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Junior Achievement

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Andrea Gamarnik

Andrea Gamarnik

JUNIOR ACHIEVEMENT, aprender a emprender

Creada en 1919, Junior Achievement es una organización internacional cuyo principal objetivo es educar e inspirar a los jóvenes de nivel primario, secundario y universitario. Valorar la libre empresa, comprender el mundo de los negocios y facilitar el ingreso laboral son premisas básicas de esta organización sin fnes de lucro que en nuestro país funciona desde 1991 y en nuestra provincia desde 1997. “La idea original era explicarles a los jóvenes qué es ser un emprendedor, el concepto de aprender a emprender. Fuimos pioneros de lo que hoy todos llaman emprendedor”, dicen Lucas Hadad, Director General de la Fundación Junior Achievement y Laura Oroño, una de sus voluntarias. En una de las paredes de sus ofcinas, un mosaico de palabras, a manera de puzzle, encajan en el espíritu del signifcado de Achievement: logro. Para ello hacen falta capacitación, creatividad, proyectos, trabajar en equipo, metas, educación, estrategias; son algunas de las palabras que la Fundación lleva a cada aula para que los chicos encuentren inspiración.

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Hadad señala que la Fundación cuenta con programas que los voluntarios llevan a modo de guía a las escuelas. Son cinco programas digitalizados, uno para primarias y cuatro para secundarias, “cuyos principales ejes de trabajo son: la importancia de estudiar, formación para el trabajo, habilidades interpersonales, planifcación y educación fnanciera, entre otros. Hoy nuestros programas llegan a un 70 por ciento a escuelas públicas. También trabajamos mucho en escuelas fuera de Rosario, abrimos ofcinas en Reconquista y Rafaela que nos permiten llegar a muchas escuelas del norte santafesino”.

El titular local de Junior explica que en “un año normal llegamos a 130 escuelas, esto es a unos 16 mil chicos de establecimientos privados, públicos, escuelas carenciadas, rurales… vemos qué tipo de programas necesitan, queremos que los contenidos sean tanto para escuelas privadas como públicas. La organización es sólida, cada ofcina de Junior es autónoma desde lo económico y lo jurídico. El 99 por ciento del fondeo es de empresas de la provincia, no se recibe dinero del Estado, no tenemos compromisos con ningún partido político ni grupo religioso.”

Voluntariado

El titánico esfuerzo de Junior se sustenta en el arduo trabajo del voluntariado. En Santa Fe son más de 280 y son jóvenes que pertenecen a líneas medias de empresas auspiciantes o voluntarios independientes que se inscriben en la web de la Fundación. Laura Oroño es una de las voluntarias y una apasionada en transmitir los valores de la entidad. Ella tiene contacto con alumnos de 8 años y adolescentes de 4to y 5to año: “el voluntariado es una manera de ver diferente las cosas, un desafío. Hay distintos programas, en primaria se presentan ofcios en construcción, gastronomía, organización de ciudades, de bancos, periodismo... Es donde estamos invirtiendo, ellos serán los gobernantes del futuro, los que tomen decisiones, si buscamos una evolución en los jóvenes, esta es una manera de hacerles conocer otra realidad, y uno ve la esperanza en ellos cuando les trasmitimos que no hay límites en la creatividad. Los límites y prejuicios los ponen los otros. Hay que dejar que los niños creen, que hagan volar su imaginación, que abran sus cabezas y darles las herramientas para que lo intenten”, describe Oroño.

La voluntaria también acude a sus propias herramientas. Relata que un día se metió en una obra en construcción y grabó testimonios de los albañiles. Cuando llegó a la escuela les mostró a los alumnos en su computadora el resultado de una breve charla con los trabajadores de la construcción. “No sean como yo, estudien”, les dice un obrero. Oroño dice que ese fue un día que marcó su trabajo como voluntaria. “El silencio en el aula, la atención de los chicos, la importancia y el valor de estar en una escuela a la que muchos de esos albañiles no tuvieron acceso, ubica a los chicos. Para mí, ellos son los grandes maestros, aprendo mucho de ellos, uno intenta un liderazgo en el grupo…pararse ante 30 niños es más difícil que hacerlo ante un CEO de una empresa, te obligan a buscar soluciones creativas rápidas. Siempre les digo: estudiá, aprendé, leé, sé curioso, no dejes que te digan que no podés”.

Desde hace un siglo Junior Achievment ayuda a más de 10 millones de jóvenes en todo el mundo, cuyos programas se basan en la formación para el trabajo, la educación fnanciera y el emprendimiento; con estas premisas buscan inculcar en los jóvenes esperanza de superación y evolución desde la educación.

Trabajo virtual

El responsable de la Fundación agrega que en los orígenes estaba el concepto de emprendedor que hoy está muy en boga, Hadad sostiene que “ya a los niños les decimos que es vital para el éxito el trabajo en equipo, pero también destacar la competencia con uno mismo. A los más grandes les incentivamos lo vocacional, pero aportando datos y herramientas que el día de mañana les sirvan para la búsqueda laboral, y allí el rol del voluntario de algún modo es inspirador, y orientador.”

Si bien el estar presentes en un aula es fundamental, la cuarentena producto de la pandemia por el COVID-19 no fue obstáculo para que Junior continuara de manera virtual. Por ello, desde el mes de abril se continuó trabajando y “llegamos a unos 10 o 12 mil chicos que no podían asistir a la escuela. Durante el año no solo estuvieron sin sus docentes, también sin sus compañeros, sin deporte, sin sociabilizar…” La fundación ofreció de forma gratuita a todas las escuelas de Santa Fe sus programas y campus virtual. “Nos planteamos ser parte de la solución ante el problema de no poder dar clases desde el lugar natural de trabajo que es el aula".

Tanto Laura como Lucas apuntan que “siempre hay esperanza en los chicos, si solo llegamos con nuestra flosofía a uno de ellos, estamos contentos. Este año me llamó un chico que lo tuve hace un par de años, de una escuela carenciada, me dijo que tuvo que trabajar pero que ahora quería comenzar a estudiar marketing. Sentí una enorme felicidad y rápidamente nos ocupamos de que pueda estudiar. Hay una esperanza. Lo importante es que el sector productivo, los empresarios, estén comprometidos con la educación. Las empresas apostaron a la continuidad, en el medio de la crisis económica se hacen un lugar para apoyarnos y eso es esperanzador. La responsabilidad social empresaria sigue siendo fuerte para que la sociedad evolucione y crezca con educación”.

Junior Achievment es una sociedad integrada por individuos responsables que “comprendan la importancia de ser emprendedores para el logro de las metas que, en su particular búsqueda de la felicidad, se hayan propuesto; entendiendo que el respeto por los derechos del otro debe regir las relaciones entre las personas de una sociedad libre”, como lo soñaron sus fundadores Theodore Vail, Horace Moses y Murray Crane en la ciudad norteamericana de Massachusetts, quienes vieron que en cada joven se encuentra una semilla de emprendedor.

El espíritu emprendedor está instalado en Junior hace 20 años. Los empresarios nos preguntan qué podemos hacer y eso es parte de la esperanza. Estamos convencidos de que a la esperanza hay que ir a buscarla, no creo en la palabra “problema”, sí en los desafíos, buscar una solución con innovación para apostar a una sociedad mejor. “Nunca hay perder la motivación", dice Oroño.

Socios por un día

Sin dudas, Socios por un día es el programa esperado por los jóvenes que están fnalizando la secundaria. La experiencia de un estudiante del último año del secundario, donde comparte experiencias con profesionales referentes de la carrera que quiere estudiar, poniendo en común vivencias, dudas y consejos. La práctica permite afanzar su decisión sobre un futuro trabajo y relacionar los conocimientos teóricos con los requerimientos laborales y las posibilidades de inserción. Nos acompañan y colaboran en este proyecto muchos dueños de empresas, entre ellos, Gabriel Redolf, presidente de MSR. Para los chicos, conocer al dueño de una empresa, escuchar su pasión, su trabajo cotidiano es una gran fuerza de motivación.

En algunos casos, van con una expectativa que confrma su vocación, y en otros casos los ayuda a decidirse por otra carrera. Habían idealizado algo y luego se dan cuenta de que no era su vocación. Los jóvenes viven un día en el lugar que mañana puede ser el suyo. Verlos participar de reuniones, en su dinámica, es impagable”. g

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