Revista horizonte Lechero

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El diagnóstico de la enfermedad se realiza mediante las pruebas serológicas como la prueba del antígeno bufferado en placa (BPA) y otras técnicas como ELISA, prueba del anillo en leche, prueba de fluorescencia polarizada (FPA), fijación de complemento, pruebas complementarias como las del 2 mercaptoetanol y PCR a partir de fluidos y órganos fetales, etc, han mejorado la calidad diagnóstica. La prevención de la enfermedad se realiza mediante la vacunación de las terneras entre los 3 y 8 meses de vida cuya obligatoriedad depende cada país, en el caso de Argentina se usa la cepa 19 (SENASA). La cepa 19 es una vacuna viva atenuada utilizada desde 1940 y aunque es efectiva e importante para el control de la brucelosis bovina, tiene algunas limitantes como la virulencia para el hombre, puede inducir aborto en el ganado preñado y el desarrollo de anticuerpos aglutinantes indistinguibles de aquellos observados en los animales naturalmente infectados. La revacunación con la RB51 en bovinos adultos vacunados previamente cuando terneras con C19 no produce cambios serológicos ni interfiere con los títulos a detectar en las campañas epidemiológicas. Los anticuerpos producidos por la vacuna RB51 se evidencian con un test de Elisa especialmente desarrollado. La dosis vacunal de 110 de organismos viables de RB51 administrada a terneras de 3 a 10 meses de edad protege bien contra el aborto inducido mediante el desafío con la B. abortus 2308 (Olsen et al. 1996). LEPTOSPIROSIS En el bovino los serotipos asociados a pérdidas reproductivas involucran usualmente a L. pomona generalmente en cuadros de abortos los que suelen ser esporádicos o bien manifestarse como tormentas de abortos generalmente sobre el 7 mes de gestación y L. hardjo asociada a pérdidas reproductivas en ganado lechero. La vía de contagio más común es la oral aunque otras formas de contagio a través de piel, conjuntiva, vías aéreas superiores, son factibles. El microorganismo puede atacar al feto lesionándolo y provocar el aborto ente el 6 y 9 mes de preñez o bien parir un ternero débil o muerto. La vaca puede ser portadora crónica eliminando leptospiras por orina. Los signos clínicos en el ganado adulto pueden pasar desapercibidos o bien cursar ocasionalmente con ictericia y hemoglobinuria. Existen vacunas conteniendo diferentes serovariedades de leptospiras. Dichas serovariedades deberían ser las responsables del problema presente en el hato, de otra forma la protección conferida por la vacuna no será la adecuada. Las vacunas deberán aplicarse en los hatos problemas en dos dosis antes del servicio con revacunaciones anuales. La transmisión de L. hardjo no es totalmente controlada luego de los 2 primeros años de vacunación. La vacunación Horizonte Lechero

no necesariamente anula la leptospiruria y no es suficiente para prevenir nuevos casos cuando el desafío natural del medio es alto. No existen interferencias en la formación de anticuerpos al aplicar tratamiento y vacuna en forma simultánea. Existen tratamientos antibióticos los cuales son útiles para eliminar al animal portador aunque su uso para impedir un brote de abortos en vacas con preñez avanzada puede ser tardío y/o antieconómico. HERPES VIRUS BOVINO (HVB) El HVB se presenta en varias formas clínicas que afectan directa o indirectamente la producción ganadera, resultando las alteraciones reproductivas las manifestaciones probablemente más relevantes. El incremento de brotes a Herpesvirus bovino observados en los últimos años, sumado al aislamiento viral a partir de muestras genitales de vacas en hatos donde se han observado pérdidas reproductivas, señalan el rol relevante como agente emergente. Los abortos y mortalidad perinatal representan pérdidas económicas importantes en hatos de cría y lecheros. VIRUS DE LA DIARREA VIRAL BOVINA El virus de la diarrea viral bovina (vDVB) causa infecciones genitales, mortalidad embrionaria, abortos y mortalidad perinatal. La seroprevalencia del vDVB en los bovinos de Argentina es elevada, se observan títulos de anticuerpos en una gran proporción de animales. El diagnóstico en fetos abortados con aislamiento viral es de 7% aunque en más del 20% de los fetos se observan anticuerpos. El vDVB puede presentarse con signos clínicos variados como afecciones respiratorias y reproductivas. Este virus posee dos biotipos según su comportamiento en cultivos celulares: el virus no-citopático (NCP) que no produce alteraciones al multiplicar en los cultivos celulares y el biotipo citopático (CP) el cual es un mutante del virus NCP, ocasiona la lisis de las células infectadas. Las cepas de vDVB prevalentes en los rebaños son NCP y causan infecciones subclínicas o leves. Pese a ello, en ciertos casos, pueden presentarse con un cuadro diarreico moderado y lesiones orales integrando el cuadro conocido como diarrea viral bovina. El vDVB-NCP produce inmunosupresión temporal favoreciendo la presencia de otras infecciones bacterianas secundarias severas. Un animal infectado por el biotipo NCP es una hembra gestante, el virus puede pasar la placenta e infectar al feto y terminar la gestación y nacer un ternero persistentemente infectado (PI) con el vDVB-NCP. Este animal PI se puede reinfectar con el biotipo CP del vDVB durante su etapa post natal y producir diarrea severa y muerte, lo cual se denomina enfermedad de las mucosas.

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