los venideros -antologĂa poĂŠtica-
Surgente. Letras informales Año X. No. 16 / febrero, 2016 ISNN 1909-6895
ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ GOBIERNO, SEGURIDAD Y CONVIVENCIA Alcaldía Local de Usme Enrique Peñalosa Londoño Alcalde Mayor de Bogotá Leonardo Andrés Salgado Ramírez Alcalde Local de Usme Wilson Martin Castellanos Coordinador Escuelas Locales de Formación Artística Jorge Ariza Equipo Coordinador Rodolfo Celis Serrano Maestro formador Escuela de Literatura Johnny Álvaro Lozano Llerly Darlyn Guerrero Rodolfo Celis Serrano Comité Editorial
Surgente, letras informales es una revista alternativa de libre distribución. Las obras se atribuyen a sus autores. Prohibida su comercialización. Se permiten obras derivadas bajo la misma licencia o similar. -2-
Prólogo
La poesía no tiene casa. Va solitaria por la calle sin papeles de identidad, sin dinero, sin valijas. La poesía va por la vida como si nada le importara. Abierta de par en par a las abejas y a los colibríes. Los poetas, esos venideros, a veces confluyen en un mismo paisaje y la palabra se alegra. Los poetas a veces, cansados de fatigas, escriben. Y cuando esas voces se juntan, página a página, algo tal vez pueda ocurrir en el cosmos, todavía. La poesía no tiene casa, no tiene caso. Si acaso, exige un poco de espacio. Y no falta quien cree en ella y le abre la puerta y la invita a quedarse unos días y otras noches. Y, entonces, la poesía está ahora aquí, con las garras afiladas. El Editor
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Jerson José Hernández
Carpe Noctem A Dylan Thomas No busques excusas para cerrar los ojos la luz se ha ido pero tu fuerza permanece Aprovecha Aprovecha la noche Persigue con tu canto el fulgor de las estrellas lucha contra el cansancio Enderézate
No busques excusas para cerrar los ojos
Que tus palabras pueblen el vacío y suspendidas brillen como estrellas Aprovecha Aprovecha la noche
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Que de tus ojeras, hondas como platos la noche beba tu cansancio
No busques excusas para cerrar los ojos
Prepara tus labios para sostener el Universo Observa el firmamento mientras otros duermen Aprovecha Aprovecha la noche Rescata tu voz del silencio eterno Persiste Arriesga Amontona Aprovecha Aprovecha la noche
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Acaso La noche Abre tus manos como un par de alas que vuelen en un cielo de caricias Recibe entre ellas esta flor fresca abierta y oscura En sus pétalos profundos brillan las estrellas como chispas de rocío y vuelan las sombras de los pájaros del sueño La luna zumba entre las nubes como una abeja empapada de luz y los planetas cabecean Acaso la noche baste para perfumar tu alma con el incierto aroma que te viste de silencio
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como si durmieran
Canto Solar Tengo ganas de comerme el sol Morder despacio esa fruta picante suspendida del árbol brillante de la galaxia Desgarrar con maña su pulpa madura y paladearla entre dientes con mi ávara lengua de inmensidad Amaría embriagarme con el sabor de esa uva de fuego que perfuma de luz el Universo con la carne de ese durazno difícil que reposa en el vacío de terciopelo Tengo ganas de comerme el sol y despepitar esa naranja candente para plantar en el suelo las semillas de su inmortalidad
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Alabanza incompleta Celebro la pirotecnia estática de las estrellas La elegancia festiva en los vestidos de las nebulosas la efervescencia predecible de los cometas la cadencia lúgubre de las lunas de neptuno y la rosa caótica de saturno Canto a la lenta cacería de los ratones a la belleza encadenada de andrómeda al vértigo pasmoso de la vía láctea y al reflejo imprevisto de los agujeros negros. Amo las olas suaves y el eco del big bang los eclipses las galaxias elípticas la nebulosa oscura la corona solar las nubes de Magallanes los púlsares y las supernovas la rotación sincrónica los equinoccios Me alegra la compañía de Pioneer Mariner y Stardust de Rosetta, Explorer y Curiosity de Laika y Galileo Le agradezco a mis ojos ser testigos de la creación Espero ver con ellos la vastedad del vacío sentado en los anillos de saturno
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Laura Victoria Téllez ENTRE ESCOMBROS ¿Qué ruinas asfixiantes les quitaron el denuedo? ¿Qué voz les llamó al extravío? Mariposas cansadas de ausencia perdidas en el vuelo alas destellantes, luz de vanidades aletazos impávidos al viento Desgastante lluvia de cielos escondidos Lunas ensangrentadas Latido insoportable Imaginarios corazones rojo vivo Arriba no hay espacio granizan al azar de los caminos Luces cascabeleras anuncian su llegada Bellas del universo, ¡apiádense de mí! Solo encuentro lamentos fugaces Volar ciega aletarga mi abatimiento Llévenme sobre su lomo desesperado Viaje sin regreso Retorno sin salida Mi duelo es guerra de tiempo mis armas, besos y bombas Victoria es mi nombre en tierras incógnitas -9-
A MAR Románticas antigüedades labios de porcelana y versos sin reciclar Libertad ¡ya no te encuentro! Amor me ha encarcelado Vigas de acero soportan la tormenta La gracia del universo no puede salvarme Amor soñó una corona de rosas bordeándole el corazón anheló noches fingidas hervía en sufragios de sangre ¡No era suficiente! ¡No era suficiente! Ahora respiro más recuerdos que oxígeno Amor atravesó mundos y laberintos aniquilado pensaba la hecatombe ¡La nostalgia tardía le alcanzó! ¿Cómo deshacerse de esa llaga imprevista? Amor hecho a imagen de mi memoria que abre paso a la soberbia vegeta en el fango desgasta cada rinconcito limpio de mi cuerpo Amor fue abrir los ojos al viento y quemarse las pupilas Amor, fachada, cultivo alma que se agota
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SIN TI NADIE El cielo roto El pétalo marchito La angustia rompe mi ventana El frío entra sin alivio ¡No pienso, no amo, no alegro, no soy! En soledad sueño tinieblas familiares El reflejo insistente se repite ¡Lástima que olvide esos fantasmas sin rostro! ¿Cuidarán de mí? Nadie puede soportar el áncora del prójimo Si la gravedad no existiera se podría navegar siempre arriba sobre las olas perseverantes Sodio, sodio, sodio… resbala tranquilo Aun se permite llorar y reír, reír y llorar ¡Ven levedad de brisa! ¡Desándame! La gran nada nada hacia mí ¿Me darías tu mano?
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Daniel Fernando López
La poesía es un bicho raro La poesía es un bicho raro incómodo e incoloro que se alimenta de palabras y produce metáforas La poesía es un parásito necesario que vive a expensas de todas esas cosas que la vida, esa maestra demente, le da por enseñar Un bicho raro entre los bichos raros un adefesio de la estética que pocos entienden un garabato consentido en la cabeza de los ilusionistas de los alquimistas, de los sonámbulos La poesía sirve para lo que sirven los bichos raros Su funcionalidad es directamente proporcional a su rareza El mundo exterior intimida al bicho inefable de la poesía De otra parte el poeta también es un bicho raro Algo les ha pasado a él y a la poesía ¿Una yuxtaposición?
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Por la tarde A la Universidad de Cundinamarca Ahora es que aparece una mancha de pintura roja en el cielo, una mano de un desconocido que se aprieta cuando se despide, el silencio de nuestras sombras cuando por la tarde se abrazan silenciosamente a la tierra. Hay un comienzo de muchas historias en esa servilleta, en los ojos chuecos de esos perros de siempre, en el saludo frío de los desconocidos que se hicieron eternos amantes hace dos minutos. Hay señales de humo en el silencio de los pasillos, una territorial confabulación entre las aves del paraíso y las azaleas que siembra don Neftalí. Hay un grito amarrado a la puerta del baño, un adiós involuntario que rueda por ahí entre el viento de las cafeterías, un cosquilleo constante en la planta de mi pie izquierdo, una oruga durmiendo en las entrañas de mi alma, un miedo que se abraza a mi espalda ahí, cuando la tarde decide morir.
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Poema a destiempo Este poema trata de lazos puestos a prueba Una domesticación que deambula con dudas entre pasillos temblorosos de esta cabeza vadeada Trata del tiempo que nos toca Un ejercicio de la vida que nos comienza a retratar más viejos Y los huesos suenan diferente a otros tiempos Y el estómago estrena sonidos burbujeantes Y el corazón se desprende indolente de las promesas Y el sentimiento recurrente Es un vaso oscuro lleno de horas usadas Minutos gastados que amarran todos los recuerdos a un pedazo de melancolía que se parece mucho a este poema
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Momento Diez aĂąos atrĂĄs existieron estrellas de lata en mi cielo de metĂĄforas adolescentes Periplos divagantes entre la carne, el sudor y los gestos de esa mujer que hoy me ha saludado despectivamente en la calle
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Leidy Carolina Zapata
III Se observa lisa, suave, diminuta La ventana del alma inocente descubre su tez Los juegos incitan al fuego Momento de tacto dócil y blando Se observa lisa, suave, diminuta Marrón es la ventana carnosa su felicidad Descubre nuevos besos baja a Venus, incita alunizaciones Se observa lisa, suave, diminuta Ventana de terciopelo Ciclo de frambuesa Aroma que sangra Perros al asecho El tacto, el amor y el sexo Se observa lisa, suave, diminuta La ventana desastrada El lóbulo auricular receptivo El amor de estropajo La confianza caníbal Estrena la yema Luce los pechos
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Se observa lisa, suave, diminuta la ventana está abierta la casa desbordada de risa de llanto de preocupación Es la hora de las tempestades Se observa lisa, suave, diminuta La ventana decorada con luces regalos muñecos Reinventa su labor La creatividad despierta desazones Es el frío de la agonía que aúlla Y la ventana se cierra
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IV Quiero huir de tu mirada, escapar de tus manos, evadir las sábanas, caminar silenciosa sin que nadie diga... pero tu aroma se dilata en mis poros. La voz es el eco de la memoria. Mis pasos pequeños, en pulsadas inertes de lujuria, te siguen con descaro, sin la vergüenza de un silencio subterráneo... Quiero una sinceridad inocente, una pícara adultez en retirada, una mirada filial que me ampare en las noches paramunas. Desvísteme, del verano hasta el invierno, exponme desnuda al hielo seco, sepúltame bajo la arena punzante, oréame a la luna llena y al sol ardiente… Mírame desde el limbo tenebroso, háblame desde la nada azul, tócame sin el morbo de tu sexo, no me dudes, no me inventes. Sólo vuela mariposa desangelada, babosa caída...
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XI Los ingredientes se dosifican al gusto hasta obtener la mezcla perfecta carnal, voluptuosa, amorosa, sensual sensorial, visual, olfativa táctil, auditiva, gustativa, mundana refinada, gozadora, apasionada, deleitable grata, placentera, deliciosa, exquisita Cúbrete de coqueteos y galanterías Pisa suave, deja huella en la esencia Mira con belleza abre la puerta de tus ojos Enamora, emana aroma del cuerpo, del pelo, del pecho Acaricia la piel con suave martilleo A la mesa Suspiro entrecortado Suspiro continuo pero tembloroso Susurrante bebé que repite palabras quieta o silenciosa como si estuviera muerta ruidosa gritona Mordaza de pelo en la boca
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Carlos Alberto Martínez
Compañías ausentes Respiración de bandoneón pulsaciones de dos por cuatro hombros de atardecer cintura de baile cuerpo de tango Viajeras intergalácticas catalizadoras de sueños efímeros amantes de abrazos milongueros de trajes ausentes y tacones ajustados
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Poema a Jabe Moño ajustado trusa de colores zapatillas siderales violines y pianos Músicas que retumban en los recuerdos Imágenes sonoras que padecieron el capricho de los mares ancladas hasta reencontrar su rumbo Ráfagas indescriptibles vienen desde el Sur Sur que te conviertes en norte en destino Sur que detienes el tiempo y revives los sueños volátiles con tangos, valses y milongas
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Palabras de Horacio para Ferrer Las venusinas regresaron te sedujeron El mástil de tus palabras no soportó la fuerza de su hechizo y te llevaron a la vereda de tu mágico Astor Estuviste muerto en punto no sé si cuando dieron las seis pero moriste como mueren los que saben morir El motorrr de golondrinas funcionó tangamente y el ángel y la niña acompañaron tu partida
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Dennis Lizeth Martínez
I A lo que llaman éxito, me le atravieso le juego lo busco lo observo y le actúo Lo miro a la cara y sonrío me inquieta y me gusta Me seduce me cautiva me vulnera me transgrede me posee me impugna Existe porque existo Existo porque existe
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Automatismo Se maquilla y se alista... opera descansa opera descansa opera descansa opera almuerza prepara personajes ensaya opera descansa opera descansa ... Se cambia para salir
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Filiaciones En las tablas
las pasiones se confrontan se conflictan se exacerban
Gritan y lloran se hacen drama inducen la catarsis la confesiรณn Se revela la vida en la escena
Punto de giro
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Continuarรก...
Jeisson Camilo Hernández
Razón para callar N°1 Las palabras que te digo son mi carne Cada expresión es una parte mía Hablarte siempre es hablar de mí mismo A medida que un sonido se articula con otro conoces mis articulaciones ¿Es evidente este miedo a tus descubrimientos? ¿Qué soy yo? ¿Verás, acaso, la oscura soledad en el agujero donde ya no está mi corazón?
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Razón para callar N°4 Que pudiera ser la palabra no dicha tú crees que nada yo habito en ella Habito en el futuro que pudo ser y en el pasado que nunca será Potencia de todo Ese silencio... Por ese silencio vendería este infierno y compraría tu cielo Allí, donde todo puede ser yo en vez de la nada que he sido viviría sin fracasos Pero, miento si te digo que nunca estuve ahí por qué sin palabras te quise
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Para desistir Sí solo te hubiera conocido antes... Yo sé que es imposible, pero si te hubiera conocido antes: escuchar tu voz suave, ahora marchita; tus sueños confusos, que entonces eran reales. Si te hubiera conocido cuando creías en la gente y corrías por correr, sin temor a la caída. ¡Daría tanto por esa oportunidad! ¿Cómo te pagaron los que la tuvieron?, ¿fueron tus amigos?, ¿reíste con ellos hasta que tu llanto se equiparó con el dolor de su partida? Si te hubiera conocido antes, antes de las ilusiones que huelen a podrido, de los amores que saben a licor en pena y de las amistades que te desmembraron. Solo pido haberte conocido antes que el sol se deteriorara en tus ojos. Seguro no seríamos más felices, pero… si te hubiera conocido antes… hubiera hecho todo lo posible para sufrir a tu lado.
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Leidy Johanna Díaz
SOLEDAD Es cinco de febrero del año dos mil quince y estoy sola en mi nueva casa como una caracola diminuta temerosa Cuando el edifico duerme la siesta y las fábricas apagan sus motores solo me quedan mis pasos mi respiración mi voz Son tiempos de separaciones Cada vez menos personas Cada vez más yo Sin otros Sin dios Sin ti
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CAMBIO DE PIEL Contigo recorrí el camino poro a poro sembré mis luchas mis sueños adolescentes trasegué por senderos deshabitados peleé creí en el Ché y en Marx leí a Tolstoi y a Dostoievsky vi las películas de Bertolucci y Angelopoulos marché cada primero de mayo gritando las consignas soñé la utopía subí al atril empuñé mi mano y escribí panfletos Fui ingenuamente feliz pero feliz al fin y al cabo. Me queda el cansancio de los pasos andados los libros las novelas el cine Tú seguirás siendo tú cada mañana yo empezaré a ser otra a reinventar mis propias batallas
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CALMA Esta paz tan sosegada en la que habito presagia noches de insomnio fantasmas y frío Es tan fácil quedarse a solas en el calor de la mañana escucharse pensarse adularse creer que el azul permanece inmóvil sobre tu cara que amas la vida y te encuentras libre y apacible
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John Da’Silva
No nos preguntemos nada Sin explicaciones ¡Seamos YA!… Las hojas secas no están muertas Suenan crepitan después del peso del paso en el piso Café que fue verde Verde desvanecido arrastrado por el viento Sonajero del puente que atravesamos una vez y aun así no es el último suspiro El asesino vuelve al lugar del crimen (No siempre) Retorna al vacío ¿Será?
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Primeros encuentros Después de aquel primer beso Cambiamos impresiones a-boca-dos Uno + uno... + unos... Ditercta-mentes Quise volver a los lugares del pasado dialogar la pasión, renovar las miradas Figuras en una maqueta Afuera los transeúntes miran esta vitrina Rutina Reflejo de sus mentes malgastadas Alguien invisible –nuestra conciencia tal vezdisfruta cómodo, como dos silencios
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Absurdo Si nos damos be(r)sos debajo de un ĂĄrbol me quedo atrapado en las ramas Instantes en los que me vuelvo ligero tan ligero casi transparente Dulces sueĂąos o en su defecto una lengua de los Rolling Stones con sabor a galletas Criatura siseante, con piel de letras y pies de pĂĄgina
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Insomne aquí Pasada la medianoche algunos teléfonos deberían autodestruirse y el estímulo y la sensación y el deseo Mientras ignoramos la naturaleza del placer nos queda la cobardía Sistema correo de vos ¡Qué horribles palabras!
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Leidy Esperanza Umaña
Los venideros En míseras calles, en salas de parto, a orillas del camino, sobre una estera, en la ambulancia, donde quiera nazcan los hombres, deberían notificarles los años que tienen por vivir, sin informarles su causa de muerte (supongo que solo vivirían para evitarla). Posiblemente, sería la única manera de que se aferraran a la vida, con la pasión que esta exige, y sin detenerse en necedades. Aprehender la vida, abandonar la escuela, escudriñar la realidad, cuestionarla, cambiarla, desatender discursos, perseguir verdades. Al lastimarse, llorarían, reirían de idioteces, odiarían con la misma fuerza con que aman, perdonarían si les place, no olvidarían, nadie debería hacerlo. Gritarían sus miedos, sus fobias; caminarían sin afanes, sin prisa; pedirían un abrazo, un beso, un minuto de soledad, un cuerpo para recordar que no están solos. A esos hombres, quizá les dejarían vivir sus sentimientos, sin sobrevalorar la razón. Tal vez así podría hablarse de humanidad en vez de adiestramiento; de vida en vez de supervivencia. Tal vez, sólo tal vez, así sería posible la inocencia.
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Insomnio El insomnio llega sin deseos de marcharse. Debe ser placentero para él husmear en mi pensamiento. Remueve ideas desgastadas de tanto afilarse, reinventa rostros que creía olvidados, despierta preocupaciones acechantes, reanima ilusiones ignoradas, me proyecta en momentos confusos de los que salí en harapos. Su visita me molesta, es inoportuna. Retoza por la habitación hasta el alba. Maltrata mi cuerpo, rueca entre las sábanas. Macera mi cabeza con la idea de escribirte. No bastándole, antes de marcharse, deja la huella de sus celos en mi rostro. Realmente, es irritante. No creo estar dispuesta para su nueva visita. Mejor preparo café, lo espero con la luz encendida y empiezo a escribirte por cuenta mía.
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Restos Recuérdame atrapar el silencio, despojarlo de sus yertas manos negadas al alivio, obstinadas en la lejanía. Recuérdame desentrañar su mirada, arrancarle la careta indolente. Recuérdame desmentir sus hábitos, desdeñar sus rigurosas costumbres, inhóspitas al error, al fracaso. Recuérdame atrapar tu silencio, atarlo al abandono y quedarme con tus escombros.
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Blas Medina Los chapines de Maldoror Los zapatos usados tienen esencia Las suelas nos llevan al límite del mundo Los zapatos como el pulgar forjaron la civilización Hablan por sus dueños en este intruso orden de silencio Entes que piensan y se ocultan sigilosos en su labor ¿Quiénes son esos anónimos que recorren los años luz? ¿Quiénes los que arrastran esas viejas espuelas? ¿Quiénes los demonios que pregonan su dilatado mundo? El autor no concilia el sueño espera que Maldoror golpee tres veces a su puerta abrirla observar sus chapines y entender como los juglares de antaño que todos los que pisan el ancho orbe solo son humanos ¿Qué sería del poema sin la infamia del mundo?
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Los North Star viejos y cafés De pequeño vi a la muerte llevaba tenis North Star viejos y cafés Mis familiares la vieron antes muy contenta con su traje de bebé a la medida vestida así por mi hermana que no resistió el soplo elemental Yo la conocí en el ochenta y uno calzando sus tenis North Star viejos y cafés Era un cinco de enero alegre de paseo ribereño y -¡juro por dios!que vi a la muerte bailar tap con sus tenis North Star viejos y cafés Nadie me creyó la historia mamá acariciaba mi cabeza mientras la muerte me sonreía alternando su pantomima con sus tenis North Star viejos y cafés
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El sol encandilaba cuando llegó mi hermano mayor solitario y abatido con la mudez pasiva del siguiente lado entonces, sentí la ausencia de mi otro hermano el de los tenis North Star nuevos y cafés Ahora solo quiero danzar el tap de la muerte bajo el ritmo quejumbroso de este flanco calzando los tenis de mi hermano aquellos North Star nuevos y cafés
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¿Dónde están tus sandalias pequeña Villa? Te fuiste una noche de jueves y no entendí tu despedida Sonreíste con aquel brillo de ojos que he visto dos veces en mis años El secreto se desveló al guardar tu calzado en el fondo de un baúl empijamado por la tierra Ahora reposas encima de un hueco oscuro mientras la vida continúa Así Decidiste que las demás vidas fluyeran decidiste por siempre que The Reason sería tu canción favorita decidiste que noveno fuera tu último año de escuela decidiste olvidar tus amores furtivos decidiste abandonar tus osos de felpa decidiste que otros jugaran a ser estrellas decidiste encerrarte en una caja marrón decidiste gritar en la oscuridad decidiste irte sin decir adiós decidiste en tu despedida, la lluvia decidiste recorrer el mundo descalza porque con tus trece años tuviste más vida que cualquiera Decidiste, tú misma, colgar tus zapatos porque con tus trece años dedujiste que el alma mortal estaba contenida en la huella de tu calzado ¿Dónde están tus sandalias pequeña Villa? -42-
Mónica Tatiana Jara
I Poéticos enredos escribo Líquidas sensaciones brotan Una aguja que se hila a sí misma espina entre la piel Vínculo estrecho del tejido Horas de angustia Abstracciones inertes Cuerpo incauto Tiempo zurcido a la cuenta infinita Receta infalible para la memoria
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V SueĂąos fingidos me esconden Espera dolorida del final Figura evidente Cuerpos desnudos Tapetes anudados Los pasos alĂgeros de mi madre no alcanzan a salvarme Reviso con prontitud Los pliegues del vestido
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VI Al compás de una cándida criatura los juguetes se mueven perversos prolongan la angustia Juegos clandestinos en edad prematura Roces feroces entre el oso y la muñeca creatividad profana Los muñecos excitados ahora descansan Hago la tarea
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Índice 3. Prólogo Jerson José Hernández 4. Carpe noctem 6. Acaso la noche 7. Canto solar 8. Alabanza incompleta Laura Victoria Téllez 9. Entre escombros 10. A mar 11. Sin ti nadie Daniel Fernando López 12. La poesía es un bicho raro 13. Por la tarde 14. Poema a destiempo 15. Momento Leidy Carolina Zapata 16. III 18. IV 19. XI Carlos Alberto Martínez 20. Compañías ausentes 21. Poema a Jabe 22. Palabras de Horacio para Ferrer
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Dennis Lizeth Martínez 23. I 24. Automatismo 25. Filiaciones Jeisson Camilo Hernández 26. Razones para callar No. 1 27. Razones para callar No. 4 28. Para desistir Leidy Johanna Díaz 29. Soledad 30. Cambio de piel 31. Calma John Da’Silva 32. No nos preguntemos nada 33. Primeros encuentros 34. Absurdo 35. Insomne aquí Leidy Esperanza Umaña 36. Los venideros 37. Insomnio 38. Restos Blas Medina 39. Los chapines de Maldoror 40. Los North Star viejos y cafés 42. ¿Dónde están tus sandalias pequeña Villa? Mónica Tatiana Jara 43. I 44. V 45. VI -47-
Los venideros antología poética fue editada por el Colectivo Surgente en febrero de 2016. Esta publicación se compuso en caracteres Minion Pro de 12 puntos con un tiraje de 300 ejemplares de libre distribución. Bogotá, Colombia.
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