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Micro-plásticos, ¿pan diario de los colombianos?
Los plásticos están en todos lados y casi toda la humanidad los utiliza en su cotidianidad. Sin embargo, su uso excesivo y mala disposición final está llevando a que cada día invadan e impacten ecosistemas, animales y humanos afectando gravemente su salud, medio ambiente e incluso su alimentación. Investigaciones nacionales e internacionales han comprobado que los plásticos ya están presentes en la composición de los alimentos que consumimos en nuestra cotidianidad.
Según la Plataforma de Acción sobre los Plásticos de Colombia (NPAP Colombia), los microplásticos surgen “como resultado de la exposición a radiación UV, la erosión y diversos factores físicos de los plásticos que pueden fragmentarse en partículas más pequeñas: microplásticos y nanoplásticos (MNP). Estas partículas se han dispersado por todos los ecosistemas naturales y han sido detectadas en el cuerpo humano, donde pueden provocar efectos adversos a nivel celular, orgánico y sistémico. Su presencia se ha asociado con alteraciones en la función endocrina, desequilibrios hormonales y posibles impactos en la salud cardiovascular, digestiva, respiratoria y en el desarrollo neurológico”.
En Colombia, la historia no es distinta a la mayor parte del mundo. En el 2023, investigadores de la Universidad Industrial de Santander encontraron que el zooplancton, un organismo marino pequeño que es el alimento principal de muchas especies en el mar, estaba siendo afectado por la contaminación de plásticos e incluso encontraron evidencia que esta especie consume partículas de MNP. “Como resultados evidenciamos que tenemos cantidades de microplásticos en los océanos del país, esto es algo que no podemos evitar, por lo que los valores están en promedio a lo que hay en otros lugares del mundo. Dentro del área de los parques hay mayor impacto, especialmente en lo turístico, por ejemplo, en Playa Blanca vimos un problema en el manejo de residuos por parte de residentes y turistas;
Estamos comiendo alimentos con plásticos…
La plataforma NPAP Colombia, una iniciativa del Ministerio de Ambiente en conjunto con el Foro Económico Mundial y el Gobierno de Reino Unido, realizó la investigación ‘Impacto de la contaminación por plásticos en la salud humana”, en donde señalan que las principales vías de ingreso de los microplásticos al cuerpo humano son: la ingestión, inhalación y el contacto dérmico. Al analizar en profundidad el ingreso por la vía de la ingestión, se elevan las alarmas y genera preocupación sobre la “extraña” composición de los alimentos, muchos de ellos con partículas de MNP derivados del uso excesivo y del todo tipo contaminación generada por los plásticos “Los microplásticos suspendidos en el agua son ingeridos por organismos filtradores, como invertebrados, que acumulan las partículas plásticas en sus tejidos y órganos, o las almacenan en el intestino o estómago. Posteriormente, estos organismos son consumidos por depredadores de mayor tamaño, como peces, que a su vez son presa de especies más grandes, facilitando la bioacumulación de MNP hasta llegar a productos de consumo humano.
Se ha evidenciado la presencia de MNP en alimentos de origen animal como cangrejos, mejillones, camarones y peces, entre otros”, explican los expertos en la investigación presentada por la NPAP Colombia en mayo de este año.
No obstante, alimentos que usamos a diario contienen partículas de MNP que están afectando gravemente la salud humana.
“Otra vía de exposición a los MNP son diversos alimentos y bebidas, incluyendo frutas, vegetales, arroz, miel, sal y té, en los que se han registrado concentraciones significativas de estas partículas, evidenciando la amplia presencia de MNP en la dieta humana”, puntualiza el reporte.
Sacos de té: Aunque muchos pensamos que están hechos de papel, lo cierto es que la mayoría de los pequeños sacos de té están hechos de plástico. En este sentido, estudios científicos hechos en Canadá reportaron que una sola infusión hecha con saco de té libera millones de partículas de microplástico en el agua, que luego tomamos sin siquiera pensar en las consecuencias que genera.
En este sentido, la organización no gubernamental ambiental, Greenpeace, detalla los alimentos del diario vivir que tienen más concentración de microplásticos:
Pescados y mariscos: El nivel de basura plástica que inunda los océanos del mundo es un hecho comprobado. Por eso, no debe llamarnos la atención que los peces y mariscos que comemos contengan en sus cuerpos pequeños fragmentos de este material que terminan en nuestros sistemas digestivos.
Agua embotellada: Se encontraron microplásticos en la mayoría de las marcas de agua embotellada. En las más contaminadas, se detectaron miles de partículas por litro. En mayor detalle, debemos decir que incluso algunos estudios científicos han encontrado que el agua embotellada contiene niveles significativamente más altos de microplásticos en comparación con el agua del grifo.
Himalaya contiene más microplásticos que la sal de mesa común e incluso de otros tipos.
Arroz: La Universidad de Queensland informó que cada 100 gramos de arroz podemos ingerir entre 3 a 4 miligramos de microplásticos. La ingesta de estas pequeñas partículas contaminantes aumenta a 13 miligramos por cada 100 gramos si se trata de arroz instantáneo.
Afectaciones a la salud humana
Las afectaciones de los microplásticos en la salud van desde la gestación hasta la edad más avanzada.
En febrero del 2025, la Universidad Nacional de Colombia (sede Manizales) en colaboración con el Hospital Universitario de Caldas y la Universidad de Caldas, presentaron una investigación, liderada por Valentina Naranjo y María Valentina Suárez León, que encontró “micro plásticos en la unidad placentaria de madres gestantes de Manizales”. El estudio analizó datos de 12 mamás que hicieron parte de la investigación a finales del 2024 y, tras analizarlas en los laboratorios de microscopía de la universidad, encontraron que tres zonas estaban contaminadas con polietileno de baja densidad y polipropileno. En esta misma línea, otras investigaciones en Colombia han detectado la presencia de microplásticos en el polvo doméstico urbano y metabolitos de ftalatos en la orina de personas gestantes.
Otras invetigaciones en Colombia han detectado la presencia de microplásticos en el polvo doméstico urbano y metabolitos de ftalatos en la orina de personas gestantes.
Por otro lado, una de las principales conclusiones de la investigación de NPAP Colombia es que “evidencias científicas actuales muestran con creciente claridad que los compuestos plásticos y sus aditivos, como ftalatos, bisfenol A (BPA), metales pesados y retardantes de llama, tienen un impacto significativo en la salud humana. Diversas revisiones sistemáticas han demostrado que estas sustancias pueden alterar la función de hormonas clave como los estrógenos, andrógenos y tiroideas, lo que se ha relacionado con problemas reproductivos, disfunción tiroidea, alteraciones metabólicas, trastornos del neurodesarrollo y mayor riesgo de cáncer en órganos sensibles a las hormonas”. Finalmente, esta investigación advierte de forma contundente que “los micro y nanoplásticos (MNPs), junto con estos aditivos, pueden atravesar barreras biológicas e inducir efectos sistémicos, incluyendo disrupciones endocrinas, inflamación pulmonar, daño celular, neurotoxicidad, estrés hepático, stress reproductivo y alteraciones inmunológicas”.
El plástico, creado para facilitarnos la vida, Reemplazar por "ha venido afectando" ¡y gravemente! Esta realidad nos recuerda que fuimos llamados a cuidar, no a contaminar la creación de Dios. El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Génesis 2:15. ¿Estamos realmente cuidando lo que Él nos confió?