Paternar: un concepto cambiante

Page 1

Paternar: P

a

t

e

r

n

a

r:

un concepto cambiante u

n

c

o

n

c

e

p

t

o

c

a

m

b

i

a

n

t

e

Francisco J. Leal., MD Pediatra filósofo

Introducción La familia está cambiando aceleradamente. Durante largas épocas, la madre fue indiferente. A finales del siglo XVIII, empezó a mostrar mayor dedicación al bienestar de los hijos. Hasta llegar, en la primera mitad del siglo XX, a ser la madre pelícano. La metáfora alude a que la hembra pelícano posee una gran bolsa subyugular, donde almacena peces semidigeridos para alimentar a sus pequeños. Simboliza a las madres que sacrifican su propia realización personal por lograr la satisfacción de las necesidades de sus pequeños. En las últimas décadas, la madrepelícano ha retrocedido. Y el lugar que ha dejado está siendo ocupado por el nuevo padre. Este ha pasado de ser el amo autoritario del hijo a ser el proveedor y el padre participante. El padre, en la generación anterior, era un ser un poco ausente, no se ocupaba del cuidado diario de los hijos. El niño no solía tener acceso al cuerpo físico del padre, su presencia era audiovisual pero no táctil, daba órdenes y con cierta frecuencia castigaba, pero acariciaba poco. Los hijos comenzaban a ser importantes cuando ya se podía dialogar con ellos. Se observa una explosión de “hombres nuevos” que se ocupan de sus hijos, como en

ninguna otra época de la historia. Sin embargo, hay ciertos obstáculos para esta nueva visión de paternar. Muchas mujeres consideran que están perdiendo un derecho ancestral. La cultura no ha creado aún suficientes espacios para ejercer esta tutela masculina sobre sus crías.

El padre es reciente en la evolución y la cultura Tener un padre es algo nuevo en la evolución y en la cultura. Todos los animales maternan a sus crías, pero no suelen paternarlas. Las madres las cuidan en solitario, solo la mayoría de las aves y algunos primates las protegen, máximo por cuatro años, luego las sueltan, cuando son capaces de conseguir sus propios alimentos y un sitio seguro para dormir. Mientras que la especie humana lo hace por 20 o más años. La paternidad es uno de los pocos sellos humanos en la evolución.

Entre lo matrístico y lo patrístico ¿Pero se trata entonces de tener dos madres? ¿Hay un sitio específico para el padre? Claro que sí, somos dos seres distintos, con una diferente forma de ver la vida, con una manera distinta de expresar afecto. CCAP  Volumen 10 Número 4 N

37


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.