
2 minute read
Un retrato, dos posibles mujeres
El retrato de esta joven mujer anónima fue firmado y fechado en 1878 por Ramón Torres Méndez y pertenece al Museo Yerbabuena del Instituto Caro y Cuervo (Lámina XI). Sobre la identidad de la dama no existe ninguna certeza, pero tradicionalmente ha sido asociada con Trinidad Ricaurte y Nariño o con Matilde Osorio de Marroquín. Trinidad Ricaurte y Nariño (Bogotá, 17981828) es reconocida por haber sido la madre del escritor José Manuel Marroquín, presidente de la República entre 1900 y 1904. Por su parte, Matilde (Bogotá, 1831 – Chía, 1884) fue sobrina de Trinidad y esposa de su hijo José Manuel. Matilde es recordada por haber promovido distintas actividades culturales, educativas y religiosas en Bogotá, muchas de ellas en su Hacienda de Yerbabuena desde 1853 hasta su muerte.1
Ambas mujeres, aunque no se conocieron, tuvieron un vínculo familiar y habitaron la misma Hacienda de Yerbabuena. Las fechas de vida de las dos y la realización de la pintura de una de ellas a edad juvenil en 1878 son momentos que no coinciden. Es poco plausible que Torres Méndez retratara del natural a una de estas dos mujeres durante su juventud en 1878, bien porque para entonces Trinidad ya llevaba 50 años de muerta y porque Matilde ya no era ninguna jovencita. De tal manera que de ser alguna de estas dos mujeres el modelo retratado, Torres Méndez debió valerse de una descripción, un dibujo o una fotografía, un procedimiento que no era extraño para este pintor. 2
Advertisement
Lámina XI
Ramón Torres Méndez (firmado) (Bogotá, 1809 – 1885)
Trinidad Ricaurte y Nariño o Matilde Osorio de Marroquín 1878 (fechado) Óleo sobre tela 88 x 75 cm
Colección Instituto Caro y Cuervo –Museo de Yerbabuena Reg. P00672
La mujer pintada por Torres Méndez lleva un vestido de corte victoriano oscuro entallado en la cintura, cuello plano blanco y mangas ajustadas que insinúan una apertura en cascada. La joven porta además unos aretes largos, dorados y engastados, así como un broche en el cuello del vestido, con engaste en el centro posiblemente de ónix y de forma romboidal. De su cuello cuelga una cadena larga dorada con una joya en el medio que termina en un relicario o un guardapelo. La moda que porta esta joven es de mediados del siglo XIX, periodo para el cual Trinidad ya había muerto. Ante el desfase de tiempo que plantea la pintura en relación a los años en que vivió Trinidad, es posible que la retratada por Torres Méndez sea efectivamente su sobrina y nuera Matilde, quizá a partir de una fotografía.3
Nuevamente, los indicios para hallar la identidad de las mujeres retratadas en Colombia en el siglo XIX son difusos y se concentran en los datos que nos pueden dar sus atuendos, sus modas y su apariencia. Unas modas engañosas que en Colombia llegaron y se usaron a menudo a destiempo. Sus nombres, sus ideas y sus sentimientos se nos escapan en unos retratos que frecuentemente justifican su existencia en relación a algún personaje masculino identificable: un pintor, un esposo, un padre o un hijo.