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CRUCE DE LOS ANDES A CABALLO
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Gonzalo Arévalo, actual presidente de la Asociación Sanmartiniana de Lobos para que nos cuente sobre el Cruce a caballo a los Andes que realizan todos los años.
También nos acompañó en la nota su novia Agustina Pastorino. Los dos hicieron el primer cruce en el 2019 y el próximo enero van a hacer su 6to Cruce.
El cruce
La primera cabalgata data del año 2017 con un grupo de 50 personas, amigos y conocidos de
CRUCE DE LOS ANDES A CABALLO

Por Catalina Prefumo
los fundadores y los baqueanos mendocinos Baigorria, familia criada en la montaña.
A partir de allí, cada año se le fue dando forma para hacerlo cada vez más práctico. Se van ajustando las variables, se van consiguiendo mejores lugares para estar allá, para organizarse.
“Por ejemplo, nos aclara Gonzalo, hace 3 años ya se puede comenzar la cabalgata desde Las Leñas. La comida fue variando, ahora por ejemplo los guisos que se hacen arriba de la montaña con cebolla y condimentos disecados, la carne ya va salada envasada al vacío para poder llevar menos volumen pero alimentarse bien”.
La Asociación Sanmartiniana de Lobos comenzó en el año 2016 con Marcelo Gatti, Emma Palazessi, María Martin, Quito Costa y Horacio Zabalo, quienes realizaron cruces con otras organizaciones y decidieron comenzar a hacerlo desde Lobos.
¿Sus objetivos? Estar presente en la Sociedad con un fin solidario y formativo, aportando lo que se necesite y transmitiendo los valores sanmartinianos como honor, lealtad, disciplina, libertad, humildad, justicia, solidaridad, honestidad, sacrificio y orden. La cabalgata es quizás lo más llamativo, pero también tienen la radio “El Legado”, la colaboración con otras instituciones como la raviolada para la cooperadora de la escuela Nº6, y la educación. Este año en agosto por ejemplo se hizo la semana sanmartiniana donde se fue a diferentes escuelas a hablar a chicos de jardín y primaria sobre San Martín.
charlas para ir formando al grupo.
Cada uno debe conseguir su montura, recado, carpa y manta. Se sale siempre más a menos en la misma fecha, entre el 10 y 12 de enero. Se parte un jueves de la terminal de Lobos hasta Las Leñas y se regresa el domingo de la siguiente semana. La cabalgata propiamente dicha son 7 días y 6 noches.
Una vez en Mendoza, el viernes a la tarde se le da a cada uno su caballo, cada uno ya sabe cuál le toca y se tiene que hacer responsable. El sábado a la mañana se encilla y se sale. Los baqueanos, que son nacidos y criados allí son los que van marcando el camino y los de la comisión, que generalmente son 10 personas, van poniendo orden u organizando un poco lo demás.
Cada uno lleva su alforja con las cosas de higiene y lo mínimo: un mate y el termo. El celular se puede llevar pero al no haber señal, sólo sirve como linterna o cámara de foto y video. “Es lo mejor que te puede pasar. Para lo que más sirven es para calcular en cuánto tiempo se cocinan los fideos” nos dicen los dos.
El paso que siempre se hace es el Planchón. El recorrido puede variar un poco pero el paso es el mismo. Todo se lleva planificado pero a veces se llega y hay que hacer cambios de último momento. “El primer año que fuimos estaba activo un volcán y era peligroso así que tuvimos que ir a otro hito más al norte. Eso generó que al otro año ya se empiece a hacer por otro lado. Cada año que va pasando se va transformando”, relata Arévalo.
Lo ha hecho gente de todas las edades. Ha ido gente de 78 años y chicos de 8/10 años. Según la pareja, el único límite es la cabeza. Los menores siempre van acompañados por un mayor. Hay que tener un cierto conocimiento de andar a caballo y ensillar porque es importante para que todo el grupo vaya parejo.
Comienza la Travesía
La organización de cada cabalgata comienza un año antes. “Las últimas noches que estamos reunidos en la montaña ya estamos hablando del próximo año”, nos dice Gonzalo. Después durante el año se van llevando a cabo encuentros y
Los primeros dos días van acompañados por camionetas que llevan los bultos. El tercer día se descansa y el cuarto día se pasan las carpas, bolsas de dormir y comida a las 4 o 5 mulas carga, se cruza el río y ya se insertan bien en medio de la montaña para hacer hito, llegar al límite con Chile. Se llega a los 3.200 metros de altura aproximadamente. Gonzalo nos cuenta que “Hubo años que hemos llegado y hemos jugado con nieve en el hito y otros que está todo seco. Este año creo que va a ser lindo, los valles van a estar bien verdes”. Se vuelve por otro camino, donde se desvía para una laguna y se hace noche ahí.
Horarios
Se levantan a las 7 de la mañana aproximadamente y se cabalgan más o menos 7 horas promedio por día. Hay días que se cabalga más y otros menos. Se toma un desayuno, se cabalga un poco, se para y se hace algo livianito al medio día y se sigue a la tarde. Se trata de comer a la noche con la última hora de luz, para no estar a oscuras comiendo.
Para las comidas, hay un jefe de cocina, que es el encargado y sabe qué comida va en cada momento, ya está todo fraccionado, él cocina y después nosotros ayudamos. El agua que se
toma es de deshielo. Continuamente tenemos pasaditas de agua donde recargar y para que los caballos tomen. Y siempre se acampa cerca del agua.
“Tenemos un arriero que canta muy bien y hasta el día que están las camionetas tenemos guitarra. Todas las noches durante el cruce, previo a cenar hay charlas sanmartinianas, historia, anécdotas, estrategias para el cruce”, relata el presidente de la Asociación. Para dormir, La Asociación recomienda hacerlo al aire libre para no perderse lo lindo de la noche.
Los caballos
Cada uno es responsable desde el día que se le da el caballo hasta el día que se termina el cruce, que tome agua, que coma, que se ate bien. Cada vez que se llega a un valle, cada uno recibe una soga con una estaca para atar el caballo y que coma toda la noche.
Es muy importante, que cada uno se haga responsable de su caballo. “No es un servicio de turismo lo que hacemos nosotros. Estamos para organizar y ayudar si hace falta pero cada uno se
debe ensillar, o ir a buscar su plato de comida, lavarlo,” explica Gonzalo.
Seguridad
Siempre nos acompaña un médico, alguien que quiere hacer el cruce y es médico y se ofrece como responsable. Este año fue Juliana Gallo, otro año fue Andrés Mulassi y la próxima cabalgata de enero va a ir Julieta Rosetti que es de La Plata. El año pasado hizo el cruce como expedicionaria y este año lo hace como médica. También se lleva teléfono satelital, botiquín, se pide una ficha médica (cardiólogo, placa) indispensable para poder hacer el cruce.
Diversidad y variedad en el grupo
Van grupos de amigos, familias, y gente sola. “Ya en la organización previa, que te juntas 1 sábado por mes, te vas conociendo con los demás. Para cuando te subiste al micro, ya conocés a todos y después de 12 horas de viaje más. Es un clima hermoso y todos van a pasarla bien, no hay forma de pasarla mal. “ nos cuenta Gonzalo.
En enero 2023 fueron 54/56 personas y tuvieron que mandar gente a la Asociación de Las He-

ras, que justo hacía su primer cruce, porque no tenían más lugar. Nos cuentan que Lorena Baca oriunda de Las Heras hizo 3 o 4 veces el cruce con ellos y después fundó la Asociación Sanmartiniana de Las Heras y comenzaron con las cabalgatas. También otro expedicionario, Miguel Otonello, fundó la Asociación sanmartiniana de san isidro. No hacen cruces pero sí armaron la Asociación.
“Predisposición y cinchar bien”
Es el slogan que nos dice Gonzalo que usa. “Predispuesto, porque te puede llover, nos ha caído granizo, estábamos bajando (cruce año 2021) y el grupo respondió de una forma genial, porque está claro el concepto de lo que es el Cruce. Hay todo un trabajo previo desde abril hasta diciembre donde se explica lo bueno y lo malo como que no te vas a bañar, o si te bañas es con agua fría, tenés que ir al baño atrás de una piedra, vas a pasar frío, vas a pasar calor, puede llover, son muchas horas a caballo, vas a dormir en el piso, tenes que ensillar vos, hacer tu carpa, ocuparte de tus cosas, hacer obediencia.
¿Alguna anécdota?
“Mi primer cruce lo hice con un caballo muy
lento, iba siempre último y no había caso para que adelantara. Y me agarró conjuntivitis, me levantaba a la mañana y me iba a despegar el ojo, encima el primer cruce”, se acuerda riéndose Gonzalo.
El costo de la cabalgata para el próximo cruce Enero 2024 incluye todo: traslado ida y vuelta a Mendoza, hospedaje de la primera y última noche en Las Leñas, todas las comidas y los caballos.

“Nuestra asociación no recibe ni gestiona subsidios alguno para llevar a cabo este proyecto pedagógico donde se transmite el Legado Sanmartiniano.
Todo lo recaudado es para esos fines, lo que sobra se dona a alguna institución. Es importante recalcar que esto es sin fines de lucro”, nos dice Agustina.
“Hacer el cruce me provocó un remolino de sensaciones y sentimientos indescriptibles. Fue partir con un grupo de desconocidos y volver con un grupo de pertenencia!”