Karin F Pérez de Altieri Educar con el ejemplo
ormó su familia con Juan Ángel Altieri y tiene tres hijos, Giuliano, Giorgio y Tiziana. “Desde mi nota anterior, en el 2013, he tenido una gran satisfacción en lo personal. Mis dos hijos ya son profesionales y siento que aman lo que hacen, mi hija está por recibirse de arquitecta. Me siento sumamente feliz con sus logros”, describe Karin. Se dedica a la administración de inmuebles y, además de ello, le gusta brindar su tiempo a personas carenciadas o desprotegidas, orar por enfermos y acompañarlos a sobrellevar los momentos difíciles que están pasando, así como también a sus familias. “Me gusta colaborar de diferentes maneras, congregaciones religiosas que sobreviven y llevan a cabo muchos proyectos con nuestra ayuda, otorgándoles mayores esperanzas. Ayudar a la gente de la calle con un pequeño detalle, un abrigo, un regalo sorpresa, alimentos. Lo más importante de todo es hacerlo con afecto y amor”, relata. En sus momentos libres, le gusta estar rodeada de sus seres queridos (la familia y los amigos). “Emocionarme con buenas películas, escuchar música, viajar y, cuando el tiempo da, hacer ejercicios”, explica. De la materniadad destaca: “Desde niñas nos educaron para la trilogía doméstica, educadas para el hogar, el matrimonio y la maternidad, siendo esta última muy delicada, ya que como madres debemos transmitir a nuestros hijos valores y pautas que contribuyan a formarlos en su integridad. Lo que aprenden con el ejemplo y en casa es lo que se transmite de generación en generación”. Y una de las experiencias más lindas, que recuerda con dulzura y recomienda a todas las futuras madres, es: la importancia de la lactancia materna. “Además de los múltiples beneficios que da a nuestro recién nacido, el vínculo que crea entre madre e hijo es indescriptible. Esto beneficia también la salud física, mental y emocional de ambos, comprobado científicamente, y nos protege de múltiples enfermedades futuras. Es muy sacrificado, sobre todo en estos tiempos, pero, con un poco de organización y buena voluntad, se puede lograr y nunca se arrepentirán. El amor y el tiempo compartido no tienen precio”.