XV Domingo Ordinario, Ciclo C 13 de julio de 2025

Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
NO. 28
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
Arquidiócesis de Guadalajara, A.R.
Fundada el 4 de junio de 1930. Registro postal: IM14-0019 INDA-04-2007-103013575500-106
Es verdad que en la vida cristiana tengamos la tentación de creer que es muy difícil cumplir los mandamientos, y especialmente el mandamiento de la caridad; sin embargo, hoy se nos recuerda que los mandamientos “están muy a tu alcance para que puedas cumplirlos”.
Más que niños
En efecto, cuando nos ponemos en el papel del buen samaritano, nos
mueve a la imperiosa necesidad de ejercer la caridad con el que se encuentra en la indigencia o en un estado vulnerable; por supuesto que al verlo desde la óptica de este estado heroico nos resulta difícil poder actuar así, probablemente porque nuestra vida cristiana se encuentra en su infancia, donde todo nos parece demasiado grande y complicado. Empero, este grado de amor que se hace caridad es un
impulso que surge por la gracia de Dios por el Espíritu Santo que ha emanado desde nuestra vulnerabilidad; es decir, tal vez necesitamos descubrirnos como el hombre a la vera del camino que ha sufrido la humillación y el abuso de una humanidad que también, como nosotros, hemos perdido la consciencia de nuestra dignidad, de nuestra grandeza como hijos de Dios.
El verdadero samaritano
Alguien nos ha lastimado y nos ha arrojado allende del sendero, en la periferia de la sociedad, robándonos todo lo que teníamos, sepultados en el olvido. Sin embargo, ha pasado Cristo, medicina que nos ha limpiado y curado de nuestras heridas, y cargándonos en su hombros nos ha depositado al cuidado de las manos tiernas de nuestra Iglesia que nos ha restablecido en nuestra humanidad.
Esto es precisamente lo que nos mueve a la caridad.
La que nos mueve a tener ese amor que hemos recibido y nos desborda hacia el próximo, al que me encuentro en la vera del camino y que puede ser mi esposa, mis hijos, el vecino, el compañero del trabajo, y así con todos.
En esta fiesta dominical, Dios quiere curar nuestras heridas, levantarnos y conducirnos a este hospital de enfermos que es la Iglesia, para que, reestablecidos con la gracia de Dios, al pasar por los senderos de la vida de los demás, podamos colaborar con el proyecto del amor de Dios de recoger con inmensa caridad los fragmentos de una humanidad quebrada por los muchos ladrones que le han arrebatado su dignidad y le han quitado toda esperanza, para devolverlos a recuperar su grandeza que sólo Cristo puede devolver.
De pie
Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que puedan volver al buen camino, concede a cuantos se profesan como cristianos rechazar lo que sea contrario al nombre que llevan y cumplir lo que ese nombre significa. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Deuteronomio 30, 10-14
Sentados
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Escucha la voz del Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos y disposiciones escritos en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma. Estos mandamientos que te doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Ni tampoco están al otro lado del mar, de modo que pudieras objetar: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos los traiga, los escuchemos y podamos cumplirlos?’ Por el contrario, todos mis mandamientos están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 68
Sentados
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos.
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
Mírame enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu nombre, proclamaré tu gloria, agradecido.
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
Se alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado.
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
Ciertamente el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de sus siervos, quienes aman a Dios la habitarán.
R. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses 1, 15-20
Sentados
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.
Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz. Palabra de Dios.
DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R. Aleluya, aleluya
Tus palabras, Señor, son Espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37
EnEl doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?” Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a 2 De pie
aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has contestado bien; si haces eso, vivirás”.
un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso’.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?” El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de él”. Entonces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”. Palabra del Señor.
ÓN
De pie
Alimentados con los dones que hemos recibido, te suplicamos, Señor, que, participando frecuentemente de este sacramento, crezcan los efectos de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
“¿Oh
María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.
El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.
De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.
¡Oh, Madre amabilísima! Sostenme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo”. Amén
Gloria a Dios en el Cielo, y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos; al tercer día, resucitó de entre los muertos, subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
Padre, ¿son válidos los Sacramentos de los Sacerdotes de la Fraternidad
Sacerdotal San Pío X?
Hacetiempo un señor me preguntó: “Padre, ¿son válidos los Sacramentos de los Sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X? porque yo asistí a una de sus misas, pero un amigo me dijo que sus sacramentos no eran válidos; por eso quise preguntar”. Yo le respondí: “la respuesta a esta pregunta no es tan simple, porque la situación de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX) en relación con la Iglesia Católica es compleja. Para responder con precisión, hay que distinguir entre validez, licitud y legitimidad en la
celebración de la Misa y la recepción de la Comunión dentro de esta fraternidad”.
¿Cuál es la postura oficial de la Iglesia sobre la FSSPX?» La FSSPX no está en plena comunión con la Iglesia porque rechaza algunos puntos del Concilio Vaticano II y su aplicación.» No son formalmente cismáticos, no han sido excomulgados en su conjunto), pero su situación es irregular. » El Vaticano ha buscado la reconciliación con la FSSPX, permitiendo la validez de sus confesiones y matrimonios bajo ciertas condiciones, pero su situación no está plenamente resuelta.
CONCLUSIÓN:
»Si hay posibilidad de asistir a una Misa en plena comunión con
la Iglesia, es preferible hacerlo en la católica.
»Si se asiste ocasionalmente a una Misa de la FSSPX sin intención de rechazar la autoridad del Papa, no es necesariamente un acto cismático.
»Recibir la Comunión en la FSSPX no está expresamente prohibido, pero tampoco es lo más recomendable si hay otras opciones legítimas disponibles”. Hasta la próxima semana, si Dios quiere.
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