La reafirmación de la soberanía de la Corona
La censura de la disidencia Muchos ataques contra la actuación política y los derechos de la Corona provenían, también, de otros adversarios a los que tuvo que enfrentarse Toledo, es decir, todos aquellos que tenían la osadía de distorsionar la visión de la realidad de esos reinos, «fingirlos cada uno como se le antoja para fundar los derechos que desea»53. Cuando Toledo le encargó a Sarmiento que escribiera la Historia Índica, lo que también quería era atacar algunas obras de reciente publicación, y en particular la Historia del Perú de Diego Fernández, el Palentino, que trataba de las guerras civiles entre almagristas y pizarristas: Y porque lo que en dos libros impresos estaba escrito, uno del origen del nuevo descubrimento, otro del discurso de las guerras civiles que entre españoles habían sucedido, hizo hacer con los conquistadores antiguos la información de todo, para que ambas historias pudiesen salir a la luz nuevamente corregidas y llenas de verdades que faltaba en muchas cosas a las demás54.
En una carta dirigida al soberano el 30 de noviembre de 1573 desde La Plata, Toledo expresaba la preocupación por la crónica de Fernández, que circulaba en esos momentos, motivada por la manera en que se trataban los hechos relativos al enfrentamiento entre el virrey Blasco Núñez y Gonzalo Pizarro. En efecto, la libertad con la que eran descritos los conflictos entre oidores y gobernantes, «la participación de muchos que aún viven en la traición», y demás aspectos poco edificantes, «pueden predisponer al levantamiento de la tierra»55. A fin de evitar levantamientos y revueltas, tanto por parte de indígenas y mestizos, como de los españoles, es evidente que para Toledo era necesario salvaguardar y defender, mediante una concienzuda labor de vigilancia y censura, aquella reconstrucción «de la verdad de los hechos», que se convertía de una vez por todas en la «verdad histórica», puesto que se había llegado a ella con todos los sellos de la oficialidad. Alrededor de un mes después, en la carta del 26 de diciembre de 1573, el virrey retomaba el argumento con vehemencia, añadiendo que la crónica de Fernández
53 Memorial de Toledo al soberano. Cuzco, 1 de marzo de 1572, en Levillier, Don Francisco de Toledo, cit., II, p. 13. 54 La obra a la que Toledo se refiere es la de Diego Fernández, «El Palentino», Primera y segunda parte de la Historia del Perú, Sevilla, 1571 (BAE, 164-165, 1963). Texto que, según Benito Sánchez Alonso, Fuentes de la historia española e hispanoamericana, Madrid, 1927, n. 5314, p. 314, tras el veto a su circulación del Consejo de Indias, fue muy poco difundida; Carta de Toledo a Felipe II. Puntos de la carta anterior, Cuzco, 1 de marzo de 1572 en GP, IV, p. 210. 55 Carta de Toledo a Felipe II. La Plata, 30 de noviembre de 1573, en GP, V, p. 249 y ss.
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