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AMOR Y VERANO, CON DISTINTOS

En algunas parejas las vacaciones veraniegas vuelven a encender una chispa amorosa que estaba alicaída. En cambio, para otras, se plantean desencuentros que suponen una dura prueba para la relación. También existen otras que se conocen y enamoran en la época estival y esperan que su idilio se convierta en un amor duradero.

¿Cuál es su caso?

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Texto y fotos: EFE

Cuando vacaciones y amor entran en conjunción, como dos planetas que se aproximan en el cielo, pueden producirse distintas situaciones: en esas circunstancias pueden surgir nuevas relaciones y algunas parejas pueden renovarse, reforzando sus ganas de seguir juntos, mientras que en otras surgen conflictos que erosionan el vínculo amoroso.

A Destacar

El 42 % de los estadounidenses “se han vuelto a enamorar” de su pareja después de irse de vacaciones juntos, y tres cuartas partes de los encuestados consideran que las vacaciones son excelentes para aquellos que buscan mantener viva la chispa en su relación, según una investigación de la firma BeachBound.

Metáforas astronómicas aparte, “durante la época vacacional, se producen cambios en nuestro cerebro y se liberan una serie de compuestos químicos que provocan que se intensifiquen en nosotros algunas emociones relacionadas con la faceta amorosa”, señalan desde la plataforma de psicología ‘en línea’ TherapyChat, ThCh, (www.therapychat. com).

Enamoramientos Id Licos

“El buen tiempo, los días más largos y el aumento de la luz solar hacen que se incrementen los niveles de serotonina y nuestro estado de ánimo mejore significativamente”, explican.

En nuestro organismo también se produce más dopamina, la cual interviene en la motivación, la memoria, la atención y la regulación de los movimientos corporales, y genera una mayor sensación de placer, según ThCh.. A ello se suma el aumento de las endorfinas, sustancias que funcionan como un analgésico natural y se liberan en respuesta al dolor o al estrés y que aumentan el deseo sexual, puntualizan.

Por otra parte, en verano aumenta el tiempo libre y pasamos más tiempo en contacto con la naturaleza o realizando actividades que nos hacen felices y aumentan nuestra socialización, añaden.

“Todas estas circunstancias hacen que la época estival sea idónea para iniciar una relación amorosa, aunque estos ‘amores de verano’ surgen en entornos difíciles de mantener el resto del año”, según TherapyChat.

Cuando acaban las vacaciones y hay que volver a la realidad, esa relación idílica, que ha surgido en condiciones especiales, suele atravesar problemas, explican.

Si, llegados a este punto, la relación no avanza, no significa que sea algo necesariamente negativo o provocado por el final de la época esti-

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