Ximena Ximena Ximena
Sariñana Sariñana Sariñana Santero y los muchachos
La Sra. Tomasa Éxtasis
Sold Out es una revista cultural descargable y gratuita sin pretensiones escrita y diseñada por personas enamoradas de canciones, párrafos literarios, fotografías, películas y toda clase de manifestaciones artísticas
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Qué necesario es volver al origen, y la de veces que entra en esa ecuación de forma irremediable el Café Libertad 8. En estos tiempos en los que se nos ha ido de las manos el tema de los cacharros y maquinitas varias, volver a escuchar una guitarra limpia, unos versos intensos, y poder palpar el silencio y la solemnidad de esos pequeños templos de la música, es lo más parecido a un lujo para muchos de nosotros, pobres en lo económico pero ricos en conocimiento y experiencias culturales. Siempre habrá un lugar especial para estas expresiones artísticas, las más directas y verdaderas, y que casi nadie sabe valorar en su justa medida. Nos cuentan que hay peña subiendo a la red canciones hechas con inteligencia artificial, y la gente no lo ve mal, es decir, no estamos saliendo a la calle ni estamos quemando ordenadores. ¡Tío, que lo dice la palabra, que es puto artificial, y todo lo artificial ha sido siempre una mierda! Tú, Manolo, que te tiñes la barba con Grecian 2000, que no entras a un chino ni por asomo, que te ríes de las marcas de los mercadillos rollo Adudas, Nique, Hombro, y que te cagas en las hamburguesas veganas porque te jode que tengan el aspecto de las de ternera madurada, tú, Manolo, ¿celebras la música artificial? ¿No será más bien, Manolo, que quieres hacer ver que eres muy moderno pero en realidad no tienes ni idea de lo que es la IA? Estoy convencido de que te jode que
Las noches de Insomnio.
Juanjo Ibáñez (Roca Editorial)
Parece que estamos abonados a Roca Editorial (ojalá), pero es que ligado a lo musical nos tienen in love Esta vez llega a nuestras manos este libro del periodista granadino
Juanjo Ibáñez, quien se encarga de construir un merecido homenaje emocional a una de las bandas indie rock más grandes de nuestro país, que estos días está despidiéndose de los escenarios tras treinta años de carrera. Sus himnos generacionales, su actitud para con las letras ligadas a la vida real, a lo social, y un sinfín de anécdotas y recuerdos, se dan cita en unas páginas que harán las delicias de todo fan de la banda de Juan Alberto, Andrés, Nani y Miguel, sin dejarnos a Alonso y a Toni, claro. Escrito entre abril y junio de este mismo año, el autor encuentra así la forma de agradecer a Niños Mutantes sus canciones y su complicidad a lo largo de tantos años, y para ello cuenta con los testimonios de los propios músicos, además de las palabras de periodistas, críticos musicales, productores y, en definitiva, un montón de amigos que no se querían perder una colabo tan especial, la última. Gran parte de sus fans fuimos conscientes de esta publicación inminente en una entrevista que Niños Mutantes concedieron a Angels Barceló en Hoy por hoy (Cadena SER), y desde entonces rezábamos para que llegase cuanto antes el libro a nuestra librería favorita del barrio. “Nunca olvidaremos esta noche”, Mutantes.
ya nadie más que tú tenga láser disc, y entonces quieres que todo se vaya al carajo porque nadie te entiende. Menos mal, volviendo al redil, que tenemos, entre otros, a Fabián y a Alfredo González, quienes juntos y por separado nos devuelven la paz de vez en cuando a golpe de acordes, de notas de piano y de versos que unas veces hablan de desamor, y otras tantas nos sirven incluso de guía para las pequeñas y grandes ciudades que han visto pasear sus canciones. Por una actuación así merece la pena madrugar y tomarse un vermú en silencio, alejados del ruido de las obras, de los claxons, de los gritos agónicos de los guiris ebrios y también, por qué no decirlo, del ruido que hay en nuestras cabezas, que es sin duda el más difícil de silenciar. No están siendo unas semanas fáciles, y más si nos lees desde el levante, a donde enviamos un porrón de abrazos, muchísimo ánimo y, por supuesto, un poco de silencio, un lujo tan necesario estos días y que tampoco se valora como debiera, entre desinformación, toxicidad, frikismo político y movidas lamentables inventadas precisamente por esa IA del demonio. Ojalá esta publicación, este 28 (siéntete libre de tararear a LODVG) sirva para entretener, y quien sabe si para conocer a la artista o banda que en unos meses o años se convierta en tu favorita. Así que venga, ponte un café y el Apenas de Fabián, y empieza a pasar paginitas.
LAS DIANAS
Ya decidiré mañana. Así, con claridad y con la concisión que merece la ocasión, titulan Las Dianas su segundo trabajo tras el inicial Lo que te pide el cuerpo (ambos editados por Casa Maracas). Si tuviésemos que hacer un balance general de este nuevo disco, sin hacer demasiados spoilers, te diremos que tiene mucho pop contagiado de punk, y que está lleno de momentos muy divertidos, sin dejar de lado la aparente inocencia y la rebeldía, el atrevimiento y la frustración tan propia de una generación agotada y con una rabia contenida difícil de definir. Es complicado, te diré, hacer un ranking de canciones favoritas (¡aunque hemos hecho el esfuerzo y las tenemos!), y es que el disco es un ejercicio sublime de estribillos y de cambios de ritmo que bien merece la pena escuchar del tirón una y otra vez. Por eso, en un número de la Sold Out tan granadino, que faltasen Las Dianas sería de cárcel. Me jode, uno de los grandes adelantos (lo pudi-
mos degustar ya a mediados de junio), es la primera lanza de este trabajo que empieza a full de distorsiones y un elenco de quejas (pocas nos parecen) lícitas y adictivas, que tardaron en componer apenas dos horas. No fue precisamete una mala decisión poner a continuación No quiero verte, poco más de dos minutos de pop de modernas, rendidos a un odio meditado, un hitazo nacido en México que pone la alfombra roja a una de las canciones del disco que mejor entra por el oído: Ya nunca me llamas es un buen ejemplo de canción que no consigue entrar en un primer disco y que, sin embargo, encuentra su sitio de una forma mucho más coherente entre un montón de canciones que nacieron mucho después. Incluirla ahora es un acierto descomunal, tanto como que exista la representativa Perdiendo el tiempo, de la que nos quedamos prendados del maravilloso punteo ligado a coros y estribillos doblados, en unos segundos maravillosos. ¡Si te la po-
nes con auriculares lo entenderás! Cierto es que es súper melódica (¡la que más!) la necesaria Síndrome del Impostor, pero Tu funeral es la pista tapada, rockera y más coreable del disco, y nos flipa muchísimo. Eso sí, puestos a experimentar, Sitio nuevo se lleva la palma a la rareza (en positivo) de este trabajo, abusando de sintes y con una batería juguetona y muy distinta a la del resto de canciones. Llegados a este punto, es hora de darse una Putivuelta y gestionar una ruptura de la mejor forma que podamos en unos minutos un poquito más limpios, pero conservando la intensidad instrumental que te embriaga cada vez más a cada minuto que pasa. Cierra el disco la canción que precisamente le da nombre, grabada en acústico y con menos escuchas de las que debiera. ¡Hay gente perdiéndose cosas! Mis 26 minutos de metro ya son vuestros. 4
Miguel Ángel, José Manuel y Soni son hoy unos muchachos pletóricos, felices de haber sacado ese disco en directo que toda banda de rock debe tener en su haber. Lo han hecho a lo grande, y precisamente por ello han sido más conscientes de las cosas que quizás no necesitaban y que hoy empiezan a ser importantes. En la Sold Out le damos la vuelta, y creemos que hay que ir muy sobrado para que nadie haya echado en falta hasta ahora un determinado juego de luces o una decoración específica. Las canciones de Santero y los Muchachos, su rock reposado y elegante, están a otro nivel. Ahora, gracias a Una noche en Les Arts, ya lo sabe todo el mundo, y eso teníamos que celebrarlo con ellos, cervezas mediante.
¿Qué tal estáis? ¿Liberados?
Estamos bien. ¡Estamos bien! Estamos felices de haber conseguido sacar un disco en directo y de poder hablar de él, y contentos en estos días de promo en Madrid. Felices de que, después de tres discos, hayamos podido llevar a cabo esta idea que consideramos como algo que, cuando haces música y ves la trayectoria de otras bandas, sabes que tienes que pasar por ahí. Algunas lo dejan para más tarde, y otros lo consiguen hacer antes, aunque
quizá en nuestro caso, hacerlo antes sería algo antinatural. Tras un segundo disco y un tercero, lo hemos dejado para el cuarto y creemos que nos ha quedado bien.
En qué momento surge ese “tío, grabemos el directo ahora”.
Le habíamos dado mil vueltas echando un ojo a esos acústicos de otras bandas. Llegamos a pensar en hacer algo parecido al Unplugged de Nirvana, es decir, grabar en un sitio íntimo donde la gente estuviese sentada, pero surgió lo de Les Arts y tomamos la decisión de hacer algo grande para lo que éramos nosotros en ese momento, para lo que somos todavía. Decidimos meternos en un jardín como este y llenarlo, y no parecía nada fácil.
¿Por qué Les Arts?
Pues porque nos dijeron: “tíos, hay una opción de hacer esto aquí”. y creímos que supondría subir unos cuantos escalones de golpe. Nos planteamos incluso actuar en Madrid y en Valencia, es decir, grabar los dos conciertos y luego elegir tracks de uno o de otro, pero finalmente concentramos todo en una sola fecha. Era más propicio de esta forma a la hora de publicar vídeos, por la escenografía, el lugar, el espacio, el envoltorio y el ámbito. Por otro lado, es
nuestra ciudad. Hemos conseguido ser un poco profetas en nuestra tierra.
¿Se ha grabado completo, del tirón?
Del concierto original se han quedado fuera varias canciones, que se unen a las que no se tocaron, como Dani Boy La Mañana asesina se tocó y tampoco entró. Venimos de hacer una gira muy larga donde teníamos un setlist más o menos fijo, así que añadimos algunas canciones, pero era una locura porque no entraban todas en el vinilo. Si hubiese vinilos más grandes, en plan tamaño paella… Al final fueron dos, pero el espacio es el que es.
Hablemos de los arreglos, si los hay. Musicalmente estaban los vientos, que solamente podemos llevar a algunos conciertos y pensamos que en esta ocasión era importante que estuviesen. Añadimos un percusionista por primera vez, porque para que la canción camine a nuestra manera lo consideramos como algo importante, y también fue el primer concierto en el que desarrollamos la escenografía. Hasta ahora nunca habíamos tenido un técnico de luces y nunca habíamos tenido un diseño de escenario. Estuvimos ideando las telas que cuelgan para darle un aspecto un poco más antiguo
en vez de proyectar vídeo y cosas así. Luego, a nivel técnico, teníamos al equipo que viene trabajando con nosotros habitualmente, tanto para grabar como a nivel de producción. Para grabar teníamos a Manuel Tomás, que es el que siempre ha estado con nosotros, y el que se ha encargado un poco de la mezcla y de colocar los micros donde tocaba. También teníamos a nuestro técnico de PEA, que es el de siempre también, Jorge Martí. Básicamente entre todos los que normalmente formamos el equipo, hemos hecho posible esto.
En cuanto a las colaboraciones, qué pasada lo de Luis Fercán.
A Luis lo conocimos porque nos dejó una guitarra en el Náutico. Nos hacía falta una y
nos dijeron “coge la de Luis, que dice que sin problema”, y salimos a tocar con ella. Al terminar nos preguntó dónde estaba su guitarra y ahí le pusimos cara. Ya luego nos enteramos de quién era de verdad y lo escuchamos. Con todas las colaboraciones fue un poco así, de casualidad. Luis nos pareció un tipo como nosotros, pero cuando escuchamos esa voz prodigiosa que tiene, le planteamos esto. No se lo esperaba y le hizo mucha ilusión. Nos contaba que viaja un montón, que se hace las giras en su furgoneta, no pilla hotel, y El tipo del espejo es un tema que habla mucho de eso, de no acomodarte en un lugar. Filosóficamente conectaba, ya no solo por hacerlo como lo hizo con la voz, sino que además representaba el personaje a la perfección. Eran razones de peso, era él.
Esos singles sin disco asignado han perdido la oportunidad de entrar en un LP posterior. Seguramente no entren en discos posteriores. Han tenido la oportunidad de estar en el disco en directo. Quizás si no hubiésemos hecho este doble, no hubiesen tenido opción de igual forma. Pero ya está, ya lo hemos hecho y quizás suceda más veces. Hay gente que saca más discos en directo. Luego otra historia es que el día que ya no estemos alguien hable de “remasterings”. Wilco tiene varios discos en directo, y hoy todo el mundo de repente tiene directos colgados en la red. A lo mejor no los han tratado con el mismo mimo que nosotros, ni en el sentido de la escenografía ni a nivel audio. Ojalá la carrera nos dé como para tener algún disco más así, pero con la sensación con la que escuchas un disco en directo de artistas que llevan toda la vida y que no parece que le hayan dedicado todo el tiempo que le hemos dedicado nosotros. Es decir, sin que nos acarree presión. Que nos digan “hoy se va a grabar este concierto”, o “oye, que le voy a dar al rec, afinémonos todos igual.”
Habéis incluido Ventura, que es por así decirlo con la que empezó todo. Cierto, aunque hubo un previo, hubo un EP antes de cuatro temas. Luego está Gusano, que es la canción que, no tanto a nivel compositivo pero sí a nivel producción, es la que menos tiene que ver con lo que luego ha sido Santero. Estaba en aquel EP, y tal cual estaba se metió en Ventura. Pero sí, Ventura es de las canciones que más escuchas tiene, que está en el primer disco, ¡y que tantas versiones ha tenido! Por eso decidimos hacer una versión más, porque además tiene tanta representación la letra que decidimos desnudarla y dejarla en ese estado, encima con la voz aterciopelada de Travis Birds...
Al final esa canción es el culmen de lo que parece que ha sido un homenaje para vosotros mismos.
Es una canción que tampoco es que nos represente estilísticamente o en el sonido. O sea, Ventura es una canción que ha funcionado por el mensaje, pero musicalmente no es lo que viene siendo nuestro rock reposado. Quizá Estamos bien tiene más que ver, o He de olvidarte. Al final abanderamos de alguna forma esa etiqueta, pero quien lee lo de rock reposado y luego escucha Ventura, igual se queda un poco tronado, al menos hasta que se ponga a escuchar otras canciones.
¿Y en general?
Ha sido un homenaje hacia nosotros mismos, hacia el público, y es en cierto modo el fin de una etapa. Es un “hasta aquí hemos llegado hasta ahora”. Ahora incluso nos planteamos trabajar con un productor, que es algo que no hemos hecho nunca. 8
Ahora entra en escena una gira que se llama igual que el disco. ¿La idea es mantener el concepto?
Eso sería lo ideal, pero depende de en qué salas, y de la logística… Lo estudiamos en Les Arts, que es una sala enorme, donde se hacen conciertos de cámara, donde prácticamente no se amplifica ningún instrumento porque tiene una acústica espectacular. Pero es un espacio de grandes dimensiones, con unos techos altísimos, y obviamente llevar eso a algunas salas no es fácil. Vamos a intentar aproximarnos lo máximo que podamos para acercar las sensaciones de aquel concierto en cada ciudad, pero evidentemente no va a ser lo mismo. Lo vestiremos parecido e intentarmos darle un poco ese toque.
¿En festivales esto es más fácil o más difícil?
Pues quizás en festivales es más fácil por las dimensiones, por el escenario. Lo complicado serán los tiempos que tienes de cambio de escenario, además del ruido, pero a nivel dimensiones… En una sala a lo mejor tienes siete metros de escenario, y en este concierto teníamos veinticinco. El Teatro Barceló es uno de los más grandes que vamos a hacer, pero luego te vas a Antzokia y es más pequeño todo, han ampliado la sala, pero no el escenario. En Les Arts teníamos cuatro tiros de cortina y eso es algo que no vamos a poder tener. Esa profundidad no la vamos a poder dar en las salas, porque normalmente si tienen para colgar, suele ser solo un truss. Pero bueno, intentaremos al menos tener algo que represente aquello. De hecho, en el cartel ya estamos llamando a cada ciudad “Una noche en…”. Luego también es cierto que nunca habíamos llevado iluminación.
Al final esto es un grupo de autogestión en el que vamos ganando poderes. Conforme más ganamos, más perdemos (risas). Es decir, nunca antes habíamos llevado a alguien que se encargase de eso. Simplemente no ocurría. Visualmente, Santero es lo que ocurre sin la magia de las luces. En ese sentido sí que queremos trabajarlo, ahora sí que queremos llevar apoyo. Esto cambia mucho las cosas, empezando porque no vamos a tener que hablar cuando haya un silencio.
Este disco, imagino, os da pie y margen para componer cosas nuevas. El que haya salido este disco y que en un momento dado se acabe la promo, sí que de alguna manera nos libera de un montón de cosas para ir al local a prestar atención a nuevas composiciones, y lo vamos a coger con ganas, además.
¿Es cierto eso que tal y como nacen las canciones, las grabáis? Componemos produciendo. Se graba una demo ya con un carácter. Por eso también tenemos nuestros miedos a ser producidos, porque nos cuesta mucho componer de manera estándar o plana, para que alguien llegue y se lo lleve a otro lado. Siempre va a estar ese carácter, esa forma nuestra de proceder, pero quizá tengamos que aprender también a dejar hacer. Es algo que tenemos pendiente.
¿Te imaginas que montas un festival para tus colegas en tu propia casa, y que la cosa se hace tan grande que tras varias ediciones tienes que irte a montarlo a la Independace e incluso pedir ayuda profesional? Esta es la historia de unas croquetas maravillosas y de una celebración diferente y divertida de la música emergente. ¡Y sí, sabemos que te ha entrado el hambre, así que ve a por tus deliciosas entradas, cara-almendra!
Empecemos por el principio: ellos son Sergio Ortiz, uno de los músicos fundadores de la banda Gorila Flo, y Beatriz Blanco en su versión (¡que es que tiene muchas!) de responsable de Mayrit Producciones. Los caminos de ambos se han cruzado, fruto del destino, para sacar adelante una nueva edición del Croquefest, el festival más original que os podáis llevar a la cara (y a la boca), y que se celebrará el 30 de noviembre en Independance Club Afirman que les empiezan a invadir los miedos y los agobios, sobre todo porque consideran que Madrid es un plaza especialmente dura para trabajar con artistas emergentes, pero cuentan al mismo tiempo con un cartel potente e interesante: a los ya citados Gorila Flo, se unen D’Baldomeros de Granada, Karlan de Murcia y una banda madrileña que está de estreno, Lavanda del patio Además, la tarde-noche tendrá ratitos de baile de mucho nivel gracias a Comtessa de Postre DJs y a Florida y Hermosso Los precios serán populares, con la entrada vendrá incluída una ración de croquetas, (sé que se te ha hecho larga esta columna hasta encontrar la información importante) y el dress code será todo lo animal print que podáis. ¿Que por qué croquetas y no... tortilla, por ejem-
plo? Pues porque como dice Sergio, “es el elemento que más llama la atención desde la primera edición, y además, ¡a todo el mundo le gustan las croquetas! Puede haber alguien que vaya muy muy muy perdido de la vida, y en ese caso, por favor, si no le gustan las croquetas, desconfiad”. Cierto es que este manjar tan de aquí se ha convertido en un nexo de unión. Puede que al principio la gente no se creyese que en un evento musical se fuesen a repartir croquetas, y eso es algo genuino. ¡No existe un festival en el que te las den con tu entrada! Sergio nos cuenta el origen de esta historia, siempre teniendo presente la evolución de un Croquefest que en su primera edición contó apenas con cincuenta personas, y aquel volumen permitía que la elaboración fuese casera. “Tengo que admitir que yo no sé hacerlas”, confirma nuestras sospechas un Sergio que entonces delegaba en su madre (¡Ay, las madres!). Ya el año pasado fue la sala la que se quiso hacer cargo de la seña de identidad del festival, hasta el punto de venirse arriba e incluso repartir perritos a posteriori (un perrito caliente siempre es bienvenido de madrugada, esto es así), pero no es algo que se plantee para esta edición. Dice Bea, en cambio, que en relación a las croquetas, tienen un as en la
manga que todavía no pueden desvelar, pero promete que van a estar de sobresaliente. Lo más importante para ellos este año es que no nos perdamos ninguna de las propuestas musicales del cartel. “No queremos que la gente vea a su grupo y después de vaya. La experiencia tiene que ser completa.” Bea confirma que no se van a publicar horarios de las actuaciones, aunque por producción ya se conozcan de manera interna. Un año antes, incluso se sortearon a primera hora. Por supuesto, esto anula la idea de que pueda haber cabezas de cartel. Todos los artistas son iguales, todos tienen el mismo valor, y así se les ha transmitido a ellos mismos para que lo tengan en cuenta y no filtren nada de lo que va a pasar en la Independance. La organización decidió además, en pro de la comodidad y de que los asistentes puedan estar al 100% todo el tiempo, incluso reducir un poquito el aforo. El agobio de hace un año en la Moby Dick es otro aprendizaje para hacer las cosas mejor. El cartel, por cierto, es 100% paritario, algo que se dio de forma natural, tal y como debería ser siempre, y que da otro punto de exclusividad al Croque. Bea y Sergio están acojonados, sí, pero la venta de entradas va a ritmo y por aquí ya contamos los días. Será una fiesta histórica.
¡Pero qué locura es esta! Carmen 113 se hicieron de rogar un poquito a la hora de salir al escenario de la Sala El Sol, pero lo que sucedió a partir de ese momento no tiene una explicación lógica ni sencilla. La mítica sala del centro de Madrid se convirtió en un mini-festival casi por inercia, con la peña entregada a unos himnos y a una forma de proceder en directo que alegran el día y el mes a cualquiera. Hay carácter, mucha garra, infinita diversión, compenetración total y un rollazo tan guay en vivo, que al final uno entiende que la enganchada que todos tenemos con los de Girona va mucho más allá de sus canciones. Ellos lo saben (¡algo habrán oído!) y se gustan, lo disfrutan y lo proyectan
Lo mejor de conciertos así de locos es que siempre te encuentras a muchos colegas del mundillo entre el público, ya que absolutamente nadie quiere perderse un show que va mucho más allá de seguir presentando un disco, DIVA, ya que representa un triunfo de los pequeños, de los que vienen de abajo buscando su sitio después de muchos años (¡más de veinte!) de currar, de tirar hacia delante confiando en tus canciones y en tu evolución como artista. Carmen 113 son un ejemplo de que nada es casualidad, y que los pequeños también se elevan hasta terminar montando fiestas apoteósicas.
EXTASIS
Visiblemente cansados pero con actitud de banda grande, el trío de moda barcelonés visitó Madrid tras liarla híper pardísima en la presentación de su primer disco de estudio, NO SÉ PK (Start Anew), en la Razzmatazz 2. Esa actuación supuso cumplir un sueño, y también asumir que ahora empieza lo serio: mantenerse, crecer y currrar como bestias para que esas sensaciones se repitan cuanto antes. Nos fuimos a tomar unas cañas al final del día junto a Gerard, Putxi y Álex en el madrileño Circo de las Tapas, para hablar de la forma más relajada posible de esta historia que un día llamaron Éxtasis. Bendito el día.
¿Cómo van esas cabecitas estos días?
Gerard: pues mira, salió el disco hace apenas dos semanas, y parece que han pasado cuatro años. Fue sacar el disco, afrontar el concierto de presentación y ponerse con la promo, y no hemos podido ni decir “¡ey, tio, que hemos sacado el disco!” No sé si la sensación debería ser la hostia, en plan “¡lo hemos hecho!”, pero nada de nada. De vez en cuando echo un ojo a las fotos de la Razzmatazz para recordarme a mí mismo que fue real. Eso y ver el vinilo una y otra vez. Son muchas cosas a la vez, y creo que cuando en unos días paremos y estemos en casa, ya podremos respirar y ser conscientes de esto, pero a día de hoy...
No debe ser fácil asimilar una Razz llena. Áex: fue brutal, porque es una sala a la que hemos ido muchas veces a ver a bandas míticas, en bolos petadísimos de peña, y de repente te ves a ti mismo en el escenario, con la gente cantando tus temas. No fue el típico concierto con mucha peña que está a su bola, estaban todos por el bolo, hasta el punto de que sabíamos que si dejábamos de cantar en cualquier momento, todos iban a cantar por nosotros.
G: todas las bandas tienen un bolo impac-
tante, que lo recuerdan como el que más, y nosotros a día de hoy confirmamos que es este con total seguridad. Meter a 700 personas en una sala en Barcelona es un “¿Qué está pasando?” Si estuviste en el Café la Palma, que eso ya fue...
A: a más pequeña escala, la sensación era la misma.
Putxi: pero fue flipante también lo de La Palma porque era en Madrid, era nuestra primera vez en la capital y el público ya en aquel momento estaba entregado. Nos sorprendía más que la cantidad, que también, la calidad de público.
G: nos sorprendimos un montón en Madrid, donde además no había sonado aún el disco, era una fecha complicada...
A: y la primera vez que vas a un sitio, vas un poco con miedo.
¿Volvéis a veces al comienzo de todo?
G: lo puedo comparar como algo que ha pasado a toda velocidad. ¿Sabes cuando empiezas a salir con alguien, quedas una o dos semanas y de un repente un día te dice, “tío, somos novios”? Pues fue un poco
así, en plan tú toca esto, yo esto y tú esto otro, de repente pandemia, se para todo, “¿Montamos una banda?”, y de repente estamos aquí sentados contigo.
P: recuerdo el primer bolo que hicimos, que yo hacía como dos meses que había empezado a tocar el teclado. Me sabía tres acordes, y era una putada cuando me cambiaban de tono.
A: hacía nada que habíamos aprendido a tocar algo, y ya nos lanzamos.
G: yo dominaba cuatro acordes, y tenía que ir moviendo el capo para cambiar la tonalidad porque no sabía hacerlo de otra forma. Fuimos unos sinvergüenzas desde el minuto cero.
P: encima íbamos con la actitud de que éramos los mejores. Es cierto que salir a tocar desde tan pronto a bares de nuestro pueblo, y hacerlo con nuestras canciones, es lo que ha hecho que nunca hayamos tenido miedo escénico. Y ahora, ya con nuestro primer disco, tenemos ya un recorrido en todo tipo de escenarios. Hemos pasado por todas las fases que una banda debe superar para crecer.
A partir de qué canción empezasteis a creer que esto podía funcionar.
G: con Ojitos marrones. En el Café la Palma acababa de salir y la gente la cantó nivel Dios. Flipamos. Esta canción es la que ha hecho un clic en la banda, y lo vemos cuando pasamos de que nos conozcan en nuestro entorno, a que el nombre de Éxtasis empiece a sonar a gente muy dispar que te puedes encontrar en Cazorla, en Manzanares, en el Sonorama, y que se está dejando la voz con una canción tuya.
A: empiezas a ver caras y dices “¡Hostia, que se la saben!”
NO SÉ PK no se podía grabar de cualquier manera. Hablemos de la producción.
G: yo tengo la suerte de llevar cinco años currando con Santos & Fluren. Me dedico a grabar discos, y curro en Blind Records,
que es la cuna del indie rock en este país. Llevo desde 2020 con ellos, currando día a día. Así que era lógico y natural que nuestro primer disco pasase por sus manos.
A: además, son algo así como una parte de la banda. Son productores pero nos vamos de birras con ellos, Gerard está todo el día allí con ellos, y nos acogen, nos dejan horas en el estudio para hacer lo que queramos.
P: han cogido en cierto modo este rol de padres: nos cuidan, nos protegen y nos asesoran en todo. Nos animan siempre a hacer las cosas bien, lentas pero seguras.
Supongo que esto puede explicar las colabos con artistas consolidados.
G: es justo por eso. Simplemente pasaban por allí. Les conoces en el estudio, conectas y se lo propones, pero claro, también les tiene que molar. Es un arma de doble filo, por mucho que puedas conocer a todo el mundo, si lo tuyo es mierda, la cosa no va a pasar de allí. Te metes al final la presión de que lo que enseñes a esta gente les tiene que sorprender. No va de sumarse a algo porque les podamos caer bien, de hecho incluso te puede restar.
A: hasta que llegó el momento en el que el proyecto parecía consolidarse con una idea clara, y teníamos canciones que nos convencían, Gerard tampoco tiró la caña. G: yo no decía nada a nadie, tío.
Qué pasa con la canción que da nombre a este primer trabajo.
G: esa canción es la más antigua de todas, aunque haya salido la última, Tiene una línea de producción similar a El rock o Tiburón, con ese pop rock enérgico de bandas de rock modernas, de hecho podría recordar a los primeros Pereza pero con detalles más de hoy en día. Nos gustaba por su energía, con ese “no sé por qué me sigue dando tiempo”. El título del disco fue idea de Putxi, y creo que cuando llegamos a esa parte de la canción, cantándola todos
a la vez, es muy el disco.
P: resume mucho lo que es, un disco que ha nacido porque teníamos unas canciones y ya. ¿Que por qué el disco? Pues no sé por qué, pero se dio así.
A: teníamos diez, y pensamos que eso tenía que ser directamente el disco. Y no se quedó nada fuera, es decir, como mucho publicamos alguna canción antes que no encajaba ya con la propuesta actual.
Por aquí hay seguidores hasta el extremo de Echar la vista atrás.
G: es de mis favoritas, y me gusta porque nos obliga a echar la vista atrás. Parece un trailer de nuestra vida, es decir, cuando recuerdas una relación, amorosa, de amistad, de curro, o incluso cuando ves fotos tuyas de hace cinco años, te pones tontorrón. Entonces piensas en cómo has avanzado al recordar cómo estabas entonces. Nace de ese sentimiento.
A: a nivel de significado, para mí es la letra del disco. Creo que me sucede con todas las canciones, pero en esta en concreto es
mucho más importante la letra, más que lo instrumental. Tiene de inicio pocos elementos, prioriza la letra con lo instrumental justo debajo acompañando un poco, y al final peta un poco más.
Tras el disco y la Razzmatazz, ¿qué viene ahora? Además de dormir, claro.
P: lo que vendrá primero será la gira, tanto en invierno como en primavera en salas (que empezamos en Madrid el 10 de enero dentro del Inverfest), y partir de ahí iremos a diferentes ciudades que todavía no podemos anunciar. Ya en verano estaremos en algunos festivales, y entre medias - porque así está montado estosacaremos algún single más.
G: el plan de verdad es ir la semana que viene al cine a ver Gladiator II. Tu plan y mi plan se resume en palomitas grandes, Coca-Cola y esa película. Después ya vendrá todo lo demás, pero esto es justo lo que necesitamos. Es mi plan de futuro.
¿No os pone nerviosos, de todos modos, todo lo que haréis post peli?
P: en realidad nos pone más nerviosos no hacerlo.
G: de todos modos, hay tantas cosas antes del verano... No sé ni qué va a pasar la semana que viene, pero solo deseamos que Dani, nuestro manager, cierre una gira enorme, y disfrutemos.
P: hay algo que es jodido, que es el hecho de tener que estar pensando todo el tiempo en lo que va a venir. Tienes que pensar a seis meses, a un año vista y también en las salas que tienes que cerrar pensando en si vas a crecer.
G: estamos hablando con la ofi, cerrando salas muy grandes, y parece una locura, pero es que la pretensión es crecer mucho y tienes que verlo con mucho margen.
P: de hecho, tuvimos ya una reunión sobre el cierre de la gira, y estamos cagados.
En el nombre de
Siloé
Todo el mundo habla de Siloé de un tiempo a esta parte, y tendrá mucho que ver en este sentido el curro constante que les ha llevado a quemar todas y cada una de las etapas que una banda que viene de abajo debe superar, también con críticas, también con alabanzas desmedidas, pero siempre con la sensación de estar dando pasitos por el camino correcto De abrir para todos los demás artistas en la presentación del Sonorama 2018 en Joy Eslava, o de abrir en plan colegas para Gotelé en la Siroco, de repente se apagan las luces, y unos focos tenues y tímidos alumbran hacia la palmera, hacia la barra central de La Riviera, donde se encuentra Fito Robles, con su guitarra y una armónica, interpretando La verdad para iniciar un concierto intenso, agradecido y muy serio, junto a su inseparable Xavi Road y el batería Jaco Betanzos No faltó ni una canción coreable, y en esa ecuación no podía faltar tampoco
Reza por mí, la última en llegar y que fue celebrada como la que más Fueron más de dos mil personas las que acudieron a la llamada, a la señal grabada en esa cruz de neón, algo que todavía quita el sueño a una formación que siempre se imaginó en una sala así, con tanta gente cantando sus canciones, tal y como experimentaban muchas formaciones que admiran Revisad vuestra agenda, porque visitarán vuestras ciudades en las próximas semanas con su gira eterna. Cerrad los ojos e id con Siloé.
siloé en noviembre estará en barcelona, zaragoza, guadalajara, alicante, vigo y a coruña
Hacía mucho tiempo que no nos invadía una sensación de responsabilidad tan grande a la hora de hablar de un disco, y es que el respeto que genera cada escucha de estas diez canciones que nacen del fuego, de dejarse llevar por la caída, de acomodarse en ese final convertido en nuevo comienzo por pura inercia, es inmenso. La artista cordobesa se libera al fin, saliendo de entre las sombras para regalarnos (y regalarse, por qué no decirlo) un disco del que no ha necesitado adelantar sencillos ni tirar de las manidas colaboraciones para tener en vilo a sus fans de siempre y a los que se unen a la causa ahora. “Puede que al final tengamos que dejarnos caer”, decía Iván Ferreiro en En el Alambre, la primera mecha, la más reveladora, que empezó a quemar este disco tal y como ahora hacemos todos los demás. Aquí se dan cita un elenco importante de sentimientos en procesión que lidera ese dragón, ese Ignis que parece avisar de una resurrección, la de una Vega relajada, tranquila, que ha aceptado su caída a los abismos y solo piensa en la for-
QUE ARDA LO MALO
ma de volver a resurgir, en este particular eterno retorno. Este trabajo dura algo más de 43 minutos, muy en la media de Vega pero no tanto en la de los discos de hoy en día, por tanto es de agradecer, y más cuando para hacer realidad estas canciones ha contado con artistazos como Ricky Falkner, Dani Ferrer, Xavi Mole, Víctor Valiente, David Soler y Angie Sánchez. ¡Cuantos más minutos, mejor! El disco se grabó en La Casa Murada, mezclado por Jordi Mora y masterizado por Ángel Molina, y ya hechas las presentaciones, nos centramos en las composiciones, currazo íntegramente de Vega, que las ha convertido en cerillas hasta que muten en otra cosa nada más echen a volar. Si los árboles bailan inicia la marcha entre un oscuro folclore bajo las reflexiones de quien se reconoce, de quien se sabe fuerte y no necesita ni pies para avanzar. Una voz que susurra, que parece volver a encenderse, también puede imponer, para luego suavizarse y fluir en Incondicional, una de las canciones más pop del disco, con detalles electrónicos deliciosos en la parte final, tratando de enfocar una despedida desde el reencuentro futuro, sin duda de otra forma, en otro espacio, pero con los sentimientos intactos, a flor de piel. En De otro planeta entran en juego los miedos y lo injusto de que este lugar no esté a la altura de nuestros seres queridos, de a quien
amamos, y ya en este punto empezamos a ser conscientes de los muchos detalles blues y folk que invaden el disco. Leviatán es otro punto de inflexión, mirando al mal a los ojos y sonriéndole para acabar con él, y a continuación ponernos a silbar, dejando claro a todos en Crisantemos que no formamos parte de esa farsa ególatra que camina en dirección contraria a la nuestra. Cristal Oscuro es de las pistas más emocionales por cómo crece en lo instrumental, por cómo la voz se va armando de valor, por esos versos que parecen construirse a sí mismos sobre la marcha. Qué pasada esto, Vega, que sin piedad nos bajas a la tierra a los pocos segundos para empezar de cero entre las notas de piano de Boston Si buscábamos un momento para pedir un trago y sentirnos en un bar de carretera, éste es, justo antes del virtuosismo de Niña descalza, una canción tan llena de matices que no bastan todas las escuchas que puedas imaginar para hacerte con todos. Las ganas de vivir desde la inocencia vencen sobre el fuego, sobre la destrucción, y se hacen fuertes en Litio y alquitran, más fresca y abierta, de nuevo más pop. Vega se une finalmente al trago en Dispárame esta canción para contarnos quién fue, en una de sus muchas e interesantes versiones. Hoy es fruto en esa tierra que volverá a quemar algún día, y eso está bien.
Carlos Ares
Si hace dos mil años, Jesucristo tenía una marea de fieles que le seguía allá donde se disponía a difundir su palabra, en este siglo, Carlos Ares, ungido por un público que corea su nombre tras cada canción, puede estar seguro de estar rodeado de un público que le va a llevar muy lejos, casi tan lejos como las canciones de "Peregrino" Este trabajo, un disco que el gallego ha cocinado a fuego lento, supone una reinvención y un redescubrimiento Y para gran descubrimiento de la noche, esa banda que bien podría ser la protagonista de un festival de verano en algún pueblo de Noruega o de una Nochevieja irlandesa. Violines, guitarras desgarradas, teclados, sutiles (y no tan sutiles) percusiones y la energía sobrecogedora de quienes están seguros de que van a convencer con su propuesta. A mitad de concierto, cae la luz, y Ares se queda solo, demostrando que sus letras son algo más que vivencias, son poemas sonoros que no necesitan más adornos que una voz que les dé vida No hay nada superfluo en la propuesta folk de este artista de profundos ojos azules que transmiten una calma profunda, pero cargada de una emoción oculta, una combinación de paisajes gélidos que dan paso a un hogar acogedor lleno de resonancias emocionales
La Sala Cool a reventar (y solo era la primera cita de las dos que Carlos tenía en Madrid durante el fin de semana) ha sido testigo, esta vez, de una lírica con una profunda carga emotiva, ¡cómo para no conectar con las canciones! Estamos seguros de que esta puesta de largo será el comienzo de un peregrinaje por salas y ciudades en el que los ladeptos no van a dejar de crecer
LA SRA. TOMASA
Un cuarto álbum convertido en un cuaderno de viaje casi infinito para celebrar una década al pie del cañón. Todo el mundo habla estos días de La Sra. Tomasa, de 1040 y de una fusión de géneros que en esta ocasión va más allá de lo habitual, cargándose todas las fronteras posibles y adquiriendo con ello una serie de experiencias inolvidables que nos han contado en su reciente visita a Madrid.
Cómo se lleva la salida de un disco así.
Pau L: está yendo todo muy bien, de hecho este es el lanzamiento que mejor o más rápido está funcionando en números. Pablo D: y con respecto a la gente también muy bien. Solo nos dicen cosas buenas. PL: es curioso porque incluso colegas que nunca han dicho nada de nuestra música y rara vez opinan nos han dicho eso de “ojo este disco, ¿no?”. Algo habremos hecho bien.
¿Por qué creéis que se generan estas reacciones en esta ocasión?
PD: puede que sea por lo que hemos aprendido por el camino a nivel estilístico, y el hecho de que hemos cambiado la forma de hacer las cosas. Lo hemos hecho todo nosotros, de cero a cien, y eso también nos hace estar más satisfechos. Somos más nosotros. Antes nuestras canciones pasaban por otras manos, y el resultado era bueno igual, pero a lo mejor era demasiado retocado.
PL: perdíamos el alma de las canciones en el paso de la producción, con un productor de fuera. A nivel musical todo sonaba mejor, es-
taba todo más empacado... Pero no era nuestra producción.
PD: lo hemos hecho mejor, y hemos tenido más tiempo. La experiencia es un grado y eso ayuda porque sabes ya lo que no quieres.
La aventura empieza en 2021, y esto es un viaje con todas las letras.
PL: exacto, el disco es un diario de viaje en realidad. La diferencia con un viaje normal es que en vez de llevarnos souvenirs y fotografías de los sitios, nos llevamos samplers. Al llegar a Barcelona hicimos un álbum con esos samplers... y ahora estamos haciendo el pase de diapositivas (risas).
Esas pistas de poquitos segundos entre las canciones son la clave, imagino.
PL: intentamos hacer pedagogía con nuestro público para que lo escuchen entero. Es un trabajo que detiene más que entretener, que es algo que no sucede en los discos de hoy en día, que son solo mero entretenimiento.
PD: si es que podemos hablar de discos en esos casos, porque normalmente son singles sueltos, y después de lanzar nueve o diez, un día dices “ey, esto es un disco”. Aquí hay una intención, un concepto de obra, creo que coherente de principio a fin
PL: esos cortes eran importantísimos para el storytelling del disco. Hay algunos audios que son de vídeos hechos con el móvil. Los hemos limpiado lo máximo posible para poder integrarlos bien, pero no hay nada de estudio ni nada parecido.
PD: le da ese ruido, es como ese ruido de una fotografía analógica.
PL: en uno de los interludios se puede escuchar una flauta de un colombiano en Brooklin. Estábamos de fiesta y al salir de un sitio empezó a tocar y al momento nos dijimos “oye, graba esto, que mola que te cagas”. Y eso se convirtió luego en el leitmotiv de una de las canciones.
PD: de Bébeme agua. Es el sampler del principio y luego se desarrolla la canción.
Son 1040 días de dejaros llevar, sin saber qué folclore os ibais a encontrar.
PL: la idea era clara: aunar el folclore de allá donde vayamos con nuestra electrónica y nuestra manera de componer. El nombre es lo último que hemos elegido, claro. Cuando supimos que la fecha de salida iba a ser el 11 de octubre, ya pudimos saber cuántos días son. El número al final es lo de menos, han cuadrado 1040 días, y nos parecía muy bonito explicarlo así. Como curiosidad en este sentido, los interludios llevan el número, el nombre del sitio y el día en el que se grabaron esos samplers.
La composición y producción se hizo toda a posteriori, nada sobre la marcha. PD: no hay una fórmula secreta para sacar temas, y unos salen más rápido que otros. La idea en primer lugar era crear una biblioteca de samplers propia, sin hacer eso de ir a internet a por ellos. Entonces, como hicimos grabaciones de tantos instrumentos, eso le
terminó dando un toque muy especial. Es a la vuelta cuando abres esa biblioteca, te pones a trabajar, y todo lo que te ha llegado, lo que se ha macerado dentro de ti, lo sacas.
PL: hay muchas letras que sí compusimos en el camino, pero todo se empaquetó cuando volvimos a Barcelona.
Esto es un homenaje en toda regla.
PL: es el disco que desde el inicio nosotros hubiéramos querido hacer. Cuando empezábamos con el grupo siempre hablábamos de viajar, del folclore, de la electrónica, de toda esa mezcla, pero claro, éramos niños de veinte años de una banda que acababa de nacer. No había esa posibilidad de hacer giras por el mundo. Tras diez años de trabajar en España y en Europa, se dio la oportunidad de viajar fuera, a Asia, a Latinoamérica, a Estados Unidos, y cuando vimos que la gira nos iba a llevar por allí, supimos que era el momento de hacer por fin este disco.
Por aquí somos fans del todo, aunque nos mola mucho Mundo y ese Vietnam.
PD: a mí me gusta mucho tocarla, pero no tanto escucharla.
PL: a mí es justo al contrario. Es una canción que, al volver de Vietnam, salió muy rápido su música, y a partir de ahí hemos hecho treinta mil intentos de letras y melodías, pero no entraba nada, no lo conseguíamos. Llegamos a plantear que esa base quizás no entrase, pero al mismo tiempo nos convencía a todos por su sonoridad.
PD: pensamos en ponerla sola incluso.
PL: pero un día llegó Alberto, nuestro bajista, con una letra y una melodía increíble. De repente la canción se puso la primera en cuanto a los estados de las canciones.
PD: las puntuamos por números, en plan “esta es un seis, esta es un siete, etc” y vamos como avanzando. “¡Estos cuatros hay que convertirlos en ochos pero ya!”
PL: a la hora de crear, cuando es un diez está terminada, cuando es un cinco es la maqueta la que está terminada. Mundo era un cuatro y no podía pasar a cinco sin la letra.
PD: esto está bien para dejar descansar los temas, porque se diluye todo el esfuerzo si te tiras muchos días dándole vueltas a uno.
PL: es la primera vez que trabajamos con tanto tiempo, y entonces este tipo de cosas nos las podíamos permitir.
Qué tema diriais que os mola más.
PL: Pablo es quien canta Alegría en rojo y El cuadradito, y me quedo con esas.
PD: no sabría decir, Camino me gusta mucho, creo que ejemplifica mucho el disco; Bébeme agua también me gusta, porque de algún modo conecta a La Sra. Tomasa antigua con la nueva de una manera muy orgánica y natural.
PL: yo tengo esa percepción con Mundo
PD: es normal porque La Sra. Tomasa tiene siete caras, que somos los siete integrantes.
Habladnos de Vive en ti, ese ‘último’ viaje.
PL: es el tema que obviamente a nivel estilístico más fuera del disco está. Estuvimos a punto de no inlcuirla por eso, y es que nunca habíamos publicado nada que no tuviese un mínimo electrónica
PD: es folclore mexicano con una letra nuestra, compuesto por unos mariachis. PL: se grabó en Mexico en la primera semana de viaje, fue algo muy real, una vivencia muy para el disco, y la teníamos que mantener porque la historia lo necesitaba. Quedó muy bonito, y no sé si lo vamos a tocar en directo, pero para el disco estaba bien.
Ahora que lo dices, el directo debería ser con muchos músicos de todas partes. PD: lo hemos adaptado a los siete que somos, y creo que dará un nivel superior a lo que hay en el disco. Somos de esas bandas
que el disco está bien, pero el directo está mejor. Este directo será muy potente, muy redondo, y no va a dejar a nadie indiferente porque te metes dentro.
Los conciertos están ahí. Y Valencia. PL: había en formas de proceder, que era anular e irnos a ayudar igualmente, o hacer caso a toda esa gente valenciana que nos decía que también necesitan esos espacios de ocio, pasarlo bien, bailar y olvidarse un poco de lo que ha pasado. Al final hemos decidido seguir adelante con el concierto tras reflexionarlo mucho. Venimos de actuar en Barcelona dentro del SOM València, que es una pasada lo rápido que se organizó eso. Me da miedo que aparezcan los mangantes como sucedió en La Palma, donde muchos siguen viviendo en contenedores. Muy bien por los artistas.
COLECTIVO PANAMERA
Cuando dicen eso de que la música es celebración, lo dicen sin duda porque han visto en vivo a Colectivo Panamera. Nacho, Pepe y la banda al completo hicieron las delicias de una Riviera que bailó, sonrió y se divirtió todo lo que pudo y más entre clásicos como El arenal, Tienes flow o Te llevo dentro, además de presentar en sociedad nuevas canciones que son himnos casi desde que nacieron, como la celebrada Niña Caipiriña Esa atmósfera latina tan de ellos, tan Panamera, invadió una a una las almas de un público entregadísimo, dando a entender que hay algo grande dentro de esas canciones, dentro de la proyección de una banda de largo recorrido que ya se merecía una noche así
Fue un show extenso porque había que hacer un merecido recorrido por toda la discografía de la banda, y contaban además para ello con colaboraciones de lujo que ya lo fueron en sus respectivas grabaciones: Anita Gabay en Tinta roja, Ciudad Jara en Hace días, Luis Fercán en Las grietas del tiempo y Mr Kilombo en El huracán La guinda en este sentido la pusieron Santero y los muchachos, que salieron al escenario para acompañar a Colectivo Panamera en La Carretera, en unos minutos irrepetibles que el respetable no terminaba de creerse En los créditos destaca el conciertazo al teclado de Alberto Vela, y el de Adri Cheriff a la batería La banda decía: “A veces hay noches que se quedan en la piel, y La Riviera fue una de esas.”
Niños Mutantes
No nos gustan las despedidas, y más cuando se trata de una banda generacional imprescindible como Niños Mutantes, que han marcado como pocas a los amantes del rock e indie en español, y han inspirado a infinidad de músicos para lanzarse a hacer música, que es de las cosas más valiosas que una banda puede conseguir. Atrás quedan para siempre esos treinta años en los que por encima de todo se mantiene una amistad súper currada e inquebrantable, adornada con muchísimas anécdotas y un chorro inagotable de grandes canciones que hoy suenan en nuestra redacción itinerante, entre la nostalgia de esta pérdida y el alivio de saber que dichas composiciones, que esos estribillos que hemos cantado tantas veces a pleno pulmón, permanecerán, estarán ahí para siempre Quedan ya poquitas fechas en las que despedirse, y todas son en Granada Por ello, la emoción de Juan Alberto, Nani, Andrés y Migue va irremediablemente en aumento, dentro de esta dinámica de decir adios en las salas, que para ellos es donde mejor se comparte la música, tan directa, tan cara a cara Seremos siempre errantes, por mucho que todo cambie, por difícil que sea todo, y por mucho que nos favorezca estar calladas. Nuestras noches de insomnio serán vuestras, y nadie os amará como nosotros.
XIMENA SARIÑANA
Paseábamos por la madrileña Calle del Pez cuando nos topamos doblando la esquina con una actuación en vivo en formato trío y con una voz que nos hizo prestar incluso más atención. Ella era Ximena Sariñana, quien se vino a nuestro país para promocionar, entre otras cosas, su EP Ojos Diamante, además de Chispa Roja, un sencillo recién publicado que nos tiene como motos por la oficina. Aprovechamos una pausa de su equipo técnico para charlar con ella un ratito súper gratificante.
Qué tal tu estancia en nuestro país. Ha sido muy linda esta semana, teníamos muchas ganas de volver porque no habíamos podido promocionar aquí ningún lanzamiento desde hace ya tiempo (desde 2019), entonces estábamos muy ansiosos de volver para recuperar todo ese trabajo que ya habíamos hecho antes. Me parece además que es un buen momento, porque estamos ahorita empezando a sacar mucha música nueva, estamos agarrando ese vuelito natural que tiene el inicio de un proyecto grande, entonces estoy contenta, muy emocionada con eso, y siento que la respuesta tanto de la gente en el BIME como la de los medios, y todo lo que pudimos estar haciendo de promo acá es una muy buena agenda, un buen balance.
En el BIME la gente ni pestañeaba en tu concierto en el Café Antzokia. Desde arriba era una cosa muy extraña,
porque veníamos llegando de México, entonces traíamos jet lag, nos estábamos situando, pero la verdad es que fue increíble poder hacerlo así y sobre todo haber sobrevivido a la experiencia. La sala es súper linda, me encantó, y fue bonito poder traer a España algo de lo que estamos haciendo, de lo que estamos trabajando, para que la gente pueda tener una pequeña probada de este proyecto.
Ojos Diamante parecería una nueva era: en lo musical es un nuevo comienzo, con ese punto electrónico. Creo que son muy buenas canciones, y que resaltan un estilo, mi manera de escribir, que se va más hacia el mundo de la música electrónica y que tiene un sentido de ser. Lo siento como lo que es, un primer capítulo, porque así lo planeamos: publicar distintos EPs, colecciones de canciones que son universos completamente distintos el uno del otro. Ahora tocaba sacar este primer episodio, por así decirlo, para construir esa primera narrativa, y luego vendrán más. Yo estoy pensando más bien en que tengo el espectro completo de lo que es la obra, y me parece que estamos logrando lo que queremos con cada una de las facetas de esta idea.
La temática del EP va un poco de eso, de volver a empezar. El EP visualmente lo veo como una especie de capa de hielo que se empieza a romper
por debajo. Ubicas ese sonido que tienen los icebergs cuando se empiezan a romper, o esas capas de hielo antes de que se rompa un gran pedazo de hielo de algún glaciar. Es como me lo imagino, ese ruido que se empieza a generar por dentro, y eso era lo que queríamos, de eso va todo el primer EP.
En los créditos es mención obligada Carla Morrison, Alejandro Jiménez, Mike Muñoz, Gio Fernández...
Me gusta mucho colaborar con distintas personas, sobre todo creo que lo que rigió esta nueva etapa fue trabajar con personas que quieren trabajar conmigo. Que nada ni nadie se sintiera forzado. En la canción que hicimos con Carla, yo tenía muchas ganas de trabajar con ella, había esa reconexión tan nuestra, habíamos cantado juntas varias veces en sus conciertos y en los míos, y entonces fue algo muy natural: ¡vamos a juntarnos a escribir, y a ver qué pasa! En el caso de los dos grandes productores como Mike y Gio, los conocí en un song camp en Nashville trabajando para otros artistas, y hubo una conexión, algo que me decía: estas personas tienen hambre, quieren trabajar. Y ellos apostaron por mi proyecto, se compraron unos pasajes, fueron a la Ciudad de México y yo conseguí el estudio. Hubo mucho impulso, un ‘vamos a tener emoción por trabajar en esto’. En cuanto a Patricio Dávila, que es el último productor, pues Pato ha sido mi co-
laborador desde hace ya… creo que es mi colaborador más antiguo, llevamos 11 años trabajando juntos, es mi baterista, es mi director musical, y bueno, me ha acompañado ya en cuatro producciones, álbumes completos. Es muy cercano en cuanto a la música que yo hago y fue muy lindo crear esta canción (Frágil) juntos porque se dio de una manera muy natural, en giras, en aviones, en aeropuertos, en cuartos de hotel, en estudios… Se siente bien trabajar con gente que te conoce tanto, porque me ha visto evolucionar y pasar por tantísimas etapas. Desde No todo lo puedes dar (2014), pasando por ¿Dónde bailarán las niñas? (2019), y siguiendo por Amor adolescente (2021), me conoce en el estudio, en el show, en las promociones y también en los momentos más vulnerables que puedo tener como artista.
Este año también has colaborado con Aquihayaquihay, Carlos Sadness, y Ramona.
Aprendes mucho de la gente con la que colaboras. Creo que lo que rigió mi selección de colaboraciones este año es música que me gusta escuchar, o que le veo un sentido, sin importar el tamaño del artista. Tengo colaboraciones muy grandes todavía este año que apenas van a salir, y otras muy pequeñas con artistas emergentes, y siempre es eso, que tengan un sentido con mi música, y es algo que siempre he hecho a lo largo de mi carrera.
Siempre me ha gustado colaborar, y nunca me he frenado, ni por las circunstancias ni por las trabas que puede llegar a haber por parte de las discográficas, ni mucho menos por los géneros.
Nos gusta mucho Valió la pena Nos gusta su piano y todo lo demás. Así fue como decidí trabajar con Mike y Gio, porque en aquel song camp para traer a artistas del género country de Nashville, mezclarlos con artistas latinos y generar esa fusión de colaboraciones, cuando estábamos empezando a trabajar en ver qué íbamos a escribir, Mike y Gio pusieron ese loop de piano, yo lo escuché y les dije: ¡saquen eso de la rotación porque yo lo quiero para mí! Déjenme que escriba una letra y vamos a acabarla en México. Es un baladón, es de esas canciones súper tristes, creo que la más de derrota de del álbum.
Te iba a preguntar también por Frágil (y por Samantha Barrón).
Esta es la canción que tengo con Pato. Terminamos en un avión la letra, la melodía, y desde un principio sabíamos que queríamos hacer una parte que fuera completamente distinta, y escribimos entonces esta parte de un bajo solo, que daba vueltas y vueltas. Quisimos trabajar entonces con alguien que viniera del urbano, que escribiera algo más rítmico, algo interesante, y nos costó mucho encontrar a alguien que estuviera a la altu-
ra. No porque nos pusiéramos muy exigentes, pero ocurría que la mayoría de los raperos con los que nos mensajeamos y les mostrábamos la canción nos decían: “es muy difícil escribirle una parte porque el bajo está en siete y la rítmica, la batería está en cuatro. No lo entendían y al final me decían: “te escribo un rap, pero te lo escribo en otra parte”, pero no tenía sentido. Esa parte pedía a gritos que hubiese una colaboración, y la verdad es que por el género lo más probable es que el colaborador terminase siendo un hombre, pero entonces pensé que podía estar lindo hacerlo con Samantha. Le mandamos la canción y fue la única que nos dijo “¿qué piensan de esto?” ¡y nos mandó algo! No se achicó, no le dio miedo, o si le dio miedo lo abordó igual. Me gusta mucho eso, siento que las mujeres de la música en Latinoamérica somos muy de que nada está a nuestro favor, o que te puede dar mucho miedo ir y pararte en un escenario donde normalmente eres la única mujer y te toca ir abriendo brecha. En cambio hay muchísimas mujeres siendo gestoras de sus propios proyectos, abriendo paso y rompiendo barreras. Sam tuvo esa iniciativa con naturalidad, nos encantó lo que nos entregó y ahí está el resultado.
Dentro de tus biografías en la red siempre se destaca tu activismo y, con él, un festival tan especial como el Hera.
Siempre la intención ha sido poder dejar una huella positiva en lo que haces, que tenga un sentido más allá de simplemente expresar. Creo que ya de por sí hay un activismo grande en eso también, en hacer música, canciones que digan algo, que expresen quién eres y que tengan esta bandera de la honestidad y de la aceptación de uno mismo. Es un activismo en sí, como invitar a las demás personas a que también se expresen honestamente y sean quienes son, que no pretendan ser otra cosa. Pero bueno, una es un poco ambiciosa, siempre tratamos de ir un poco más allá, y he estado trabajando por la igualdad de género desde hace mucho tiempo con Naciones Unidas. Un festival de mujeres, si bien no es una idea novedosa, y tengo muchas amigas que tienen sus propios festivales (Ruidosa Fest con Francisca Valenzuela), era algo así como utopía. “Qué padre que en México también hubiera un festival de mujeres”, y la verdad es que nunca pensamos que fuera a salir así, tan rápido, pero afortunadamente nos encontramos en el camino con Itzel González, la promotora de Vive Latino, que está tras bambalinas a pesar de ser una de las promotoras más importantes de México, trabajando en los festivales más grandes. Nunca se había juntado tanto un proyecto que hiciera mucho sentido con un equipo que tuviera tanto empuje, y así fue que nació el Festival Hera. La verdad es que fue un festival hermoso porque fue hecho como solo México sabe hacer festivales (los hacemos increíblemente bien) a gran escala con un cartel buenísimo, en unas instalaciones increíbles, con todo lo que sabe hacer Ocesa. Fue mágico, y todas las personas que lograron ir, y esto creo que fue lo más especial, nos dijeron que lo sintieron como un espacio seguro donde las mujeres se sintieron libres hasta el punto de ir incluso solas. En México es difícil que una mujer se sienta con la confianza de ir sola a un evento masivo, y llevar incluso a sus infancias. Era lo que buscábamos: un espacio muy inclusivo hecho por mujeres para disfrutar. Fue un buen experimento, y ojalá se pueda seguir manteniendo e incluso pueda romper fronteras, porque fue muy inspirador para todas las comunidades, y también para Ocesa y Live Nation. Fue algo de lo que enorgullecerse y de cacarear al exterior.
¡una señora fiesta de más de 99.000€! ¡una señora fiesta de más de 99.000€!
LUCY
¡Qué nos gusta una fiesta, y qué nos gusta ser puntuales en este tipo de celebraciones! Vibra Mahou se vino arriba hace unos meses, en medio del trajín de su extensa programación en salas y espacios de todo el país, y se metía entre ceja y cerveza la idea de organizar la fiesta musical más grande que nos pudiésemos imaginar Optaron para ello por llenar el Wizink Center de futbolines gigantes, comida rápida de autor, tatuajes, obviamente mucha cerveza, y una selección de artistas que resume el estado de gracia de la música que se hace aquí Por supuesto, no podían faltar DJs de Pompa y Ochoymedio para amenizar los cambios de escenario, además del confettí y la purpurina. Ya solo faltaba que los La la love you nos subiesen a bailar (¡esto no pasó!). La recaudación, en una decisión de última hora acertadísima, se donará para ayudar a los pueblos afectados por la DANA, a través de Mensajeros de la Paz y Cruz Roja.
Quizás lo más importante que nos llevamos del VMF es nuestro primer concierto de LUCY, un bolo que pudimos disfrutar junto a los más madrugadores (diría que también descubridores), a tope de punk disidente a muy gran nivel en vivo. Ruido sí, gritos también, rabia por doquier, estética ideal y sobre todo un montón de canciones con mucho gancho que, además de devolvernos a la rebeldía de otro tiempo, nos alegra la vida, porque este tipo de bandas no suelen tener representación en plazas así. Si preferiste un vermú antes que a ellas, te daremos una colleja brutal primero, y luego te diremos que tienes otra oportunidad para verlas en el Monkey Week, en el Merry Christmas KIss My Ass de la madrileña Independance, e incluso en Vigo en enero, a falta de confirmar otras ciudades ¡Y ponte Histeria para espabilarte, melón!
ROCÍO SAIZ
Si hablamos de militar en la música y de activismo en los escenarios, Rocío Saiz es La Artista con mayúsculas Visíblemente nerviosa (para bien) y rodeada de una banda mayúscula, hizo un repaso de alguna de sus grandes canciones ante un público que quizás no era todavía masivo, pero estaba entregadísimo Su disco Autoboicot y descanso, y su alegato en sus diferentes formas para dejarse llevar y que nadie nos quite las ganas de soñar, fueron los protagonistas de un show en el que incluso tomó parte un contenedor de reciclaje en la pista.
Ahondando en la compañía, Rocío no puede estar mejor acompañada en el escenario, ya que su elenco de músicas lo forman Bea Blanco (¡está en todas partes esta tía!), Mané López, Nuria Périch, Anuk Sforza (en la foto), Atilio (Ruiseñora) y Matías Castro El 2024 parece haber ido arreglando a su manera las cosas malas de un año atrás, y al final el amor vence sobre todas las cosas, algo que intuímos que sabe Rocío, que lo procesa, que lo abraza y lo reivindica en todas sus formas. Su concierto fue divertido, claro, pero también fue entrañable, cercano y esperanzador. Queremos más de esto que nos das, amiga Rocío.
La fiesta atípica, la tropical sobremesa era cosa del incombustible Carlos Sadness, quien se encargó de animar la tarde con la gratitud de siempre, con la claridad a la hora de expresarse, y con ese aura de ir siempre a lo suyo al mismo tiempo que no se pierde nada y es consciente de todo. Carlos ha vuelto a ser fruta, ha vuelto a ser arena mojada, y ha vuelto a robarnos una sonrisa con sus melodías y ritmos de verano Si tenemos que quedarnos con unos minutos favoritos, sin duda son los de Feliz feliz, una canción que el artista de Barcelona publicó en febrero y que su público celebró muchísimo Fue uno de los grandes respiros emocionales de la tarde para todos
CARLOS SADNESS
LA PALOMA
La tarde quizás no estaba para La Paloma si atendemos al tipo de público que iba poco a poco cubriendo la pista del Wizink, pero el trío madrileño (con + 1 en directo) sabe que algún día pisará este escenario como protagonista absoluto, y por ello esta pequeña incursión ayudó a hacerse un poco a unas tablas más grandes de lo habitual, y a dejarse llevar por sus arranques guitarreros y sus estribillos envenenados. Desde Bravo Murillo a a El adversario, pasando por No es una broma o Todo esto, la banda afincada en Tetuán hizo lo que mejor sabe hacer: animar a un público, insistimos, quizas más pasivo de lo habitual, con un reducto en el centro con ganas de los pogos de siempre. Un ensayo total y absoluto para La Riviera del 12 de diciembre. Si vives lejos de la meseta, La Paloma actúa a final de este mes en Barcelona y Zaragoza, y en diciembre visitarán Murcia y Elche antes de volver a casa
SHEGO
Aunque nos faltó el clásico steak tar tar para cerrar, el concierto de Shego fue lo más parecido a una montaña rusa musical que os podáis imaginar, recordando sus primeros grandes temas, elevando algunas canciones del SUERTE, CHICA e incluso fardando de su reciente y ya podemos decir que exitoso arghHhh!. Las chicas de rojo, con la inestimable presencia a la batería de Elena Sabio (Vicente Calderón), hicieron todo lo posible por poner del revés un Wizink Center que se sorprendía vibrando con La Fiesta y que se iba a quedar con un muy buen sabor de boca tras una actuación que firmaría cualquier artista acostumbrado a tocar en estadios y pabellones. Los himnos ya los tienen, y los pasos que han venido dando Maite, Raquel y Charlotte van en la buena dirección, quemando etapas como pocas y creciendo con sentido común tras el boom post pandemia Hubo tiempo incluso para gozar con la versión de Punsetes, pero fue el momento Vicente Amor el que terminó de incendiar las primeras filas de fans
Con total sinceridad, este fue el primer concierto de Cupido para los que hacemos Sold Out, y no os engañemos: ¡queremos repetir! Gafas de sol, pelos de colores, smileys por todas partes y pegatinas en los instrumentos, unidas a voces delicadamente distorsionadas, intensas, haciendo equilibrios entre bases y teclados No hay una clave porque la clave es el todo, resumido en grandes canciones como Privilegios o No sabes mentir, celebradísimas por un público esta vez sí más entregado a la causa. No son unos recién llegados, pero que Pimp Flaco, Luichi Boy, Tony D, Al y Dannel puedan llevar una propuesta tan interesante al directo y defenderla con tanta naturalidad, es de puto sobresaliente. Nuestra favorita era Se apagó y aún no lo sabíamos. Caímos en la trampa.
CUPIDO
SHINOVA
Puede que el de Shinova fuese un bolo más centrado en El Presente, pero es algo que se entiende cuando la banda de Berriz tiene a la vuelta de la esquina tres Rivieras con lleno absoluto, y este bolo se presumía, por tanto, como un pequeño ensayo para guardarse ante lo que se viene, eso sí, siempre con respeto y esa actitud innegociable marca de la casa Gabri de la Rosa y sus inseparables Daniel, Erlantz, Ander y Joshua pusieron mucho músculo para hacer saltar a su gente (que era muchísima para ese momento) con Gloria, Berlín o Alas, en una comunión que se repite en toda ciudad que pisan y que dice mucho, tanto de la trayectoria de la banda, como de la cercanía con respecto a su gente Ojalá nunca llegue ese antes de que todo acabe Les necesitamos
Delgado - Es más feroz la vida (autoeditado)
Al fin llega a nuestras manos uno de los discos más preciosistas del año, tan lleno de vida, vida sin fin, tal y como versaba la Guirnalda Civil de Jorge Guillén. En este trabajo, además de contar con las colaboraciones de Alberttinny o Mäbu, Javi destapa casi en los créditos la participación de Young Forest en Catedrales, una de las grandes canciones de este proyecto. Son 34 minutos que hablan de pérdida, nostalgia, incluso de la muerte, pero siempre con ese rayo de luz, con ese pequeño halo de esperanza que lucha por hacerse un hueco importante en las composiciones. Con Txarlie Solano en la producción, la colaboración de María Muriel y en general la conjunción de un montón de gente buena alrededor de Delgado, se ha hecho realidad un disco que va mucho más allá de la canción de autor, acumulando matices, abrazando la delicadeza compositiva y acomodándose en los detalles. El final, con La memoria es un perro, es ponérselo en bucle :_)
Casero - estoy exagerado???
(Primavera Labels)
¿Guitarras y electrónica? ¡Por favor, pasen, no se queden ahí! La madrileña Gabriela Casero publica su tercer trabajo, producido a pachas junto a Bearoid y en el que la artista parece haber encontrado el estilo y sonido que venía buscando desde el iniciático Todo mal de 2020. Envolver letras más o menos intimistas en un aura pop y rock con sintes y melodías sencillas y directas nunca había parecido tan fácil, y ahí está la clave que hace de éste un disco diferencial desde el punto de vista reflexivo, en el que la artista aborda sus conflictos más personales, internos, que intenta clasificar en niveles de dificultad. Casero ha dedicado casi dos años a este disco, creado tal y como necesitaba, y sin cortarse un pelo a la hora de abordar las letras, elegantemente afiladas, porque lo íntimo no es incompatible con la mala hostia. La verdad... es una de nuestras favoritas, al igual que Inútil, que resume en tres minutos todas las cosas buenas de este trabajo.
Lina de Sol - Todo este amor (81 Sundays)
Esta es una canción que habla de un amor huérfano, de un amor verdadero, de la reflexión cariñosa ante una despedida y de esa última conversación que todos querríamos tener con alguien querido que ya no está. Lina de Sol tira de soul, del saxo de Miguel y de la producción de Jet Vesper para terminar de refugiarse en una composición que, quizás en estos días difíciles para muchos, ayude a sobrellevar la vida y sus desastres. La de Vigo interpretó por primera vez esta canción en una plaza clásica en Madrid como el Búho Real, e hizo lo propio en una pieza súper bonita en un vacío Teatro Diéguez (Colmenar de Oreja) que podéis ver en las redes sociales de la artista y en las de Mad Sounds. Este es el primer sencillo del año de Lina, que cuida mucho cada lanzamiento y se aleja de las prisas de esta industria voraz, para hacer de su música una pseudo-degustación que le permite ir creciendo a su manera, algo que viendo su agenda, parece un gran acierto.
Cariño - Tanto por hacer. (Sonido Muchacho / Universal)
Sería lo más parecido a una irresponsabilidad flagrante no subirse al autobús de Cariño para abordar junto a ellas un viaje hacia la recapitulación, hacia esa vista atrás que permite de modo paradójico despejar el futuro más próximo de una formación que publica así su tercer disco. La reconocida trayectoria de María, Paola y Alicia suma este nuevo hito gracias a esta apuesta decidida por un pop de alto nivel, del que toman parte en la producción Luis Lamadrid y El Malamia. Hay mucha guitarra, permanecen las bases Cariño style y se cuelan incluso pianos en composiciones sorprendentes e íntimas como Siempre pierdo todo Si la temática tiene que volver a ser el amor marca de la casa, bienvenido es, y más con esta amalgama de nuevos sonidos y texturas. Tiene narices que nuestra prefe sea No quería escribir de amor, pero es que ellas se lo han buscado. Si te mueres (como nosotros) de ver a Cariño en vivo, echa un ojo a su giraza.
Rescatamos, gracias a esta versión en acústico, un disco que, en su momento, no pudimos abordar por falta de tiempo. Carla Collado publicó en marzo Coraje, un segundo larga duración maravilloso, del que sí pudimos traer aquí su canción Florecer con la colaboración de Luis Fercán. Este trabajo terminaba con Todas las banderas, que estos días volvió a nosotros despojada de capas, desnuda, para que el mensaje de libertad, de empoderamiento, sea todavía más protagonista. A la guitarra y coros se encuentra, por cierto, el también productor Rodd, para terminar de pulir esta joya que no esperábamos pero que, insistimos, nos viene bien para poner en el foco un disco que nos anima a sentir sin ataduras ni prejuicios, a amar a nuestro entorno, a todas esas personas con las que compartimos y con las que nos protejemos. Con este gran elenco de canciones, Carla te visitará pronto si vives en Valladolid, Burgos, Santander, Reus, Murcia o Vic.
Memento - Carretera fantasma. (autoeditado)
Erin resume su 2024 como un año maravilloso, lleno de experiencias inexplicables que dan como resultado cinco canciones que ahora comparte para que disfrutemos en compañía. Si pusiésemos los créditos que han ayudado a hacer realidad este disco nos quedaríamos sin espacio, pero otorgamos honores al gran Ramón Gacias, a José Girl y su portadón, y las colaboraciones extraordinarias de Barbi Recanati, Sarria y Bunbury. Que tanto talento pueda entrar en un EP es un milagro que se entiende en esta suerte de canciones de carretera, de polvo, de punteos tensos de guitarra, de bajos de mucho carácter y de unos estribillos y coros inmenos en calidad y significado. Véase como ejemplo Tan feliz como aquí, un espectáculo tan lleno de detalles, tan emocional que no sabemos ni explicarnos. Es el típico EP que debiera estar sonando en todas partes, y ojalá sea así cuanto antes. ¡Si estás en Mexico, ve a ver a Erin a Guadalajara y a CDMX!
“Seríamásfácilempezar porlaverdad...”
Lo llamamos tiempos convulsos porque llamarlos tiempos de mierda pondría colorada a la peña en algunos foros, pero la realidad es la que es: vivimos en la más absoluta debacle, nos gobiernan una panda de ineptos y sinvergüenzas que provienen generalmente de familias que han vivido generación tras generación del bien ajeno, y encima estamos rodeados de nazis hasta el punto de no ser ni conscientes. Sin ir más lejos, en esta revista hemos entrevistado a una artista un poco fascista que jamás habría tenido un espacio aquí de haber sido conocedores de tan terrible condición. ¡Menos multis que nos intentan colar a artistas así, y más multas por enaltecimiento, hostias! Aquí somos muy abiertos, pero no con la gente que piensa y huele a cerrado. De nada, besis.
Llevamos, yendo a lo importante, muchos días sin saber muy bien cómo enfocar estas líneas de libre albredrío sin enfadarnos por todo lo que ha sucedido en los diferentes pueblos afectados por la DANA, porque si no tenían suficiente con la inoperancia política, esta movida ha despertado a una generacion de frikis-mal, creados a sí mismos a mala leche tan solo para molestar, malmeter y desinformar, aprovechándose de la chavalada que les sigue en redes porque prueban videojuegos, porque se intentan ir sin pagar de los restaurantes, o porque hablan de putos fantasmas, para colársela como si fuesen expertos en barro y en bajos inundados. Estoy yo la zona afectada, sin saber dónde están mis seres queridos, y veo a un pavo de estos manchándose a propósito antes de grabar un Tik Tok, y te juro que el pavo se hace viral, pero en Saturno. Por suerte (o por desgracia) la cultura, y en especial la música, la que siempre está al pie del cañón, se organizó una vez más de diferentes formas para ayudar, al mismo tiempo que entretienen, emocionan y, en definitiva, transmiten. Parece mentira que esta industria sea la más vacilada con diferencia por todos los flancos en este país desastroso, y que, sin embargo, sea siempre la primera en buscar soluciones, en sumar, en construir. Ya sucedió en los meses de pandemia en 2020, y ahora se repite la historia, esta vez al menos sin la imagen y el sonido terrible de Instagram. Así que desde aquí yo también os doy las gracias, músicos, artistas, técnicos, promotores, oficinas de comunicación y demás actores de la música, por ser y por estar siempre que se os necesita. Sois lo mejor que tenemos, de largo, y por ello deseo con todo mi corazón que algún día la sociedad os devuelva todo lo que dais, al menos en forma de salarios dignos y contratos decentes. Y tanto que la música nos salva.
“No tendré oscuridad, nada que temer, si yo sé que tú sigues ahí. ”
“No tendré oscuridad, nada que temer, si yo sé que tú sigues ahí.”