la primera abadía benedictina de Bohemia, pero debido a las malas relaciones con los paganos decidió volver a Roma. Hizo una escala en el principado de Hungría, que en ese tiempo comenzaba a cristianizarse, por lo que evangelizó entre aquella gente y bautizó al gran príncipe Geza y a su hijo, que más adelante sería conocido como san Esteban de Hungría. Posteriormente evangelizó a los polacos y quiso continuar hacia Prusia, por lo cual con el apoyo del duque Boleslao I, futuro rey de Polonia, llegó hasta Danzig. Sin embargo, los paganos prusianos fueron renuentes a la conversión y el 23 de abril del año 997 lo decapitaron. Se dice que Boleslao I compró el cuerpo del mártir, pagando su peso en oro, y lo hizo llevar a Gniezno, donde fue enterrado. Después de su canonización su tumba se convirtió en un lugar de peregrinaje. Oración de san Adalberto ¡Oh, Dios!, que comediste la corona del martirio a san Adalberto, obispo, encendido en el celo por la salvación de las almas, concédenos, por su intercesión, que nunca falte a los pastores la obediencia de su grey ni esta carezca de la asistencia de los pastores. Por nuestro Señor, Jesucristo. Amén.