Segur Moto (L’Hospitalet de Llobregat) | tallerdelMes solo el ojo experto y el propio interesado podían apreciar. Y es precisamente esa atención a los detalles lo que llama la atención cuando uno habla con este mecánico de 37 años, que empezó a los 14 reparando bicicletas en El Vendrell (Tarragona), localidad vecina de Calafell, donde pasaba los fines de semana. Lo de reparar bicis no fue fruto del azar, sino de su afición a ese deporte, en el cual llegó a competir en el Campeonato de España de Mountain bike. Estaba claro, en cualquier caso, que lo suyo era meter las manos en grasa y engranajes, porque otra de sus aficiones era reparar y preparar las Derbi Variant que corrían en el karting de esa localidad, muy popular en la zona. Así, compaginándolo con sus estudios de FP, adquirió la destreza y la confianza suficientes para atreverse a lanzarse a la aventura de llevar su propia empresa cuando apenas contaba 18 años. “Un concejal de Calafell había creado Segur Moto junto con un socio, pensando que atraería a los miembros del Motoclub de ese pueblo y a los usuarios del circuito de motocross que se había construido en la zona”, recuerda, “pero al ver que no funcionaba como pensó, me vendió su parte”. La empresa, sin embargo, no remontaba, y Joaquín le propuso a su socio trasladarla a L’Hospitalet, confiando en que la mayor densidad de población aportaría un mayor tráfico de motos. El 3 de noviembre de 1996 abrió las puertas del local donde se encuentra ahora, y tres años después acordó la compra de la otra parte de Segur Moto. Desde entonces, ha sabido hacer rentable el negocio a base de ofrecer precios muy competitivos y ser rápido con las reparaciones. “Tengo este barrio muy trabajado y, además de los residentes, también tengo clientes que trabajan en las oficinas de la zona, que me dejan la moto por la mañana y cuando acaban por la tarde se vuelven con ella a casa”, explica Joaquín. Y los que no, cuentan con un servicio de moto de cortesía completamente gratuito para sus clientes de confianza. Pese a sus esfuerzos, Joaquín lamenta sin embargo el escaso apoyo del Ayuntamiento de su ciudad. “Cuando arreglaron la calle”, explica, “pintaron menos plazas de aparcamiento de moto que en otras calles y pusieron un árbol delante de la puerta que antes no había, y para quitarlo me exigen que pague la tasa (unos 5.000 euros) para considerar la entrada como un vado”, una medida que deja pocas dudas del afán recaudatorio del consistorio y de los muchos obstáculos que han de afrontar los pequeños y medianos empresarios. i Segur Moto: Tel. 93 335 08 66
Tras la compra del local donde hasta ahora estaba de alquiler, Joaquín de la Torre ha podido invertir en modernizar de sus instalaciones
La buena organización del taller da una idea de la pulcritud en el trabajo de Segur Moto, que con la nueva organización deja un espacio abierto para que el cliente pueda ver cómo operan.
La curva Eau Rouge del circuito de Spa Francorchamps plasmada en una de las paredes de Segur Moto delata la pasión por el mundo del motor de Joaquín.
“El usuario Harley busca un psicólogo” “Tengo muchos clientes de HarleyDavidson y yo mismo tengo una Harley”, asegura Joaquín de la Torre, que lógicamente conoce bien el especial carácter de esta raza de moteros. “La gente de Harley busca alguien de confianza y sobre todo alguien que le haga de psicólogo”, asegura este profesional, sabedor de que estos clientes son especialmente exigentes, lo que obliga a ser “muy cuidadoso y tener con ellos mucha mano izquierda”, casi tanto como con los usuarios de motos deportivas, un sector un tanto adormecido en los últimos tiempos, pero “que tienen una sensibilidad especial y vienen a que les soluciones fallos a veces muy difíciles de detectar”. 233 mayo 2015
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