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La
San José de Cúcuta, septiembre 20 de 2015
Padre Juan Jacobo Olier
L
erdad
Es Nuestra Gente
Los Sulpicianos: una tradición de formación presbiteral
a Compañía de Pa- Carlos Borromeo (1538-1584). dres de San Sulpicio Cuando las reformas de (Padres Sulpicianos) Trento fueron aplicadas en es una sociedad de Francia, se fundaron algupresbíteros diocenos seminarios sanos que tienen “Los Sulpiciapor iniciativa de como vocación es- nos llegaron algunos presbítepecífica el servicio a Cúcuta en ros. Uno de estos a la formación ini- 1986, traídos sacerdotes reforcial y permanente por Monseñor madores fue el de los jóvenes, que Alberto Giraldo Padre Juan Jacoel Señor llama para Jaramillo, bo Olier (1608el sacerdocio. Es para fundar 1657), párroco decir, que su traba- y dirigir el de la parroquia jo se realiza funda- Seminario de San Sulpicio mentalmente en los Mayor San en Paris (de acá Seminarios Mayores José”. recibe el nombre y en el acompañaesta sociedad de miento a la formación per- padres). Junto con un grupo manente de los sacerdotes. de asociados, él fundó los Por ello se dice que es una primeros seminarios de la sociedad de padres consagra- tradición sulpiciana. da a Jesucristo Sumo y Eterno Los primeros miembros Sacerdote. de la comunidad, animados Su origen se remonta a la por un profundo deseo de época en que los seminarios preparar guías espirituales empezaron a ser establecidos idóneos para la renovación en Europa como respuesta a de la Iglesia en Francia, fuelas directrices del Concilio ron prestados por los Señode Trento (1545-1563). La res Obispos a la Compañía. mayor parte fueron fundados Mientras ejercían su minispor obispos diocesanos que terio en los seminarios como deseaban mejorar la formación una comunidad de hombres de su clero. La figura más con un mismo espíritu, condestacada, entre estos obispos tinuaron como presbíteros 14 reformadores, fue la de San diocesanos. Su ministerio y
Por: Abel Sierra. P.S.S.
su pedagogía de formación presbiteral rápidamente fue conocida y se extendió por toda Francia. El padre Olier estaba convencido que para renovar la Iglesia era necesaria la formación y renovación espiritual de los sacerdotes. Finalmente la Iglesia reconoció que los Sulpicianos tenían una vocación al servicio de la vocación, y por eso se erigió la Compañía como Sociedad de Vida Apostólica de derecho Pontificio. Los Sulpicianos son sacerdotes diocesanos que se asocian para una misión específica en la Iglesia: la formación inicial y permanente del clero. Los Sulpicianos de hoy siguen las huellas del padre Olier, comprendiendo con él que: “El designio de Dios sobre la Compañía es el de derramar el espíritu sacerdotal en la Iglesia”. Los Padres de San Sulpicio, tienen una identidad propia en la manera de realizar su misión. Dedicados principalmente y durante toda la vida a la formación inicial y permanente del clero, tienen una profunda convicción acerca de la importancia de
la formación espiritual y una pedagogía para la formación de los presbíteros. Los Sulpicianos realizan su misión en comunión con la Iglesia universal, por ello todos los seminarios que la Compañía tiene bajo su cuidado están estructurados según cuatro dimensiones de la persona humana: la dimensión humana, espiritual, intelectual y pastoral. Se trata de formar al hombre y al cristiano, para que llegue a ser discípulo misionero. En los seminarios animados por los Sulpicianos se busca una buena formación humana y una sólida formación espiritual, para que el candidato se haga un auténtico discípulo de Jesús, que se vaya configurando con Él, mediante una relación estrecha con Jesús. Todo ello bajo la acción del Espíritu Santo. El padre Olier invitaba a los sacerdotes a “abandonarse al Espíritu”. El Espíritu es quien va formando a Jesús en nuestro interior. La unión con Jesucristo es fundamental: El candidato al
sacerdocio diariamente recibe al Señor en la Eucaristía, se va alimentando y va descubriendo la voluntad de Dios en la lectura orante de la Palabra. Todo esto lo va realizando con la ayuda y acompañamiento de un director espiritual. Un Sulpiciano en el Seminario es un discípulo de Jesús que acompaña, que camina con otros discípulos para que la vida del Señor se vaya formando en su interior y vayan teniendo los mismos sentimientos y actitudes de Cristo. Los Sulpicianos llegaron a Cúcuta en 1986, traídos por Monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, para fundar y dirigir el Seminario Mayor San José. Actualmente tres sacerdotes de la Compañía trabajan en el Seminario de la Diócesis. Para ingresar a la Sociedad de Padres de San Sulpicio se debe ser sacerdote y descubrir el llamado del Señor para acompañar durante toda la vida a los que Él llama para el ministerio sacerdotal. Para mayor información visite nuestra página: www. sulpc.org