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Exigen declarar emergencia ambiental
Piden mayor intervención de la Semabicce respecto a la masiva muerte de abejas en lo que va del año
SAN FRANCISCO DE CAMPECHE, Cam.- Representantes de apicultores de las comunidades de Crucero Oxá y San Francisco Suc Tuc, pertenecientes al municipio de Campeche y Hopelchén, respectivamente, acudieron a la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambio Climático y Energía (Semabicce) para pedir mayor intervención de la dependencia respecto a la muerte de abejas durante el año en curso, y recordaron que una de sus peticiones es que haya declaración de emergencia ambiental en la Entidad.
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Los apicultores llegaron con estudios del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INEC), dependientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En el lugar, Benjamín Yeh y José Sánchez aceptaron que les llama la atención que organizaciones como el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y universidades de otros Estados, hayan determinado que existe contaminación por uso de agroquímicos en la Entidad, lo cual derivó en la muerte de abejas: “las investigaciones ya están, mientras más se le escarba más sale”.

La situación no es para menos, a finales de marzo de 2023 fue registrada la muerte de más de 300 mil abejas, con afectaciones a 3 mil 653 colmenas en las comunidades mayas de San Francisco Suc Tuc y Crucero Oxá. En ese entonces, el Fipronil fue el principal causante de los daños económicos y ambientales. Después, en mayo se registró la mortandad de más insectos apicultores.


Lo que resalta de las últimas muertes es la presencia de una sustancia, el Fipronil, químico detectado en el estudio “La situación en los agroquímicos y su efecto”, del investigador Remy Vandame del Colegio de la Frontera Sur, quien dio con el primer agente en la región de Hopelchén.
Quien acompañó a los apicultores fue el diputado local Ricardo Medina Farfán, quien señaló que ahora no sólo es por la muerte de las abejas, sino también una alerta para los campechanos y abundó que existen más estudios donde resalta contaminación por plaguicidas y agroquímicos.
Sobre el tema, Benjamín Yeh recordó que de acuerdo con estudios del IMTA en los pozos y apiarios de la comunidad San Francisco Suc Tuc, los resultados de investigaciones derivan en que el agua ya no puede ser consumida por la gente.
De la respuesta de la autoridad, recordó que no hay avances ni nada concreto, pues siguen en espera de su dictamen, a pesar de las investigaciones que ya existen: “hay diarreas muy fuertes en la comunidad, también se han hecho prueba en frutas y verduras y tienen altas concentraciones de químicos, entonces, no nos podemos escapar de esta situación, más cuando son químicos prohibidos en otras partes del mundo”, indicó Benjamín.
Por su parte, José Sánchez recordó que debe darse atención al tema o de lo contrario seguirá y empeorará más: “ya no es un tema de las abejas, igual afecta a la salud, por eso nuestra preocupación e insistencia con las autoridades”.
Uso de químicos
En cuanto al Fipronil, dicho agroquímico está prohibido en la Unión Europea, ello tras un catastrófico 2017 cuando la sustancia tóxica fue usada ilegalmente en las granjas de pollos, lo que provocó la contaminación de huevos y derivados. Fueron 26 países europeos y 23 países no comunitarios, un total de 49 naciones las que reportaron afectaciones.
Esta sustancia para la Organización Mundial de la Salud (OMS),es un agente tóxico para las personas y además cancerígeno. El Fipronil fue desarrollado en la década de los 80 por la empresa Rhone-Poulenc Agro, es un insecticida de aplicación foliar, en el tratamiento de suelos y en la protección de las semillas, en sus etiquetas se lee que es de categoría toxicológica III, es decir, de mediana toxicidad.
Igual se señalan alertas por el uso de Clorpirifos, de acuerdo con el documento “Mercado de Plagui- cidas Ilegales en México” (2021), elaborado por la organización civil Producción de Cultivos, Ciencia y Tecnología A.C. “Juntos por una agricultura sustentable”.
El Clorpirifos es un plaguicida que pertenece al grupo de los llamados organofosforados, de acción insecticida y acaricida; fue presentado al mercado en 1966 por la compañía Dow Chemical (Dow Elanco) que registró la marca Dursban.
Este insecticida es utilizado para productos como el tomate, banano, algodón, sorgo, arroz, papa, maíz, frutales, café, yuca, cacao, naranja, entre otros.
En cuanto al Clorpirifos el documento “Mercado de Plaguicidas Ilegales en México” señala que tiene presencia en la Entidad, el cual tiene toxicidad extrema en peces, crustáceos e insectos, además de mediana a alta toxicidad.
(David Vázquez)