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ÚNICO CONCEPTO
Author: Pierina Zambrano M.
VISIÓN:
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Ser una multiplataforma digital que trascienda y lidere la comunicación en contenido culturalempresarial, enlazando continentes y promocionando nuestros destinos.
MISSION:
Make known the business and cultural legacy of each Nation; transforming itself into a digital and useful tool for the reader, which will allow them to have clear and precise information on characters, events and undertakings that have been leaving traces of life.
VISION:
To be a digital multiplatform that transcends and leads communication in cultural - business content, linking continents and promoting our destinations.
La esperanza que no avergüenza
Todo lo que el ser humano hace en la vida, lo hace porque tiene una esperanza. El constructor construye con la esperanza de que un día alguien pueda hacer uso de lo que él vio con su mente; quien se levanta temprano cada mañana a trabajar lo hace con la esperanza de recibir el pago por su labor; el estudiante, estudia todos los días pasando muchas veces noches sin dormir bien, lo hace con la esperanza que el fruto de ese esfuerzo le dará el conocimiento y capacidad de conseguir el trabajo soñado para tener una estabilidad financiera en su vida; el que se casa, lo hace con la esperanza de formar una familia. El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, con el potencial de hacer las cosas y esperar fruto de ellas. Dios creador de los cielos y de la tierra, de lo que vemos y de lo que no podemos ver, es un Dios de esperanza. En Él siempre podemos encontrar la esperanza segura y que no avergüenza. En su palabra podemos encontrar promesas, leyes, enseñanzas, co- rrecciones de vida, inspiración; cada palabra de Dios tiene el poder suficiente para producir fruto. Es por eso que podemos confiar en Él y tener la seguridad que tendremos el fin que esperamos. En esta misma línea de promesas y esperanzas, tenemos una de las promesas más seguras, es la promesa de salvación. Esa promesa nos hace esperar con seguridad y certeza el día que Jesús vuelva por aquellos que han recibido y aceptado su gracia inmerecida. Te invito a reflexionar y preguntarte ¿Cuál es la fuente de mi esperanza?, ¿Es segura?. A veces podemos pensar que creyendo en uno mismo es suficientes para cumplir con cada desafío y alcanzar nuestros sueños, pero depender de uno mismo nunca es suficiente. Al aceptar la gracia divina comenzamos a depender de Jesús y no de nuestras fuerzas limitadas. Nuestras esperanzas se elevarán, serán seguras y no seremos avergonzados.