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Genie Espinosa revelación


POR: MANU GONZÁLEZ
NUEBO: Hoops (Sapristi Cómics) es tu primera obra larga tras varios títulos breves. ¿Cómo fue el proceso creativo desde la idea inicial?
Genie Espinosa: ¡Muy complicado! Jajaja. Hacer un cómic largo es dificilísimo. También era mi primera experiencia, y la planteé como una serie de bloques de 8-10 páginas. La historia ya la tenía escrita, luego abocetaba cada bloque y lo ponía con lo anterior para ver si tenía buen ritmo... y vuelta a empezar. Quiero pensar que he aprendido algo para el próximo, pero no confío mucho en mí misma en ese sentido. Creo que en cuanto empiece a trabajar en el siguiente cómic volveré a arrancar de cero (risas).
N: Hoops es una obra muy positiva, muy del estilo cartoon, como Gravity Falls u Hora de aventuras, y al mismo tiempo tiene un toque muy de barrio. Y es todo lo contrario a la visión del barrio en los ochenta, aquellas historias oscuras y criminales...
GE: Sí, 'Hoops' es la reconciliación con mi adolescencia y un tributo al extrarradio, total. En el instituto sentía lo que muchos otros: no encajaba, escuchaba música que nadie más escuchaba, me gustaba el manga y el anime. Me hacían bullying por ser “rara”, y por eso mi obra tiende una mano al pasado, a todas las personas “raras”, ofreciéndoles una zona segura para existir, experimentar y desarrollarse.
N: Formas parte de una generación de jóvenes autoras multidisciplinares que están en el mundo del cómic, pero también en el de la ilustración o el arte digital. ¿Esa apuesta parte de la necesidad económica, viendo como está el tebeo en España, o de una vocación vital artística?
GE: Está la cosa bastante jodida en España creativamente, pero no creo que sea algo nuevo. Me da la sensación que hubo el boom del diseño gráfico y todo se ha mezclado. No hablamos ya de profesiones artísticas más “underground” como dibujanta de cómics, o mas “nuevas”, como ilustradora, que todavía están un poco lejos de ser consideradas arte y cultura. Me pone triste, pero quiero pensar que cada granito de arena cuenta y que un día será diferente. En mi caso, el salto al cómic fue una necesidad vital: tenía que escapar de mi trabajo en ese momento, estaba pasando por uno de esos baches profesionales en los que no sabes si dejarlo todo tirado y empezar algo distinto o seguir a ver qué pasa... Empecé a hacer cómics y lo que pasó es que tres años más tarde mi carrera profesional ha cambiado por completo y disfruto mucho más que antes.

N: De tus dibujos destaca la rotundidad y sororidad del cuerpo humano en todas sus facetas. Me gusta, porque tus personajes parecen un graffiti. Muy urbano, la influencia del barrio es también en ese sentido destacable.
GE: Sí, son como de goma, lo necesitan para caber en los espacios tan pequeños en los que a veces nos clasifican o enjaulan (risas). Necesitan esa flexibilidad para seguir creciendo sin romperse. Los graffitis siempre me han flipado, he hecho algunos y es súper exigente tanto física como mentalmente, siempre necesito un día entero para recuperarme de pintar en grande (risas).

N: También formas parte de una generación de autoras que le dan al color un uso narrativo excelente, como Marta Cartu, María Medem o Ana Galvañ. Forma parte de vuestro bagaje como artistas totales, ¿no? ¿Crees que el uso del color ha sido menospreciado durante mucho tiempo en el tebeo español?
GE: Creo que el color de Marta, María y Ana es increíble. Diría que forma parte de nuestra cultura visual y es irremediable tratarlo como un elemento narrativo más de la composición de página o de la ilustración. El color siempre ha sido muy importante porque transmite de todo: sensaciones, tiempos pasados... Quizá en el cómic era más barato imprimir con poco y por eso no se usaba tanto. De nuevo pienso que se debe todo al valor que se le da al artista y al medio.
N: Me encantaría saber cómo se forjó la campaña del Día Internacional del Orgullo 2021. Me pareció muy impactante.
GE: Trabajar con Nacho Padilla en esa campaña fue increíble, es un profesional intachable y me acompañó durante el proceso aconsejándome y dándome ánimos. A veces pasa que entras en un proyecto y el Director de Arte ve clarísimo lo que puedes hacer y tú no das pie con bola, y te empiezas a agobiar porque tienes la sensación de que no llegas, que no puedes o que no es para ti. Nacho tenía esa confianza y al final conseguimos encarrilar ese trabajo de manera súper satisfactoria. Ha pasado casi un año y todavía estoy flipando con cómo quedó. Hay un trabajo de investigación, de simbolismo, guiños y de cosas ocultas. Queríamos explicar la historia del colectivo en Barcelona, pero sin quitar luz a los verdaderos protagonistas de la campaña. Y creo que las fotos mezcladas con la ilustración fueron un acierto total. El 26 de junio de 2021 hice un hilo en twitter explicando secretitos por si os da curiosidad indagar un poco más de esa campaña.






