparaciones son odiosas, pero hoy en día -y ojalá me equivoque dentro de unas semanas de esto que voy a decir- Carlos carece de esa ‘magia’ y de ése ‘aura especial’ que permite a ciertos pilotos realizar hazañas impensables cuando nadie pensaba que sería posible. Esto sucede, por ejemplo, con un tal Fernando Alonso, con un tal Lewis Hamilton…y por supuesto, con un tal Charles Leclerc y Max Verstappen.

Sí, carecemos de esa ‘magia’ y ése ‘aura especial’ de los anteriores. Sí, va a ser muy difícil lucharle de tú a tú a uno de los pilotos con mayor proyección de toda la historia de la Fórmula 1 y al vigente campeón, quien derrotó, jugó y sacó de quicio a un siete veces campeón del mundo, que se dice pronto. Y todo esto contando con que no se unan más jugadores a la partida…que lo harán, e irán vestidos de plateado. Todo esto es difícil, sí, pero no imposible.

Para luchar contra los elementos que le rodean, Carlos necesita ser constante, y esa es una de sus virtudes. Carlos lleva 31 grandes premios consecutivos acabando la carrera. Esto se traduce en las últimas siete citas de 2020, las 22 de 2021 y las dos que llevamos disputadas en 2022, que supone la quinta mejor racha de toda la historia. Además, las tres últimas citas mundialistas las ha finalizado en el podio.

Por si fuera poco, las últimas 17 las ha finalizado en los puntos, y si contamos el punto inicial donde comenzó la racha de carreras terminadas (Gran Premio de Eifel de 2020) únicamente ha salido de las diez primeros clasificados en dos ocasiones; en Portimao y en Francia en 2021, con dos 11º puestos.

Ya lo demostró el año pasado: en la quinta carrera ya hizo un podio (Mónaco, el primero con Ferrari) y tal fue su adaptación que gracias a su buen hacer en las últimas citas del mundial acabó quinto en el campeonato de pilotos, arrebatándole ese puesto a su compañero de equipo…y posicionándose como ‘el mejor del resto’.

Pero no sólo hemos visto a Carlos hacer esto con Ferrari, sino que ya está acostumbrado a hacerlo: lo vimos con Renault a finales de 2017 y su buena temporada en 2018, con McLaren en 2019 y su pedazo de año en 2020, y si seguimos con la tradición…este año 2022, podría ser el suyo con Ferrari. En cuanto Carlos consiga domar el excesivo sobreviraje de su monoplaza y lo lleve a su terreno, donde podrá explotar al completo las prestaciones del F1-75 y exprimir al máximo su rendimiento, mucho ojo con Carlos.

Y es que, si la constancia sigue haciendo acto de presencia, y el buen saber hacer de los ingenieros permite preparar un coche al gusto del español, sólo hará falta una cosa para luchar por el mundial: una victoria.

Pero no puede ser una victoria cualquiera, debe ser una victoria de verdad: luchada, peleada, por ritmo. Porque una victoria de esas ‘que se encuentran’ como la de Esteban Ocon en Hungría el año pasado o donde la suerte te sonríe por obra y gracia del Espíritu Santo, como a Pierre

CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN

‘CLICK’

Gasly en Monza en 2020, está bien, pero es diferente.

En el momento en el que Carlos Sainz ponga sobre la mesa todas sus virtudes y consiga ganar gracias a su desempeño en pista, y siendo mejor en el mano a mano y en el cuerpo a cuerpo a los gallos que tiene por compañeros de profesión, entonces la cabeza de Carlos hará ese tan ansiado ‘click’ y se creerá que verdaderamente puede luchar el mundial e, incluso, ganarlo. Porque sí, claro que puede, como ya hemos repetido en más de una ocasión en este texto…pero creérselo es una condición sine qua non

Hace 3455 días que un español no lidera un mundial de Fórmula 1. Concretamente desde el 13 de octubre de 2012. ¿Saben quién fue el último en hacerlo verdad? Sí, Fernando Alonso, y también iba vestido de rojo Ferrari. La única diferencia es que ese coche no estaba del todo capacitado para luchar por ganar un mundial…y el de Carlos sí.

Permitámonos el lujo de soñar, porque soñar es gratis, pero cuando se sueña con cosas más que posibles, gusta mucho. Y es que si somos capaces -sí, todos nosotros desde casa también contamos- de empujar con todas nuestras fuerzas, Carlos estará ahí, y si Carlos está ahí, todo es posible.

Porque la presión de Carlos; es mucha presión de Carlos, y sabemos que Max, Charles, Lewis y se ponga quién se ponga, son capaces de resquebrajarse mentalmente por un momento y sumar un 0, siendo mortal para un campeonato tan sumamente ajustado y reñido como será este.

Porque los podios, ahora que son más que factibles, están muy bien, y nos alegramos como el primer día, pero queremos más, porque sabemos que Carlos puede aspirar y lograr más. Principalmente porque sabemos que lo único que hace falta es ese cambio de paradigma mental que le haga creérselo de verdad, y es que lo mejor de todo -aparte de que los Carlos tiene todo lo necesario para hacerlo- es que esto ya ha sucedido con anterioridad, y sino que le pregunten a Nico Rosberg por cómo ganó su mundial. tranquilos, que todo es cuestión de tiempo.

CON LICENCIA PARA SOÑAR

This article is from: