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1.4.1. Publirreportaje o Publinoticia

general del mundo, la transformación y consolidación de la prensa en el ámbito económico social y la creación de incipientes empresas publicitarias que compraban y manejaban espacios para vender los productos que ahora se fabricaban en masa, según nos comenta Carlos Herbas (p. 8)

En 1894 en Estados Unidos tan solo la mitad de una docena, de casi 16.000, de periódicos podrían sobrevivir sin publicidad. Mientras que para el resto de medios, la publicidad representa casi el 44 por ciento de sus ingresos al final del siglo XIX, y para el siglo XX se incrementó al 54.5 por ciento sin mencionar que ya todos los periódicos contaban con espacios publicitarios. En presencia de tales resultados los publicistas de la época buscaban que las noticias sirvieran sus necesidades comerciales. (Baldasty, p. 65)

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1.4.1. Publirreportaje o Publinoticia

El reportaje es un relato periodístico que tiene como protagonista a una persona de un entorno común que posee una historia que contar. La publicidad es la divulgación de características de cierto producto o persona con el fin de atraer posibles consumidores, según la RAE. Pero el publirreportaje es un conjunto de lexemas mismo que lo compone, publi de publicidad y reportaje del género periodístico.

De esta manera la unión de estos dos conceptos da pasó a la creación de un género que busca, en palabras de Ángel Castaños, llegar a los lectores las virtudes fundamentales, la historia, responder ciertas preguntas, dar a conocer la trayectoria, visión y misión o incluso promocionar servicios de empresas. “Formato publicitario de ocupación variable en el que se describe de forma informativa aspectos relacionados con una organización o sus productos, reflejándose siempre el nombre y pagando por ello” (p. 6)

Izquierdo Dámaso, quien concuerda con la definición anterior, añade que en ocasiones es presentada como información importante y destaca que en ocasiones es confundida con dos géneros como es el remitido y los anuncios de publicidad institucional. Comenta que existe una fina línea que los separa, misma que muchas veces es aprovechada, es necesario definir su finalidad, el hablante utilizado en la redacción, las circunstancias y el contenido.

Señala también, que la similitud del lexema publi con público ayuda a la confusión y a la aceptación de publicidad como información. Comenta que inició cuando en 1927 la Asociación de Técnicos de Publicidad cambió su nombre a Publi-Club, después del este

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