EL 25 DE FEBRERO DE 1964, EN MIAMI, UN JOVEN LLAMADO . CASSIUS MARCELLUS CLAY JR SUBIÓ AL CUADRILÁTERO PARA BOXEAR CON SONNY LISTON
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principios de 1960, este deporte era uno de los pocos ámbitos en los que los afroestadounidenses podían hablar de igual a igual con los blancos. Aunque fuera de esta competencia aún regían las viejas reglas. Vale decir: claro que cualquiera puede convertirse en una estrella, incluso un hombre negro, pero siempre y cuando respete las exigencias de la sociedad. Y estas eran dictadas por el establishment blanco. Esto, sin lugar a duda, comprendía especialmente a todos aquellos atletas que ostentaban el título más codiciado de
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El campeón defensor Sonny Liston era favorito 7-1 en la pelea por el título mundial contra Cassius Clay. Pero después de seis asaltos en el Convention Hall de Miami Beach se había terminado la pelea para Liston.
todos: el de campeón mundial de boxeo de los pesos pesados. Se esperaba que sea un modelo a seguir, humilde, respetuoso de la autoridad. Debía aceptar que existían dos clases sociales con los afroamericanos situados en la segunda de ellas. “Muchos negros”, dijo Clay más tarde, “hubieran preferido ser blancos en aquel momento”. Clay desobedecía. Esta historia sobre su desobediencia comenzó en 1961, cuando Clay conoció a Sam Saxon. Este pertenecía a un grupo, que en los medios era conocido como el “Black Muslim” (musulmán negro), seguía las enseñanzas del autoproclamado “profeta” Elijah Muhammad, el cual predicaba el separatismo negro. Saxon invitó al joven Clay de 19 años al culto de Elijah, “Nation of Islam” en un templo en Miami; desde entonces, fue adoctrinado en los principios de esta religión. De acuerdo con las enseñanzas de la Nation of Islam, la gente blanca eran demonios creados por un tal Mr. Yacub; un malvado científico con un enorme cráneo. En el cielo, según decía su profeta, una nave nodriza circular de una media milla
de diámetro volaría tripulada por negros exclusivamente. Un día –el que Alá elija para la venganza– la nave nodriza habrá de liberar 1,500 máquinas voladoras que acabarán con todo en la Tierra y solo los justos se salvarán. La Nation of Islam no únicamente se contradice en estos puntos con respecto a las enseñanzas islámicas tradicionales y la palabra del Corán. De igual manera, los conceptos del cielo y el infierno, que tienen un papel central en la doctrina islámica tradicional, fueron rechazados por la Nation of Islam. Y mientras que el Islam insistía en que los corazones y las almas no tienen color, los predicadores de la Nation of Islam sostenían que la integración de los estadounidenses negros significaba la destrucción. Cuando Clay se enfrentó a Liston, no se anunció públicamente que se había convertido a la Nation of Islam. Pero el joven boxeador tenía la sensación de que una gran fuerza estaba de su lado. Esto se debía a que el defensor de los derechos civiles, Malcolm X, era en aquel momento seguidor de Elijah Muhammad. La esposa THE RED BULLETIN
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Sonny Liston era el campeón defensor, el campeón mundial vigente de la clase peso pesado. Tenía una apariencia fría y amenazante. Había cumplido una condena en prisión por robo a mano armada y más tarde fue matón al servicio del crimen organizado hasta que, un día, la mafia decidió promoverlo como boxeador. Liston consiguió y defendió el título mundial de los pesos pesados con dos victorias por nocaut sobre Floyd Patterson. Ambas peleas duraron poco más de dos minutos. Liston era considerado imbatible. David Halberstam, periodista y ganador del premio Pulitzer, confesó más tarde: “Nunca olvidaré cuán nervioso estaba antes de esa pelea. Tenía miedo por Clay. Se veía tan joven y vulnerable”. El propio Clay diría más tarde: “Justo antes de la pelea, mientras el referí daba las instrucciones, Liston clavó sus ojos en mí. Tengo que admitir que me sentía intimidado. Sabía que él podía pegar duro y además sabía que se había propuesto destrozarme. Pero ya estaba todo listo, así que no tenía más remedio que salir a pelear. Durante el primer round intenté, sobre todo, no ofrecerle un blanco fijo; bailé, retrocedí y le pegué con algunas combinaciones. Él solo pudo entrarme una vez con una derecha al estómago. Al final del asalto en mi esquina me sentí bien. Sabía que sobreviviría a la pelea”.