UN FUTURO INCIERTO Los productores agropecuarios enfrentamos hoy un futuro tan incierto como nunca antes lo hemos tenido que hacer.
principales insumos y falta de divisas para poder importar insumos, maquinarias y repuestos vitales para el desarrollo de nuestra actividad.
Por un lado, padecemos este año la sequía más intensa de los últimos 50 años, que determinó el fracaso de todas las cosechas tanto fina como gruesa y desbastó la base forrajera de los campos ganaderos y lecheros.
A esto debemos agregarle un confuso panorama electoral, con un candidato que a su vez es ministro de Economía y está usando las finanzas del país como centro de su campaña proselitista con los riesgos que esto conlleva. También aparece una oposición fragmentada, con un candidato impulsivo de corta trayectoria en la política y sin un volumen de capital político, que trae dudas sobre su futura gobernabilidad y otro candidato con importante presencia en lo que a legisladores y futuros gobiernos provinciales se refiere, pero que no logra un claro liderazgo para acceder a la presidencia.
El pronóstico indicaba que durante este año se iba a normalizar la situación, recibiendo lluvias por encima de lo normal que permitirían recuperar la humedad en el perfil de los suelos. Pero nada de esto ocurrió. El déficit hídrico persiste a tal punto de condicionar la siembra del maíz temprana y crece la incertidumbre sobre la evolución del clima. También debemos enfrentar una situación económica compleja, con exportaciones condicionadas, tipo de cambio retrasado, nuevos impuestos que aumentan los costos de nuestros
Futuro incierto, inquietante, imprevisible como pocas veces hemos visto es lo que deberemos enfrentar en esta campaña agrícola en pleno desarrollo.
Octubre . 2023
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