1 minute read

Cuando El Río Suena…

Hace unas semanas atrás, a po cos días que se inicie el ciclo lec tivo 2023, la Provincia de Buenos Aires anuncio un proyecto de mo dificación del régimen académico de la escuela secundaria. Rápida mente se instalaron algunos te mas de este proyecto, como por ejemplo la repitencia de las y los estudiantes, situación que trajo un importante debate. Quizás las opiniones tan encontradas sobre estos temas, hicieron que el proyecto, por lo menos por ahora, no avanzara. La primera observación que nos surgió fue ¿quiénes elaboraron este proyecto? Para la inmensa mayoría de las y los docentes fue una gran sorpresa ya que nunca opinamos al respecto. Eso se vio reflejado en algunos artículos periodísticos, donde los lectores enfatizaban en esa falta de participación democrática en un tema donde tenemos mucho para opinar y aportar. Esta situación se repitió en las recientes Jornadas Institucionales que a fines de febrero 2023 reunió a los docentes de cada institución y en el caso de Educación Secundaria y de Educación Técnica despertó mayor desconfianza cuando se nos “invitaba” a opinar sobre la correspondencia de los contenidos, su actualiza- ción, la carga horaria, etc. Todo esto, disparó en algunos casos documentos críticos o inclusive algunas instituciones plantearon la negativa a la consulta que se proponía en estas jornadas argumentando con mucho criterio, que ya habíamos sufrido varias reformas educativas, reformas que se resolvían en otros ámbitos pero que para validarlas era necesario “hacer como que se consulta”.

Alertando sobre todo esto, también decimos que no hay entre las y los docentes una negativa a revisar y actualizar muchas cosas, inclusive una repitencia de carácter punitivo. Pero revisar a partir de definir ¿qué país necesitamos? y sobre esa definición ¿qué escuela para ese país? Si ese país independiente, con desarrollo de su ciencia, su industria, con amplísimo desarrollo cultural, que busca el bienestar de sus habitantes en todos sus aspectos, es un horizonte innegocioable concluiremos que la educación, según sus distintos niveles, debe preocuparse que sus alumnas y alumnos aprendan, se hagan de profundos conocimientos (que deben partir de los profesorados), en escuelas dignas y equipadas, con personal docente bien remunerado, que concentre su actividad en una institución de la que se siente y es parte, con profesores con horas institucionales que gocen de estabilidad y que ayuden a las alumnas y alumnos con dificultades de aprendizaje (en la provincia de Bs As fueron dados de baja ciertos recurso humanos que aunque escasos y con precariedad laboral, ayudaban en las escuelas). Un sistema educativo que en primer lugar esté preocupado por sus estudiantes, sosteniéndolos en su trayectoria educativa, si fuera necesario con becas, útiles, servicio alimentario, etc.

Advertisement

Parados desde las escuelas, creemos con fundamento que las reformas necesarias deberían empezar por estos y otros puntos que las y los docentes podemos aportar.

Por: Omar Hernandez

This article is from: