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aniversario 600 años La Seu 1413

PARROQUIA DE SANTA MARÍA • XÀTIVA

2013

Hoja Parroquial - Nº 446 Domingo 30 de octubre de 2011 XXXI del Tiempo Ordinario

No hacen lo que dicen

Frases del Evangelio evangeLio de San mateo 23, 1-12 En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la 1


gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»

¿Podrá averiguar en qué parte de la Colegiata se encuentra este detalle?

El Abad eL testimonio De san JaCinto CastaÑeDa Dentro de una semana celebraremos la fiesta de san Jacinto Castañeda, nuestro Santo. Ya saben que he escrito mucho sobre san Jacinto pero responde a la inquietud que llevo dentro de dar a conocer al mayor número de personas la vida, el testimonio, la obra y el martirio de nuestro Santo y para ello lo aprovecho todo, y que la gracia de Dios haga el resto. 2


Celebraremos la fiesta el 6 y 7 de noviembre, faltan unos días, pero deseo ir abriendo boca y les ofrezco un breve resumen de su vida en esta Hoja Parroquial. En Xàtiva nace san Jacinto Castañeda un 13 de enero de 1743 y en la Seu el mismo día quisieron sus padres José de Xàtiva y Josefa María de Enguera, que fuera bautizado. Los padres saben muy bien transmitir la fe y las virtudes cristianas a toda la familia. Cinco hijos, una niña y cuatro niños, de éstos tres llegarán a ser sacerdotes y uno contraerá matrimonio; la niña permanecerá soltera. Cuántas veces Jacinto entraría para rezar a la Mare de Dèu de la Seu. En la Colegiata asistió a la catequesis y aprendió a rezar, recibió la primera comunión. A los 8 años muere su padre y eso cala en el corazón del muchacho, las cosas ya no pueden seguir igual. Cuando apenas cuenta con 14 años quiere ser sacerdote. Lo comunica a su madre y ésta a sus hijos; todos están de acuerdo y Jacinto ingresa en el convento de Santo Domingo de Xàtiva. Pero muy pronto es destinado a Orihuela, pues allí puede estudiar mejor y aprender más. Tiene 19 años; se despide de su familia. Jacinto ya no volverá más a su pueblo ni verá a los suyos. Se ofrece voluntario para las misiones de Filipinas y allá marcha; después de terminar sus estudios es ordenado sacerdote el 2 de junio de 1762, muy lejos de Xàtiva y de su familia. Escribe a su madre: “Ya soy sacerdote, he llegado a la meta propuesta. El Señor me ha bendecido más de lo que yo merezco”. China será su primer destino y gustará también de la primera persecución y tormento por el Evangelio. Quiere predicar a Jesús de Nazaret y no comprende por qué es perseguido, por qué es torturado: es sacerdote, hace el bien y como premio, la cárcel y el tormento. Su estancia en China fue un continuo via crucis; sufrió mucho, rezó mucho y amó mucho. Es desterrado de China y condenado a muerte si vuelve a ese país. 3


Tunkín, en Vietnam, será la próxima misión a la que es enviado. Es mucho el trabajo que le espera, se multiplica, abre sus alas, predica, administra los sacramentos, reza, forma un grupo de catequistas y visita al pueblo de Dios que se le ha confiado: repartidos en 60 iglesias tiene a los fieles que debe atender espiritualmente. Es joven y tiene mucha ilusión y, aunque la salud no le acompaña, Jacinto no para ni un minuto. Escribe muchas cartas a su familia de Xàtiva –todas ellas son un tesoro humano y espiritual. En ellas cuenta toda su actividad. Las pude recopilar y las publiqué en un libro y me consta que están haciendo un gran bien a cuantos las leen y meditan. Seguir el itinerario de este misionero setabense entusiasma y nos hace preguntar: ¿Cómo un solo hombre puede llegar a tanto? Jacinto Castañeda está lleno de Cristo, ahí está el secreto, de ahí saca la fuerza, el ánimo y la ilusión juvenil. Una noche es denunciado, apresado y encerrado en la cárcel. La cárcel es especial para él: una jaula donde apenas cabe, estrecha y de muy poca altura. Desde el 5 de agosto hasta el 7 de noviembre de 4


1773 permanecerá allí, enjaulado. Aquella jaula se convertirá en un precioso púlpito; Jacinto predicará a Jesucristo y hablará a sus fieles y a sus catequistas del amor de Dios y del perdón cristiano. Dentro de la jaula lee los libros que ha pedido a sus catequistas: la Biblia, el Kempis, las Confesiones de San Agustín y el Breviario. El 7 de noviembre es el día señalado y a mediodía es sacado de la jaula y obligado a pisar un Crucifijo, a lo que el P. Jacinto se opone; todo estaba ya preparado, con una espada bien afilada es degollado. Allí estaban sus catequistas que le oyeron decir al joven sacerdote: “El Señor hoy me concede una gran alegría”. Y además vieron como se arrodillaba y besaba la cruz que cogió en sus manos. Así lo representa la imagen que preside su altar y así lo grabó nuestro taquígrafo Francisco de Paula Martí para la inmortalidad. Ocurrió el día 7 de noviembre de 1773; Jacinto tenía 30 años de edad. Fray Jacinto Castañeda entró en el cielo por la puerta grande.

En tu, Senyor, m’empare, que no en tinga un desengany. Trau-me del perill, tu que eres bo, escolta’m, no tardes a alliberar-me; sigues el meu castell inexpugnable, la meua roca salvadora. salm 130

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica Preg. 17. ¿quÉ reLaCión exiSte entre eSCritura, tradiCión y magiSterio? Escritura, Tradición y Magisterio están tan estrechamente unidos entre sí, que ninguno de ellos existe sin los otros. Juntos, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente, cada uno a su modo, a la salvación de los hombres. Las burlas, ofensas, parodias blasfemas contra la fe católica salen gratis en España. Gozan de privilegio. No pasa nada. 5


Para saborear durante la semana Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración. sAn PADre PÍo La oración da un corazón transparente. Y un corazón transparente puede ver a Dios. BeATA MADre TeresA En la vida oculta y silenciosa se realiza la obra de la redención. En el diálogo silencioso del corazón con Dios se preparan las piedras vivas con las que va creciendo el Reino de Dios y se forjan los instrumentos selectos que promueven su construcción. sAnTA eDiTH sTein No hay cosa que purifique más el entendimiento de ignorancias y la voluntad de afectos desordenados que la oración. sAn FrAncisco De sALes La oración y el sacrificio constituyen toda mi fuerza y son las armas invencibles que Jesús me ha dado. Ellas pueden, mucho mejor que las palabras, mover los corazones. sAnTA TeresA De LisieUX Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar. cUrA De Ars oraCiÓn De La misa DeL Domingo Señor de poder y de misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles; concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos prometes. 6


Memoria histórica (17) San Cipriano (año 205258)

San Cipriano nació en Cartago, norte de África, hacia el año 205. En edad madura se convirtió al Cristianismo. Poco después de su bautismo fue ordenado diácono, y más tarde sacerdote. En algún momento entre julio de 248 y abril de 249 fue elegido obispo de Cartago, una elección popular entre los pobres, que recordaban su caridad, aunque una parte de los presbíteros se opuso a causa de la riqueza de Cipriano, su diplomacia y su talento literario. Además, la oposición en la comunidad de Cartago no se disolvió tras su elección. Los cristianos del norte de África no habían sufrido la persecución durante muchos años. En 250 el emperador Decio decretó la supresión de la cristiandad, con lo que dio comienzo la persecución deciana. Un procónsul enviado por el emperador y cinco comisionados de cada ciudad administraban el edicto, pero cuando el procónsul llegó a Cartago Cipriano había huido. En los documentos que se conservan de los padres de la iglesia de varias diócesis se pone de manifiesto que la comunidad cristiana se dividió en esta ocasión entre los que practicaron la desobediencia civil a cualquier precio y los que se sometieron de palabra o acto al edicto. La huida de Cipriano de Cartago fue interpretada por sus enemigos como cobardía e infidelidad, y le acusaron ante Roma. Roma escribió a Cipriano en términos de desaprobación. Cipriano contestó que había huido de acuerdo al mandato divino. Desde su refugio dirigió a sus fieles con seriedad y entusiasmo, empleando a un diácono de confianza como intermediario. Murió mártir el 14 de septiembre del año 258. 7


Gratitud a los sacerdotes

empecemos por dar las gracias a los sacerdotes: Gracias. Muchas gracias. Gracias a todos vosotros. Gracias por vuestro trabajo pastoral, por ofrecernos la gracia de Cristo; por darnos el Evangelio; por abrirnos las puertas del cielo. Gracias por rezar por nosotros. Gracias porque siempre estáis a nuestro lado. Gracias por vuestra disponibilidad. Gracias por vuestros años de entrega Gracias por vuestra palabra siempre viva, directa y clara. Gracias por vuestro amor. Gracias vuestra vida. Gracias porque nos lo dais todo. No nos cansemos de agradecer a los sacerdotes su vida entregada a la Iglesia y a nosotros. Mucho de lo que somos se lo debemos a ellos. Ellos siempre están a nuestro lado. Nosotros sabemos que no estamos solos. Ahora ellos deben saber que no están solos. 8


4 de noviembre: San Carlos Borromeo San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy en serio las palabras de Jesús: “Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará”. Era de familia muy rica. Su hermano mayor, a quien correspondía la mayor parte de la herencia, murió repentinamente al caer de un caballo. El consideró la muerte de su hermano como un aviso enviado por el cielo, para estar preparado porque el día menos pensado llega Dios por medio de la muerte a pedirnos cuentas. Renunció a sus riquezas y fue ordenado sacerdote y más tarde Arzobispo de Milán. Aunque no faltan las acusaciones de que su elección fue por nepotismo (era sobrino del Papa), sus enormes frutos de santidad demuestran que fue una elección del Espíritu Santo. Como obispo, su diócesis que reunía a los pueblos de Lombardía, Venecia, Suiza, Piamonte y Liguria, los atendía a todos. Su escudo llevaba una sola palabra: “Humilitas”, humildad. Él, siendo noble y riquísimo, vivía cerca del pueblo, privándose de lujos. Fue llamado con razón “padre de los pobres” Para con los necesitados era supremamente comprensivo. Para con sus colaboradores era muy amigable y atento, pero exigente. Y para consigo mismo era exigentísimo y severo. Fue el primer secretario de Estado del Vaticano (en el sentido moderno). Fue blanco de un vil atentado, mientras rezaba en su capilla, pero salió ileso, perdonando generosamente al agresor. Fundó seminarios para formar sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios seminarios. Fue amigo de San Pío V, San Francisco de Borja, San Felipe Neri y San Andrés Avelino y de varios santos más. Murió joven y pobre, habiendo enriquecido enormemente a muchos con la gracia. Murió diciendo: “Ya voy, Señor, ya voy”. En Milán casi nadie durmió esa noche, ante la tremenda noticia de que su queridísimo Cardenal arzobispo estaba agonizando. 9


El Papa convoca para 2012 un “Año de la Fe” He decidido convocar un Año de la fe. Comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. En la fecha del 11 de octubre de 2012, se celebrarán también los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por mi Predecesor, el beato Papa Juan Pablo II con la intención de ilustrar a todos los fieles la fuerza y belleza de la fe. Este documento, auténtico fruto del Concilio Vaticano II, fue querido por el Sínodo Extraordinario de los Obispos de 1985 como instrumento al servicio de la catequesis realizándose mediante la colaboración de todo el Episcopado de la Iglesia católica. Y precisamente he convocado la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, en el mes de octubre de 2012, sobre el tema de La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Será una buena ocasión para introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe. No es la primera vez que la Iglesia está llamada a celebrar un Año de la fe. Mi venerado Predecesor, el Siervo de Dios Pablo VI, proclamó uno parecido en 1967, para conmemorar el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo en el décimo noveno centenario de su supremo testimonio. Lo concibió como un momento solemne para que en toda la Iglesia se diese «una auténtica y sincera profesión de la misma fe»; además, quiso que ésta fuera confirmada de manera «individual y colectiva, libre y consciente, interior y exterior, humilde y franca». Pensaba que de esa manera toda la Iglesia podría adquirir una «exacta conciencia de su fe, para reanimarla, para purificarla, para confirmarla y para confesarla». Las grandes transformaciones que tuvieron lugar en aquel Año, hicieron que la necesidad de dicha celebración fuera todavía más evidente. Ésta concluyó con la Profesión de fe del Pueblo de Dios, para testimoniar cómo los contenidos esenciales que desde siglos constituyen el patrimonio de todos los creyentes tienen necesidad de ser confirmados, comprendidos y profundizados de manera siempre nueva, con el fin de dar un testimonio coherente en condiciones históricas distintas a las del pasado. 10


Los primeros cristianos (1) Parten de su mismo mundo

Los primeros cristianos se consideraban parte constituyente de su mismo mundo: “lo que es el alma para el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo” (Epístola a Diogneto). No se distinguían de los demás hombres de su tiempo, ni por su vestido, ni por sus insignias, ni por tener una ciudadanía diferente. Cada uno de los primeros cristianos ocupaba un lugar en la estructura social de su tiempo, el mismo que tenía antes de convertirse. Si era esclavo no perdía su condición al hacerse cristiano aunque su vida adquiriese una dimensión sobrenatural. Esa actitud cristiana lleva a una apertura grande para asimilar los valores positivos, que existían en el paganismo. Así comentará S. Justino de los pensadores paganos: “cuanto, pues, de bueno está dicho en todos ellos, nos pertenece a nosotros los cristianos”.

La vida que llevan no tiene nada de extraño

“Los cristianos no se diferencian ni por el país donde habitan, ni por la lengua que hablan, ni por el modo de vestir. No se aíslan en sus ciudades, ni emplean lenguajes particulares: la misma vida que llevan no tiene nada de extraño. Su doctrina no nace de disquisiciones de intelectuales ni tampoco siguen, como hacen tantos, un sistema filosófico, fruto del pensamiento humano. Viven en ciudades griegas o extranjeras, según los casos, y se adaptan a las tradiciones locales

lo mismo en el vestir que en el comer, y dan testimonio en las cosas de cada día de una forma de vivir que, según el parecer de todos, tiene algo de extraordinario” (vid. Autor desconocido, siglo ii-iii, Carta a Diogneto).

Cumplen las leyes

“Yo honraré al emperador, pero no lo adoraré; rezaré, sin embargo, por él. Yo adoro al Dios verdadero y único por quien sé que el soberano fue hecho. Y entonces podrías preguntarme: ¿Y por qué, pues, no adoras al emperador? El emperador, por su naturaleza, debe ser honrado con legítima deferencia, no adorado. El no es Dios, sino un hombre al quien Dios ha puesto no para que sea adorado, sino para que ejerza la justicia en la tierra. El gobierno del Estado le ha sido confiado de algún modo por Dios. Y así como el emperador no puede tolerar que su título sea llevado por cuantos le están subordinados –nadie, en efecto, puede ser llamado emperador-, de la misma manera nadie puede ser adorado excepto Dios. El soberano por lo tanto debe ser honrado con sentimientos de reverencia; hay que prestarle obediencia y rezar por él. Así se cumple la voluntad de Dios” (San Teófilo de Antioquía, siglo ii, Libros a Autólico).

Viven en la honestidad: iguales que su contemporáneos

“Se nos acusa de ser improductivos en las varias formas de actividad. Pero, ¿cómo se puede decir esto de hombres que viven con vosotros, que comen como vosotros, que visten los 11


mismos trajes, que siguen el mismo género de vida y tienen las mismas necesidades de vida? Nosotros acordamos dar gracias a Dios, Señor y creador, y no rehusamos ningún fruto de su obra. Usamos las cosas con moderación, no en forma descomedida o mala. Convivimos con vosotros y frecuentamos el foro, el mercado, los baños, las tiendas los talleres, los establos, participando en todas las actividades. Navegamos también juntamente con vosotros, militamos en el ejército, cultivamos la tierra, ejercemos el comercio, permutamos las mercaderías y ponemos en venta, para uso vuestro, el fruto de nuestro trabajo. Yo sinceramente no entiendo cómo podemos 12

parecer inútiles e improductivos para vuestros asuntos, cuando vivimos con vosotros y de vosotros. Sí, hay gente que tiene motivo para quejarse de los cristianos, porque no puede comerciar con ellos: son los protectores de prostitutas, los rufianes y sus cómplices; les siguen los criminales, los envenenadores, los encantadores, los adivinos, los hechiceros, los astrólogos. ¡Es maravilloso ser improductivos para esta gente!... Y después, en las cárceles vosotros no encontráis nunca a un cristiano, a no ser que esté ahí por motivos religiosos. Nosotros hemos aprendido de Dios a vivir en la honestidad” (Tertuliano, siglo ii-iii, El Apologético).


La Palabra del Papa AUDIENCIA GENERAL Plaza de san Pedro Miércoles 28 de septiembre de 2011 Viaje apostólico a Alemania

Queridos hermanos y hermanas: Como sabéis, del jueves al domingo pasados realicé una visita pastoral a Alemania; por eso, me alegra, como de costumbre, aprovechar la ocasión de esta audiencia para repasar juntamente con vosotros las intensas y estupendas jornadas transcurridas en mi país de origen. Recorrí Alemania de norte a sur, de este a oeste: desde la capital Berlín hasta Erfurt y Eichsfeld, y por último Friburgo, ciudad cercana al confín con Francia y Suiza. Doy gracias ante todo al Señor por la posibilidad que me dio de encontrarme con la gente y hablar de Dios, de orar juntos y confirmar a los hermanos y hermanas en la fe, según el mandato particular que el Señor ha encomendado a Pedro y a sus sucesores. Esta visita, que se llevó a cabo bajo el lema «Donde está Dios, allí hay futuro», ha sido realmente una gran fiesta de la fe: en los diversos encuentros y conversaciones, en las celebraciones, especialmente en las misas solemnes con el pueblo de Dios. Estos momentos han sido un don valioso que nos ha hecho percibir de nuevo que Dios es quien da a nuestra vida el sentido más profundo, la verdadera plenitud, más aún, que sólo él nos da a nosotros, nos da a todos un futuro. 13


La Palabra del Papa

Con profunda gratitud recuerdo la cordial y entusiasta acogida, así como la atención y el afecto que me han demostrado en los distintos lugares que he visitado. Doy gracias de corazón a los obispos alemanes, especialmente a los de las diócesis que me han acogido, por la invitación y todo lo que han hecho, juntamente con tantos colaboradores, para preparar este viaje. Expreso asimismo mi agradecimiento al presidente federal y a todas las autoridades políticas y civiles a nivel federal y regional. Estoy profundamente agradecido a todos los que han contribuido de diversas maneras al éxito de la visita, sobre todo a los numerosos voluntarios. Así esta visita ha sido un gran don para mí y para todos nosotros, y ha suscitado alegría, esperanza y un nuevo impulso de fe y de compromiso para el futuro. En la capital federal, Berlín, el presidente federal me acogió en su residencia y me dio la bienvenida en su nombre y en el de mis compatriotas, expresando la estima y el afecto hacia un Papa nativo de la tierra alemana. Por mi parte, desarrollé una breve reflexión sobre la relación recíproca entre religión y libertad, recordando una frase del gran obispo y reformador social Wilhelm von Ketteler: «Como la religión necesita de la libertad, así la libertad tiene necesidad de la religión». De buen grado acepté la invitación a dirigirme al Bundestag, que fue ciertamente uno de los momentos más importantes de mi viaje. Por primera vez un Papa pronunció un discurso ante los miembros del Parlamento alemán. En esa ocasión expuse el fundamento del derecho y del libre Estado de derecho, es decir, la medida de todo derecho, inscrito por el Creador en el ser mismo de su creación. Es necesario, por tanto, ampliar nuestro concepto de naturaleza, comprendiéndola no sólo como un conjunto de funciones, sino más allá de esto como lenguaje del Creador para ayudarnos a discernir el bien del mal. Sucesivamente tuvo lugar también un encuentro con algunos representantes de la comunidad judía en Alemania. Recordando nuestras raíces comunes en la fe en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, pusimos de relieve los frutos obtenidos hasta ahora en el diálogo entre la Iglesia católica y el judaísmo en Alemania. Asimismo me encontré con algunos miembros de la comunidad musulmana, coincidiendo con ellos en la importancia de la libertad religiosa para un desarrollo pacífico de la humanidad. La santa misa en el estadio olímpico en Berlín, al concluir el primer día de la visita, fue una de las grandes celebraciones litúrgicas que me dieron la posibilidad de orar juntamente con los fieles y de animarlos en la fe. Me alegró mucho la numerosa participación de la gente. En ese momento festivo e impresionante meditamos en la imagen evangélica de la vid y los sarmientos, es decir, en la importancia de estar unidos a Cristo para nuestra vida personal de creyentes y para nuestro ser Iglesia, su cuerpo místico. La segunda etapa de mi visita fue en Turingia. Alemania, y Turingia de modo especial, es la tierra de la reforma protestante. Por eso, desde el inicio quise ardientemente dar un relieve particular al ecumenismo en el marco de este viaje, y tuve el fuerte deseo de vivir un momento ecuménico en Erfurt, porque preci14


samente en esa ciudad Martín Lutero entró en la comunidad de los Agustinos y allí fue ordenado sacerdote. Por tanto, me alegró mucho el encuentro con los miembros del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania y el acto ecuménico en el ex convento de los Agustinos: un encuentro cordial que, en el diálogo y en la oración, nos llevó de modo más profundo a Cristo. Comprobamos de nuevo cuán importante es nuestro testimonio común de la fe en Jesucristo en el mundo de hoy, que a menudo ignora a Dios o no se interesa de él. Es necesario nuestro esfuerzo común en el camino hacia la plena unidad, pero siempre somos muy consientes de que no podemos «hacer» ni la fe ni la unidad tan deseada. Una fe creada por nosotros mismos no tiene ningún valor, y la verdadera unidad es más bien un don del Señor, el cual oró y ora siempre por la unidad de sus discípulos. Sólo Cristo puede darnos esta unidad, y estaremos cada vez más unidos en la medida en que volvamos a él y nos dejemos transformar por él. Un momento particularmente emocionante fue para mí la celebración de las Vísperas marianas ante el santuario de Etzelsbach, donde me acogió una multitud de peregrinos. Ya desde mi juventud escuché hablar de la región de Eichsfeld —franja de tierra que permaneció siempre católica en las diversas vicisitudes de la historia— y de sus habitantes que se opusieron con valentía a las dictaduras del nazismo y del comunismo. Así me alegró mucho visitar Eichsfeld y a sus habitantes en una peregrinación a la imagen milagrosa de la Virgen de los Dolores de Etzelsbach, donde durante siglos los fieles han encomendado a María sus peticiones, preocupaciones y sufrimientos, recibiendo consuelo, gracias y bendiciones. Igualmente conmovedora fue la misa celebrada en la magnífica plaza de la Catedral en Erfurt. Recordando a los santos patronos de Turingia —santa Isabel, san Bonifacio y san Kilian— y el ejemplo luminoso de los fieles que han testimoniado el Evangelio durante los sistemas totalitarios, invité a los fieles a ser los santos de hoy, buenos testigos de Cristo, y a contribuir a construir nuestra sociedad. De hecho, han sido siempre los santos y las personas penetradas del amor de Cristo quienes han transformado verdaderamente el mundo. También fue conmovedor el breve encuentro con monseñor Hermann Scheipers, el último sacerdote vivo que sobrevivió al campo de concentración de Dachau. En Erfurt me encontré también con algunas víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos, a las que aseguré mi pesar y mi cercanía a su sufrimiento. La última etapa de mi viaje me llevó al suroeste de Alemania, a la archidiócesis de Friburgo. Los habitantes de esta hermosa ciudad, los fieles de la archidiócesis y los numerosos peregrinos llegados de las cercanas Suiza y Francia y de otros países me dispensaron una acogida particularmente festiva. Pude experimentarlo también en la vigilia de oración con miles de jóvenes. Me sentí feliz al ver que la fe en mi patria alemana tiene un rostro joven, que está viva y tiene futuro. En el sugestivo rito de la luz transmití a los jóvenes la llama del cirio pascual, símbolo de la luz que es Cristo, exhortándolos: «Vosotros sois la luz del mundo». Les repetí que el Papa confía en la colaboración activa de los jóvenes: con la gracia de Cristo, pueden llevar al mundo el fuego del amor de Dios. 15


La Palabra del Papa

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Un momento singular fue el encuentro con los seminaristas en el seminario de Friburgo. Respondiendo en cierto sentido a la emotiva carta que me habían enviado algunas semanas antes, mostré a esos jóvenes la belleza y la grandeza de su llamada por parte del Señor y les ofrecí alguna ayuda para proseguir el camino del seguimiento con alegría y en profunda comunión con Cristo. También en el seminario me encontré en un clima fraterno con algunos representantes de las Iglesias ortodoxas y ortodoxas orientales, a las que los católicos nos sentimos muy cercanos. Precisamente de esta amplia comunión deriva también la tarea común de ser levadura para la renovación de nuestra sociedad. Un encuentro amistoso con representantes del laicado católico alemán concluyó la serie de citas en el seminario. La gran celebración eucarística dominical en el aeropuerto turístico de Friburgo fue otro momento culminante de la visita pastoral, y la ocasión para dar gracias a todos los que están comprometidos en los distintos ámbitos de la vida eclesial, sobre todo a los numerosos voluntarios y a los colaboradores de las iniciativas de caridad. Son ellos quienes hacen posibles las múltiples ayudas que la Iglesia alemana ofrece a la Iglesia universal, especialmente en las tierras de misión. Recordé también que su valioso servicio será siempre fecundo, cuando deriva de una fe auténtica y viva, en unión con los obispos y el Papa, en unión con la Iglesia. Por último, antes de mi regreso, hablé a un millar de católicos comprometidos en la Iglesia y en la sociedad, sugiriendo algunas reflexiones sobre la acción de la Iglesia en una sociedad secularizada, sobre la invitación a liberarse de cargas materiales y políticas para ser más transparente a Dios. Queridos hermanos y hermanas, este viaje apostólico a Alemania me ha brindado una ocasión propicia para encontrarme con los fieles de mi patria alemana, para confirmarlos en la fe, en la esperanza y en el amor, y compartir con ellos la alegría de ser católicos. Pero mi mensaje estaba dirigido a todo el pueblo alemán, para invitar a todos a contemplar con confianza el futuro. Es verdad, «Donde está Dios, allí hay futuro». Doy gracias una vez más a todos los que han hecho posible esta visita y a los que me han acompañado con la oración. El Señor bendiga al pueblo de Dios en Alemania y os bendiga a todos vosotros. Gracias.

Saludos

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a las Religiosas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús que celebran su Capítulo General; a los fieles de las Diócesis de Teruel y Albarracín; a los peregrinos de la Arquidiócesis de Santo Domingo, junto a su Obispo Auxiliar; a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Medellín, así como a los demás grupos venidos de España, Colombia, Chile, República Dominicana, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dar gracias al Señor por esta Visita Apostólica a Alemania, suplicándole que, cuanto he podido sembrar en estos días, ayude a percibir cada vez más cómo Dios ofrece a todos un futuro. Muchas gracias. 17


Él cambió el mundo El Beato Juan Pablo II, el Grande, con su palabra, su amor y testimonio cambió el mundo. Su presencia espiritual perdura en la Iglesia y en millones de fieles y hombres de todo el mundo. ¡Cuántas conversiones ha producido su palabra! No hay duda que este hombre de Dios cambió el mundo.

Don y misterio (9)

Al cumplirse los 50 años de sacerdocio el papa Juan Pablo II, el Grande, escribió una larga reflexión muy hermosa sobre el sacerdocio vivido por él durante 50 años, ¡Bodas de Oro sacerdotales! Este librito es una preciosidad, queremos ofrecerlo en la Hoja Parroquial como homenaje al beato Juan Pablo II, el Grande, el inolvidable. Muy bien nos puede servir como lectura espiritual.

VII

¡Gracias iglesia que estás en polonia! En este testimonio jubilar tengo que expresar mi gratitud a toda la Iglesia polaca, en cuyo seno naci6 y maduró mi sacerdocio. Es una Iglesia 18

con una herencia milenaria de fe; una Iglesia que ha engendrado a lo largo de los siglos numerosos santos y beatos, y está confiada al patrocinio de dos


Santos Obispos y Mártires, Wojciech y Stanislaw. Es una Iglesia profundamente unida al pueblo y a su cultura; una Iglesia que siempre ha sostenido y defendido al pueblo, especialmente en los momentos trágicos de su historia. Es también una Iglesia que en este siglo ha sido duramente probada: ha tenido que sostener una lucha dramática por la supervivencia contra dos sistemas totalitarios: contra el régimen inspirado en la ideología nazi durante la segunda guerra mundial; y después, en los largos decenios de la posguerra, contra la dictadura comunista y su ateísmo militante.

De ambas pruebas ha salido victoriosa, gracias al sacrificio de obispos, sacerdotes y de numerosos laicos; gracias a la familia polaca “fuerte en Dios”. Entre los obispos del período bélico he de mencionar la figura inquebrantable del Príncipe Metropolitano de Cracovia, Adam Stefan Sapieha, y entre los del período de la posguerra, la figura del siervo de Dios Cardenal Stefan Wyszynski. Es una Iglesia que ha defendido al hombre, su dignidad y sus derechos fundamentales, una Iglesia que ha luchado valientemente por el derecho de los fieles a profesar su fe. Una Iglesia extraordinariamente dinámica, a pesar de las dificultades y los obstáculos que se interponían en el camino. En este intenso clima espiritual se fue desarrollando mi misi6n de sacerdote y de obispo. He podido conocer, por decirlo así, desde dentro, los dos sistemas totalitarios que han marcado trágicamente nuestro siglo: el nazismo de una parte, con los horrores de la guerra y de los campos de concentración, y el comunismo, de otra, con su régimen de opresión y de terror. Es fácil comprender mi sensibilidad por la dignidad de toda persona humana y por el respeto de sus derechos, empezando por el derecho a la vida. Es una sensibi19


lidad que se formó en los primeros años de sacerdocio y se ha afianzado con el tiempo. Es fácil entender también mi preocupación por la familia y por la

juventud: todo esto ha crecido en mí de forma orgánica gracias a aquellas dramáticas experiencias.

El presbiterio de Cracovia En el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal me dirijo con el pensamiento de modo particular al presbiterio de la Iglesia de Cracovia, del cual he sido miembro como sacerdote y después cabeza como Arzobispo. Me vienen a la memoria tantas figuras eminentes de párrocos y vicarios. Sería

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demasiado largo mencionarlos a todos uno a uno. A muchos de ellos me unían y me unen vínculos de sincera amistad. Los ejemplos de su santidad y de su celo pastoral han sido para mí de gran edificación. Indudablemente han tenido una influencia profunda sobre mi sacerdocio. De ellos he aprendido qué quiere decir en concreto ser pastor. Estoy profundamente convencido del papel decisivo que el presbiterio diocesano tiene en la vida personal de todo sacerdote. La comunidad de sacerdotes, basada en una verdadera fraternidad sacramental, constituye un ambiente de primera importancia para la formación espiritual y pastoral. El sacerdote, por principio, no puede prescindir de la misma. Le ayuda a crecer en la santidad y constituye un apoyo seguro en las dificultades. ¿Cómo no expresar, con ocasión de mi jubileo de oro, mi gratitud a los sacerdotes de la Archidiócesis de Cracovia por su contribución a mi sacerdocio?


El don de los laicos Estos días pienso también en todos los laicos que el Señor me ha hecho encontrar en mi misión de sacerdote y de obispo. Han sido para mí un don singular, por el cual no ceso de dar gracias a la Providencia. Son tan numerosos que no es posible citarlos a todos por su nombre, pero los llevo a todos en el corazón, porque cada uno de ellos ha ofrecido su propia aportación a la realización de mi sacerdocio. En cierto modo me han indicado el camino, ayudándome a comprender mejor mi ministerio y a vivirlo en plenitud. Ciertamente, de los frecuentes contactos con los laicos siempre he sacado mucho provecho. Entre ellos había simples obreros, hombres dedicados a la cultura y al arte, grandes científicos. De estos encuentros han nacido cordiales amistades, muchas de las cuales perduran aún. Gracias a ellos mi acción pastoral se ha multiplicado, superando barreras y penetrando en ambientes que de otro modo hubieran sido muy difíciles de alcanzar.

En verdad, me ha acompañado siempre la profunda conciencia de la necesidad urgente del apostolado de los laicos en la Iglesia. Cuando el Concilio Vaticano II habló de la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, pude experimentar una gran alegría: lo que el Concilio enseñaba respondía a las convicciones que habían guiado mi acción desde los primeros años de mi ministerio sacerdotal.

el gobierno propone una muerte digna. La iglesia propone una vida digna. ¡Ésa es la diferencia! 21


Asuntos Parroquiales

Jornada Mundial de la Juventud

Frases del Papa (5)

Mientras avanzábamos con Jesús, hasta llegar a la cima de su entrega en el Calvario, nos venían a la mente las palabras de san Pablo: «Cristo me amó y se entregó por mí» (Gál 2,20). Ante un amor tan desinteresado, llenos de estupor y gratitud, nos preguntamos ahora: ¿Qué haremos nosotros por él? ¿Qué respuesta le daremos? San Juan lo dice claramente: «En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos» (1 Jn 3,16). La pasión de Cristo nos impulsa a cargar sobre nuestros hombros el sufrimiento del mundo, con la certeza de que Dios no es alguien distante o lejano del hombre y sus vicisitudes. Al contrario, se hizo uno de nosotros «para poder compadecer Él mismo con el hombre, de modo muy real, en carne y sangre… Por eso, en cada pena humana ha entrado uno que comparte el sufrir y padecer; de ahí se difunde en cada sufrimiento la con-solatio, el consuelo del amor participado de Dios y así aparece la estrella de la esperanza» 22


SACERDOTES QUE HAN EJERCIDO SU MINISTERIO EN LA COLEGIATA SEGÚN EL LIBRO DE DON VICENTE CÁRCEL ORTÍ. DICCIONARIO HISTÓRICO. SIGLO XIX Y XX. POR ORDEN ALFABÉTICO.

5. Don José Bosch Alfonso Canónigo de la Colegiata de Xàtiva Xàtiva, 1871 - mayo, 1958 Don José nació en Xàtiva en 1871, se ordenó de sacerdote en 1898. Era un setabense de cuerpo entero, que consagró la mayor parte de su vida sacerdotal al servicio espiritual de sus conciudadanos. Ya en su juventud había estado varios años al frente de la parroquia de san Pedro y, después de algún tiempo de cura en Luchente, volvió a Xàtiva.

Esta vez de vicario de la Seu, y, más tarde, de canónigo, durante cerca de cuarenta años. Allí puso de manifiesto sus dotes de actividad, llaneza de trato y celo por las almas. Por otra parte, era un archivo viviente de las vicisitudes religiosas de Xàtiva. Sufrió una larga enfermedad, que soportó con ejemplar resignación.

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Asuntos Parroquiales Capilla del Inmaculado Corazón de María El pasado domingo, 23 de noviembre, antes de la misa vespertina en sant Francesc, el Sr. Abad bendijo la capilla restaurada donde se venera la imagen del Inmaculado Corazón de María. Con alegría y emoción se celebró este sencillo acto. El Sr. Abad dijo ante la Virgen María estas palabras de bendición: Nuestro auxilio es el nombre del Señor. Que hizo el cielo y la tierra. El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu. Monición: Con inmenso gozo en la vigilia de la fiesta de san Antonio Mª Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, nos disponemos a celebrar la bendición de esta Capilla restaurada dedicada a la veneración de la imagen del Inmaculado Corazón de María, colocada en Xàtiva por los Padres Claretianos y muy querida por todos los fieles. Esperamos que esta renovación de la capilla fomente más, si cabe, la devoción a la Santísima Virgen María. Oremos: Señor, te pedimos que te dignes bendecir + esta Capilla que hemos restaurado para que la imagen de tu Madre, el Inmaculado Corazón de María, sea venerada con amor, confianza y gratitud. Ella nos muestra siempre el camino que lleva a Ti, único Salvador ayer, hoy y siempre. Que los fieles que veneren esta imagen de la Virgen sean siempre bendecidos con tu gracia y tu favor y esa bendición se extienda también a sus familias. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Concluida la bendición se cantó: “Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios. No desoigas la oración de tus hijos necesitados, líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen, gloriosa y bendita”. El Sr. Abad animó a los fieles a venerar a la Virgen María, a invocarla siempre y a quererla. Ella nos señala el camino que lleva a Jesucristo, nuestro Señor. A la vez que agradeció a los Padres Claretianos el bien que hicieron durante su estancia en Xàtiva hace años. “A los Padres”, como se les recuerda, se debe que esta imagen del Inmaculado Corazón de María la tengamos entre nosotros.

Colaborad con los gastos de la restauración de la Capilla

Con un euro en el lampadario ante la imagen de la Virgen. Sorteo de Rosarios: sábado 22 de octubre. Beneficios: 150 euros. Donativos: 10+5+5+20 = 40 euros Tenemos ahora: 6.905 euros.

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Jesús de Medinaceli en sant Francesc Si Dios quiere, la iglesia de sant Francesc gozará de una imagen de Jesús de Medinaceli a finales de enero del próximo año y estará expuesta a la veneración de los fieles. Todos los viernes del año recibirá culto especial y sobre todo durante la Cuaresma; su fiesta se celebrará el primer viernes de marzo. Pueden colaborar con sus donativos. Y también, echando un euro al lampadario de la capilla del Cristo de la Vida donde está la estampa de Jesús de Medimaceli. Donativos: 20+50+5+10 = 85 euros. Tenemos: 1.585 euros.

La Colegiata tiene gastos de catedral e ingresos de Parroquia media. ¡Colaboremos, somos Parroquia! Tota pedra fa paret.

Casa Natalicia de san Jacinto Castañeda Sortearemos para Navidad una preciosa imagen del Niño Jesús con su impresionante cuna, todo el conjunto de madera de olivo, que pueden contemplar en sant Francesc. Donativos: 10+20+5+15+10+5= 65 euros. Tenemos: 510 euros. 25


Asuntos Parroquiales

Acontecimientos importantes

Fiesta de san Jacinto Castañeda Sábado 5 de noviembre a las 20:30 h. Bendición de dos nuevos paneles de cerámica de san Jacinto e inauguración de la primera planta restaurada de su Casa natalicia. Triduo: los días 4, 5 y 6 de noviembre. Fiesta externa el domingo 6, con Misa Abacial en sant Francesc a las 19:30 h. Fiesta litúrgica de san Jacinto el lunes 7, con volteo general de campanas y con misas solemnes en la Colegiata a las 10 h. y en sant Francesc a las 19 h. con veneración de la Reliquia de nuestro Santo en todas las Misas. Con motivo de la fiesta, el Semanario de la Diócesis Paraula ofrecerá el domingo 6 de noviembre una página entera dedicada a san Jacinto. Libro del Centenario Antes de Navidad saldrá a la luz el libro: La Colegiata de Xàtiva. Historia, Arte, Fe y Tesoros, cuyo autor es el Sr. Abad. Se trata de una edición de grandes dimensiones, con muchísimas fotografías y texto muy bien seleccionado. Es el libro recuerdo del Centenario. Su precio oscilará alrededor de los 30 euros. 26


Nuevas postales de la Seu Se han publicado 12 nuevas postales referentes a la Colegiata, su arte y su historia. Así la colección de postales publicadas llega a 72. Sería bueno poder adquirir, aunque sea poco a poco, toda la colección.

Pongamos el carillón del campanario en marcha El interés por poner en marcha el carillón se manifiesta con la colaboración económica. ¡Colabore con su donativo! Donativos: 25+10+5+10 = 50 euros. Tenemos: 420 euros.

DVD Documental: «Las raíces cristianas de Xàtiva» Este primer DVD está dedicado a las raíces cristianas de Xàtiva y forma parte del tema que estudiamos el curso pasado: el Bautismo. El DVD ha tenido gran éxito y muy buena aceptación. Su duración es de 20 minutos. Lo pueden adquirir en la Seu o en sant Francesc. En este segundo año del Triduo, el DVD está dedicado a la Evangelización en la Seu. Mostraremos nuestra actividad evangelizadora con los niños, jóvenes y adultos. Será presentado en la Semana Parroquial, finales de enero de 2012. 27


Asuntos Parroquiales Yo no quitaré

la Cruz

de ningún lugar público Pongamos un Crucifijo en nuestros lugares públicos, tiendas, despachos, fábricas, bares, peluquerías. ¡No tengamos miedo a nada ni a nadie! ¡Sólo Cristo!

Comienza la catequesis • Niños: jueves, a las 18 h. en la Casona parroquial. • Niños Juniors: sábado, a las 16 h., en la Casona, y Misa a las 18 h., en sant Francesc. • Confirmación: Centre sant Francesc: - Primer curso: viernes, a las 17:30 h. - Segundo curso: lunes, a las 17:30 h. • Jóvenes: viernes alternos a las 8 tarde en el Centre sant Francesc. • Adultos: Centre sant Francesc: jueves, a las 20 h.

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ESTO ES LO QUE HAY Con frecuencia oímos decir a algunos políticos del gobierno actual que son católicos, lo cual nos alegra. Pero no alegra tanto cuando actúan de manera contraria a lo que dicen creer, a la doctrina moral de la Iglesia Católica, por ejemplo en cuanto al aborto y a la eutanasia. El aborto, sea uno de derechas o de izquierdas, debe saber que es un crimen abominable, es matar a un ser inocente indefenso. Y en cuanto a la eutanasia, nadie puede determinar quién debe morir y quién debe vivir. A nadie se le da ese derecho. A los políticos tampoco. Es Dios el dueño de la vida. Nosotros, los católicos, debemos tener claros estos conceptos. Esas posturas son contrarias a la fe católica.

Fiesta de Todos los Santos Horario de misas de domingo.

Víspera a las 19:30 h. en sant Francesc.

Día 1, como en domingo.

Misa en el cementerio: 16:30 h.

Fieles Difuntos

10 h. En la Colegiata 19 h. En sant Francesc. 29


Asuntos Parroquiales

Agenda de noviembre MES DEDICADO A REZAR POR LOS DIFUNTOS

Día 1, martes. solemnidad de todos los santos. Día 2, miércoles. Conmemoración de los fieles difuntos. Día 3, jueves. Catequesis de Infancia. Nueva Evangelización – Adultos. Día 4, 5 y 6. triduo a san Jacinto Castañeda. Día 4, viernes. Confirmación primer curso. 20 h. reunión bautismal para padres y padrinos Día 5, sábado. Juniors con Misa a las 18 h. 20:30 h., bendición e inauguración de la primera planta de la Casa Natalicia de san Jacinto. Día 6, domingo. fiesta externa de san Jacinto. Misa Abacial a las 19:30 h. Día 7, lunes. fiesta de san Jacinto Castañeda. Día de su glorioso martirio. Volteo general de campanas y misas solemnes en la Colegiata y en sant Francesc. Con veneración de la Reliquia de nuestro Santo. Seguirá la Adoración Nocturna Día 8, 9 y 10. triduo al santísimo Cristo del Carmen. 30


Día 8, martes. 20 h. Oficina parroquial. Día 9, miércoles. Aniversario de la Dedicación de la Santa Iglesia Catedral de Roma, Iglesia Madre de la Cristiandad. En Xàtiva, fiesta del Santísimo Cristo del Carmen, con Misa solemne en la Seu a las 10 h. y en sant Francesc a las 19 h. Día 10, jueves. Catequesis de Infancia. A las 20 h. Nueva Evangelización – adultos. Día 11, viernes. Confirmación primer curso. 20 h. Reunión con jóvenes. Día 12, sábado. Juniors con Misa a las 18 h. Día 14, lunes. A las 17:30 h. Confirmación segundo curso. Día 15, martes. Quinto aniversario de la Dedicación de la Iglesia de sant Francesc. Misa solemne del aniversario. 20 h. Oficina parroquial Día 17, jueves. Catequesis de Infancia. A las 20 h. Nueva Evangelización – adultos Día 18, viernes. A las 17:30 h. Confirmación primer curso. En el Palau de l’Ardiaca, a las 20 h., reunión con los padres de los niños de Primera Comunión. Día 19, sábado. Movimiento Junior con Misa a las 18 h. en sant Francesc. Día 22, martes. A las 20 h., Oficina parroquial. 31


Asuntos Parroquiales Día 24, jueves. 18 h. Catequesis de Infancia. 20 h. Nueva Evangelización - adultos. Día 25, viernes. Confirmación primer curso. A las 19 h., Misa en sufragio de todos los fallecidos en la Parroquia desde noviembre de 2010 hasta hoy. A las 20 h., reunión de jóvenes. Día 26, sábado. Movimiento Junior, con Misa a las 18 h. Día 27, domingo. Primero de Adviento. Día 28, lunes. 17:30 h., Confirmación Segundo Curso. Día 29, martes. A las 20 h., Oficina parroquial Día 30, miércoles. Fiesta del Apóstol san Andrés. IMPORTANTE: Confesiones en la Colegiata todos los días de 10:30 h. a 11 de la mañana. En sant Francesc, todos los días 18:30 a 19 h. Adoración eucarística, todos los días, excepto sábado y domingo. Adoración Nocturna: el primer lunes de mes. Oficina parroquial, martes de 20 a 21 h. 32


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