SEMANARIO
8 • ESPECIAL
Domingo 4 de octubre de 2009
Alerta el Arzobispado
Engañan supuestos frailes con Misas y venta de cantos y rosarios
Abusando de la buena fe de muchas personas, de sus necesidades y la búsqueda de su salud, bienestar y otras situaciones, unos falsos franciscanos han venido timándolas con la celebración de supuestas misas, bautizos, bodas, confesiones, así como con la venta de rosarios y cantos para cada día, y hasta cobro del diezmo, calculado estrictamente sobre comprobantes de ingresos
Claudia Ortiz Aguilar
S
e trata de dos hombres, aunque podrían ser otros más, quienes ocupan una vivienda ubicada en la Calle Miguel Cabrera No. 69, Sector Hidalgo, en el Barrio de Santa Teresita, los cuales se presentan bajo los nombres de Fray Iván Emmanuel de la Cruz y Fray Gabriel Santiago de la Cruz, aunque el primero ostentó antes el nombre de Fray Iván Josué de la Cruz, y que fuera ya denunciado el 8 de julio de 1997 y posteriormente el 24 de agosto de 2001, a través de la Circular 38/2001, firmada por el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, en que advertía que este falso sacerdote ejercía actos propios del ministerio presbiteral, e incluso engañaba a párrocos, religiosas y catequistas.
Afinan sus técnicas Sin embargo, ahora, a ocho años de esa última Circular, varias personas han denunciado la presencia de estos vividores, quienes habitaban en el Barrio de San Andrés, del Sector Reforma, pero que en el mes de febrero se mudaron al tradicional Barrio de Santa Teresita. Fueron los mismos “creyentes” los que los ayudaron a mudarse, y ahora se explican el porqué, al dejar su casa en San Andrés, la gente ponía incienso a su paso y nadie se acercaba para despedir a los falsos “frailes”. De acuerdo a la descripción expuesta en la Circular de 2001, estos falsos sacerdotes han venido “mejorando” sus procedimientos con la intención de evitarse problemas, pues ahora ya no se acercan a párrocos, religiosas y catequistas, sino que se valen, más bien, de lo que ellos denominan “sus fieles”, para cometer sus actos ilícitos. Recientemente, Iván Emmanuel rechazó presentarse con el Párroco de ese barrio, con motivo del Novenario de Santa Teresita, argumentando que, como frailes, son “independientes”. Sin embargo, en el No. 678 del
Con engaños y acciones clandestinas, supuestos frailes celebran oficios de culto en lugares impropios y prohibidos por el Derecho Canónico que rige a la Iglesia Católica FOTO: Especial
Código de Derecho Canónico, que todos los fieles de la Iglesia Católica deben observar -advirtió el Vicario General de la Arquidiócesis de Guadalajara, Monseñor Ramiro Valdés Sánchez-, se establece que “Los religiosos están sujetos a la potestad de los Obispos, a quienes han de seguir, con piadosa sumisión y respeto, en aquello que se refiere a la cura de almas, al ejercicio público del culto divino y a otras obras de apostolado”.
Mal ejemplo Es más, estos pseudo-religiosos, que dicen profesar la fe católica, no cuentan con Licencias Ministeriales (permisos firmados por el Obispo para ejercer como
presbíteros), y no sólo no obedecen a su Pastor, sino que además se expresan mal del Arzobispo de Guadalajara; lo difaman y hasta a la Iglesia, de manera burda, pues aseguran que en la Catedral Metropolitana se celebran “misas negras”. Quien suele llamarse Fray Iván no da ejemplo de humildad y de unidad, sino que incita a la envidia y a hablar y a obrar mal en contra del prójimo, pues supuestamente hace “oración” para que sucedan desgracias a quienes están en su contra, y difunde, además, el contenido de sus “confesiones”. Rechaza las disposiciones establecidas por la Iglesia, que no permiten las celebraciones en otros lugares que no sean los consagrados, aprobando, por ejemplo, la verificación de un matrimonio en una
granja, para lo cual sólo era necesaria su autorización. A este respecto, el también Canónigo Ramiro Valdés mencionó que los matrimonios deben celebrarse en una iglesia parroquial o, con licencia del Obispo propio o del Párroco, en otro templo u oratorio, según se indica en el Canon No 1118.
Modus operandi Una familia cayó en la trampa de “Fray” Iván Emmanuel, luego de que, reunidos en oración con un enfermo, éste no volvió a enfermar. Así fue como se ganó su confianza, de tal manera que otros vecinos creyendo en los supuestos frailes, empezaron a reunirse para orar, luego para acudir