el camagüeyano

1936-2025


1936-2025
Órgano del Municipio de Camagüey en el Exilio
AÑO XLI - MIAMI, FLORIDA
Enero-julio 2025 Número 1
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COLABORACIONES
El Camagüeyano Libre se reserva el derecho a editar las colaboraciones y a rechazar las que no hayan sido solicitadas o no reúnan los requisitos mínimos. Los temas deberán ser de interés específico para los camagüeyanos fundamentalmente, aunque podrán presentarse algunos de carácter más general. Se requiere que los artículos y fotografías sean enviados por correo electrónico a nuestra dirección: camaway@bellsouth.net teniendo en consideración que no se extiendan a más de 800 palabras que es el equivalente a una página de nuestra revista, con espacio suficiente para una fotografía. Artículos más extensos deberán ser discutidos con anterioridad. Se recomienda el uso de un lenguaje respetuoso. Las opiniones expresadas en artículos firmados son de la exclusiva responsabilidad del autor.
Todos los derechos de esta publicación están reservados. Ninguna parte de esta revista puede ser reproducida sin permiso escrito del Municipio de Camagüey en el Exilio.
Desde
Una vez más, ¡Basta Ya!
Nadieska Almeida
Más de 6 décadas de éxodo y dolor
Benjamín José Guerra Escobar
Jimmy Carter y el perfume Charlie Camilo Loret de Mola
Un pedacito de cielo
Mariano Loret de Mola
Mi sueño con Camagüey José R. Fernando Recio
El Siego de Ávila camagüeyano, ¿por qué con S y no C? Roberto Álvarez Quiñones
Nuestros Patriotas
Manuel Salvat Roque
Episodio histórico de la Guerra de los Diez Años
Figueredo Socarrás
La Obra Social Teresiana en el Reparto Saratoga
El Camagüeyano Libre honra con su portada al líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, que fallece a la edad de 88 años después de ser elegido en el 2013 como pastor de más de un billón y medio de católicos en el Mundo.
Por los últimos 12 años Francisco, no solamente fue el líder de los católicos, sino también una figura a nivel global que con su liderazgo y sus mensajes claros, directos y humildes impactó al Mundo.
Indudablemente, el Papa Francisco rompió todos los moldes y esquemas de los vaticanistas, historiadores, periodistas, etcétera. Francisco se convirtió en un ejemplo claro de un líder transformador, aquel que articula una visión compartida capaz de fortalecer a las personas, haciendo un llamado al compromiso auténtico con el bien común y la justicia social.
Su liderazgo se sustentó en la fuerza de su mensaje, expresado en enérgicas acciones y palabras que movilizan corazones y conciencias. La encíclica Evangelii Gaudium (2013) fue su punto de partida: “el Evangelio trae alegría a todos los que se encuentran con Cristo”. Este mensaje, dirigido a toda la comunidad de creyentes, desafía las estructuras tradicionales, invitando a la participación de los laicos y las mujeres en la evangelización y en el crecimiento de la comunidad eclesial.
Francisco denuncia rotundamente la “cultura del descarte”, arroja luz sobre problemas sociales acuciantes como la desigualdad y el capitalismo desenfrenado. La opción preferencial por los pobres fue una constante en su papado, poner en el centro a los más vulnerables, promoviendo sistemas económicos que respeten la dignidad humana y combatan la explotación.
Su compromiso fue coherente hasta el final. En cada viaje, en cada encuentro, insistía en acercarse a los descartados y en escuchar sus voces, desafiando las percepciones tradicionales de autoridad y liderazgo.
El liderazgo del Papa Francisco fue un llamado a la acción, no a la boca cerrada, resaltando la urgencia de actuar ante la indiferencia y el egoísmo. En su vida cotidiana, vivía con sencillez, permaneciendo conectado con las problemáticas mundiales. En tiempos de crisis de liderazgo, su ejemplo nos desafió a apostar por acciones concretas, fomentando un mundo más justo y lleno de esperanza.
El Papa Francisco deja un legado imborrable, un liderazgo que transforma corazones y origina acciones concretas en favor de los más vulnerables. Escuchemos su llamado a ir más allá de la retórica y a participar en acciones que impulsen a la humanidad hacia la justicia, la paz y la misericordia.
Que esta referencia de amor y servicio inspire a todos a continuar trabajando por un mundo en el que la dignidad humana sea respetada y vivida en cada rincón del mundo.
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EX PRESIDENTES
Francisco de Miranda Agramonte
Rolando Tomé Parés
Dr. Walfredo J. Rodríguez Rodríguez
Dr. Feliciano Sabatés Belizón
Jorge Agüero de Zayas
Daniel Castiñeira Bormey
Héctor Lavernia Hernández
Jorge Fernández Rodríguez
Dr. Eduardo Zayas-Bazán
Rosendo Castillo Batista
Raúl C. Botifoll Ventura
PRESIDENTE DE HONOR
Enrique J. Carmona Arredondo
TESORERO EMÉRITO
Bernardo Ballina Lera
PRESIDENTE
Dr. Mariano Loret de Mola
Vice presidentes
Eugenio González
Eida Zaldívar
Secretario de actas:
Ing. Ulises Betancourt Sanz
Secretaria de correspondencia:
Enriqueta Bradshaw Fernández
Tesorera: Isabel Sánchez Ordaz, CPA
VOCALES:
Vicente Tomé
Pablo Zamora
María E. Rodríguez Penedo
Gloria Galán
Martha Loret de Mola
Mario Sariol
María A. Taticchi
Sergio Masvidal
Ana Soler
María del Carmen de la Herrán
Diana Cisneros
Estimados camagüeyanos
Con esta edición del Camagüeyano Libre les anunciamos nuestro próximo evento a celebrarse el sábado 28 de junio en el Big Five Club, el Carnaval de San Juan, los esperamos.
Al cierre de esta edición ocurrió el fallecimiento del Papa Francisco y la selección del nuevo pontífice
Leon XIV.
Al Papa Francisco, le dedicamos la portada de la revista y un artículo describiendo su obra y los logros alcanzados durante su pontificado, e hicimos una pequeña reseña de la elección de Leon XIV, al cual en nuestra próxima edición le dedicaremos un artículo.
Estos hechos no sólo han impactado a la comunidad católica, si no también han despertado el interés mundial en la trayectoria y el legado de un líder carismático que se despide y de cómo se proyectará su sucesor.
El Municipio de Camagüey en el Exilio esta de luto con el fallecimiento de quien fuera uno de los pilares de nuestra organización, Isabel Sánchez Ordaz. La China, como cariñosamente era conocida, fue nuestra tesorera por 38 años; su honradez y austeridad siempre será recordada por los que trabajamos con ella. Gracias por tu dedicación a esta obra.
Como parte positiva les queremos informar que nuestra organización está estable: y hemos mantenido nuestra membresía, nuestras finanzas no han variado, y pensamos continuar con nuestras obras benéficas. Gracias por su colaboración. Un abrazo camagüeyano,
Mariano Loret de Mola PRESIDENTE
“Ser cubano es un orgullo, ser camagüeyano es un privilegio.”
Dirige tu correspondencia a:
Cartas al Consejo de Redacción
El Camagüeyano Libre P.O. Box 441915
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Por correo electrónico: camaway@bellsouth.net
Las cartas y los correos electrónicos deben incluir el nombre completo de la persona, ciudad y estado. No todas las cartas podrán ser publicadas, y las escogidas, puede que sean editadas por motivo de espacio y claridad.
Camagüey, 15 de Enero del 2025
A: Municipio de Camagüey en el Exilio Dr. Mariano Loret de Mola, Presidente De: Hogar de Ancianos Monseñor Adolfo Por medio de estas líneas, los Residentes del Hogar de Ancianos Monseñor Adolfo, queremos hacer llegar nuestro más sincero y profundo agradecimiento por la invaluable ayuda y apoyo brindado a nuestro Hogar de Ancianos.
La alegría y agradecimiento de todos los Ancianos es inmensa, gracias por ofrecernos su solidaridad y venir al encuentro de nuestras necesidades y carencias en estos tiempos difíciles por este motivo elevamos al Señor nuestros ruegos por ustedes y sus familias para que el señor los colme de salud y bendiciones, para que puedan continuar en tan noble tarea.
Sin más y reiterando una vez más nuestro agradecimiento quedamos de ustedes con cariño y gratitud, Residentes del Hogar Monseñor Adolfo y Hermanas Camilianas: Sor Beatriz, Sor Gladis, Sor María Esther. ¡Gracias!
Envía respuesta a:
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Sor Nadieska Almeida, Hija de la Caridad.
Hay un momento en el Evangelio en que Jesús “grita” o dice: Basta ya (Lc 22, 51-53).
Es un grito humano y divino. Es el grito de la Encarnación de Dios en medio de nosotros -Emmanuel-, Dios que se hace hombre, y para quien nada de lo humano le es ajeno. Esa sigue siendo mi esperanza, sé que mi redentor permanece, comprende y sufre junto a este pueblo que es también su pueblo, y me sigue invitando a ser fiel a mi conciencia y levantar la voz.
“Pero Jesús dijo: ‘¡Basta ya!’ Y tocando la oreja le curó” (Lc 22, 51).
Hoy es este también nuestro grito:
¡Basta ya! Es el grito que susurra nuestra nación.
¡Basta ya! Gritan las madres que no tienen comida para sus hijos.
¡Basta ya! Gritan los habitantes de la calle sin cabida en ningún sitio.
¡Basta ya! Gritan los trabajadores con salarios miserables.
¡Basta ya! Gritan los artistas a quienes les censuran y matan sus sueños.
¡Basta ya! Gritan los familiares de quienes han fallecido y no han tenido un trato respetuoso y tampoco un entierro digno.
¡Basta ya! Gritan las familias de los presos injustamente encarcelados.
¡Basta ya! Gritan los enfermos doloridos, sin luz toda la madrugada, y muchos sin medicamentos.
¡Basta ya! Gritan los médicos y enfermeras sin insumos y sin fuerzas.
¡Basta ya! Gritan los niños sin desayuno.
¡Basta ya! Gritan los ancianos postrados sin familia y sin agua.
¡Basta ya! Gritan los jóvenes sin horizonte ni futuro.
¡Basta ya! Gritan los campesinos sin semillas ni fertilizantes.
¡Basta ya! Gritan las distintas iglesias sin libertad religiosa.
¡Basta ya! Gritan los choferes sin combustible.
¡Basta ya! Gritan los obreros sin protección.
¡Basta ya! Gritan los jóvenes que se resisten a ir al servicio militar obligatorio.
¡Basta ya! Gritan los adultos mayores con amenaza de desalojo.
¡Basta ya! Gritan nuestros niños a quienes les han robado su infancia.
¡Basta ya! Gritan los pacientes con trastornos psiquiátricos sin tratamiento porque se convierten en amenaza dolorosa para su familia.
¡Basta ya! Gritan los jubilados que dieron todo por esta tierra.
¡Basta ya! Gritan los profesionales que soñaron que con sus carreras garantizarían una vida digna a sus familias.
¡Basta ya! Gritamos quienes en conciencia nos rebelamos contra tanta mentira, contra tantas promesas incumplidas, contra tanta injusticia, contra tanto hacernos creer que vendrán tiempos mejores con reordenamientos y corrección de distorsiones.
¡Basta ya! Sí, basta ya de burlas, de insultos, de irrespeto. Basta ya de sometimientos, de leyes mordazas y de amenazas de cárcel y muerte.
Basta, de una vez y por todas. Este pueblo tiene derecho a la vida, a la alegría, a no permanecer en la pobreza. Queremos la paz que brota de sentirnos protegidos y dueños de la tierra en la que nacimos, a la que amamos y queremos servir porque se lo debemos, porque es nuestra y queremos que vuelva a ser la tierra más bella que ojos humanos hayan contemplado. — La Habana, 18 de marzo de 2025
El Papa Francisco falleció el 21 de abril, Lunes de la Octava de Pascua a las 7:35 hora de Roma, según confirmó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El pontífice de 88 años, que lideró la Iglesia Católica durante 12 años, murió en Santa Marta, su residencia en el Vaticano.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, e ingresó a la Compañía de Jesús a los 21 años. Tras su ordenación en 1969, sirvió como provincial jesuita, rector de seminario y profesor antes de que San Juan Pablo II lo nombrara obispo auxiliar de Buenos Aires en 1992. Se convirtió en arzobispo de la capital argentina en 1998 y fue nombrado cardenal en 2001.
La sorpresiva elección del Cardenal Bergoglio el 13 de marzo de 2013, a los 76 años, marcó varios hitos históricos: fue el primer Papa jesuita,
el primero de las Américas y el primero en elegir el nombre de Francisco, inspirado en la devoción de San Francisco de Asís por la pobreza, la paz y el amor por la creación.
Su pontificado de casi 13 años se caracterizó por un enfoque en la misericordia, el cuidado de la creación y la atención a lo que él llamaba las “periferias” tanto de la Iglesia como de la sociedad. Realizó 47 viajes apostólicos fuera de Italia, aunque nunca visitó su Argentina natal.
Francisco canonizó a 942 santos —más que cualquier otro Papa en la historia— incluyendo a sus predecesores Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II. Publicó cuatro encíclicas y siete exhortaciones apostólicas, promulgando 75 documentos motu proprio.
Durante su pontificado remodeló significativamente el Colegio Cardenalicio a través de 10 consistorios, creando 163 nuevos cardenales. Sus nombramientos reflejaron su visión de una Iglesia global, elevando a prelados de las periferias y creando cardenales en lugares que nunca habían tenido uno, como Mongolia y Sudán del Sur.
Los desafíos de salud marcaron los últimos años de su vida. Se sometió a cirugías en julio de 2021 y en junio de 2023. En noviembre de 2023 sufrió una inflamación pulmonar y en febrero de 2025 fue hospitalizado en el Hospital Gemelli de Roma por bronquitis e infección respiratoria.
Su papado enfrentó desafíos sin precedentes, incluyendo la pandemia global de COVID-19, durante la cual ofreció momentos históricos de oración por la humanidad, como la notable bendición extraordinaria Urbi et Orbi ante una Plaza de San Pedro vacía en marzo de 2020. También llamó repetidamente a la paz en medio de conflictos en Ucrania y Tierra Santa.
Francisco convocó cuatro sínodos, incluyendo el Sínodo sobre la Sinodalidad, cuya segunda sesión concluyó en octubre de 2024. Implementó reformas importantes de la Curia Romana y tomó varias medidas para abordar la crisis de abusos en la Iglesia, incluyendo el motu proprio Vos Estis Lux Mundi de 2019.
El Papa Francisco era un soñador y decía que en los sueños de los ancianos es donde se hace posible que los jóvenes tengan nuevas visiones, y que todos tengan nuevamente futuro.
Soñaba con la vida, con la paz y la justicia, con el cambio que lleva a la luz, con la dignidad de cada persona, con el bien verdaderamente común, como horizonte de todo camino personal. Abierto a la verdad y al bien, a la belleza y a la unidad.
Soñaba en grande. Quería levantar puentes y derribar muros, y que soñáramos juntos. Le atraía la imagen de un Dios que sonríe. Imitaba a su antecesor y homónimo de Asís, en hacer “el juglar de Dios”. Se decía que a veces cuando alguien se dirigía a él llamándole santo Padre, respondía raudo: santo hijo…
No le importa, en sus escritos y discursos confesar sus sueños. Así en uno de los últimos, en el Jubileo de los comunicadores, les dice con el lenguaje de los tejedores de sueños: “Sueño con una comunicación que no venda ilusiones o temores, sino que sea capaz de dar razones para esperar”.
Se esforzaba en hacerse entender por todos, hablando desde el corazón, sin esconder el estilo de su gente y el acento de su tierra. Pedía casi siempre a todos que rezaran por él, pero a favor. Prefería
equivocarse –eso decía– y tener que rectificar en algo, a callarse cuando estaban en juego los platos rotos que pagan los que no tienen voz.
El programa de su pontificado está expresado en la exhortación apostólica sobre la alegría de anunciar el Evangelio en el mundo actual (Evangelii gaudium, 2013). Su itinerario magisterial comienza oficialmente a hombros del gigante teológico que ha sido Benedicto XVI (encíclica Lumen fidei, 2013). Continúa convocando al cuidado de la Tierra, en íntima conexión con los pobres (Laudato si’, 2015). Avanza con la incisiva proposición de la fraternidad universal y a la vez la amistad social (Fratelli tutti, 2020). Y concluye cerrando en profundidad el círculo de su fe, con el anuncio de Aquél que nos amó (Dilexit nos, 2024).
Escribió no hace mucho: “Cuando fallezca, no me enterrarán en San Pedro, sino en Santa María la Mayor: el Vaticano es la casa de mi último servicio, no la de la eternidad. Estaré en la habitación en la que ahora custodian los candelabros, cerca de esa Reina de la Paz a la que he pedido ayuda siempre y por la que me he hecho abrazar durante mi pontificado más de cien veces”. En sus brazos te dejamos.
Descanse en paz, Francisco.
Tesorero del Partido Revolucionario Cubano elegido desde su fundación en 1892 hasta su disolución en 1898.
Muy poco se sabe acerca de este digno patriota camagüeyano fundador y único Tesorero del Partido Revolucionario Cubano, amigo íntimo y fiel alumno del apóstol José Martí. Benjamín José Guerra y Escobar, dedico sus pocos años de vida a la lucha por la independencia de Cuba.
En los pocos documentos accesibles se afirma que nació el 12 de agosto de 1856, en Camagüey, hijo de José Manuel Guerra y Cisneros y Eloísa Escobar y Ramírez, ambos de esta ciudad, descendiente por línea paterna de una antigua familia de la región. Su progenitor murió cuando contaba unos cuatro años, por lo que sus tías lo acogieron y se hicieron cargo de su crianza. Asistió a dos escuelas de la ciudad, donde aprendió las primeras letras, y en ambas se destacó por su dedicación a los estudios.
El curso natural de su vida sufrió un cambio abrupto al estallar, en 1868, la que se conoce como Guerra de los Diez años en Cuba. Sus abuelos y otros parientes se fueron a la manigua, adonde los acompañó Benjamín, con sólo doce años. Meses más tarde, parte de familia regresó a la población, pero él permaneció en el campo insurrecto durante un período mayor. Por su escasa edad no tomó parte en los combates, y le encomendaron repartir víveres entre las familias que estaban en el campo insurrecto, así como llevar mensajes entre los mandos militares. Martí, dijo de Benjamín “que ya a los doce años era caballero de la libertad en nuestros montes”.
Por razones de salud, se vio precisado a regresar a Camagüey,
más tarde se trasladó a La Habana y luego residió un tiempo en Cárdenas. Posiblemente en 1882 se dirigió a Nueva Orleans, donde recibió ayuda de familiares y amigos, matriculándose en el colegio Platman, donde aprendió el idioma inglés. Muy pronto dominó la lengua del país y pudo hallar empleo en aquella ciudad, en la que permaneció durante un año.
En fecha no precisada se trasladó a Nueva York, donde fijó residencia definitiva y establece relaciones y trabaja con Manuel Barranco Miranda, camagüeyano como él, propietario de la firma Barranco Brother’s, dedicada al giro del tabaco, fundada en 1870 y que llegó a poseer talleres y oficinas no sólo en la gran urbe norteña, sino también en Cayo Hueso y La Habana. En 1887 Benjamín J. Guerra, fue incorporado a la dirección de las actividades industriales y comerciales de la compañía que giraron desde entonces con el nombre Barranco and Co. Luego de años de trabajo, el joven logró una desahogada posición
económica. Contrajo matrimonio con la camagüeyana Ubaldina Barranco y Guerra, con la cual tuvo tres hijos: Ubaldina, Francisca y Benjamín.
A la vez que se abría paso en el difícil mundo de los negocios, Guerra mantenía estrecho contacto con sus compatriotas de la emigración neoyorquina. En este ámbito conoció, entre otros a: José Martí, Gonzalo de Quesada y Sotero Figueroa. Por cartas de Martí puede apreciarse que hacia el año 1889 Benjamín mantenía con ellos una estrecha amistad.
A fines de la década de los ‘90, Benjamín estaba establecido como un próspero hombre de negocios de la firma Barranco and Co. El enriquecimiento personal no hizo decaer los sentimientos patrióticos y la dedicación a actividades políticas de Benjamín, como ocurrió con algunos de sus contemporáneos. Él era miembro activo del club “Los Independientes”, y cuando José Martí inició las labores para fundar una nueva organización unificadora de los esfuerzos por la independencia, contó con su apoyo. El 10 de abril de 1892, Benjamín fue elegido Tesorero y el 17 de abril se proclamó el Partido Revolucionario Cubano en la ciudad de New York.
En el cumplimiento de su alta responsabilidad, Benjamín no sólo fue el custodio de los fondos de la patria, sino además se destacaba como orador, periodista, amanuense, auxiliar, todo cuanto podía hacer para que la revolución incipiente llegara a las mentes y los corazones de los hombres de buena voluntad. En sus labores como Tesorero del Partido fue reconocido por sus contemporáneos en múltiples ocasiones. No sólo se admiraba en el funcionario la rectitud y diligencia
de su proceder, sino también haber anticipado de su peculio particular los fondos necesarios para la acción rápida y bien encaminada del Partido.
Fueron años de grandes esfuerzos para Benjamín Guerra. En muchas ocasiones asumió los gastos del periódico Patria así como la dirección de este. Los afanes propios de su cargo como tesorero y la atención de sus negocios ocupaban la mayor parte su tiempo disponible.
El grado de organización alcanzado, y la situación en la Isla, imponían hacia fines de 1893 y principios de 1894 un ritmo de actividad hasta entonces desconocido. El 10 de abril de este año fueron realizadas las elecciones para los cargos de la dirección partidista, y Martí y Guerra fueron reelectos para Delegado y Tesorero, respectivamente. Desde todas las comunidades de cubanos en los más diversos países llegaron a la redacción de Patria muestras de público entusiasmo y cariño hacia ellos.
Durante la Guerra, Benjamín no dejo de visitar las comunidades cubanas a través de los Estados Unidos y en el extranjero, para
solicitar ayuda económica, para el suministro de armamentos a nuestras tropas mambisas. Fue detenido y procesado por organizar expediciones con hombres y equipos bélicos para Cuba. En uno a de sus discursos en una visita a una comunidad cubana dijo y cumplió: “Mientras haya en Cuba un cubano que pelee, habrá en el extranjero un cubano que ayude. Aunque el mundo se oponga llegarán a Cuba rifles y cañones”
Al final de la guerra de Independencia, Benjamín Guerra se mantiene activo en las negociaciones para la difícil tarea de la transición entre el gobierno español y el gobierno interventor de los Estados Unidos; al mismo tiempo se envuelve en los apremiantes problemas del pueblo cubano con el hambre, la miseria y la falta de recursos para resolverlos.
En el medio de estas actividades lo sorprende la muerte a la temprana edad 42 años en un hotel de Filadelfia el 5 de enero de 1900, precisamente 5
días después del fin del colonialismo español en Cuba. Los restos de este insigne patriota se encuentran en el cementerio de Green Wood en Brooklyn, donde tiene una lápida recordándole como Tesorero del Partido Revolucionario Cubano; único lugar donde se reconoce y se honra a este dedicado y honesto luchador por la Independencia de Cuba.
Vivencias que toman forma de relatos y conducen a la reflexión
Por: Camilo loret de mola
En el recuento obligado de lo que fue la presidencia de Jimmy Carter nadie pretender reconocerle el mérito que el recién fallecido tuvo para mi generación: los adolescentes cubanos de finales de los 70 ven en Carter al responsable del fenómeno social conocido como “la tía de la comunidad”.
Con Carter en la Casa Blanca y tras 20 años de aislamiento aparecieron en la isla socialista los familiares del norte, que ya no eran gusanos, ahora ese epíteto se refería solo al tipo de maletas con que llegaban cargados de regalos para los “justos”, aquellos que se quedaron con Fidel y a los que supuestamente estos emigrados odiaban a muerte.
En la dimensión monocromática a que estábamos obligado a vivir, la llegada de los parientes fue como una especie de carnaval, más allá de los olores a Charlie o los pantalones Caribou y las camisetas Sasson, descubrir el sentimiento de familia que primaba entre los supuestos enemigos fue un impacto brutal, un despertar a una variable que nos habían escondido de exprofeso.
En la época de Carter los jóvenes cubanos tuvimos por primera vez un punto de comparación y la falacia castrista no salió muy bien parada. La realización personal de los “no ingenieros” llegados del norte parecía mucho más tangible que las promesas del futuro brillante y la libreta de racionamiento.
Además, había pluralidad de criterio, que no todos venían a comprarnos el alma con pacotilla. Entre los gusanos convertidos en mariposas, según un chiste de moda, también vinieron exiliados de izquierda, Maceítos, socialdemócratas y homosexuales felices, no perseguidos.
Sometidos a aquello de que “con la revolución todo, contra la revolución nada”, la diversidad de los emigrados era
otra diatriba que nos dejaba boquiabiertos. Y no fue solo entre los adolescentes, el fenómeno de “la tía” generó una explosión social en todo el país que desembocó en la crisis del Mariel.
“Fidel metió la pata con dejarlos entrar”, decía bajito, a modo de confidencia, la presidenta del CDR de mi cuadra, “trajeron la divisa tan necesaria para el país, ¡pero mira cuanto veneno nos coló Carter!
También recuerdo el chiste de Pepito que proponía cambiar tres tíos internacionalistas en Angola por una sola tía, pero de la comunidad.
Y es precisamente con el Mariel que Carter se anotó otro gol con mi generación, al dejar entrar a todos los que escaparon de la isla, incluso a los delincuentes, enfermos y espías que Fidel sí les coló a los gringos. Pero a pesar del intento de sabotear, la generación del Mariel, en gran parte integrada por los que abrieron los ojos con “la tía”, hoy son personas de bien y orgullo de los que viven aquí, en la orilla de los supuestos odiadores.
Si bien es justo asociar a Carter a la victoria sandinista en Nicaragua o al desastre del rescate de rehenes en Irán e incluso a la pérdida de valores y orgullo estadounidense, yo prefiero recordarlo ya anciano, defendiendo el proyecto opositor Varela en el aula magna de la universidad de La Habana, desarmando el circo que un Fidel disfrazado de agradecido se había montado, otra bofetada inesperada para el régimen, otro error de cálculo del dictador, como lo fue dejar entrar a la comunidad, o quitar los custodios de la embajada de Perú, o trasmitir en vivo las palabras de Carter durante su visita en el 2002.
Por cierto, aquí en el exilio, en un ejercicio de añoranza busqué el perfume que marcó el parteaguas de nuestra
generación y lamentablemente el aroma disidente del Charlie de cajita azul de 1980 solo existe en mi mente, ya no me huele igual, la esencia no ha cambiado, es mi ambición por lo desconocido la que ha perdido la energía. Pensar que el dulzón del perfume de entonces fue el disparo de arrancada de nuestra decepción con el oficialismo para mirar por encima de la valla que nos habían construido en derredor.
Y no fue solo para los que tuvieran “tías”, el perfume de Carter nos podía llegar también desde la casa de un vecino o de un compañero de escuela y convertirnos por igual en los “diversionistas ideológicos” perseguidos por el
régimen.
Irina me cuenta que fue de los pioneros que como corderitos llevaron a saludar el congreso del partido comunista en diciembre de 1980, flor en mano y con una alegría obligada desfilaban por los pasillos hasta la tribuna, al mejor estilo soviético. “Olía a Charlie”, me dice recordando desde el exilio, “el perfume de la comunidad se había colado en el cuello de alguna de las delegadas y muchos del batallón pioneril lo comentábamos antes del regaño de la maestra aclarándonos que estábamos allí para ver a Fidel, no para estar oliendo nada”.
Camilo Loret de Mola Abogado y Periodista Director de Noticias de Mega TV
Había vivido en Ohio por 15 años y acababa de mudarme a Miami donde los camagüeyanos habían fundado su propio club patriótico, el Municipio de Camagüey en el Exilio, con el objetivo de mantener las tradiciones. Una de las actividades era un picnic en el mes de marzo que reunía a toda nuestra sociedad camagüeyana, ahora en el exilio, en un ambiente de fraternidad y de añoranzas.
Yo no podía estar más emocionado ante los abrazos de amigos que no veía en 30 años. Frases como “estamos igualitos, pero por si acaso, yo soy fulano de tal” se escuchaban en todas partes. Los amigos de entonces nos obligaban a recordar momentos compartidos en aquellos tiempos fabulosos. Veía rostros que tenía en fotografías pegadas a un anuario de los Maristas, sonrisas que me enviaban un noteacuerdas como un relámpago en una noche de lluvia. Mis ojos trataban de escrutiniarlo todo cuando, de repente, apareció ante ellos el rostro un poco envejecido, pero todavía bello, de una mujer que me preguntó si la recordaba. No había terminado su pregunta cuando mi corazón se estremeció y me gritó su nombre. ¡Era ella! La memoria la encontró y la fijó para siempre en esta escena de mis años de universitario.
Sería unos cinco años mayor que yo, y esa diferencia de edad desafortunadamente anulaba cualquier remota esperanza de un idilio entre los
dos. Quizás esa imposibilidad la hacía más hermosa ante mis ojos. Tenía el pelo negro que le caía en los hombros como una delicada cascada de lluvia, y unos ojos negros como los de la canción “por unos ojazos negros/igual que penas de amores…”. Siempre caminaba sola y mi hermana me había dicho que había tenido un novio estudiante de medicina en la Universidad de La Habana quien, a los siete años volvió graduado a Camagüey, pero comprometido con una habanera, dejándola plantada después de haberlo esperado durante todo ese largo tiempo. Yo acababa de cumplir los veinte años y regresaba a la Universidad de La Habana, que había vuelto de abrir sus puertas al triunfo de la revolución.
Una noche caminaba con un amigo por La Rampa y decidimos entrar en un pequeño bar muy popular llamado La Gruta. Nuestra intención era tomarnos una cerveza en dos vasos, oír un poco de música y nada más. No teníamos dinero, como era de costumbre, y tampoco teníamos mucho tiempo ya que estábamos estudiando para un examen. Acabábamos de entrar cuando oímos unas voces femeninas que nos llamaban de la barra. Eran dos amigas camagüeyanas que se encontraban vacacionando en La Habana y nos saludaban alegremente. Nos acercamos y las reconocimos. Una de ellas era la caminante solitaria, más bella que nunca con un vestido negro, que nos sonreía llena de alegría. Conversamos amigablemente y nos invitaron a unas
cervezas, quizás porque intuyeron que los estudiantes nunca tenían dinero, y casi siempre muchos deseos de beber. Ellas estaban solas y vieron en nosotros la oportunidad de pasar un rato ameno oyendo música y bailando, a salvo de cualquier desconocido. La trigueña de aquellos ojazos negros se me acercó y me dijo muy risueña “vamos a bailar”. Era un bolero que estaba de moda, Pedacito de cielo, y su compositor, Frank Domínguez la interpretaba en su piano.
Óleo de Carmen De Yure
Estaba soñando, no podía ser real que yo la estuviera abrazando, y que su mejilla tocara la mía. Fue solamente una pieza, digamos unos tres minutos, y eso solo bastó para que yo también tuviera mi “pedacito de cielo”.
Cincuenta años pasaron y la tenía frente a mí preguntándome si la conocía. Contesté a su pregunta murmurando su nombre seguido por una frase convencional de galantería.
Hablamos sobre amigos en común y de Camagüey, pero no me atreví a mencionar ese dulce recuerdo que acabo de contar. Había muchas personas alrededor de nosotros, una amiga se acercó a saludarla y siguieron otras más que se la llevaron caminando hasta desaparecer de mi vista. Me quedé clavado por largo rato sin poder moverme de la instantánea de aquella noche en La Habana. He vuelto a recordar muchas veces estos dos únicos encuentros que tuve con ella y me reprocho no haberle compartido lo que significó para mí haber sentido su cara junto la mía aquella noche inolvidable en La Gruta. Quizás hubiera sido de su agrado saberlo. A lo mejor no se acordaba de que hubiera estado en ese lugar, ni que hubiera bailado conmigo. No importa. No he vuelto más nunca a saber de ella, pero donde quiera que esté le doy las gracias por haberme regalado esa noche un pedacito de cielo.
Eduardo Peláez Leyva
Escritor y Ex Director de la Revista
“El
NOTA: A nuestros lectores que tengan fotografías de actos, reuniones, deportes, familias o cualquier otro evento de nuestro antiguo Camagüey, les agradeceríamos nos las enviaran para su posible publicación en esta sección. Necesitamos la fecha aproximada de la foto y la identificación del mayor número de personas posible.
Todas la fotografías serán devueltas a los remitentes.
Dirección postal: P.O.Box 441915 Miami, Fl. 33144
Si tiene una foto en formato digital, la puede enviar a camaway@bellsouth.net
Grupo de estudiantes frente al colegio Maristas de la Vigía. De izquierda a derecha: Eulogio Villena, Mario López, Héctor Álvarez y Luis Almolda.
Grupo de jóvenes camagüeyanos disfrutando de una fiesta cumpleaños, se pueden identificar en el grupo: Aida Zayas Bazán, Rafael Herrero, Eduardo Zayas Bazán, Herminia Fortun, Xonia, Gustavo Loret de Mola, Ninia Tomeu, Pablo Roberto Rodríguez, FiquÍn Luaces, Olga Rodríguez y Gaspar Barreto.
Misa pontificial en el Obispado por el Cardenal Arteaga se identifican: los padres Salvador Basulto y Teodoro de la Torre, en uniformes de su orden Alfredo Correoso y Lorenzo Estévez y sentado el monaguillo Rosendo Castillo ex presidente del Municipio.
Equipo de baloncesto de los Maristas del 1955, arrodillados de izquierda a derecha: Luis Aguerro, Michael Rodríguez, Nelson Basulto, Cayayo Villena, Eduardo Peláez.
De pie: Aurelio Albaisa, Vicente Tome, Roberto Cortina, Ángel Calvo, Alexis Nogueras, Tony Campos, Eduardo Enseñat.
Los inseparables compañeros Eduardo Penedo y Raúl Masvidal.
Familia Hernández Hechevarría, atrás: José Manuel (Pepín), José Ramón Jr. (Monguin), Dr. Hernández Hechevarría, José Alberto, Georgina (Yoyi), Dra. María del Carmen
1 Zoila A. Sánchez Mestril.
2 Pilar Garcés Betancourt.
3 María Magdalena Martínez Martínez.
4 Isabel Garcerán Laredo.
5 Célida Recio Silva.
6 Serafina Loret de Mola Benavides.
7 Angela Rebeca Batista Aguilera.
8 Margarita Recio Adán.
9 María Alvarez Castillo.
10 Aurelia Garcés Betancourt.
11 María Luisa Tomeu Adán.
12 Mercedes Calaforra García.
13 Ana María Estrada Sánchez.
14 Rosita Agramonte Rodríguez.
15 Rita Allie Betancourt Horstman.
16 Isabel María Pichardo Quesada.
17 Angela María de Varona Bejarano.
18 Conchita Casares Zaldívar.
19 Celita Rodríguez Casas.
20 Ana Margarita Delgado Borrero.
21 Rosa Zayas Bazán Guerrero.
22 Conchita Arteaga Sánchez.
23 Inés Loret de Mola Loret de Mola.
24 Conchita Fernández Rossi.
25 Emma Recio Silva.
26 Esther Loret de Mola Benavides.
27 Obdulia Porro Ramos.
28 Bertha Peña Palomino.
29 Margarita Adán Olivera.
30 Emma Caballero Rojo.
31 Angela Casares Zaldívar.
32 Consuelo Emilín Sariol Barreto.
33 María Adán Quesada.
34 Herminia Vega Pacheco.
35 Elisa M. Arango Montejo.
36 Flora María Lamar Roura.
37 Estela Lamar Roura.
38 Estela Martínez Sariol.
39 Margarita Martínez Sariol.
40 Pilar Bastida Torrado.
41 Margarita Boza Masvidal.
42 Angela H. Martínez Caballero
43 Aurora Xiques Maciá
44 Isabel María Otero Carreño.
45 Alicia María Adán Silva.
46 Herminia Rodríguez Fernández.
47 Teresa Isabel Agramonte Serra.
48 Flora García Agreda.
49 María Pepa Betancourt Rodríguez.
50 Georgina García Guerrero.
51 Carmen Machado Cosío.
52 Brianda Zayas Bazán Valdés.
53 Gloria Simoni Betancourt.
54 Esperanza Sánchez Estrada.
55 Clara Socarrás García.
56 Concha Nogueras Nogueras.
57 Angélica Betancourt Betancourt.
58 Margarita Garcini Silva.
59 Matilde Porro Ramos.
60 María Sánchez de Lamar.
61 Susana de Varona de Freyre.
62 Isabel Recio de Zayas Bazán.
63 Oliva Socarrás de Castillo.
64 María García de Collazo.
65 Isabel Isalgué de Semidey.
66 Angela Errotaberea de Pichardo.
67 Blanca Medrano Caballero.
68 María Luisa Betancourt de Loret de Mola.
69 María Luisa Alvarez Alvarez.
70 Carmen Alvarez González.
71 Luz Salas Céspedes.
72 Luz Alday de Silva.
73 Ana Margarita Porro Martínez.
74 Celia Santos Alvarez.
75 Alicia Lima de Santos.
76 Catalina Monjo Apolinaris.
77 Hortensia Medrano de Santayana.
78 Rodolfina Parrado Díaz.
79 Luz Reventós Morciego.
80 Clotilde Sosa Cabrera.
81 María Antonia Sirvén Herrero.
82 Herminia Fernández Cabrera.
83 Araceli de Varona Vilaplana.
84 Avelina de Varona Vilaplana.
85 Zoila Camacho Rodríguez.
86 Amalia Simoni Betancourt.
87 Emma Almendros Boza.
88 Margarita Carrió Pollini.
89 Angela Rodríguez de Castellanos.
90 Rita Rodríguez de Fernández.
91 Mercedes Loret de Mola Bueno.
92 Pepilla Sánchez Miranda.
93 Esther Bryon de Varona.
94 Isabel Martínez de Santa María.
95 Margarita Bryon Caballero.
96 Dídima Pichardo Miranda.
97 Emelina Loret de Mola de Alzaga.
98 Concepción Delmonte Ruiz.
99 Sarah Sánchez Estrada.
100 María Luisa Calaforra López.
101 Eugenia Recio Cosío.
102 Pilar Iraola Lara.
103 Emma Mercedes Betancourt Arteaga.
104 Belén Martínez Zaldívar.
105 Amparo Acosta O’Bryan.
106 Lolita Garcés Betancourt.
Estimados camagüeyanos
Esta nuestra primera edición del Camagüeyano Libre en el 2025 estará llegando a sus hogares en la segunda quincena del mes de junio, aproximadamente dos semanas antes de nuestro evento anual “Los Carnavales de San Juan”. Fiesta que se celebrará el sábado 28 de junio de 7 pm a 11pm en los salones del Big Five y será nuestro primer evento del nuevo año.
La Junta Directiva del Municipio acordó entregarle las utilidades de este evento a dos obras benéficas que en el pasado hemos ayudado: al Hogar de Ancianos
Monseñor Adolfo Rodríguez en la ciudad
de Camagüey y a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul en Miami. Esperamos que nos ayuden en esta obra con su participación en esta alegre fiesta que cada año celebramos en conmemoración de nuestros tradicionales carnavales.
Si no puedes participar por favor contribuye a esta hermosa obra con una donación, no importa cuán grande o pequeña sea, envíala a nuestras oficinas.
Gracias al interés y ayuda de nuestros miembros nuestra organización se ha mantenido estable. Esperamos que Dios nos de la fuerza para continuar con esta obra, orgullo de los camagüeyanos.
¡Gracias a todos!
Mariano Loret de Mola Presidente
Eugenio González 1st Vicepresidente
Isabel Sánchez
Tesorera
Gloria Galán
María A. Menéndez
Ana Soler
Diana Cisneros
Ulises R. Betancourt Secretario de Actas
Martha Loret de Mola
Sergio Masvidal
Vicente Tomé
Carmen de la Herrán
Eidita Zaldívar 2nd Vicepresidenta
Enriqueta Bradshaw Secretaria de Correspondencia
María Rodríguez
Mario Sariol
Pablo Zamora
“Ser cubano es un orgullo pero ser camagüeyano es un privilegio”
Con nuestra tradicional Cena Navideña cerramos el año 2024 en los salones del Big Five Club el pasado sábado 21 de diciembre.
La fiesta fue amenizada por Pedro Bello y su grupo, que comenzó la actividad con los acordes de nuestra linda canción Amorosa Guajira del camagüeyano Gonzales Allué, y deleitándonos el resto de la noche con una variada y tradicional música cubana. Le agradecemos también a Mayra De Varona que nos
deleitara con su hermosa voz y al dúo de Ildemaro de la Rosa y Alejandro Pino que acompañaron a Pedro con canciones de su época.
Un agradecimiento muy especial a los participantes de este evento que con sus contribuciones, hicieron posible las donaciones a las dos obras benéficas del Municipio de Camagüey: El Hogar de Ancianos Monseñor Adolfo Rodríguez en Camagüey y las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en Miami.
Mercedes Altunaga, Glenda de Varona, Maira Lastra, Ileana Guzmán, Cristina Ruiz, Candocia Borja, Joaquín de Varona, Sergio de Varona, Emilio Guzmán, Raul De Quesada, Francisco Borja
Carmita Marrero, Isis Fernández, Magaly Agra, Aida Leal, Adalis D Acosta, Ovaldo Orta, Miguel Fernández, S/I, S/I, Yezmin Díaz, Dagne Cuza, Alicia Álvarez, Amparo Graciada, Trini Fernández, S/I
Lydia D Castro, Eloisa Zubeiro, Gabriela Zancroniz, Eidita Zaldivar, Mario Echevarria, Alicia Álvarez, Nancy Riera, Milton Garí, María Elena Baker Harding, Graciela Sotolongo, Eric García
El Camagüeyano Libre • Enero - junio 2025
Darling Martínez, Aneiter Horta, Maritza Fuentes, Miriam Velíz, Ana María Marrero, José Álvarez Jr, José G Álvarez Sr., Adalberto Bosh, Ramón Alegret, Rodolfo Chaviano
Viky Xudiera, Ramón Cros, José Tudela, Alina Tudela, Casilda Calderín, Carlos González, Diana Hidalgo, Teresa moreno, Antonio Moreno, Oscar Hernández, Leticia Hernández, Aldo Calderín
Nicomedes de la Rosa, Clara de la Rosa, Tamara de la Rosa, Ildemaro de La Rosa, Arnaldo de la Rosa, Josefina de la Rosa, José Ballesteros (Pepe), Aracelis Betancourt, José Gil, Isis Acuña, Alina García, Alejandro Pino, Jenifer de la Rosa, Carlos Sosa, María Sosa, Reynaldo Caparó, Yolanda Caparro, Ana Beatriz Pino, Beatriz Martínez
Agradecemos el envío de fotos e información sobre nacimientos, aniversarios, graduaciones, bodas, bautizos, fallecimientos, etcétera.
El Camagüeyano Libre ofrece gratuitamente este servicio a los asociados del Municipio de Camagüey en el Exilio. Deben dirigirse a:
El Camagüeyano Libre PO Box 441915 Miami, FL 33144
El gran pescador Andrés, precioso nieto de Teresa y Sergio Masvidal
O por correo electrónico a: camaway@bellsouth.net
O llamando al teléfono: 305-266-6191
Luis Loret de Mola, hijo menor de nuestros estimados miembros Teresa y Gustavo Loret de Mola, contrae matrimonio con Nathalie García Carrillo en Brooklyn, NY. Felicidades a la joven pareja y a sus orgullosos padres.
Se reúnen un grupo de camagüeyanas para celebrar la visita desde Puerto Rico de Martha Elena Estrada de Villena de izquierda a derecha: Beatriz Loret de Mola, Ana María Correoso, Miriam Ramos, Silvia Zayas Bazán, Olga Rodríguez, Ana María Arteaga, Martha Elena y María Coto.
El camagüeyano Carlos Sosa dándole la bienvenida al nuevo año desde el Emirato de Dubai.
Un grupo de amigos celebran en la Casa Cuba el cumpleaños a Julián (El Chino) Vázquez. Felicidades y mucha salud en tu 85 aniversario.
Grupo de camagüeyanos se reúnen en el Big Five para celebrar el cumpleaños de Mario Sariol. Sentados: Cessy, Mario y Camilo Samayoa, de pie: Eidita Zaldívar, Marcia Samayoa, Frank de Varona y Aidé Prado. Felicidades, Mario.
Martha Loret de Mola, miembro de la Junta Directiva del Municipio, le hace entrega a la camagüeyana Sor Clemencia Fernández del cheque de las utilidades obtenidas en la Rifa de la Cena de Navidad en beneficio de las obras de las Hermanas de la Caridad en Cuba y en Miami.
Rudy Rodríguez, hijo de Nena Penedo, con sus hijos y esposa Carla visitan a sus tíos Alfredo Rodríguez y Estercita Moncada en San Diego California; bella reunión familiar de estos camagüeyanos.|Estercita Moncada en San Diego California; bella reunión familiar de estos camagüeyanos.
Grupo de camagüeyanas se reúnen en Boca Ratón para darle la despedida a Ana María Doval que nos visitaba desde Grecia; acompañan a nuestra visitante las camagüeyanas: María Cristina Antón, María Eugenia Doval, María de los Ángeles Menéndez, Fufa De la Herrán y Dorita Martínez.
Se reúnen en “Dracut American Legion” de Massachusetts, la familia de la camagüeyana “Angelita Martínez Betancourt” para festejar sus 80 años. La acompañan en esta linda celebración sus primos hermanos: Lupe Betancourt Rodríguez, Irene Rivas Betancourt, Angelita Martínez Betancourt, Carmen Rivas Betancourt, Manuel y Elvira Martínez Betancourt, Celia, Roly y Luis Rivas Betancourt, Ulises Betancourt Sanz. María (Cuca) Sanz celebra sus100 años en compañía de sus familiares y amigos.
Recibimos esta
la
Dos destacados miembros de nuestra comunidad cubana en el exilio fueron exaltados al Salón de la Fama del Colegio de Belén en la Clase del 2025.
Estos valores de nuestra sociedad, reconocidos por su apoyo a la comunidad católicojesuita del Colegio de Belén, son un orgullo para los camagüeyanos.
Nacido en Camagüey Cuba, del matrimonio de Bertha Loret de Mola y José Sosa y casado por 62 años con la ya fallecida Irene Tremols; se graduó de bachiller en el Colegio de Belén en Cuba en 1957 y obtuvo un PHD de la universidad de la Florida en 1964.
Comenzó una brillante carrera corporativa con la Dow Chemical Company con la cual se mantuvo por 31 años, ocupando múltiples e importantes cargos. En el momento de su jubilación de Dow, era presidente de Dow North America de su Junta Directiva y de su Comité Ejecutivo.
Tras su jubilación de Dow, se incorporó a Amoco Corporation en Chicago como vicepresidente ejecutivo a cargo de sus operaciones químicas en todo el mundo y presidente de BP Amoco Chemicals hasta su jubilación en 1999.
Enrique fue honrado como Alumno Distinguido en la Universidad de Florida en 1993 y se desempeñó durante varios años en el Consejo Asesor de Belén Jesuit Prep. Orgullo camagüeyano, que hoy disfruta de su merecido retiro en Key Biscayne, Fl.
Louis Aguirre
Nacido en Miami ,Fl en 1966, hijo de Aida Nice Martin y el ingeniero camagüeyano Louis Aguirre, se graduó de sus estudios secundarios en el Colegio de Belén en el 1984 y posteriormente asistio a la Universidad de Miami y a la Soborna de Paris, graduandose con una licensiatura en Comunicaciones y Artes.
Louis comenzo su larga y brillante carrera televisiva en el 1989,como reportero en español de Telemundo, donde obtiene su primera nominacion para el premio Emmy. En el 1990 se une a la estación ABC del sur de la Florida (WPLG)como reportero y presentador; en el 1994 se marcha a Hollywood para convertirse en corresponsal principal de “Extra” y de “A Current Affair” y mas tarde como presentador del noticiero matutino de “Fox News Channel”.En el 2003 regresa a la Florida como reportero de entretenimiento de WSVN y presentador de “Deco Drive” y en el 2004 gana el premio Emmy por su reportaje especial “ Miracles in the Making”.
En el 2014 se va para Los Angeles , California como coanfitrion de “The Insider”y regresa a la Florida en el 2017 como presentador de noticieros y reportero en WPLG, donde continua con su exitosa carrera televisiva.
Excelente presentador y reportero Miamense, con fuertes raices camagüeyanas, orgullo de la comunidad cubana.
ESTIMADOS AMIGOS DEL IDIOMA: aquí lo ficticio es precisamente la frase “no ficción”. Se intenta afirmar así el principio de que —salvo en poquísimos casos— la negación sea definitoria. Nada más falso. Aparte de que la frase es agramatical, la negación no indica más que la ausencia, la falta. Si no, acabaríamos por decir “no sopa” si queremos algo seco, y “no picadillo” si queremos bistec. Por consiguiente, debemos echar mano de lo positivo: por ejemplo, realismo, realidad. Lo cual podría adoptar el inglés, cuyo error ineludiblemente remedamos, como si no tuviéramos recursos propios. Los anglohablantes podrían haber adoptado reality, o bien realism; pero no, —con todo respeto— se fueron por el camino más fácil y repetitivo de cualquier ocioso y no tuvieron otra ocurrencia que nonfiction. ¡Qué pena!
Pero ahí no se detiene el error, pues amplía su alcance con variantes como “no entidad” (nonentity), “no persona” (nonperson), y otras gracias por el estilo, en lugar de “nulidad”. ¿Es que tendrán en la cabeza un vacío anulatorio del razonamiento?
SOSPECHOSO. Como ya lo hemos señalado, las noticias siguen siendo muy “sospechosas”: dicen, por ejemplo, “un sospechoso mató a un inocente”, o bien “. . . robó una cartera”. Señores, por favor, los que matan y roban son criminales, o con mayor precisión, ASESINOS o LADRONES. Limítese “sospechoso” (o “acusado”) a un detenido identificado por su nombre, pero aún no juzgado. Y por favor no llamen “sospechoso” a un delincuente desconocido, sino “sujeto”.
HOMBRE HISPANO, MUJER EMBARAZADA. Aquí claramente sobran “hombre” y “mujer”, por ser imposible que sean “mujer hispanO” ni “embarazadA” del género masculino. Eso sí, es “embarazoso” copiar la redundancia del inglés.
Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana, es autor de: El buen uso impide el abuso / Good Usage Prevents Abusage, Asesinatos impunes y crímenes de Costra en la vida pública de EE.UU., La prensa liebre o los crímenes del idioma, y otras obras. Pedidos a emiliolabrada@msn.com. “La fuerza sin razón es la sinrazón.”
POLÍTICAMENTE/ECONÓMICAMENTE HABLANDO. Se ha puesto de moda esta frase copiada del inglés (politically/economically speaking). O sea que seguimos imitando los disparates ajenos: en este caso les encanta “hablar” —lo cual comentamos en el siguiente párrafo—. Dígase más bien “Políticamente/Económicamente, está claro”; “En el ámbito político/económico sucede tal cosa”. Como reza el dicho: “¡NI HABLAR!”
EL SEGUNDO IDIOMA MÁS HABLADO DE EE. UU. Con esta curiosa frase se refieren al español hispanounidense, calcando la locución norteamericana, aun en importantes documentos. ¿Y no es cierto que también se escucha, se escribe y se lee? Por favor, tomen nota de esta redacción: EL ESPAÑOL ES EL SEGUNDO IDIOMA DE EE. UU. No hace falta “hablar” ni media palabra más.
LA PUBLICIDAD, PERSISTENTE PECADORA. El premio de este mes se lo adjudica un conocido supermercado, cuyo lema es: “Gigante - Como en casa”. ¿Insinúan que uno debe “comer” en casa?; perfecto. Pero si el sentido es comodidad, buen ambiente, ¡pues NO precisamente! Dígase más bien: “En Gigante, está usted en su casa”.
Y una empresa de servicios nos afirma: “Llámenos – Las líneas están abiertas”. ¿Y cómo iríamos a telefonear si estuvieran CERRADAS o OCUPADAS? ¿No sería mejor así: “¡Llámenos ya! ¡Siempre listos para servirle!”
Señoras y señores: No es nada FICTICIO que el español sea el segundo idioma de Estados Unidos, sino una REALIDAD de costa a costa —sea o no idioma “OFICIAL”— ¡y no sólo “hablado” sino escrito, leído y difundido por todos los medios informativos!
Emilio Bernal Labrada, de la Academia Norteamericana, es autor de: El buen uso impide el abuso / Good Usage Prevents , Asesinatos impunes y crímenes de Costra en la vida pública de EE.UU., La prensa liebre o los crímenes del idioma, etc. Pedidos a emiliolabrada@msn.com. “La fuerza sin razón es la sinrazón.”
El próximo 28 de septiembre se cumplirán 60 años de la insólita declaración que hizo Castro en un acto público, celebrado en La Habana en 1965, al anunciar que el pequeño puerto pesquero de Camarioca, al norte de la provincia de Matanzas, sería abierto para recibir a las embarcaciones de cubanos que, procedentes de Estados Unidos, viajaran a la isla para recoger a sus familiares.
Fue la primera vez que Castro utilizó la emigración masiva como un arma política en su conflicto permanente con Estados Unidos. La medida tomó por sorpresa a las autoridades norteamericanas que, también por primera vez, enfrentaban una emigración masiva provocada deliberadamente por un país extranjero.
Para borrar las dudas iniciales que provocaron su anuncio, Castro reiteró dos días más tarde el ofrecimiento, durante una entrevista difundida por la radio cubana, añadiendo esta vez que estaría dispuesto incluso a enviar dos vuelos diarios a Miami desde La Habana.
En Miami, la noticia fue acogida al principio con sorpresa y recelos, pero muy pronto, dejando a un lado la suspicacia que provocaba el anuncio, y motivados por años de incomunicación y separación, cientos de exiliados cubanos atravesaron el Estrecho de la Florida arriesgando sus vidas en todo tipo de embarcaciones para ir a buscar a sus familiares.
Pocos días después del anuncio de Castro, casi un centenar de embarcaciones habían arribado ya a Camarioca
y Varadero. El 3 de octubre quedaba abierto oficialmente el puente marítimo entre la Florida y Camarioca.
Ese mismo día, el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson, en ocasión de firmar la nueva Ley de Emigración de Estados Unidos, respondía al reto lanzado por Castro en un memorable discurso pronunciado a la sombra de la Estatua de la Libertad en New York. ‘’Yo le anuncio esta tarde al pueblo de Cuba que aquellos que busquen refugio en Estados Unidos lo encontrarán. La tradicional vocación de Estados Unidos de otorgarle asilo a los oprimidos será mantenida en el caso de los cubanos’’, dijo Johnson.
El primer grupo de refugiados procedentes de Camarioca llegó el 7 de octubre a Cayo Marathon en las costas de la Florida. Una noticia publicada 15 días después en Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informaba que en esos momentos había ya 150 embarcaciones en Camarioca procedentes de Estados Unidos esperando recoger familiares.
A pesar de la declaración de Johnson, las autoridades del Servicio Guardacostas intentaron hacer cumplir las leyes vigentes y advirtieron que confiscarían las embarcaciones, señalando que era ilegal introducir a extranjeros en el país sin la debida documentación.
Aunque al principio se confiscaron algunas embarcaciones, todas fueron devueltas a sus propietarios y al
final, nadie fue procesado.
El puente marítimo duró apenas 42 días y trajo a las costas de la Florida 2,979 refugiados. El 3 de noviembre el gobierno cubano informó que ese día habían partido hacia la Florida las últimas embarcaciones de Camarioca, cerrando oficialmente el puerto el día 15 de noviembre.
La constante y palpable presencia de las embarcaciones de los exiliados cubanos en Camarioca, reclamando sus familiares, mantuvo la presión para que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba llegaran a un acuerdo que puso fin al improvisado puente marítimo, teniendo como resultado los “Vuelos de La Libertad”
En medio del trasiego de embarcaciones y refugiados, Washington y La Habana habían estado negociando un acuerdo que no estuvo exento de tensiones.
Castro hizo una sorprendente propuesta: liberar a 70,000 presos políticos que en esos momentos tenía encarcelados en la isla, a cambio de que Estados Unidos gestionara la libertad de revolucionarios cubanos detenidos en varios países latinoamericamericanos por actividades subversivas. Entre los países mencionados se encontraban Venezuela, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia y Argentina.
La propuesta cubana entregada a la embajada suiza en La Habana llegó también al Departamento de Estado, a través de la misión de Cuba en las Naciones Unidas.
‘’Debe quedar bien claro que esos ciudadanos (liberados en otros países) deben recibir también las facilidades necesarias para viajar a Cuba con sus familias’’, precisó la nota oficial que tiene fecha del 12 de octubre.
El Departamento de Estado rechazó la propuesta, haciéndole ver a los cubanos que Estados Unidos no podía negociar por otros países.
Sin embargo, la nota reveló por primera vez dos puntos importantes: el elevado número de opositores al régimen castrista encarcelados en la isla y la extensa actividad subversiva que Cuba auspiciaba en la región.
Al final fue alcanzado un acuerdo el 6 de noviembre de 1965. El Memorando de entendimiento con el gobierno cubano, firmado por la administración de Johnson, reemplazó a la flotilla marítima por un programa de vuelos directos entre Varadero y Miami, que traería mensualmente entre 3,000 y 4,000 refugiados cubanos.
Nacían así, como consecuencia directa del éxodo masivo de Camarioca, los “Vuelos de la Libertad” que se prolongaron hasta 1973, transportando desde la isla a 260,000 cubanos, con un costo promedio anual de más de $100 millones.
El primer vuelo de este puente aéreo se produjo el 1ro. de diciembre, iniciando la mayor operación de transporte aéreo de refugiados que ha tenido lugar en Estados Unidos. Los motivos que provocaron el éxodo de Camarioca no sólo tienen antecedentes en los problemas internos de Cuba, sino que algunas de sus consecuencias todavía perduran en el prolongado diferendo político que la dictadura cubana ha mantenido durante más de 60 años.
Entre sus consecuencias más significativas figuran:
– El inicio de los Vuelos de la Libertad.
– La Ley de Ajuste Cubano.
– La reunificación de los niños involucrados en la operación Pedro Pan con sus padres.
– El fortalecimiento de la comunidad cubana en Miami.
– Las crisis migratorias como arma de negociación.
El éxodo de Camarioca inauguró una práctica que se repetiría años después en varias ocasiones (Éxodo del Mariel, La Crisis de los Balseros), para alcanzar con éxito objetivos de política interna y de complejas negociaciones con Estados Unidos.
Estos ciclos de emigración masiva, que se han repetido desde entonces han hecho afirmar que tanto La Habana como Washington son responsables de la inestabilidad de las fronteras marítimas de la Florida.
Estos ciclos son las consecuencias del sostenimiento de un régimen dictatorial en Cuba; que no respeta los derechos humanos, que le niega las libertades básicas a los ciudadanos, que separa las familias y que mantiene una fallida economía que empobrece al cubano de a pie. Pero no debemos eximir de estas consecuencias: el rejuego político de los gobernantes electos de turno, tanto en la Florida como en Washington que por años han convertido la desgracia del pueblo cubano en parte del ajedrez político del mundo y de la política partidista de los Estados Unidos.
Una noche como la de cualquier día del mes de enero 1986 fui a la Bahía de Biscayne para el cometa “Halley”. La luna brillaba tanto que todo lucía de plata. Allí llevaba algún tiempo contemplando el cielo sin alcanzar mi anhelo y me quedé dormido. Soñé que había llegado a la Bahía de Nuevitas y caminando llegué hasta Camagüey. Parado en la esquina de Estrada Palma y Avellaneda, frente al Cine, recordé las películas de indios y cowboys que allí había visto junto con amigos de la infancia.
Seguí hasta la casa donde nació nuestra gran poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, traté de recordar alguna de sus bellas poesías, pero la emoción no me lo
permitió. Fui hasta la Plaza de San Francisco y pensé en los días que era alumno de los Escolapio. Frente al Arzobispado me vino a la mente lo infortunado que había estado Monseñor Pérez Serantes cuando en Santiago de Cuba ayudó a escapar al asesino barbudo.
Doblé por el callejón de academia y al cruzar el puente Caballero Rojo, saludé en su obelisco al Capitán Mariano Barberán Tros y a su Teniente Joaquín Collar Serra y les dije que recordaba su famoso vuelo Sevilla-Camagüey. Me senté a descansar en la escalinata del Instituto de Segunda Enseñanza y recordé mis días felices de estudiante, cuando me levantaba para seguir caminando oí que nuestro filósofo y orientador Enrique José Varona desde su pedestal me decía que él también había tenido días felices en Camagüey, pero que se sentía triste al ver que había cubanos malos con la patria.
Caminé hasta el Casino Campestre y me detuve debajo de la casi centenaria Ceiba que mi madre con otras niñas compañeras de colegio ayudó a sembrar. Desde su estatua de bronce conversé con Salvador Cisneros Betancourt presidente que fuera de la República en Armas y Jefe Civil de las Guerras Libertadoras, le dije que mucho daríamos los cubanos de hoy para que él volviera a presidirnos.
La Glorieta donde tantas veces oí tocar conciertos a la Banda Municipal estaba sucia, pero guardaba su porte señorial. La Gruta parecía una cueva abandonada, de sus estalagmitas y estalactitas ya no salían gotas de agua cristalina ni en ella nadaban peces de múltiples colores. En su fondo quedaba un poco de agua y allí había un famélico descolorido guajacón que trataba de sobrevivir, con sus ojos grandes y saltones me miró pidiendo que lo salvara. Pensé cogerlo para echarlo en el río Juan de Toro, pero no lo hice al recordar que cuando siendo yo un niño, el guardaparque que le decían Lechuga me sorprendió tratando de coger un pececito y pisándome los talones me persiguió por el Casino y crucé el puente Zayas-Bazán donde dándose por vencido me lanzó el Tolete con tanta furia que al dar contra la baranda se hizo pedazos y del susto corrí todo el campo de San Zenón de
Varona.
Por la calle Arrieta llegué a la Avenida de la Libertad. En su iglesia visité la virgen de la Caridad, le dije que aprendí a quererla desde que siendo niño después de la celebración de los bautizos iba a la puerta de su Iglesia a pedir el pelo padrino. Ella me dijo que ya no la visitaban tantos devotos como antes, no había procesión en su nombre al día ocho de setiembre y no sentía las risas y carcajadas de sus hijos divirtiéndose en la feria de la Caridad. Al salir de la Iglesia fui a saludar a mi tío abuelo el Coronel y doctor Manuel Ramón Silva Zayas, junto a su estatua, le dije que no había olvidado las historias que mi abuelita, su hermana, Ángela Malvina Silva Zayas, me contaba sobre su exilio en Santo Domingo cuando los españoles deportaron a toda su familia a ese país por estar luchando por la libertad de Cuba.
Como el día avanzaba emprendí el regreso, crucé el puente de la Caridad, seguí por la calle de Independencia hasta el parque Agramonte, me senté en uno de los peldaños de la estatua del Bayardo de la revolución del 1868 Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz, le conté lo diferente que actuaban y pensaban sus compatriotas en la nueva lucha por la libertad de la patria. Le hice saber que aún tenía frescas en mi memoria sus heroicidades en la guerra que conocía por mi abuelo el General Lope Recio Loynaz, su primo. Desde la Plaza de Paula seguí por la calle de Maceo hasta la Plaza de la Soledad, que tristeza me dio ver que ya no existía la Norma con su fuerte olor a cerveza y ruido de cubilete, donde tantos inolvidables momentos pasó la juventud camagüeyana. Entré en la Iglesia de la Soledad y me senté en un banco a meditar cual habría sido el pecado que cometimos los cubanos para merecer el castigo que estamos sufriendo. He sido siempre ferviente creyente de Dios y pienso que el Universo no se mueve una paja sin su voluntad, por eso allí una vez más recé de rodillas para que se apiade de nosotros.
A mi lado se sentó una anciana con la cara triste y llena de muchas arrugas y me dijo: “Desde que ustedes se fueron la venganza anda por donde quiera como perro rabioso buscando a quien morder. El engaño, la desconfianza, la mentira, el robo, la ofensa a Dios y la
traición han entrado a ser parte de la vida cotidiana de nuestro pueblo. Se cometen toda clase de pecados y delitos. El que hace la mayor felonía es el mejor de todos. El amor al prójimo y a la familia, la creencia en Dios, al tratar de superarse se han convertido en graves ofensas al gobierno. Los que mandan tienen patente de corso para que a voluntad dispongan de vida y haciendas.
Bajé por la calle de República caminando muy despacio pensando en lo que me había dicho la viejita. Turbado entré en lo que antiguamente fue el Hotel Camagüey y hoy es el museo Ignacio Agramonte. Contemplé las sublimes reliquias que allí se guardan de nuestros antepasados, pero que soberbia tan grande me dio ver que entre tantas sagradas glorias ondeaba la bandera de la hoz y el martillo. Cuánto hubiera dado por haber en ese momento podido rasgarla en mil pedazos y con su maldita hoz manchada de noble sangre cubana, cortarle el cuello al cubano que vendíó mi patria. Salí de allí con indignación y caminé por la Avenida de los Mártires hasta llegar a la plaza de Méndez donde fueron fusilados los patriotas Joaquín de Agüero, Miguel Benavides, Fernando de Zayas y Tomás Betancourt, oré por ellos frente al modesto obelisco que unos escolares le erigieron en su memoria. Tomé el camino de la Matanza hasta llegar a Puerto Piloto iniciando allí el regreso a la Bahía de Biscayne, pero antes le dije abur a mi pobre Camagüey pueblo donde nací y cuna de todos mis antepasados.
Miami, mayo 23 de 1986.
¿Sabes tú, camagüeyano-avileño, que tu ciudad natal es Siego de Ávila y no Ciego de Ávila? ¿Sabes por qué se escribe con una garrafal falta de ortografía?
Estas cuestiones a primera vista pudieran parecer insulsas o tontas. También me pregunto si saben los oriundos de Guaracabuya, en Las Villas, o de Puerta de Golpe en Pinar del Río, quiénes fueron los graciosos que los bautizaron como guaracabuyenses y puertagolpeños.
¿Saben los originarios de Antofagasta (Chile), o Sensentí (Honduras), el origen de tan rocambolescos nombrecitos?, ¿cómo les llaman a quienes nacen en Itaquaquecetuba, municipio de Sao Paulo, Brasil? ¡Por favor! Porque no es lo mismo saber que París la fundó el pueblo celta de los Parisii, en el siglo III antes de Cristo, que aceptar muy orondo que Chicago significaba “campo de cebollas apestosas” en el lenguaje de los indios que habitaban esa zona de Norteamérica.
Al grano: Yo nací y me crie en una ciudad fenomenal de Camagüey, en el centro de la soleada y hermosa isla Cuba, llamada Ciego de Ávila, y les juro que de tan singular nombre nadie sabía nada a mediados del siglo XX. Desde niño quise saber el origen del nombre tan curioso de mi pueblo. ¿Por qué se llama Ciego de Ávila? insistía yo hace más de 70 años. Ponía en aprietos a familiares y amistades que no atinaban a decirme algo convincente. Mis amiguitos no tenían ni idea, y además, les importaba un pito el nombre de nuestro terruño.
Dicen que hace tiempo vivía aquí un ciego…, ¡pamplinas!
Aquella curiosidad explica un poco por qué luego me dediqué a escribir y me gusta tanto la historia. Me daban explicaciones con rodeos vagos: “Dicen que hace tiempo vivía aquí un ciego de
apellido Ávila…” Nadie daba pie con bola.
Fue ya bastante tarajalludo, con 29 años, que en 1970 como periodista fui de La Habana a Sancti Spíritus, unos 80 kilómetros al Oeste de Ciego, y buscando datos en la biblioteca municipal para escribir una crónica precisamente sobre los orígenes de esa villa fundacional colonial, y sobre la leyenda local del Güije del Yayabo (nombre del río que atraviesa la ciudad) tropecé de carambola con la respuesta a mi pregunta de viejo cuño. Amarillento, con un tufo bastante
añejado, encontré un libro de 1888 en el que el historiador espirituano Rafael Pérez Luna, basado en documentos españoles, explicaba cómo nació Sancti Spíritus, una de las primeras siete villas fundadas en la isla, y luego extendiéndose hacia el Este desveló el misterio de mi entrañable villa natal.
Cacicazgo de Ornofay, pacíficos y laboriosos aborígenes taínos Veamos lo que descubrí. El territorio que hoy ocupa la ciudad de
Ciego de Ávila —hoy con 146 mil habitantes y capital de provincia— y sus alrededores, a principios del siglo XVI formaba parte del cacicazgo de Ornofay, ubicado en la zona del actual poblado de Jicotea, unos doce kilómetros al oeste de Ciego. Allí vivían aborígenes taínos que se dedicaban a la caza y a una muy incipiente agricultura, seguramente estimulados por la gran fertilidad de las tierras rojas, consideradas de las mejores de la isla. Y lo digo porque mi padre y sus hermanos heredaron de mi abuela, Sofía Morgado, una finca grande en esa zona llamada franja de tierra roja Júcaro-Morón, fertilísima, y se decía era una de las mejores de Cuba y de todo el Caribe.
A la llegada de los españoles en 1492, en el territorio del cacique Ornofay los taínos eran también preagroalfareros (actividad de la agricultura y la cerámica). En 1986 se encontraron manifestaciones de arte
rupestre en una cueva en la zona de El Peñón, en el municipio de Chambas, y también en la hoy provincia avileña está el Área Arqueológica de Cunagua, uno de los asentamientos más completos y reveladores de la presencia aborigen en Camagüey y en todo el Caribe.
En 1510 el conquistador Alonso de Ojeda pasó por la parte sur del territorio. En 1513 se produjo el primer encuentro entre los conquistadtores españoles, al mando de Pánfilo de Narváez, y los indígenas del cacicazgo Ornofay, en un sitio conocido como Jagüeyal. El sitio fue nombrado Jicotea por los españoles debido a la abundancia de estos quelonios en la zona.
Después de asentarse en la parte más oriental de la virginal isla caribeña, en 1513 el Adelantado (gobernador) representante de los reyes de España en el Nuevo Mundo, Diego Velázquez (nada
tenía que ver con su tocayo pintor), envió a explorar la parte central de la ínsula a Pánfilo de Narváez, su “mano derecha”, quien con otros cien españoles —entre ellos Juan de Grijalba y el fraile Bartolomé de las Casas— y unos 2,000 aborígenes comenzó su avance colonizador hacia el centro de la verdísima ínsula. Tenía órdenes expresas de Velázquez de emplear métodos pacíficos con los primitivos pobladores, pero el caliente Pánfilo en el asentamiento indio de Caonao arremetió contra dos mil aborígenes indefensos y aquello fue del carajo... Un genocidio. A partir de ese momento, Pánfilo decidió continuar en embarcaciones, y el avance conquistador por el centro quedó a cargo de Vasco Porcayo de Figueroa (ancestro de un destacado intelectual gran amigo mío).
“Paradero de las Jicoteas”, primer nombre de Ciego de Ávila
Entre la leyenda y algunas evidencias narradas por el padre de las Casas, quien se incorporó a las huestes de Figueroa, se cuenta que al llegar a Jaragüeyal, el primer contacto entre culturas tan disímiles por suerte fue civilizado y cordial. Los invasores entregaron baratijas, y los primitivos pobladores brindaron agua fresca, comida y guías para continuar viaje. Como había gran cantidad de jicoteas, que comieron asadas (al parecer muy bien condimentadas con yerbas autóctonas), nombraron al lugar como “Paradero de las Jicoteas”, según dejó constancia en blanco y negro el meticuloso Gonzalo Fernández de Oviedo en su “Historia de las Indias”. Claro, el verdadero propósito de Velázquez no era nada amistoso, sino el de realizar un conteo de los indios que había en esa zona para tomar una decisión. Y la tomó. Tan pronto fue fundada la villa de Sancti Spíritus, en 1514, los peninsulares se lanzaron arcabuz en mano sobre los indefensos indios del sorprendido Ornofay. Los esclavizaron y en no pocos casos les arrebataron a sus mujeres, de bronceadas y apetitosas curvas, según dejó asentado en alguna parte de su diario un libidinoso conquistador. Muchos indios, que no conocían arma de ningún tipo, huyeron despavoridos
y no pudieron ser capturados.
Un oasis a medio camino entre Puerto Príncipe y Sancti Spíritus
En 1538, años después de aquel desmadre, fue que el cabildo de Sancti Spíritus le concedió a un peninsular llamado Jácome Ávila la merced de tierras realengas (ya España las consideraba suyas, o sea, del Rey) en la zona del derrocado jefe indio Ornofay. Familiares y amigos se asombraron y le advirtieron a Ávila: “¿pero ¡vive Dios!, Don Jácome, ¿vos estáis loco?, ¿cómo asentarse en sitio tan lejano, solitario e inhóspito, rediez?”. Pero Don Jácome, no solo por tozudo como buen peninsular, sino porque tenía la luz larga, no se echó atrás.
El avispado “inversionista” se percató de que como entre las villas de Puerto Príncipe y Sancti Spíritus mediaban unos 190 kilómetros de distancia y había un constante tráfico de colonizadores y comparsa, plantar una posada-mesón justo en la mitad del asfixiante camino sería una mina de oro. Ávila segó los montes del lugar y fundó una hacienda con posada y mesón. Los extenuados hombres de a caballo, en su andar cuasi infinito, al tropezar con aquel “parador” a medio camino entre ambas villas, con comida, vino y camas, creían estar sufriendo alucinaciones por el achicharrante sol antillano que les calcinaba el tuétano. Pero no era una ilusión. Y cuanto jinete se zumbaba el agotador trayecto Puerto Príncipe – Sancti Spíritus, hacía noche en el improvisado hostal de Ávila, amén de cenar, beber y darle lo suyo a las bestias que los transportaban. Y claro, tampoco nadie está hoy en condiciones de negar o afirmar si los servicios ofrecidos allí incluían o no los favores de alguna que otra taína de “muy buen ver”, como las calificara el Gran Almirante en su Diario de Navegación. Pero, no me hagan caso, pues en verdad Pérez Luna de eso no dice ni pío.
La “c” por la “s”, tremenda falta ortográfica, pero nadie protestó
Los agradecidos viajeros empezaron
a llamar el ciego de Ávila (con C) a aquel “motel” providencial en medio del monte infinito, pues el vocablo ciego, con “c”, significaba siego de segar vegetación y bosques, y en el castellano antiguo del amigo Cervantes se escribía con “c” y no con “s” de segar. O sea, ciego con “c” no era un invidente, sino un espacio abierto en el monte que podía ser una sabana natural o una “tumba” hecha por el hombre para la crianza de ganado. Obviamente, con la repetición constante “el ciego… de Ávila” se acuñó como el nombre de la hacienda-posada-mesón tan estratégicamente colocada.
El éxito de don Jácome fue tal que trascendió y llegaron competidores a la zona. Fue una “fiebre de la hostería” —un anticipo del frenesí aurífero que tres centurias después convirtió a California en la Tierra Prometida del oeste estadounidense—, para hospedar a jinetes, fuesen burócratas o militares.
En muy poco tiempo, en ese mismo siglo XVI, ya había otras haciendas en la región avileña, y en 1612 estaban ya constituidos los ciegos de Jagueyal, Júcaro, Sitio Nuevo, Dos Hermanas, La Redonda y otros más alejados. Pero curiosamente, a ninguno de esos poblados se les antepuso la palabra “ciego”, que quedó como cosa exclusiva del original fundado por Ávila, que además era el más grande y el más boyante de todos porque estaba exactamente en la vía que comunicaba el Oriente con el Occidente de la isla.
Los colonizadores, con un gran despiste, en 1688 bautizaron el incipiente poblado como “el curato de monte del partido de San Eugenio del Ciego”, por mandato del obispo de La Habana, el célebre Diego Evelino Hurtado de Compostela, según consta hoy en el libro de la Parroquia Mayor de Sancti Spíritus Por supuesto, semejante nombrecito a nadie le gustó y todos siguieron siendo fieles al emprendedor Ávila. Lo del curato quedó para la parroquia y luego para el archivo eclesiástico regional creado personalmente por el delgaducho obispo Juan José Díaz de Espada, quien desafiando en su carruaje los peligros de la inhóspita manigua criolla y los asaltantes de caminos en 1804 tuvo el valor personal de hacer
una visita a la iglesia avileña. Que viva Don Jácome, pues somos avileños, no ornofayenses
Como era lógico, a ningún colonizador se le ocurrió llamarle Ornofay a la incipiente villa, en honor al líder de los taínos que allí vivían antes del tsunami de hombres blancos con cascos brillosos llegados nadie sabía de dónde. Y esa fue nuestra suerte. Como avileño de pura cepa yo pregunto: ¿Algún avileño preferiría ser ornofeño, ornofayense, u ornofense? Yo al menos no. Y por eso, medio milenio después grito ¡que viva Don Jácome!
Finalmente, en 1877, por orden del rey Alfonso XII, Ciego de Ávila se convirtió en municipio. Y aquí me permito un dato familiar. Del primer cabildo avileño constituido (Concejo Municipal fundacional) formó parte mi bisabuelo Don Jesús Morgado (padre de mi abuela Sofía), quien al año siguiente fue elegido alcalde. En 1879 comenzó a regir en la isla una nueva división políticoadministrativa y Ciego de Ávila y Morón pasaron a formar parte de la provincia de Puerto Príncipe como términos municipales, segregados de Sancti Spíritus y Remedios respectivamente. Y una enorme palanca para el futuro desarrollo avileño-camagüeyano fue la inauguración en 1880 del Ferrocarril de Júcaro a Morón.
La próspera urbe —hasta 1959— de la que hoy nos enorgullecemos los que allí nacimos siguió siendo el “siego de Ávila”, el mismo que aquel bien despabilado pionero peninsular fundó antes de que el Quijote saliese de la pluma de ganso de Cervantes a fajarse con los gigantes que anidaban en su cabeza. Nunca nadie tuvo luego el buen tino de cambiar la “c” por una “s”, y hoy, en vez de escribir SIEGO de Ávila lo hacemos con una falta de ortografía garrafal.
Y algo insólito, de esa barbarie lingüística nunca me hablaron ni la doctora Suárez, ni la Cabrera, ni la Lamas, mis muy calificadas y queridas profesoras de Español y Literatura, cuando cursaba el bachillerato en esa, mi entrañable patria chica.
DIRECTORIO REVOLUCIONARIO ESTUDIANTIL
Fallecióen Miami, Florida el 25 de noviembre de 2024 a la edad de 84 años, Juan Manuel (el Gordo) Salvat, uno de los más queridos y admirados baluartes de nuestra comunidad cubana en el exilio, un ícono de nuestra cultura y luchador incansable por la libertad de nuestra patria.
El Gordo, como cariñosamente lo llamaban sus amigos y familiares nació en Sagua la Grande, Las Villas y cursó sus primeros estudios en su querido colegio Jesuita del Sagrado Corazón de Jesús; fue miembro fundador de la Agrupación Católica de Sagua (ACS) y al terminar sus estudios secundarios en el instituto de Sagua, se matricula en la facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de la Habana en 1959, integrándose activamente en la federación Estudiantil Universitaria (FEU).
En el verano de 1959 en medio del bullicio y la agitación de la Universidad de La Habana, Salvat funda junto a un grupo de estudiantes el periódico Trinchera, una publicación que rápidamente se convirtió en un símbolo de resistencia contra la opresión y la creciente injerencia del régimen comunista en la autonomía universitaria.
Tras la intervención gubernamental de la Universidad de la Habana, Trinchera continuó operando clandestinamente dentro de Cuba.
En febrero de 1960 el Gordo participa y fue parte de la organización de la protesta estudiantil del Parque Central, por el cual fue detenido con un grupo
de estudiantes y ese mismo año es expulsado de la Universidad.
Sale del país a través de una embajada y forma parte de la creación del Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE) en agosto de 1960 en Miami; ese mismo año se infiltra en Cuba y se integra al ya existente clandestinaje, asumiendo la dirección de la Secretaría de Información y Propaganda del DRE, en Cuba
Con el fracaso de Playa Girón y el abandono de nuestros aliados a la lucha clandestina en Cuba,
Salvat se ve forzado a salir de nuevo de la Isla clandestinamente.
De regreso a Miami, Salvat reagrupa el DRE en el exilio, el cual se mantiene activo con operaciones marítimas a Cuba y desarrollando contactos en países de Centro y Sur América.
En 1965 Juan Manuel Salvat, junto a su esposa Marta, comienza su gigantesca obra editorial alrededor de la cultura cubana. Tanto la Librería como Ediciones Universal se convierten en un templo de esa cultura de dimensiones
infinitas, con la publicación de más de dos mil títulos alrededor de la historia cubana, con la intención de mantener viva la luz de esa esperanza de la libertad de Cuba.
“Ediciones Universal nació y ha vivido entrañablemente unida a Cuba y a su cultura” Si tuviéramos que describir a Juan Manuel Salvat diríamos que fue un hombre de acción, de fe, un amante de la cultura y un hombre comprometido con el bienestar de los cubanos. Los que lucharon con él en el clandestinaje en contra del régimen comunista que oprime a Cuba, saben de su valentía y su arrojo, los que compartieron con él su fe cristiana saben de su devoción y compromiso con su religión, los amantes de la cultura saben de su dedicación y trabajo a través de la librería y la editora para ayudar a los escritores cubanos. Su compromiso con el bienestar de los cubanos siempre se reflejó en sus esfuerzos de ser un puente entre todos los cubanos, entre la isla y la diáspora, entre sus credos y sus posturas y entre las diferentes olas del exilio. El fallecimiento de Salvat ha dejado un vacío en la comunidad cubana: se nos ha ido un líder, un patriota y un amigo.
Fernando Figueredo soCarrÁs
En los primeros meses del año 1874, se encontraba al frente de la administración militar del ejército español el Coronel R. que pasaba ya de sus sesenta inviernos y que, por sus condiciones de honradez, su limpia historia militar, los servicios que había prestado a su patria y su conducta honorable y digna, se le conservaba como una reliquia patriótica: se le respetaba por sus altas dotes de educación y cultura y se le admiraba por la bondosidad (sic) de su carácter y la delicadeza de sus maneras. Era dulce en su hablar y sencillo en sus ademanes, lleno de ingeniosidad y seriedad, demandando siempre consideraciones y respeto a cuantos le trataban y la admiración de sus amigos. Su oficina principal se hallaba situada en Puerto Príncipe como centro de la Isla y de allí partían las ramificaciones del delicado departamento que se le tenía confiado. Había venido a Cuba al principio de la guerra y aquí había obtenido sus dos últimos grados. Era un excelente padre de familia y la circunstancia de estar está ausente, en la Península, hacían su vida por demás angustiosa y su existencia llena de penas y sinsabores. Su esposa y sus hijos residían en Madrid. Su hijo mayor Rosendo, era capitán del Ejército y operaba a las órdenes del General Palanca, en Oriente. Su hijo menor, Raúl, de 19 años, acababa de llegar después de terminar brillantemente su carrera en la escuela de caballería y se había incorporado a uno de los Regimientos que guarnicionaban a Puerto Príncipe, la llegada de Raúl fue para el viejo un rayo de luz en la nebulosidad de su vida: ella trajo consuelo a su espíritu, asaz abatido y alegría a su enfermo corazón. Con Raúl llegaron brisas de la Patria y sonrisas del hogar, y a aquel anciano, por lo regular taciturno y triste, se le vio sonreír y al parecer feliz...
El Coronel era alto, delgado, bien conformado y por comodidad como sucede en tiempo de guerra usaba toda la barba. Su aspecto era patriarcal y el que pasaba junto a aquella figura venerable no podía menos que descubrirse ante el respetable anciano. Siendo joven había hecho las campañas contra el Pretendiente, en la Península, y más tarde, la de África, donde ascendió a Capitán. La presencia del joven oficial de caballería, lo hacía sentir por demás feliz y él se enorgullecía al presentar al apuesto joven que le remedara en estatura y gentileza, a la consideración de sus amigos y conocidos. No hay cubano que no recuerde o no haya leído lleno de orgullo, y justa satisfacción los incidentes de la gran batalla de Las Guásimas que se librara en los campos del Camagüey, a mediados del mes de mayo
de 1874. Las Guásimas, es la página más gloriosa que se escribiera en la historia de aquella guerra, que por sus hechos se apellida la Guerra Grande la han descrito publicistas españoles y cubanos y todos la acreditan como la acción de guerra más importante en aquella epopeya que durara diez años. Fue una verdadera batalla, en que una fuerte columna de 4,000 hombres se vio sitiada por Máximo Gómez, durante cuatro días, y en la que, de parte y parte, se realizaron proezas de valor y se desplegaron inteligencia y pericia militares. La nota más saliente de aquella formidable acción. en que España confesó mil hombres fuera de combate, fue la célebre carga de caballería, que con el coronel Enrique Reeve a la cabeza, se dio en el largo carril (especie de callejón en la montaña) que une a Jimaguayú con las Guásimas. En ese callejón fue destrozada despiadadamente la caballería española por los cubanos, cediendo al plan de batalla forjado por Máximo Gómez. Las fuerzas españolas habían abandonado la ciudad el día 15 de mayo de 1874. La descubierta de la caballería era mandada por el joven alférez Raúl, que fue despedido por su anciano padre, llevando su bendición y elevando sus preces al ciclo porque retornara sano y salvo de aquella acción en que iba a recibir su bautizo de fuego. Dios se lo había de proteger y devolvérselo a su corazón, lleno de vida y colmado de laureles.
En la horrorosa acción del carril, cuando la caballería española cargó, llena de bríos, luciendo su garbo y levantando en alto sus relucientes sables, llena de bravura y entusiasmo, el joven alférez mandaba la extrema vanguardia. Él fue el primero en clavarse en los rifles de la emboscada de la infantería oriental, al mando de Ricardo Céspedes; él fue el que, al volver grupas, quedó por su posición en la extrema retaguardia y la primera víctima del filo del machete de los implacables soldados de la caballería camagüeyana. Raúl cayó el primero y después de él, centenares de cadáveres marcaban aquella tremenda huida, que se efectuaba a lo largo del célebre carril que después se ha bautizado con el nombre del carril de la carga.
La columna de Armiñán, es histórico, que se salvó al cuarto día de sitiada, por el refuerzo que le proporcionó el general Báscones. A no ser por esto, toda habría sido hecha prisionera.
La noticia del desastre de aquella columna que saliera tan llena de esperanza e ilusiones de Puerto Príncipe, para cortar a Máximo Gómez su marcha hacia Occidente, llegó a la ciudad con todos sus
horripilantes colores, llenando de consternación a sus habitantes. Calcúlese el efecto que la derrota produciría en el anciano coronel, que solicito se apresuró a obtener todos los tristes detalles de la acción. Su aflicción no tuvo limites, se consideró, como era natural el más desventurado de los padres...
Había pasado un mes, más o menos, cuando el C. Salvador Cisneros, Presidente de la República, recibió por medio de su hermana Ciriaca el siguiente mensaje.
Sr. Marqués: El más desventurado de los padres, se llega a Vd. solicitando la gracia que espera no le sea negada de que se le permita visitar el campo donde cayera su hijo Raúl, en defensa de su Patria. Vd. es padre y debiera colocarse en lugar de éste, que ya no espera tener un momento de tranquilidad en este mundo... Respetuosamente, Coronel R.
El presidente Cisneros sometió la petición a la consideración del General Gómez y éste puso su Visto Bueno a la demanda.
El coronel R. apareció en nuestro campo acompañado de un ordenanza y un práctico, todos desarmados.
El general Gómez lo trató con señalada delicadeza y como prueba de la alta consideración que le mereciera puso a su disposición a su Jefe de E.M. Coronel Rafael Rodríguez, de quien debiera ser huésped, durante su permanencia en el campo insurrecto.
El coronel aparecía muy abatido, su dolor era inmenso y los halagos y cortesías de que era objeto aumentaban su pena. Se hizo referir el hecho de la batalla tal como pasó: escuchó de labios de sus enemigos las frases más encomiásticas hacia el soldado español, la bravura con que se peleó, y cuando se llegó a la descripción de la gallarda figura de su hijo, tronchado como una flor por implacable vendaval, su aflicción no tuvo dique. Nuestros soldados, los que cargaron más inmediatamente sobre él y que prestos se reunieron a su rededor, se lo pintaban hermoso como una aurora y valiente como un adalid. Todos trataban de enjugar las lágrimas, que a raudales corrían de los ojos del veterano, encanecido en los campos de batalla. Al momento no hubo uno que no tratara con empeño de que el coronel recogiera las reliquias de su hijo. Su reloj, un par de yugos con las iniciales R. R., sus espuelas, su cinturón, su sable, todo, todo lo que representaba una prenda de valor le fue entregada al Coronel, que abismado, en medio de su cruento dolor, recibía aquellas pruebas de respeto y consideración.
Aunque un tanto dictante, se dispuso una excursión al campo de batalla, para recoger los restos y darles sepultura. Llegaron al lugar: uno de los primeros esqueletos era el de Raúl. No existía sino la osamenta: todavía cubría su pierna una de
sus polainas, prenda que sirvió para principiar la identificación; pero cuando se mostró el cráneo al infeliz anciano, este lanzó un grito de dolor al reconocer por la dentadura la calavera de su hijo. Pero otra cosa le angustiaba más: un omóplato lo tenía hendido por un tajo del terrible machete: Raúl había sido herido por la espalda: había huido frente al adversario. Fue necesario explicarle la angustiosa situación y que si volvió la espalda fue después de señalados actos de heroicidad...
Los preciosos restos fueron sepultados. Los cubanos se disputaban el deber de consolar al afligido padre y ellos mismos, cavaron la sepultura en que, lleno de recogimiento, depositaron los restos del heroico joven.
Había el coronel R. cumplido su misión. Necesitaba después de su herida, la más honda que confesaba haber recibido, buscar el consuelo del hogar, el calor de su esposa y de sus hijos, pero antes de marchar y abandonar para siempre la tierra que guardara los restos adorados de su hijo, solicitó nuevo permiso para visitar su tumba y este le fue concedido. Había una distancia de un mes entre una y otra visita.
Volvió a nuestro campo: regó nuevamente con sus lágrimas la tumba de su hijo y una tarde que descansaba en nuestro campamento, sito en Jimaguayú, rodeado siempre de las mayores atenciones, hubo de presentarse un montero, uno de nuestros tipos más curiosos y dignos de estudio, que venía acompañado de su inseparable pareja de perros. El coronel se distraía con la locuacidad del nuevo huésped: sus ojos, sin embargo, se iban detrás de los perros, que le acompañaban, hasta que por fin manifestó deseos de comprar uno de los animales.
El montero, no consintió que se repitiera el deseo y tomando los dos por la cuerda que los sujetaba exclamó:
—Aquí están, son suyos: disponga Vd. de ellos. El Coronel escogió el que le pareció más aceptable y cuando fue a entregar una moneda de oro al cazador, éste, impelido por el espíritu generoso de nuestros guajiros, exclamó:
—¡Oh! no: yo no lo vendo, yo se lo regalo al afligido padre del mártir Raúl.
Para el coronel aquel perro fue una adquisición. Lo bautizó con el nombre de Mambí y cuando se encontraba a solas con él, en la intimidad de sus pensamientos, se le oía, acariciando al perro en triste soliloquio exclamar:
“Ahora Mambí irás a una tierra muy distante. Serás el espíritu de mi Raúl: servirás de consuelo a una madre que vierte sus lágrimas a raudales, v nos servirás de compañía en nuestras tristes horas, cuando hablemos de esta tierra tan hermosa. como ingrata, al recordar al hijo que por siempre ha de guardar en su seno”.
En el año 1950, el reparto Saratoga de Camagüey ya había crecido aceleradamente. Los niños recibían clases en dos casas de familia y se contaba con una sola escuela primaria, la N.º 27 José Maceo. No existía tampoco un centro médico asistencial cercano.
A finales de 1951, los vecinos y un grupo de fieles de la ciudad, solicitaron la ayuda al señor Gustavo Pellón, alto funcionario de los Ferrocarriles Consolidados de Cuba, para la construcción de un colegio gratuito, y éste, receptivo, donó un solar de su propiedad en la hoy calle principal de la barriada, la Avenida Quiñones. El colegio sería atendido por las religiosas de la Compañía de Santa Teresa (Teresianas) y se pondría bajo la protección del Sagrado Corazón de Jesús. Enseguida se conformó un Comité Pro-Escuela gratuita que comenzó a trabajar sin descanso hasta convertir en realidad aquel sueño de todos.
Varias iniciativas locales ayudaron a sufragar los gastos de la construcción. Cito, entre ellas, las funciones de teatro y tandas de películas en los cines de la ciudad que brindó el Dr. Luis Martínez, ilustre profesor del Instituto de Segunda Enseñanza y Director del Seminario de Artes Dramáticas de Camagüey que, entre otras funciones, presentó en el Teatro Principal el drama “Munio Alfonso”, de la excelsa escritora camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda,
contaba ya con una matrícula de 163 alumnos de ambos sexos, matrícula que, en poco tiempo, llegaría a ser de más de 400 alumnos y con cursos desde preescolar hasta octavo grado. Diariamente se les daba desayuno y merienda gratuitos a los alumnos de preescolar y primer grado.
interpretado brillantemente por los miembros del Seminario de Artes Dramáticas, entre ellos y en el papel principal, Elsa Viamonte de Hadad
Ya desde mediados del año anterior se habían construido nuevos locales, entre ellos lo que sería el Dispensario Médico, que enseguida comenzó a prestar servicios gratuitos a la población. Para la habilitación de dicho dispensario, personas anónimas donaron la compra de un gabinete dental completo de la selecta marca Ritter, que contaba con rayos X y otros adelantos de la época, valorado en cinco mil dólares. Igualmente, este Dispensario Médico tenía una farmacia que distribuía medicinas gratuitas entre la población de la barriada. También en 1954 se comenzó a construir la capilla anexa a la escuela.
En enero de 1952, el arquitecto Enrique Pérez Perez, sin recibir salario alguno, comenzaba a laborar el proyecto y los planos, ofreciéndose, además, a dirigir la obra. Entre tanto, el Comité Gestor lanzaba la consigna de recibir donativos de toda la población para esta obra social. Y en la mañana del 25 de febrero de ese año 1952, en una sencilla ceremonia, se colocaba la primera piedra, que fue bendecida por Mons. Carlos Ríu Anglés, Obispo de Camagüey.
En pocas semanas se fundieron los cimientos y el sueño iba tomando forma real. Se realizaron colectas llamadas “Día del Ladrillo”, con resultados inesperados. Las Madres Teresianas (y la familia teresiana en su totalidad, alumnas, antiguas alumnas y religiosas), hombres, mujeres y vecindario pusieron por entero su esfuerzo y corazón en el seguimiento de esta obra.
Fue igualmente amplia la cooperación de la prensa local, escrita y radiofónica, en particular el impulso ofrecido desde su programa noticioso por el periodista y locutor Juan B. Castrillón, popularmente conocido como “don Pancho”
La Asociación de Antiguas Alumnas Teresianas donó los uniformes para los alumnos con la cooperación de las Damas Isabelinas de la ciudad. El 16 de febrero de 1953 se abrió la matrícula para el primer curso de la escuela. Dos Madres Teresianas impartirían las clases a más de 80 niños, clases que se iniciaron el lunes primero de septiembre de 1953. Las mismas eran de lunes a sábado durante el día. En la noche, un grupo notable de alumnos adultos recibían clases de mecanografía, taquigrafía, instrucción general (alfabetización), corte y costura e inglés.
En diciembre de 1954, la escuela
El arquitecto Enrique Pérez Pérez aceptó la responsabilidad de diseñar el proyecto de esta, que incluyó el alto campanario en forma de minarete. La capilla tendría un gran salón de un solo cuerpo techado con una estructura de acero de una sola pieza fundida en hormigón de alta resistencia al clima tropical, la fuerza del viento y la lluvia, proyecto que constituyó un verdadero alarde en la técnica constructiva de la época.
La realización corrió a cargo de la empresa habanera Celestino Juaristi y Compañía, que construyó la estructura de acero y la trasladó desde La Habana para luego instalarla con su personal especializado y aceptar como pago solamente 4,380 pesos, pagaderos en diversos plazos. El milagro se había producido. Esa capilla se abría cada mañana al público, de lunes a sábado, para la Misa de 7, y los domingos a las 9, hasta el año 1961 en que, al ser nacionalizada la enseñanza, las autoridades la cerraron junto con la escuela, que pasó a manos estatales.
El día 27 de marzo del 2025 falleció en la ciudad de Miami, Fl a la edad de 78 años nuestro estimado miembro Armando Penedo.
Armandín, era hijo de Eduardo “Nené” Penedo y Emilita Abadín y hermano de los ya fallecidos Eduardito y María Beatriz, y de Nena su hermana mayor que lo sobrevive, todos miembros de una querida y bien conocida familia residentes de la calle Avellaneda 262 en nuestra legendaria ciudad.
Armandín, estudió la enseñanza primaria entre los Maristas de Camagüey y la Academia Militar Loyola en la Habana, terminando su High School en Oklahoma donde vivió temporalmente después de su llegada a Miami, a la temprana edad de 14 años. A su regreso a Miami, terminó sus estudios universitarios en la Universidad de Miami, en donde se graduó en Bussines Administration.
Entre las múltiples actividades y empleos de Armando Penedo en el Dade County, se destaca su elección por dos términos como alcalde de la ciudad de Sweetwater.
Casado por muchos años con la ya fallecida dama Christina Álvarez crea una linda familia con sus tres hijas Chris Mari, Vicky y Amanda, siete nietos y una
biznieta. Nuestro más sentido pésame a sus hijas, a su hermana y demás familiares. Descanse en paz Armandín.
El Dr. Carlos Paisán, médico cirujano camagüeyano que ejerció en nuestro querido Camagüey en el Hospital General hasta su salida de Cuba falleció el pasado 23 de noviembre de 2024 en la ciudad de Parkland, Coral Spring, Florida, rodeado del cariño de sus hijos y nietos. Era hijo del médico urólogo Manuel Paisán y de María Adán. Su hermano mayor, el Doctor Felipe Carlos Manuel Paisán, médico internista y fundador de la escuela de medicina de la Universidad de Camagüey había fallecido a finales de 1999. Carlos estuvo casado con la señora Virtudes de Varona, fallecida hace ya algunos años. Procrearon tres hijos, Lourdes, María Enriqueta y Carlos. Este último siguió la tradición familiar de su padre, tío y abuelo, ejerciendo como médico de familia en la ciudad de Naples, Florida. A Carlos lo recordamos como un magnífico cirujano, un buen amigo y un padre ejemplar. Fue un gran deportista, fanático de los Yankes de NY, y un formidable bateador de softball en el equipo del Tennis Club de Camagüey. Al llegar de Cuba a los Estados
Unidos, Carlos revalidó su título de Doctor en Medicina e hizo la residencia en el Estado de Ohio, donde obtuvo excelentes recomendaciones. Vivió y ejerció su carrera durante muchos años en la ciudad de Lakeland, Florida. Se retiró y se mudó con su familia a Miami y finalmente a Coral Springs. Descansa en paz, Carlos.
Edward Montes, falleció el pasado primero de diciembre de 2024 víctima de un fulmínate ataque cardiaco, en la Ciudad de Panamá, República de Panamá, a la edad de 55 años.
Edward Oscar, nació el 11 de abril de 1969 en Queens, New York. Sus padres son nuestros estimados miembros y amigos Tony y Mayra Montes, ambos camagüeyanos. Eddie, era graduado de Massachusetts Maritime Academy y codueño de una prominente compañía de Bienes Raíces en Panamá.
Le sobreviven su esposa Erin y sus dos hijos: Oscar, estudiante de Massachusetts Maritime Academy y Benjamín Santiago, estudiante de la Universidad de Miami. Sentimos profundo dolor por la irreparable pérdida de Eddie y rogamos al Señor por su Eterno Descanso en la Paz Celestial.
Fallece en Miami, FL, el 7 de abril del 2025, a la edad de 57 años Rodolfo Rodríguez, hijo mayor de Nena Penedo, nuestra muy querida miembro de la Junta Directiva del Municipio, y del ya fallecido Rodolfo “Ofito” Rodríguez. Cunky, nace en la ciudad de Miami en 1967, trasladándose después en compañía de sus padres a la ciudad de Chicago y luego a San Diego, California, donde permanece durante su juventud. Regresa a la ciudad de Miami en 1983 y se establece permanentemente, iniciando su carrera en el Programa Escolar del Dade County, donde ocupaba el puesto de Supervisor Técnico
al momento de su fallecimiento. Rodolfo tenía cuatro hijos varones y una nieta: Andrés hijo de su primer matrimonio y su nieta Aly, y con su esposa Karla Álvarez: Rodolfo, Jan Carlos y Julián.
Nuestro mas profundo pésame a su madre Nena, a su hermana menor Christina, a su esposa Karla Álvarez, a sus hijos y demás familiares.
Descanse en paz Cunky.
Clara Martínez Morejón falleció en la ciudad de Miami, Florida, el día 27 de enero del actual 2025, a la edad de 85 años. Era hija del matrimonio formado por Ramón Martínez, propietario de la ferretería La Oriental, y su
El jueves 8 de mayo del 2025 la Iglesia Católica, eligió a Leo XIV como su pontífice en un conclave de 133 cardenales, representando cinco continentes y unos 70 países. Este conclave ha sido considerado como el mayor y más internacional en la Historia de la Iglesia.
Robert Francis Prevost Martínez de 69 años nacido en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos y de nacionalidad peruana, donde sirvió como misionero y arzobispo, será el sucesor del papa Francisco y el 267 pontífice elegido por los católicos.
Robert F Prevost, se licenció en Matemáticas y estudió Filosofía en la Universidad de Villanova en Pensilvania, a la edad de 22 años, ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín y fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982. En 1999 fue elegido Prior
esposa Clara Moretón, residents durante muchos años en la calle Apodaca en nuestra ciudad. Con la llegada del comunismo a Cuba se exilió en España junto a sus padres, trasladándose después a la ciudad de Miami, donde contrajo matrimonio con el ya fallecido camagüeyano Frank Ramos Portilla. Claritica, como cariñosamente era reconocida por sus amigos y familiares realizó sus estudios en el Colegio Sagrado Corazón, en La Habana, y trabajó por muchos años en una compañía de importación de vinos en la ciudad de Miami. La sobreviven su hermano Ramonín Martínez y sus sobrinos María, Diego, Ramón y Manuel Enríquez. Nuestras mas sentidas condolencias a sus familiares y amigos. Descanse en paz Claritica.
Provincial de la Provincia Agustiniana en Chicago, y como Prior General en el 2007.
El Papa Francisco lo nombró en 2014, como Administrador Apostólico de la Diócesis Peruana de Chiclayo, elevándolo a la dignidad episcopal como Obispo Titular, en el 2019, lo nombró miembro de la Congregación para el Clero y en 2020, miembro de la Congregación para los Obispos. También fue nombrado Administrador Apostólico de la Diócesis Peruana del Callao.
El 30 de enero de 2023, El Papa lo llamó a Roma como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, ascendiéndolo al rango de arzobispo. En septiembre El Papa Francisco lo ordenó cardenal y le asignó el Diaconado de Santa Mónica.
Tesorera: Municipio de Camagüey en el Exilio (1987-2025)
Fallece Isabel Sánchez Ordáz en la ciudad de Miami a la edad de 88 años el miércoles 7 de mayo, 2025.
Isabel, La China como cariñosamente la llamaban sus compañeros y amigos fungió como tesorera del Municipio de Camagüey por más de 38 años. Esta labor que muchas veces es poco apreciada nos dio la estabilidad necesaria para sostenernos económicamente por años, siendo siempre el ojo vigilante de nuestros fondos y la voz de la mesura en nuestros gastos.
Nacida en nuestra legendaria ciudad en 1937 de los también camagüeyanos Antonio Sánchez y Josefina Morejón, dueños de “La Rafaelita” tienda de víveres en Alturas de Jayama.
Isabel, cursó sus estudios en la Escuela Profesional de Contadores donde se gradúa con los más altos honores de su clase, continuando sus estudios en la escuela de periodismo
Walfredo Rodríguez.
En el 1973 sale para España junto a su esposo el ya fallecido Julio Ordaz, donde se establece y nace su única hija Isabel María.
En 1979 se muda para Miami y cursa estudios de contabilidad en Biscayne College, graduándose de contadora en el 1984, luego trabaja en varias compañías de la ciudad hasta que establece su propio negocio de contabilidad. La labor de Isabel por años como contadora del Municipio, su colaboración en todas las actividades de nuestra institución y su participación en la Junta Directiva, la sitúa entre los baluartes de esta organización y así lo reconocemos los camagüeyanos.
Muchos de los que hemos servido en la Directiva de esta institución, sabemos que su guía, consejos, y mano fuerte en las decisiones financieras fueron un sustento para el Municipio.
Nuestro mas sentido pésame a su hija Isabel María, su esposo Anthony, su nieta Cristina y a su hermana Fela.
Gracias China, que descanses en paz.
Por Eduardo F. Peláez
Los primeros años de la revolución sirven de escenario para esta historia de amor. Él, forzado al exilio, se enfrenta al desarraigo; ella, atrapada en Cuba, lucha por subsistir.
Si desean adquirir un ejemplar de la novela, favor de enviar un cheque al Municipio a nombre del Municipio de Camagüey en el Exilio, PO BOX 441915, Miami, FL 33144 por $ 20.00
Por cada libro que se venda, el autor hará una donación de $5 al Municipio.
Este relato consiste en dos (2) libros, uno en Inglés, OUR TRAVELS, y otro en Español, NUESTROS VIAJES. Ambos documentan una serie de ensayos en forma de crónicas que relatan innumerables viajes realizados por Mayra y su esposo a diversos lugares específicos alrededor del mundo. Este libro transporta la mente del lector a diferentes lugares exoticos y lo hace sentir como si estuviera allí con Mayra. Para adquirir este libro a un precio reducido (Inglés o Español), favor enviar un cheque por $25.00 (incluye flete y una donación al Municipio), a nombre de: Municipio de Camaguey en el Exilio, P.O. Box 441915, Miami, Fl 33144. Las versiones de libros de tapa blanda y elecrónicos están a la venta en Amazon.
INGLÉS: www.amazon.com/dp/1734878568
ESPAÑOL: www.amazon.com/dp/B09KSZ1JZJ
Queridos camagüeyanos:
Hace ya unas semanas murió, después de una corta enfermedad, nuestro gran amigo Juan Bruno Zayas de la Portilla.
Bruno es el autor de Orígenes, subtitulado Compendio históricogenealógico del linaje Zayas, Descendencia del Infante Don Jaime de Aragón, en dos volúmenes con un total de 1,101 páginas. En mi opinión, este libro es la mejor genealogía del apellido cubano Zayas/ Zayas-Bazán, muy superior por todos los detalles que contiene de cada familia de lo que aparece en el tomo 4 (pp. 401-447) bajo el apellido Zayas en Historia de familias cubanas, del Conde de San Juan de Jaruco. En este libro de dos volúmenes el apellido Zayas/ Zayas-Bazán enlaza con todos los antiguos apellidos camagüeyanos como Varona, Recio, Sánchez, Silva, Caballero, Arredondo, Batista, Agramonte, Aguilera, Loret de Mola, Betancourt, etc. El índice en el segundo tomo es enorme, y allí estoy seguro que encontrarán el nombre de
algún ancestro. Me dice su viuda Diane, que le quedan unos cuantos libros por vender y me he ofrecido a darle publicidad. Si desean comprar un ejemplar, los dos volúmenes los está ofreciendo a $100. Deben llamar a Diane al 305559-9131 para pasar a recogerlos a su casa: 4440 SW 99 CT, Miami, FL 33165.
Si desean que se los envíen por correo, el cheque debe hacerse por $125.
Les he regalado Orígenes a mis hijos y a ciertos miembros de mi familia y pienso que ustedes pueden estar interesados en hacer lo mismo.
Cordialmente,
--Eduardo
Diplomate Amercian Board of Internat Medicine and Cardiology
(305) 443-9342 (305) 443-9350
747 Ponce de León Blvd. Suite 602 Coral Gables, FL 33134
Medical Arts Bldg., Suite 312 1190 NW 95th Street Miami, FL 33150
This book offers a selection of Mayra’s childhood and adolescence memories in Camaguey, Cuba. Also, it narrates the experiences of her life as an adult throughout the different places she has lived. It shows how her vital spirit has made possible, in spite of political turmoil and economic distress, to make the best of circumstances and be successful.
Paperback and electronic versions of this book are for sale on Amazon. www.amazon.com/dp/B09KSVF8HZ.
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Diplomate of the American Board of Ophtalmology Diseases and Surgery of the Eye Specialist in Corneal and Refractive Surgery
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¡Un saludo a todos mis hermanos camagüeyanos!