

Todos necesitamos la humildad y mansedumbre del corazón traspasado de Jesucristo, para volver a tomar el rumbo personal y familiar, marcado por tanta dificultad y confusión por la que pasamos a causa de la pérdida del sentido de Dios.
La 16ª Mercatón reafirma el compromiso continuo de la Diócesis de Cúcuta, viviendo la caridad de Cristo con la asistencia social y el bienestar de los más desfavorecidos.
Ser testigos de la vida significa defenderla allí donde está amenazada: en el vientre materno, en los rostros de los migrantes, en los ancianos solos, en los jóvenes sin oportunidades, en los descartados por la sociedad de consumo.
EPor: Mons. José
Obispo de la Diócesis de Cúcuta.
l mes de junio está consagrado en la Iglesia para contemplar el Crucificado y mirar en Él su costado traspasado y orar con corazón limpio diciendo: ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío! Esta oración nos pone en una actitud de pobreza evangélica, es decir, en una confianza total en el Señor; poniendo nuestra vida en sus manos, presentándole nuestras fatigas diarias y pidiendo que perdone nuestros pecados. Esta certeza la tenemos en su misma Palabra:
“Vengan a mí, los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11, 28-30).
No hay nada más agobiante que el pecado en la propia vida, que causa amargura y destruye la propia existencia, deteriorando la relación con Dios y con los demás. Por eso, hay que contemplar el Crucificado, para recibir la gracia del perdón por nuestros pecados y el alivio que brota del Corazón amoroso de Jesús, que es rico en misericordia. Que sigue teniendo compasión de nosotros y del mundo entero, para que ninguno se pierda, porque “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (Ez 33, 11), ya que Él no vino al mundo para juzgar y condenar, sino para salvar (Cf. Jn 12, 47) y ofrecer a todos una vida nueva que brota de su amor y misericordia.
Muchos seres humanos en el mundo viven llenos de odio, resenti-
miento, rencor, venganza que causan violencia y muerte; todos estos males se producen en el corazón humano que está dividido y enfermo. Ya desde el antiguo testamento el profeta Jeremías experimentó esta realidad cuando afirmó: “Nada más falso y enfermo que el corazón del hombre” (Jer 17, 9) y Jesús en el Evangelio nos lo afirma cuando dice: “Sin embargo lo que sale de la boca viene del corazón, y eso es lo que mancha al hombre. Porque del corazón vienen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios y las injurias. Eso es lo que mancha al hombre” (Mt 15, 18-20). Quedando claro que al revisar nuestra vida podemos encontrar nuestro corazón lleno de odio y resentimiento que causa maldad, división y violencia en cada familia y en la sociedad.
Frente a esta realidad que está en el interior de cada uno de nosotros, Jesucristo es nuestra esperanza, “una esperanza que no defrauda” (Rm 5, 5a). Él viene a ofrecernos su perdón y su misericordia, que brotan de su corazón que está lleno de amor para con cada uno de nosotros. Él viene a sanar las dolencias internas y darnos paz y sosiego en medio de tanta división, porque “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rm 5, 5b). Él quiere quedarse para habitar en cada corazón y en cada familia y darnos su perdón misericordioso.
Hoy se hace más necesaria la súplica al Señor ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!, reconociéndolo en el sacramento de la Reconciliación cuando somos perdonados; en la Eucaristía, donde somos alimentados con su cuerpo y con su sangre; para darnos vida en abundancia y la salvación eterna. Lo vivimos con un corazón grande para amar, para llegar hasta Él y descansar en Él en los momentos más difíciles de nuestra vida.
“Hay que contemplar el Crucificado, para recibir la gracia del perdón por nuestros pecados y el alivio que brota del Corazón amoroso de Jesús”.
Todos necesitamos la humildad y mansedumbre del corazón traspasado de Jesucristo, para volver a tomar el rumbo personal y familiar, marcado por tanta dificultad y confusión por la que pasamos a causa de la pérdida del sentido de Dios, “Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan” (Sal 22, 4). Todos necesitamos del perdón y la reconciliación que vienen del Corazón amoroso de Jesús para vivir reconciliados y en paz en nuestras familias y en la sociedad, “Tu bondad y tu misericordia me acompañan” (Sal 22, 6).
Cuánto bien nos hace dejar que Jesús vuelva a habitar en nuestro corazón y nos lance a amarnos los unos a los otros con su Corazón lleno de amor. Por esto, tenemos que orar y pedirle al Señor que venga en nuestro auxilio, por eso le decimos con fe y esperanza, ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!
La gracia que nos da la misericordia
de Dios con el perdón que gratuitamente nos ofrece Jesucristo, la recibimos como Palabra de Dios que nos libera de la esclavitud del pecado que nos divide y llena el corazón de odio y resentimiento, para darnos capacidad de amar y transmitir a los demás la misericordia con el amor del Corazón de Jesús, “Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados por su sangre, seremos por Él salvados del castigo” (Rom 5, 8).
Todo viene de Dios, que nos ha reconciliado consigo por el Corazón de Cristo. Dios Padre, en efecto, es quien, en el Corazón de Cristo nos perdona, no tomando en cuenta nuestros pecados. Es por esto que la Iglesia nos suplica, por las entrañas de Cristo: Dejémonos reconciliar con Dios y nos invita a confiar en el Señor, repitiendo siempre: ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!. Alimentándos con la Eucaristía y fortalecidos con la oración, recibamos del Señor las palabras: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5, 8). Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José, alcancen del Señor la misericordia y el perdón y un corazón grande para amar.
En unión de oraciones, reciban mi bendición.
En el marco de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la Diócesis de Cúcuta celebró el Jubileo de las Familias, el pasado viernes 27 de junio; renovando su compromiso con el amor y la unidad, inspirados en el Corazón de Jesús, símbolo del amor infinito y misericordioso de Dios por la humanidad.
La jornada inició con la procesión desde el monumento Cristo Rey y recorrieron las principales calles de la ciudad hasta llegar a la Catedral San José, donde se llevó a cabo la eucaristía jubilar presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de la Diócesis de Cúcuta; quien peregrinó acompañado del clero diocesano, seminaristas, movimientos, grupos apostólicos y fieles creyentes que se fueron uniendo como peregrinos de la esperanza.
Monseñor José Libardo durante la homilía, transmitió un mensaje de reno-
vación espiritual y esperanza para las familias, invitándolas a vivir con fe profunda el tiempo de gracia que representa el Jubileo. También, destacó que la eucaristía es el centro que educa para la misión. Que el encuentro con Cristo en este sacramento impulsa a las familias a vivir con alegría y salir a anunciar el Evangelio con compromiso y amor, siendo testigos vivos de la fe en sus hogares y comunidades; hizo un llamado a renovar la vida familiar, a ser portadores de esperanza y paz en medio de los desafíos actuales, bajo la protección y guía del Sagrado Corazón de Jesús.
Este tiempo jubilar es una oportunidad para que las familias renueven su compromiso de vivir en unidad, perdón y esperanza, pidiendo la intercesión y protección del Sagrado Corazón, fuente de fortaleza y reconciliación, especialmente ante las adversidades que se presentan a las familias.
La Diócesis de Cúcuta llevó a cabo el pasado jueves 19 de junio, el inicio de la decimosexta edición de su tradicional Mercatón, una jornada dedicada a la recolección de alimentos y víveres para asistir a las familias más vulnerables de la región. El evento concluyó con una participación de la comunidad, movimientos apostólicos, instituciones, comerciantes y transeúntes.
La jornada solidaria inició a las 10:00 a.m. en la Catedral San José donde se celebró la Santa Misa, por la solemnidad del Corpus Christi, presidida por el arzobispo emérito de Villavicencio, Monseñor Óscar Urbina Ortega. Durante su homilía, Monseñor destacó la importancia de la caridad y el compromiso social como pilares de la fe, agradeciendo la generosidad de todos los participantes.
Durante todo el día, se recibieron donaciones de productos esenciales como azúcar, granos, arroz, aceite, chocolate, café, sal, harinas, panela, y enlatados, entre otros. Y se extendió
en las demás parroquias de la Diócesis hasta el domingo 22 de junio, permitiendo que más personas se sumaran a esta noble causa. También, se recibieron aportes económicos a través de la cuenta de ahorros de Bancolombia 08800014750 habilitada para tal fin.
El presbítero Carlos Eduardo Escalante Escalante, Director de la Fundación Banco de Alimentos de la Diócesis de Cúcuta indicó: “con esto contribuimos a seguir trabajando por los más necesitados y vulnerables de la ciudad, el área metropolitana y toda la región. Así que, juntos sigamos trabajando por una región sin hambre”.
La 16ª Mercatón reafirma el compromiso continuo de la Diócesis de Cúcuta, viviendo la caridad de Cristo con la asistencia social y el bienestar de los más desfavorecidos, consolidando lazos de hermandad y ayuda mutua en la comunidad nortesantandereana, siendo testigos y compartiendo con el necesitado. Al cierre de esta edición se recibieron 36,546 kilos de alimentos.
El pasado 18 de junio, se llevó a cabo la rueda de prensa oficial de la X Copa de la Fe, evento deportivo que reúne a más de 600 sacerdotes de 28 delegaciones de Colombia, México, Ecuador y Venezuela. Evento que se realizará en los escenarios deportivos de Armenia, La Tebaida y Quindío, del 8 al 12 de septiembre del presente año. Un torneo de fútbol que promueve la unión, la fraternidad y la paz. Durante el lanzamiento, los organizadores destacaron la importancia de este campeonato como un espacio de encuentro y con-
vivencia entre los participantes, quienes además de competir, fortalecen sus lazos comunitarios y espirituales.
La rueda de prensa contó con la participación de líderes eclesiásticos, organizadores, quienes invitaron a la comunidad a seguir de cerca este evento que combina deporte, fe y fraternidad. El presbítero de la Diócesis de Armenia, Cesar Augusto Ladino Cardona, destacó: “entre los equipos más fuertes tenemos a Garzón, Guadalajara, Cúcuta y Pasto que ya han sido campeones”.
Se resaltó que la Copa de la Fe no solo es un torneo deportivo, sino también una oportunidad para reconocer el trabajo pastoral diario de los sacerdotes y su compromiso con las comunidades a las que sirven. Durante el sorteo que contó con la asistencia de los exfutbolistas Rubén Darío Hernández y Wilson “el pájaro Carpintero” como invitados especiales; primero se eligieron los equipos cabeza de grupo y luego los demás equipos para cada grupo.
“Realmente a través del deporte, te-
nemos que construir la paz, lo hemos vivido los colombianos, como el deporte, especialmente el fútbol porque todas las disciplinas son muy importantes, paralizan a un país”. Declaró Monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, obispo de la Diócesis de Armenia.
Este torneo es una iniciativa de la Conferencia Episcopal de Colombia que busca fomentar valores cristianos a través del deporte y fortalecer lazos entre sacerdotes y fieles en un ambiente de respeto y alegría.
Fortalecer entre los fieles de las comunidades eclesiales misioneras la relación entre generaciones como un pilar fundamental para cuidar la vida personal y eclesial. Así, a partir de estos vínculos, jóvenes y ancianos reconozcan el valor de custodiar la memoria y aprecien el don de pertenecer a una Iglesia viva y en salida misionera.
Para el desarrollo del encuentro los invitamos a tener presente las siguientes indicaciones:
Invitar a niños y jóvenes al encuentro.
Ambientar el lugar con el lema del mes.
Preparar un atril con la Palabra de Dios.
Sacar copias de los cantos.
Invocación Trinitaria: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Canto de ambientación: Viva la fe… Yo tengo un amigo que me ama.
Oración al Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre lo que debo
pensar,
lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación.
Espíritu Santo dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén.
“Sean mis testigos: Cuiden la vida”
(Repetir varias veces el lema y recordar los de los meses anteriores).
Profundizar el lema
Hoy cobra demasiada importancia la relación entre generaciones, como pilar para cuidar la vida personal y eclesial, un vínculo que enriquece nuestras vidas y nos conecta con una historia más grande. Su Santidad el Papa Francisco, nos enseñó como el Señor espera que los jóvenes, al encontrarse con los ancianos, reconozcan el valor de custodiar la memoria y aprecien el don de pertenecer a una Iglesia viva y en salida misionera.
La amistad con una persona anciana ofrece a los jóvenes una perspectiva invaluable. Al interactuar con ellos, se dan cuenta de que la vida no se limita al presente y que no todo de-
Para los ancianos, la presencia de los jóvenes es un recordatorio esperanzador de que lo vivido no se pierde. Sus sueños y aspiraciones pueden seguir vivos a través de las nuevas generaciones. Este intercambio intergeneracional es vital: los mayores aportan su sabiduría y experiencia, mientras que los jóvenes traen energía y una visión renovada del futuro y así entre juntos vivir la misión de nuestra Iglesia. Es preciso recordar las palabras del Papa Francisco, en la exhortación Christus Vivit: “Cristo vive. Él es nuestra esperanza y la juventud más hermosa de este mundo. Todo lo que toca se hace joven, se hace nuevo, se llena de vida. Por lo tanto, las primeras palabras que quiero dirigir a cada joven cristiano son: ¡Él vive y te quiere vivo!” (Nº 1).
Del libro de los Efesios 5, 15
“Así pues, miren atentamente cómo viven; que no sea como imprudentes, sino como prudentes” Palabra de Dios
Tengamos en cuenta estos cinco (5) puntos para reflexionar el texto bíblico:
El Apóstol Pablo nos exhorta a vivir con sabiduría, reconociendo la brevedad de la vida y la importancia de cada momento. En Efesios 5, 15, se nos advierte a tener cuidado de cómo nos conpende únicamente de sus propias capacidades. Esta conexión les ayuda a comprender que hay un legado de experiencias y enseñanzas que trasciende su propia existencia.
ducimos, no como necios, sino como sabios, aprovechando cada oportunidad de la vida.
La insensatez se manifiesta en una vida desorientada, ignorando lo que es bueno y verdadero. El necio vive en tinieblas, mientras que el sabio busca vivir conforme a la voluntad de Dios, iluminado por el Espíritu Santo.
El tiempo es un regalo precioso que debemos aprovechar. Desperdiciarlo es despreciar un recurso invaluable. Cada momento debe ser utilizado para crecer en santidad y servir a los demás.
Cristo es nuestra luz y guía. Al seguirlo, discernimos lo que es bueno y tomamos decisiones prudentes que nos acercan a Dios, mayor expresión del cuidado de la vida.
San Pablo también nos invita a vivir en comunidad, compartiendo fe y amor. Al construir puentes entre generaciones, fortalecemos nuestros lazos y creamos un futuro esperanzador. Que esta Palabra nos inspire a vivir sabiamente, aprovechando cada día para reflejar la luz de Cristo en nuestras vidas.
Pedir a los participantes que respondan a las siguientes preguntas espontáneamente:
¿Qué valoras más de las personas mayores?
¿Qué crees que los jóvenes pueden aportar a las personas mayores?
¿Qué opinas de este deseo del Papa Francisco “¡Cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría des-
bordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!”?
En cada hogar, facilitar un diálogo sobre las experiencias personales de las relaciones intergeneracionales y la importancia de la transmisión de la fe en las familias.
Organizar la visita a alguna familia con adultos mayores y hacer la siguiente oración:
Padre de misericordia y de paz, en este día en que rezamos especialmente por nuestros queridos adultos mayores, abuelas y abuelos, hermanas y hermanos, testigos de que tu misericordia se extiende de generación en generación, te pedimos, con humildad y con mucha confianza, que bendigas abundantemente a estos hermanos y hermanas que han llegado a gozar de la ancianidad, siendo para nuestra comunidad un signo de lucha y esperanza, de que a pesar de las dificultades del camino vale la pena jugarse todo
por seguir soñando. Te pedimos regálanos poder siempre acompañarlos, escucharlos y valorar su gran aporte a la sabiduría de los pueblos. Te lo pedimos por la intercesión de María Santísima, Madre de nuestro pueblo, que siempre tiene su mirada de amor puesta en sus hijos e hijas. Amén.
Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal de que tu voluntad se cumpla en mí, y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo. Y necesito, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén. (Charles de Foucault)
Felicidades en su fiesta patronal
SANTO DOMINGO SAVIO
Fundación: mayo 5 de 2001
Fiesta: 12 de junio
Párroco: José del Carmen Béjar Vargas
Ubicación: barrio Ceiba II
SANTÍSIMA TRINIDAD
Fundación: marzo 12 de 1954
Fiesta: domingo después de Pentecostés
Párroco: Néstor Alfredo Sánchez Martínez
Ubicación: barrio Cundinamarca
BASÍLICA MENOR DE NUESTRA SEÑORA
DEL ROSARIO DE CHIQUINQUIRÁ
Fundación: febrero 22 de 2020
Fiesta: 21 de junio
Párroco: José Elver Rojas Herrera
Ubicación: barrio San Luis
SAGRADA EUCARISTÍA
Fundación: junio 18 de 2006
Fiesta: domingo de Corpus Christi
Párroco: Carlos Eduardo Escalante
Ubicación: barrio Carlos Ramírez París
SAN JUAN BAUTISTA
Fundación: mayo 26 de 1966
Fiesta: 24 de junio
Párroco: José Giovanny Nieto Cano
Ubicación: barrio Guaimaral
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Fundación: febrero 11 de 1954
Fiesta: Sagrado Corazón de Jesús
Párroco: Álvaro Antonio Gutiérrez Buitrago
Ubicación: barrio La Riviera
NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO
Fundación: septiembre 19 de 1944
Fiesta: 27 de junio
Párroco: Álvaro Iván Gómez Suárez
Ubicación: barrio El Contento
INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
Fundación: diciembre 8 de 1992
Fiesta: sábado siguiente a la fiesta del Sagrado Corazón
Párroco: Luis Armando Quintero Tarazona
Ubicación: barrio Prados del Norte
SAN PABLO
Fundación: febrero 18 de 1975
Fiesta: 29 de junio
Párroco: Jesús Omar Osma Aldana
Ubicación: Los Patios
Fundación: febrero 2 de 1974
Fiesta: 29 de junio
Párroco: Fabio Gonzalo Argüello Gutiérrez
Ubicación: La Parada
SAN PEDRO APÓSTOL, VILLA CARO
Fundación: agosto 27 de 1990
Fiesta: 29 de junio
Párroco: Fabián Pacheco Llanes
Ubicación: frente al parque principal
Fundación: febrero 2 de 1987
Fiesta: 29 de junio
Párroco: Wilson David Alba García
Ubicación: barrio Chapinero
TPor: Pbro. Daniel Alejandro Bolívar Castaño, Vicario Pastoral de la Diócesis de Cúcuta y párroco del Espíritu Santo.
estimoniar a Cristo es vivir como Él vivió, y un espacio oportuno para vivir el testimonio es la familia, como Iglesia doméstica, ella también tiene una dimensión misionera y participa de la misión evangelizadora de la Iglesia.
La pluralidad de los miembros en la familia conlleva a la toma de conciencia sobre la importancia de cada uno en la comunión de personas que deben reflejar en sus relaciones la profundidad del amor de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Nuestro plan pastoral en este año 2025, propone para el mes de julio la semana del adulto mayor con la celebración de su Jubileo, el Jubileo de los jóvenes y el Jubileo de los conductores y mineros. En este tiempo de gracia, como peregrinos de la esperanza hacemos un llamado a la construcción de la paz; desde la familia, valorándonos mutuamente, amándonos sin condición. Es en la familia donde aprendemos a convivir con la alegría y espontaneidad de los jóvenes, con la serenidad de los años y fragilidad de los abuelos. Cuidar la vida, en un mundo marcado por el odio, las guerras, las enemistades, los individualismos; el
llamado a ser testigos del Evangelio pasa de ser una recomendación a convertirse en un mandato. Cuidar la vida no es sólo la consigna pastoral del mes de julio, sino un compromiso profundo con el maestro, que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Jn 10, 10).
Si reconocemos que la vida es un don de Dios, reconocemos que en el rostro de cada uno brilla el rostro de Aquel que nos amó primero.
Por eso, ser testigos de Cristo implica ser custodios de la vida, en todas sus formas y circunstancias. Cuidar la vida no se reduce a un acto puntual, sino que es una actitud constante, un estilo de vida evangélico.
ción, extendiendo así la defensa de la vida al planeta mismo.
“Ya no podemos hablar de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional. La vida de los pobres y la del planeta están unidas” (‘Laudato Sí’, 162).
“Cuidar la vida, en un mundo marcado por el odio, las guerras, las enemistades, los individualismos; el llamado a ser testigos del Evangelio”.
Ser testigos de la vida significa defenderla allí donde está amenazada: en el vientre materno, en los rostros de los migrantes, en los ancianos solos, en los jóvenes sin oportunidades, en los descartados por la sociedad de consumo. Significa también promover una cultura del encuentro, del respeto y del diálogo, como el Papa enseñaba:
sino que se involucre en la justicia, en la reconciliación y en la paz. Una Iglesia madre y maestra que es a su vez protectora de los más vulnerables y que es un hogar de esperanza.
El llamado a cuidar la vida, dentro de un plan pastoral, es un llamado a custodiar la fe del pueblo de Dios, que da una mirada de ternura a cada uno a fin de fomentar vocaciones al cuidado de la vida, a sanar heridas y dar testimonio del amor que nos salva.
El proceso evangelizador de nuestra Iglesia Particular, es una herramienta para hacer eco a la voz profética del Papa Francisco quien nos invitaba a tomar conciencia que defender la vida está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano (Evangelii Gaudium 213) pero a su vez, esta consigna implícita en el corazón del creyente tiene horizontes mucho más grandes, es el Papa Francisco, quien insiste, que cuidar la vida es también pensar en la crea-
“Cada vida cuenta. Quien se atreve a mirar al otro con ternura ya ha comenzado a cambiar el mundo” (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 2021).
El lema del mes de julio, anima nuestro proceso evangelizador a darle una mirada a las personas y a las comunidades para fortalecer los vínculos intergeneracionales para construir una Iglesia que no sea espectadora,
Hoy, más que nunca, resuena la voz del Resucitado “Ustedes serán mis testigos” (Hch 1, 8). Testigos del Reino, testigos del amor, testigos de la vida. Donde las personas que han recibido una conveniente iniciación cristiana en la fe y en la vida, asumen un papel importante en la sociedad de cara a la misión evangelizadora, cristianos que acogen la vida como un don y que la defienden como una oportunidad para custodiar los tesoros del creador.
Por: Psic. Carolina
Escalante Ortega
odos nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias”. Esta frase sencilla y profunda fue pronunciada por un joven italiano que vivió apenas 15 años, pero cuya vida ha dejado una huella imborrable en la Iglesia del siglo XXI: el beato Carlo Acutis. Su historia inspira especialmente a la juventud, recordándonos que la santidad no es algo del pasado ni reservado para unos pocos, sino una opción real y hermosa para todos. Carlo nos muestra que vivir con Dios, ser auténtico, y utilizar nuestros talentos para el bien es posible en la era digital.
Pero antes de profundizar en el legado que este joven dejó para el mundo, es importante conocer un poco de su historia; esta comienza en Londres el 3 de mayo de 1991, en donde nace, en una familia italiana adinerada, su padre Andrea Acutis y su madre Antonia Salzano. Aunque sus padres no eran muy creyentes, lo bautizan el 18 de mayo de 1991 en la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, Chelsea. Poco después se mudan a Milán, Italia.
Acutis asistió a su primera escuela primaria en septiembre de 1997, el Instituto San Carlo en Milán; pero como la escuela estaba lejos de su casa, tres meses después se trasladó al Instituto Marcelline Tommaseo, dirigido por las Hermanas de Santa Marcelina. La escuela secundaria la realizó en el Instituto Leone XIII de los padres jesuitas, en donde comenzó a interesarse por la informática.
El 16 de junio de 1998, cuando tenía siete años, recibió su primera Comunión en el convento de Sant’Ambrogio ad Nemus, Milán. Fue confirmado cinco años después, el 24 de mayo de 2003, en la parroquia de Santa Maria Segreta. Se reseña que el joven Carlo amaba la Eucaristía por lo tanto procuraba ir todos los días y además siempre buscaba ir a visitar al Santísimo en cada ciudad que llegaba. De este amor nace su proyecto de crear una página web https://www.miracolieucaristici.org/ es/Liste/list.html que retrata milagros
Eucarísticos de todo el mundo, que el mismo iría a visitar. Este proyecto es inaugurado el 4 de octubre del 2006, (día de san Francisco de Asis), poco antes de su muerte. Su vida se apaga a su corta edad debido a una enfermedad llamada leucemia promielocítica aguda, pero aun en los últimos meses de su vida el joven Carlo ofrecía sus dolores por el Papa y la Iglesia.
El legado de santidad de un joven con los pies en la tierra y el corazón en el cielo
Desde niño, Carlo amó profundamente la Eucaristía y cultivó una devoción sincera por la Virgen María, a quien llamaba “la única mujer en mi vida”. Rezaba el Rosario, ayudaba a los necesitados, y ofreció su enfermedad por el Papa y la Iglesia. Pero también era un joven como cualquier otro: disfrutaba la tecnología, los videojuegos y compartir con sus amigos. Lo extraordinario fue cómo integró su fe con su vida cotidiana, siendo coherente y original en cada paso. Carlo sin saberlo dejó un camino de fe y esperanza para todos los cristianos, que llegamos a conocer sobre él con las siguientes enseñanzas:
1. Orar siempre nos permite encontrarnos con Dios, pero también que “lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo”. Carlo nos invita a no desfallecer en la intención de ser santos, presentándonos la oración como un medio muy efectivo para expresarlo a Dios. En la oración también podemos no solo ha- blarle, sino escuchar lo que Él desea para nosotros y si logramos abrir plenamente nuestro corazón, podremos además entender y hacer su voluntad. Conocer esta invitación del beato nos lleva a preguntarnos: ¿qué estamos pidiendo a Dios en la oración? ¿si estamos escuchando a Dios? ¿son más fuertes los ruidos del mundo que la voz de Dios en mi vida?
2. La misión se puede hacer en cada acción de nuestra vida cotidiana. Carlo decía: “estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios”. Con apenas 14 años, creó una exposición digital de los milagros eucarísticos del mundo. Hoy, esa
obra sigue evangelizando en muchos idiomas. Él entendió que los medios digitales podían ser canales de Dios, y por eso usó su computadora para acercar a otros a Jesús. Es una gran lección que nos hace pensar como nuestra vida diaria puede ser una constante evangelización, en donde nuestros actos deben ser coherentes con nuestra fe, pero aún más importante es poder aprovechar cada momento de nuestra vida para agradar a Dios. Nos desafía a preguntarnos: ¿cómo estoy usando mis dones para evangelizar? ¿es mi vida un reflejo de la fe que profeso?
“Conocer la vida de este joven millenial, amante de la tecnología y convencido de la santidad, me ha permitido entender que Dios tiene un plan para nosotros”.
3. Vivir y amar la Eucaristía; una de las frases mas conocidas del joven beato era: “la Eucaristía es mi autopista al cielo”, es decir Carlo estaba muy convencido que comulgar lo llevaría al encuentro con el Padre para toda la
eternidad. A su corta edad y tal vez sin mucho conocimiento de teología, ya tenía claro por inspiración de Dios que había tomado la mejor vía para llegar a la santidad; además, porque también expresaba que: “al estar en presencia de Cristo Eucarístico, nos volvemos santos”. Es una invitación para todos nosotros a tomar este camino, que por gracia de Dios podemos encontrar todos los días si así lo deseamos, pero aun más importante es un sendero que nos permite desde ya vivir en plenitud, paz y santidad en nuestro corazón. Sin embargo, nos queda una pregunta muy importante por hacernos, si la Eucaristía es la autopista al cielo, ¿la tenemos bien pavimentada? Es decir ¿si la estamos priorizando? o estamos poniendo muchas excusas para buscarla.
4. Amor a la Virgen María: Carlo la amaba enormemente, probablemente porque ella lo acompañó en muchos momentos de su vida y también porque él entendía que ella lo llevaría a su Hijo Jesús. Él repetía constantemente “La Virgen María es la única mujer en mi vida”, aun cuando los demás jóvenes de su edad se interesaban en otras chicas a él le interesaba la Virgen María. Y este amor por ella le hizo ser fiel al santo Rosario, el cual consideraba después de la Eucaristía la mejor arma para combatir el demonio. Hoy en día muchas cosas pueden asemejarse al demonio como: la tristeza, la ansiedad, la angustia, el desamor; por eso, aceptar la invitación de Carlo a rezar el santo Rosario puede ser de gran ayuda para derrocarlo. Aun así, debemos preguntarnos: ¿He permitido a la virgen María reinar mi corazón?
5. Ayudar a los demás. En un mundo en el que el egoísmo reina cada vez más, amar al prójimo es una revolución, y Carlo en su corta vida nos enseñó que no hay nada mas satisfactorio que ayudar a los demás. En una ocasión ahorró de su mesada para comprar una manta a un habitante de calle, entre otras cosas que solía hacer en silencio y que sus padres conocieron solo cuando falleció. Su familia nunca imaginó el bien que él estaba haciendo en nombre de Dios. Carlo nos invita a ver en cada persona que nos necesita a Dios. Que la expresión de nuestro amor a Él no se dé solo con palabras sino con acciones por nuestros hermanos. Si el mundo que dice creer en Dios viera la vida como la veía Carlo y muchos otros santos, probablemente no existirían las guerras.
6. Ser jóvenes santos y originales: Carlo tenía claro que la santidad es para todos. No hay edad mínima ni condición ideal. Se trata de vivir cada día con amor, con fe, con alegría. En un mundo que nos quiere convertir en copias de modelos vacíos, que quie-
re llevar a los jóvenes por un abismo existencial, puesto que les presenta modelos que no les permite desarrollar su verdadera identidad, la de reconocernos como hijos de Dios, porque nos quieren convencer que el cielo no existe y que Dios es un imaginario. En este momento de la historia Carlo nos anima a ser nosotros mismos, a ser santos, a ser originales, su ejemplo es una luz que nos invita a caminar hacia Dios sin temor, con la confianza puesta en Él y en su amor, nos invita no tener pena de profesar nuestra fe con entusiasmo y autenticidad.
amaba, la sagrada Eucaristía. Hoy muchos jóvenes no saben que hacer con su vida, o peor aún, creen que su vida no tiene sentido, pero este jóven santo nos enseña que si es posible entenderlo aun siendo muy jóvenes, si nos permitimos el encuentro personal con Cristo. Responder al llamado de Dios puede parecer difícil, más aún saber si ser sacerdote, religioso/a o vivir el sacramento del matrimonio, pero es posible si tenemos todos nuestros sentidos dispuestos para entender la voluntad de Dios en nuestras vidas.
“Su historia inspira especialmente a la juventud, recordándonos que la santidad no es algo del pasado ni reservado para unos pocos, sino una opción real y hermosa para todos”.
Con cada paso de su vida nos trazó un camino para aquellos que como él aspiramos a la santidad. Estos 7 aspectos que resumen la vida de Carlo Acutis nos permite ver que sí es posible, que en el plan de Dios está que todos seamos santos, solo que nuestras decisiones determinan si queremos ir por este camino o no.
nos amó primero y por eso ha hecho todo por nosotros, para vernos en plenitud, a su propio Hijo lo donó para que podamos contar con la salvación eterna. Lo único que debemos hacer es responderle, tomando una decisión que nos permita servir desde el amor. Por eso, la mayor enseñanza que nos puede quedar después de este recorrido por la vida del joven Carlo que será canonizado el 7 de septiembre en Roma, es que debemos ser auténticos cristianos, siendo coherentes, con acciones concretas desde nuestra cotidianidad, que no tengamos temor de expresar el amor de Dios a todo el mundo, que no nos angustie si vamos contracorriente con el mundo mientras vayamos en dirección al cielo.
7. Entender como responder el llamado del amor de Dios: Carlo ya había descubierto que quería ser sacerdote, una gracia que pocas personas tienen a tan corta edad, el saber como responder el llamado del amor de Dios. Sin embargo, él por su gran amor e interés por lo sagrado fue entendiendo que Dios lo quería para ser su instrumento y dar al mundo lo que tanto él
Conocer la vida de este joven millenial, amante de la tecnología y convencido de la santidad, me ha permitido entender que Dios tiene un plan para nosotros y por eso estamos en este mundo, que al final de ese plan está la santidad. Pero, para lograrlo debemos responder al llamado de su amor, que es lo que conocemos como vocación, es decir debemos entender que Dios
Para finalizar este articulo quiero invitar a todos los jóvenes a que no tengan miedo de responder el llamado de Dios. Sé que este mundo les esta ofreciendo otras cosas contrarias a seguir a Cristo, pero no hay acto más liberador que seguirlo. Porque es el único que los va amar por lo que son y les va llevar a la verdadera felicidad, aquella que no se apaga y que les garantiza vivir en plenitud por la eternidad. Dice el evangelio podemos vivir en el mundo, pero no ser parte de Él, Carlo sabia aplicar muy bien esta enseñanza y hoy está próximo a llegar a los altares. Permitámonos encontrar nuestra identidad en el corazón de Dios.
Como parte de su agenda de actividades del mes de junio del 2025, el Papa León XIV convocó el pasado 13 de junio a las 09:00 a.m. hora italiana, a los cardenales residentes o presentes en Roma a participar en el “Consistorio Ordinario Público para el voto sobre algunas Causas de Canonización”, un paso necesario previo a declarar como santos a miembros de la Iglesia cuyos milagros ya fueron estudiados y validados previamente.
En la asamblea, fue analizado por los cardenales cada uno de los casos incluidos en la agenda y emitieron un voto a favor o en contra de declarar como ‘santa’ o ‘santo’ a un beato. En el resultado 9 santos serán inscritos en el Registro de los Santos en dos ceremonias durante este año Jubilar 2025.
En la primera fecha el 7 de septiembre de 2025 serán:
BEATO CARLO ACUTIS, 1991-2006
Apóstol de la Eucaristía y el Internet
Joven italiano fallecido a los 15 años, utilizó la tecnología para evangelizar. Profundo devoto de la eucaristía, creo un sitio web sobre los milagros eucarísticos. Se le considera el patrono de la era digital.
BEATO PIER GIORGIO FRASATTI 1901-1925
alpinista de Dios
Joven turinés, atlético, amante de la montaña y el Rosario, vivió el evangelio entre los pobres. Miembro de la Acción Católica y de la tercera orden de Santo Domingo, murió a los 24 años.
En la segunda fecha, el 19 de octubre de 2025 serán:
BEATO BARTOLO LONGO 1841-1926
El Apóstol del Rosario
Abogado que, tras una crisis interior y un encuentro con un sacerdote dominico, se convirtió al cristianismo. Fundó el santuario de Pompeya, promovió el rezo del Rosario y dedicó su vida a la caridad.
BEATA MARÍA TRONCATTI 1883-1969
Misionera de la caridad y la curación
Monja salesiana, dedicó su vida a los pueblos indígenas de la Amazonía de Ecuador. Enfermera, catequista y madre de todos, supo unir fe y ciencia, convirtiéndose en un signo de esperanza para los más pobres. Es considerada la apóstol de la caridad misionera.
BEATA VINCENZA MARÍA POLONI 1802-1855
Fundadora de las hermanas de la misericordia, inspiradas en san Vicente de Paúl. Dedicó su vida al cuidado de los pobres. Su espiritualidad sigue viva en las obras educativas y sanitarias de su congregación.
BEATO JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ 1864-1919
El doctor de los pobres
Médico venezolano y terciario franciscano, atendía gratuitamente a los pobres y llevaba la Eucaristía a los enfermos. Venerado como santo incluso en vida, murió atropellado por un vehículo mientras ayudaba a un paciente.
BEATA CARMEN RENDILES 1903-1977
Una mística eucarística
La madre venezolana, vivió una profunda espiritualidad eucarística y una vida de caridad entre los pobres. Fundó la congregación de las Siervas de Jesús, dedicada a la educación y la asistencia social. Fue una mujer “absorbida por el amor a Dios”.
BEATO IGNATUS CHOUKRALLAH MALOYAN 1869-1915
Detenido durante el genocidio armenio, se negó a renunciar a la fe y fue asesinado. Testimonio de fidelidad a Cristo incluso en la persecución más cruel, animó a sus compañeros de prisión a no abandonar la fe y a confiar en Dios hasta el último aliento.
BEATO PETER TO ROT 1912-1945
Primer santo de Papúa Nueva Guinea
Catequista y padre de familia, defendió la fe cristiana y el matrimonio durante la ocupación japonesa. Detenido por su ministerio entre los pobres y los enfermos, fue envenenado en prisión por negarse a renunciar a la fe.
Estas canonizaciones en el año Jubilar 2025 reflejan el rostro universal de la Iglesia: jóvenes laicos, mártires, misioneros, fundadores y doctores. Cada uno de ellos encarna un camino de santidad enraizado en la vida ordinaria y en una fe extraordinaria, ofreciendo ejemplos reales y esperanzadores para la Iglesia de hoy; reafirmando así su llamado a la santidad para todos, mostrando que la santidad es posible en cualquier estado de vida y época en la historia.
Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/113977/que-canonizaciones-decidira-el-primer-consistorio-de-leon-xiv https://www.facebook.com/share/p/16J8pHjQA8/
Son grupos de 12 a 20 personas, que permiten vivir de manera cercana y mejor la comunión con Dios, con los hermanos; permiten crecer en la fe cuando la compartimos en comunidad. Estas pequeñas comunidades que se reúnen frecuentemente en torno a la Palabra de Dios tienen como propósito la madurez en la fe y crear condiciones de cambio social en el ambiente donde se encuentren.
En las Comunidades Eclesiales Misioneras los fieles continúan su aprendizaje de la vida cristiana, se forman cada vez más y mejor para la vida comunitaria; también aprenden los medios para fomentar relaciones saludables y enriquecedoras para todos.
Ellas nos permiten tener experiencias fuertes en varios campos:
Experiencia humana: las personas se encuentran y salen del aislamiento, crecen en conocimiento mutuo y amistad, comparten experiencias, dialogan sobre preocupaciones de la vida diaria o de la comunidad.
Experiencia cristiana: las personas tienen espacios de encuentro con la Palabra de Dios, momentos de oración, diálogos sobre aspectos de la fe y de la vida cristiana.
Experiencia comunitaria: en esos espacios se captan mejor las necesidades vitales de las personas y sus familias; allí se pueden crear cambios de mentalidad, nuevas actitudes, nuevos comportamientos sociales.
Experiencia misionera: estas deben caracterizarse por una decidida proyección misionera que les infunda un renovado dinamismo apostólico.
Las Comunidades Eclesiales Misioneras tienen un equipo de líderes que animan las comunidades, son parte de ellas y cumplen con unos servicios específicos.
Al organizar la Comunidad Eclesial Misionera es necesario asignar:
Un animador(a), que es un miembro más de la comunidad, que presta un servicio especial en la animación, no es el dueño de la comunidad. Es propuesto por la comunidad y aceptado por el párroco.
Un secretario(a), que va llevando la memoria de la vida de la comunidad, va recordando los compromisos fundamentales del grupo.
El animador tiene la función de coordinar las reuniones de la Comunidad Eclesial Misionera y, a través de ellas, ayudar a la comunidad a crecer y vivir en coherencia con el Evangelio.
Del animador y del secretario dependen la vida y el crecimiento de la comunidad.
Por eso, en sus actividades debe estar siempre en comunión con el Equipo coordinador del sector. Su tarea es animar la comunidad, este encargo comienza por la oración por quienes tiene a su cuidado, teniendo presente que Dios es quien guía y acompaña cada comunidad.
Además, ayuda y orienta a la gente a descubrir la Palabra de Dios para su vida. No es necesario que sepa responder a todo, lo que importa es que cada
uno encuentre en el animador un amigo en quien confiar.
Participa con responsabilidad en los encuentros parroquiales de los animadores de las Comunidades Eclesiales Misioneras a fin de preparar los encuentros mensuales de cada comunidad.
Para los encuentros mensuales debe prepararse con seriedad. Leer y releer la guía del encuentro, preparar algunas preguntas alternativas, orar por el encuentro que va a realizar.
Algunas recomendaciones para el animador durante el encuentro:
Ofrecer la oportunidad a la familia que acoge el encuentro, de hacer el saludo inicial.
En el momento oportuno pasa de una pregunta a otra.
Invita a leer las introducciones, las preguntas, el texto bíblico y las oraciones a otras personas, siempre que lo hagan de buena manera.
Facilita que todos tengan la oportunidad de hablar y de expresarse. Evita con discreción que nadie monopolice la reunión hablando o que algunos de los participantes se pongan a discutir entre ellos.
Es amable y crea buen ambiente para que todos se sientan a gusto.
Para animar el encuentro puede pedir a alguien que ayude con el canto al comienzo y al final.
Como las comunidades Eclesiales Misioneras son de vital importancia en las parroquias, se debe tener un Comité Parroquial para la Animación de las Comunidades Eclesiales Misioneras que se encargue de reunir los animadores, de preparar a nivel parroquial cada encuentro eclesial mensual y dar herramientas de manejo de grupo y de vida eclesial a los animadores. Otras de sus funciones son:
Ayudar a los párrocos en el pastoreo integral de las comunidades.
Garantizar la comunión afectiva y efectiva con la parroquia y con la Iglesia Particular.
La formación permanente en la fe.
La inserción razonable, dinámica y orgánica en el Plan de Pastoral de la parroquia y de la Iglesia Particular.
El asegurar el compromiso caritativo y social, incluso político.
La participación organizada en la liturgia.
Este 29 de junio de 2025 se celebra la tradicional colecta del Óbolo de San Pedro, una jornada de caridad que se realiza en todas las parroquias del mundo; representando un gesto concreto de comunión y apoyo a la misión del Papa León XIV.
Esta iniciativa tiene como finalidad sostener la misión del Santo Padre que se extiende al mundo entero con el anuncio del Evangelio, la promoción del desarrollo humano integral, la educación, la paz y la fraternidad entre los pueblos, gracias también a las muchas actividades de servicio realizadas por los Dicasterios, entes y organismos de la Santa Sede que lo asisten cada día.
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Además, sostener las numerosas obras caritativas en favor de las personas, las familias en dificultad y las poblaciones afectadas por calamidades naturales y guerras, o que necesitan asistencia. Esta colecta se realiza tradicionalmente en torno a la solemnidad de los santos Pedro y Pablo.
Según precisó el Vaticano en un co- municado, el Óbolo de San Pedro representa además un gesto “de comunión y participación en la misión del Papa León XIV para anunciar el Evangelio, promover la paz y difundir la caridad cristiana”.
En 2023, último año del que se tienen datos, se recaudaron 48,4 mi-
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llones de euros frente a los 43,5 del año anterior, según informó en un comunicado la Secretaría para la Economía del Vaticano.
A estos donativos se sumaron 3,6 millones de rentas de activos. Sin embargo, sus gastos fueron de 109,4 millones de euros.
Debido a este escenario, el Papa Francisco, creó el pasado 26 de febrero la Commissio de donationibus pro Sancta Sede (Comisión de Donaciones a la Santa Sede), un nuevo organismo para recaudar fondos destinados “a la misión y para las obras de caridad de la Sede Apostólica”. La comisión funciona ad experimentum (a prueba) durante
los próximos tres años, hasta el año 2028.
Contribuir al Óbolo de San Pedro es apoyar el ministerio del Papa León XIV y sus actividades caritativas, ayudando a que la Iglesia continúe siendo un faro de paz, justicia y reconciliación en un mundo lleno de incertidumbres.
Fuente: https://www.obolodisanpietro.va/ es/dona.html
https://www.vaticannews.va/es/papa/ news/2025-06/apoya-los-pasos-de-leonxiv-dona-al-obolo-de-san-pedro.html https://www.aciprensa.com/noticias/114445/vaticano-impulsa-la-colecta-del-obolo-de-san-pedro-para-ayudar-aleon-xiv-en-su-mision
En el centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC) ofrece el servicio de trámite de partidas en colombia para
Por: Sem. Johan Samir Sepúlveda Delgado, I de discipulado.
¡Niños!... ¿Alguna vez han soñado con ser un gran líder como los superhéroes? ¡Pues Josué fue un héroe de verdad en la Biblia! Él no tenía capa ni superpoderes, pero sí tenía algo mucho más importante: valentía, fe y obediencia a Dios.
Josué empezó siendo el ayudante de Moisés, el hombre que liberó al pueblo de Israel de Egipto. Cuando Moisés ya no pudo guiarlos, ¡Dios eligió a Josué para ser el nuevo líder!
Uno de los momentos más emocionantes de su vida fue la conquista de Jericó, una ciudad con murallas gigantes. ¿Cómo iban a entrar? ¡Dios les dio un plan sorprendente! Josué y su pueblo marcharon alrededor de la ciudad durante siete días y, al final, ¡las murallas cayeron solas! Todo gracias a su fe y obediencia.
Al final de su vida, Josué reunió a todo el pueblo y les dijo una frase que todavía recordamos hoy:
“Yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24, 15).
Con esto, les enseñó que lo más importante es amar y obedecer a Dios siempre.
¿Qué podemos aprender de Josué?: Tres actitudes muy puntuales:
Ser valientes, aunque las cosas parezcan difíciles. Confiar en Dios, porque Él siempre cumple sus promesas. Obedecer, aunque no entendamos todo al principio.
COMPROMISO: Comprométete a tener la plena confianza en Dios en tus estudios, en tus tareas, quehaceres y ser muy obediente a su mandato, para que sea Dios quien te regale su gracia.
MOMENTO CREATIVO: Encuentra las 10 diferencias de los muros caídos de Jericó…
DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO
29 de Junio - Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Hoy la Iglesia celebra, en una única fiesta, a dos grandes santos Pedro y Pablo, dos pilares que contribuyeron al crecimiento de las primeras comunidades cristianas. Dos discípulos tan diferentes, que en la vida no les faltaron discusiones acaloradas, pero que al final dieron su vida por Cristo.
Pedro, un pescador tosco y brusco, fue llamado por Jesús para convertirse en guardián de la fe y garante de su mensaje. Pablo, en cambio, proviene del mundo cultural judío en el que cree plenamente, consumido por la pasión hasta el punto de convertirse en perseguidor de los cristianos, pero Jesús mismo lo llama, también de una manera muy particular, para convertirlo en un instrumento de evangelización entre los paganos y en portador de la fe en Cristo fuera de las fronteras de Israel.
En el Evangelio, Jesús plantea a sus discípulos una pregunta que también nos plantea hoy: “Y ustedes, ¿quién dicen
que soy yo?”. Es una pregunta que deberíamos hacernos con más frecuencia para comprender el estado de nuestra fe. Pedro responde con prontitud, pero Jesús le advierte: “No te lo reveló la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos”. La fe no es el resultado de un camino racional, sino un don que viene del Padre. Pedro se convierte entonces en la “roca-fundamento” sobre la que Jesús construye su Iglesia, una comunidad de hombres, no mejores que los demás, frágiles como todos, a quienes Jesús mismo, con su muerte y resurrección, fortaleció.
Pidamos, pues, a estos dos santos especiales que nos concedan el don de la fe y el amor incondicional al Señor. Que su diversidad, que sin embargo desemboca en la unidad en Cristo, nos ayude a comprender que, en la vida cotidiana, especialmente en la vida familiar y en la vida comunitaria, la diversidad es riqueza y que, si se usa de forma positiva, conduce al crecimiento.
DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO
6 de julio - “…Rueguen, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”
El decimocuarto domingo del tiempo ordinario, primero de este mes de julio, nos invita a reflexionar sobre uno de los temas más actuales en la vida eclesial: la falta de obreros en la mies del Señor.
Los obreros son los evangelizadores; el Papa, los obispos, los sacerdotes, los religiosos y las religiosas y, sobre todo, los laicos, aquellos que numéricamente son más consistentes y que pueden contribuir enormemente a la difusión del Evangelio; especialmente hoy, en este tiempo difícil en el que la relación personal, familiar y comunitaria con lo
sagrado es realmente un problema y una preocupación.
¿Cómo podemos dar a conocer a Cristo, el Evangelio, la Iglesia y los valores auténticamente cristianos en un mundo globalizado y masificado como el nuestro?
En el pasaje evangélico de este domingo, tomado de San Lucas, Jesús nos muestra un camino posible a seguir e implementar. Debemos elegir y enviar a quienes estén dispuestos a evangelizar. Hoy más que nunca, la cosecha es
verdaderamente abundante y extensa, pero los obreros que trabajan en la viña del Señor se han reducido y pocos están disponibles para seguir la llamada de Dios en la vida sacerdotal, religiosa o misionera.
La elección de los otros setenta y dos discípulos nos hace comprender, más allá del número simbólico, que cuantos más seamos y más convencidos estemos de nuestra fe, con mayor facilidad la difundiremos sin imposición, ni violencia de ningún tipo, sino simplemente con nuestro testimonio y santidad de vida. Haciendo un cálculo basado en la elección de Jesús, 72 dividido por 2, constituyen 36 grupos de discípulos que de-
Horizontales
ben ir de dos en dos, y no solos.
Los 72 salieron, fueron y regresaron con grandes resultados misioneros, tanto que estaban orgullosos del éxito obtenido. Pero Jesús los llama de nuevo y los devuelve a la realidad de la vida y la salvación eterna: “No se alegren de que los demonios se les sometan, sino alégrense de que sus nombres estén escritos en el cielo”. Nuestra alegría no reside en el éxito que también obtenemos en la predicación y la evangelización, sino en que, mediante este compromiso misionero, fortalecemos y hacemos más visible y legible la escritura de nuestro nombre, grabada en el paraíso.
7. Don con ado a Pedro tras su traición; signo del perdón y la misericordia.
10. Hostigamiento sufrido por los primeros cristianos, como Pedro y Santiago.
11. Imagen usada por Jesús para expresar la abundancia de almas que esperan el Evangelio.
13. Buena noticia del Reino de Dios, mensaje central de la misión cristiana.
14. Figura del misionero cristiano: frágil, pero con ado en la fuerza del Señor.
Verticales
1. Modo de evangelizar hoy: vivir con coherencia la fe cristiana.
2. Unidad en la diversidad dentro de la Iglesia; esencia del camino eclesial.
3. Comunidad fundada por Cristo, construida sobre la fe de Pedro.
4. Seguidores enviados por Jesús a anunciar el Evangelio; no actúan solos.
5. Apóstol de los gentiles, evangelizador apasionado llamado por Cristo.
6. Envío a anunciar a Cristo con sencillez, pobreza y disponibilidad.
8. Fuerza espiritual de la comunidad cristiana, que sostiene en la prueba.
9 DE JULIO DE 2025
Virgen de Chiquinquirá, espejo de fe y esperanza, en tu día renovamos nuestro compromiso de vivir con amor, humildad y fortaleza. Que tu manto protector nos envuelva siempre y nos impulse a ser luz en el camino de los demás.
Mons. José Libardo Garcés Monsalve, obispo de la Diócesis de Cúcuta y los padres José Elver Rojas Herrera, párroco y rector de la Basílica y Fabio Enrique Durán Pinto, vicario parroquial, tienen el gusto de invitarle a la
Concedido por el Papa León XIV a la Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Kacika de Cúcuta.
13 DE JULIO DE 2025
Hora: 11:00 a.m.
Lugar: Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.