ita sacerdotes Nuestra Iglesia neces ental para la Misión Contin
T
odos los cristianos, por el hecho de haber sido bautizados, somos constituidos en discípulos y misioneros de Jesucristo. El Papa Benedicto XVI y nuestros pastores nos han recordado que en América Latina los bautizados tenemos necesidad de vivir nuestro cristianismo de modo auténtico, siendo discípulos y misioneros. Nuestro continente, si bien ya lleva más de cinco siglos desde que recibió el Evangelio, aún no ha calado hasta el fondo el mensaje de Jesús. Por eso tenemos que vivir una evangelización permanente. La Gran Misión Continental no es otra cosa sino el compromiso que cada católico tiene de vivir en conversión permanente, y al mismo tiempo el de anunciar a los otros con el testimonio alegre de que nos hemos encontrado
con Jesús, Camino, Verdad y Vida. Los sacerdotes están al servicio del sacerdocio común de los fieles, por eso el sacerdote es un don para la comunidad por la unción del Espíritu y por su especial unión con Cristo cabeza. En la medida en que los sacerdotes vivan unidos a Cristo, nos ayudarán a todos en esta Gran Misión. Ellos juegan un papel muy importante en esta obra de evangelización. Cerca ya de celebrar el día de nuestro Seminario, pidamos a Dios que nos conceda sacerdotes bien formados para la Gran Misión Continental.