PUBLICACIÓN DE MISIONEROS DE GUADALUPE


▶ Extracto del mensaje a los participantes del Congreso “La Iglesia en la educación: presencia y compromiso”, 24 de febrero de 2024. La educación es, ante todo, un acto de esperanza en quien tenemos delante, en el horizonte de su vida, de sus posibilidades de cambio y de contribución a la renovación de la sociedad.
Todos tienen derecho a la educación, nadie debe ser excluido. No puedo dejar de recordar a tantos niños y jóvenes sin acceso a la educación en diversas partes del mundo, que sufren opresión e incluso la guerra y la violencia… No pierdan nunca de vista que la generación de relaciones de justicia entre los pueblos, la capacidad de solidaridad con los necesitados y el cuidado de la casa común pasarán por el corazón, la mente y las manos de quienes hoy son educados.
La educación es una labor coral, que pide siempre colaboración y trabajo en red… La educación no es posible sin apostar por la libertad, abriendo paso a la amistad social y a la cultura del encuentro.
Jesús bendiga a las familias que tienen que educar a sus hijos y a todos los que están entregados a la misión educativa de la Iglesia.
La Virgen Santa los cuide.
▶ D. Manuel Hernández Rivera, mg
Oremos para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, necesaria para construir un mundo mejor.
Frente a un humanismo que se aniquila a sí mismo con la desigualdad económica, la indiferencia y el odio entre las naciones, la educación nutre, dota y conduce a la conciencia humana para la construcción de un mundo mejor. En este sentido, la educación es un acto de amor y esperanza para la consolidación de una sociedad verdaderamente humana; es un acto de amor porque permite el desarrollo integral para todo ser humano y es un acto de esperanza que favorece el bien común. La educación no solo abarca el saber, sino el saber ser y saber servir, emergiendo desde lo profundo un amor a la humanidad, especialmente a los más desfavorecidos.
Por esta razón, el Papa Francisco nos invita a mirar y orar por los migrantes, refugiados y afectados por las guerras, quienes, perjudicados por los actuales problemas sociales, son privados del derecho a la educación. ¡No seamos indiferentes! Oremos y, si está en nuestras manos, actuemos en favor de ellos, pongámonos en marcha. ¡La educación es un derecho universal! Seguramente la amarga experiencia de los desfavorecidos integrada con dosis de educación, ayudará en la consolidación de la justicia y la paz.
▶ Padrinos y Madrinas, los invitamos a escuchar esta reflexión en voz del D. Manuel escaneando el código.
Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Año LXXVI I Núm. 901 I Enero 2025
DIRECTORIO
Editor responsable: P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg I Director: Sergio A. Martínez Sánchez
Diseño editorial: Lourdes Reyes Esquivel I Diseño gráfico: Ma. Isabel Nápoles Vázquez
Redacción: Cynthia F. García García I Ilustración: Ana Patricia García Sagrero
En portada:
María del Consuelo
Desde la Misión
Por el derecho a la educación
Misión es acción
Educación, un derecho natural
05 09
La unción de bienvenida
Mundo misionero COV
Por el derecho a la educación desde Angola
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Ruiz Torres, mla, en Mozambique www.misionerosdeguadalupe.org/almas
Voz del Seminario
Con esperanza y fe firmes
Bautizados & enviados
La educación, fuerza transformadora
16 20 22
El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos. Almas es editada por Editora Escalante, SA de CV, Córdoba 17, PB, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, CP 06700, CDMX. Editor responsable: P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, AR, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, CP 14000, CDMX. Certificado de Reserva de Derechos al uso exclusivo del Título Núm. 04-2022-121313472700-102. Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, SA de CV, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, CP 16010, CDMX. Tel. 55 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.
La educación es el instrumento ideal para que las personas desarrollen sus posibilidades en toda su extensión.
Es por esta razón que es indispensable colaborar para que todas las personas tengan acceso a una educación integral, especialmente quienes se ven forzadas por las circunstancias a dejar su patria para buscar una vida mejor.
Los gobiernos del mundo tienen la responsabilidad de hacer posible que todos obtengan la educación que desean y necesitan, dependiendo de las aspiraciones de cada persona, para que desarrollen sus talentos en las áreas de su elección, en especial aquellos que se encuentran en las periferias y buscan ayudar a sus familiares y seres queridos.
Todo esto debe hacerse sin olvidar que el deber de todo cristiano es poner los talentos recibidos de Dios al servicio de la comunidad eclesial. Este servicio debe beneficiar a los miembros de la sociedad en la que nos encontremos, pues estamos llamados a florecer en el ambiente en el que el Señor nos ha permitido nacer. Recordemos que es voluntad del Padre que lleguemos al conocimiento de la Verdad, que es Nuestro Señor Jesucristo, y a través de quien nosotros somos hechos hijos e hijas de Dios.
¡Hemos superado las 900 ediciones!
Padrinos y Madrinas, la revista Almas de Misioneros de Guadalupe, ha rebasado los 900 números publicados, brindándoles mes con mes, y de manera ininterrumpida desde su primera edición, los testimonios y experiencias de nuestros misioneros.
Agradecemos a Dios y a Santa María de Guadalupe, pero sobre todo a ustedes, que nos acompañan en cada edición. Seguimos comprometidos con ofrecerle el mejor contenido.
¡Gracias por ser parte de esta historia!
Estimados Misioneros de Guadalupe:
Queremos compartir el testimonio de la persona que es nuestro mejor ejemplo de amor y fe en Dios, nuestra querida mamá, Martha V.P.
Falleció en León, Guanajuato, el 31 de enero de 2023, a sus 72 años, debido a una larga enfermedad contra la cual luchó durante casi siete años, manteniéndola en cama al final, pero siempre ofreciendo su dolor a Dios. Fue madre de ocho hijos, consagrándose a su hogar. Nos inculcó el amor a la religión católica, educándonos con su ejemplo, involucrándose proactivamente en las actividades del templo, como en la colecta, o participando en el coro san Juan Pablo II.
No hubo un día que faltara a su oración o a misa. Aun en cama rezaba a la Divina Misericordia y a la Virgen de Guadalupe, pidiendo por su familia, por la comunidad, por los misioneros, por su país, las intenciones del Papa y las ánimas del purgatorio. Siempre se sintió comprometida a apoyar a la misión con la revista Almas y Cáritas; era feliz de sentir que aportaba su granito de arena.
La herencia más bonita que nos dejó fue que escribió las oraciones que hacía, bellas reflexiones sobre la religión y mensajes donde nos expresaba todo su amor.
Que Dios les siga bendiciendo en su misión. Nosotros seguiremos orando por ustedes y dando el apoyo que les brindaba nuestra mamá.
Atte. Viridiana del Rocío B.V.
Cuéntenos sus testimonios de fe y ayuda a las Misiones. Escríbanos a: difusion@revistaalmas.com.mx
▶ P. Francisco Gerardo Hernández Ochoa, mg
Uno de los compromisos más grandes que, como Misioneros de Guadalupe (mg), tenemos en el trabajo evangelizador, es el de orar y transformar la vida de las personas, buscando hacer realidad el gran don que Dios dejó al ser humano: la búsqueda y realización del derecho a la educación.
En un sentido solidario global, sabemos que la educación es un derecho que todos deberían tener; podemos afirmar que, sin conocimiento, no hay esperanza para quienes no han tenido este regalo. Por lo tanto, hay que luchar por lo que es justo, por un futuro mejor. No podemos quedarnos aislados sin la herramienta vital que forma nuestras mentes y pensamientos, y permitir que, al carecer de ella, otros decidan por nosotros. Hay que hacer que se escuche nuestra voz, favoreciendo la igualdad en los procesos educativos.
En todos los contextos culturales, existe un gran deseo por proponer esfuerzos renovados para lograr una mejor y sólida implementación en el derecho a la educación y, como Iglesia misionera, debemos participar con eficiencia y actualidad para avanzar en este gran reto trascendental para la humanidad; es
así que la misión de la Iglesia Católica, en todas sus dimensiones apostólicas, ha de mantener una profunda y eficiente respuesta a los grandes retos educativos.
En la práctica pedagógica, la misión de la Iglesia, al igual que la lucha por la educación, es buscar la justicia y el bienestar de todos. Es un llamado a ayudar a los más necesitados, a dar esperanza en tiempos sombríos. La fe puede ser un elemento esencial para unir a las personas y promover cambios. Pero no basta con rezar, hay que actuar, apoyando a quienes no tienen expresión y sentido eficaz de manifestarse, pues la educación empodera a las personas y construye un mundo más equitativo.
Hoy nos preguntamos cuáles son los pasos más necesarios y oportunos para defender e impulsar el derecho a la educación en el mundo actual. La respuesta inmediata podría ser lograr su defensa e impulso, lo cual requiere determinación y acciones concretas. Como ciudadanos de un mundo que anhela y desea personas mejor formadas y educadas, podemos sugerir algunos elementos para lograr una formación y educación más liberadora.
El primer grupo de iniciativas pueden ser: informarse, crear conciencia y organizarse. Así, se tendrá un mejor conocimiento de la situación actual de la educación en sus diferentes expresiones. Esto ayudará a comprender las injusticias y desigualdades, y se podrá hablar sobre la importancia de la educación de manera consciente y clara. Además, permitirá desarrollar procesos inspiradores que ayuden a otros a unirse a la causa y formar grupos con personas que compartan la misma visión y criterios para impulsar un diálogo educativo-transformador.
Un segundo grupo de elementos es hacer cierta presión social mediante el empleo de las redes sociales. Es prioritario y urgente dirigirse a los líderes y responsables para exigir que se priorice la educación en las políticas públicas y se apoyen iniciativas locales, como colaborar con organizaciones que trabajen en pro de la educación. En ello, se pueden usar las redes sociales para difundir información y movilizar a más personas, haciendo que el tema sea visible.
El tercer grupo de iniciativas abarca ser un ejemplo y testimonio vivo de los valores de la propia educación y la de los
demás, mostrando cómo ha sido posible cambiar la propia vida. Es imprescindible no rendirse, ya que la lucha parece larga y difícil, pero cada paso cuenta. Mantenerse firme en la convicción de que: “La educación puede ser la chispa que encienda la esperanza en el mundo. Hay que luchar por ella como un derecho esencial en la vida de cada ser humano”.
Después de varios años de residir en Kenia, África, reconocemos que trabajar por el derecho a la educación es una tarea prioritaria y urgente; es un desafío constante. Aunque hay avances, como la educación primaria gratuita, muchos niños aún enfrentan obstáculos. La pobreza, la falta de infraestructura y las desigualdades de género son barreras que impiden el acceso a una educación de calidad, igualitaria y transformadora.
Las comunidades rurales son, a menudo, las más afectadas, y las niñas o mujeres jóvenes, en particular, enfrentan problemas adicionales, pues la cultura y tradiciones limitan sus oportunidades. Hay organizaciones y personas que luchan por cambiar esta realidad, brindando apoyo y recursos a la propuesta educativa para lograr una educación
solidaria, igualitaria, liberadora y trascendente de sus valores culturales.
Podemos concluir que es indispensable seguir alzando la voz por quienes no pueden hacerlo. La educación puede ser una herramienta poderosa para romper el ciclo de pobreza y construir un futuro mejor. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras tantos niños se quedan atrás. La batalla por el derecho a la educación en Kenia es una lucha por la justicia.
Oremos por la defensa del derecho a la educación, por los que luchan, por los que no tienen voz y por quienes se esfuerzan cada día para que todos los niños, sin importar su origen, tengan acceso a aprender y crecer. Es necesario que la esperanza y la determinación sean más fuertes que las adversidades de la educación actual, por lo que nuestra misión sería que cada niño en el mundo sienta el poder de la educación para que nunca se rinda. Que podamos unirnos en esta causa, apoyándonos mutuamente en la búsqueda de un futuro más justo. Juntos podemos hacer la diferencia y lograr que la paz y la educación liberadora sea una realidad en cada ser humano, sociedad y cultura. g
▶ Mtro. Hugo A. Avendaño Contreras, Rector de la Universidad Intercontinental (UIC)
La educación es, indudablemente, un derecho natural inherente a la condición humana. En nuestra naturaleza existe el deseo de aprender, comprender y compartir nuestras experiencias y conocimiento, pues es parte esencial de nuestro desarrollo y expresión de nuestra dignidad.
A lo largo de la historia, este derecho ha sido reivindicado en diversos contextos y hoy se reconoce como un pilar en la construcción de sociedades más justas y equitativas. Sin embargo, para la mayoría de las personas, la educación, en especial la que se imparte en colegios e instituciones educativas, sigue siendo inaccesible, lo que nos invita a reflexionar sobre la urgencia de garantizar este derecho de manera universal en los marcos jurídicos, en las políticas públicas y en las decisiones presupuestales. No
basta con incorporar la educación como un derecho si no se convierte en una línea ejecutiva de gobierno con la asignación de los recursos necesarios para su ejecución.
Recalco que, cuando hablamos de la educación como un derecho natural, nos referimos a que es inherente a la dignidad de la persona. Este derecho no surge de una concesión del Estado o de las instituciones, sino que brota de la propia naturaleza del ser humano como ente racional, social y
trascendente. Toda persona tiene la necesidad y capacidad de desarrollarse intelectual, moral y espiritualmente, y la educación es la herramienta clave. No solo se trata de un medio para adquirir conocimientos técnicos o científicos, sino de un proceso que ayuda a formar ciudadanos responsables, conscientes y comprometidos con su comunidad y el mundo.
Este enfoque se ha reforzado en la legislación internacional. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la ONU en 1948, establece, en su artículo 26, que toda persona tiene derecho a la educación, refiriéndose no solo al acceso a la enseñanza básica, sino también a la superior, que debe estar disponible de acuerdo con los méritos de cada individuo. Además, destaca que la educación debe fomentar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, contribuyendo, así, a la paz y la comprensión entre las naciones.
No obstante, la realidad dista mucho de este ideal. A pesar de los avances tecnológicos y las riquezas en el mundo, millones de personas, niñas y niños, siguen sin acceso a una educación de calidad. En muchas
regiones, la pobreza, los conflictos y las crisis humanitarias exacerban la exclusión educativa, perpetuando ciclos de desigualdad y marginación.
Las familias, los Estados, las instituciones educativas, las organizaciones civiles y la sociedad, en su conjunto, deben trabajar para garantizar que todas las personas, sin importar su origen o condición, tengan acceso a una educación que forme en los valores de la solidaridad, la justicia y la paz.
La educación implica una responsabilidad; no basta con garantizar el acceso, debemos asegurar que sea de calidad, inclusiva y adaptada a las necesidades de las personas y comunidades. Asimismo, debemos reconocer el papel esencial de los educadores, agentes de cambio y formadores de las futuras generaciones. Invertir en la formación y bienestar de los docentes es invertir en el futuro de la humanidad.
El Pacto Educativo Global
En 2019, el Papa Francisco lanzó una invitación a través del Pacto Educativo Global. Este pacto tiene como objetivo “revitalizar el compromiso por y con las nuevas generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e inclusiva”.
La iniciativa propone una transformación que implique a todos los sectores de la sociedad y se basa en tres pilares: poner a la persona en el centro de la educación, promover una educación abierta al diálogo entre culturas y religiones, y fomentar una educación que propicie la fraternidad y la paz. El Papa considera que solo a través de una educación que abrace estos principios será posible superar las divisiones y construir un futuro más equitativo.
Uno de los puntos que el Papa ha abordado con insistencia es la necesidad de una educación inclusiva. En un mundo donde millones de niños y jóvenes no tienen acceso a una educación adecuada, él ha llamado la atención sobre la urgente necesidad de cambiar este escenario. En su encíclica Fratelli tutti, subraya que la verdadera fraternidad solo puede alcanzarse cuando todos tienen las mismas oportunidades de desarrollo. Esto incluye el acceso a una educación de calidad, especialmente para los más pobres y marginados.
Para Francisco, la educación debe ser un motor de transformación social, capaz de romper los ciclos de pobreza y exclusión.
Educación para la paz y el diálogo
El Papa Francisco también ha destacado el rol de la educación en la promoción de la paz y el diálogo. En un entorno marcado por conflictos y tensiones, la educación puede ser un espacio donde se cultive la comprensión mutua y se construyan puentes de reconciliación. En este contexto, el Pacto Global promueve una educación basada en la cultura del encuentro, en la que los estudiantes aprendan valores humanos que les permitan convivir en un mundo plural y diverso.
A través del Pacto, el Papa nos invita a repensar la educación como un medio para construir una sociedad más justa, solidaria y en paz, como nos invita Jesús a través de su Evangelio, en las parábolas de los talentos, del sembrador, la higuera estéril, el buen samaritano y del hijo pródigo. En todas ellas, hay mensajes para superarnos: trabajar en nuestro desarrollo de talentos, dar fruto en la vida, asumir la responsabilidad de nuestras fallas y tener la capacidad de reconocer nuestros errores para mejorar. Sigamos cuidando de la educación como parte de la misión que tenemos en nuestras manos, desde cualquier trinchera en donde estemos. g
Queridos Padrinos y Madrinas, les mostramos las imágenes de los RECIBOS
IMPRESOS y la CREDENCIAL de los Promotores misioneros para este año:
1 Número de folio del recibo.
2 Dirección fiscal: Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, CP 14000, Ciudad de México.
3 Datos generales del Padrino/Madrina.
4 Importe del donativo (número y letra).
5 Código de barras al costado derecho.
6 Leyenda: Comprobante para el Padrino/Madrina.
7 Número de Padrino.
- Se emite el original con el importe que nos ha brindado de manera recurrente.
- Tiene vigencia de un mes.
- No debe contar con alteraciones.
1 Logotipo institucional.
2 Distintivo de vigencia 2025.
3 Holograma de seguridad.
4 Datos y fotografía del Promotor.
5 Firma del Misionero de Guadalupe responsable.
Esta identificación presenta al promotor autorizado para recibir su donativo y entregarle la revista Almas.
1 Número de folio del recibo.
2 Dirección fiscal: Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, CP 14000, Ciudad de México.
3 Importe del donativo (número y letra).
4 Leyenda: Comprobante para el Padrino/Madrina.
5 Concepto del donativo.
- Se entrega ante donativos menores o mayores al ordinario.
- Se extiende para donativos de primera vez, adicional al ordinario o por artículos religiosos.
- El llenado se realiza de manera manual, incluyendo fecha, nombre del bienhechor, dirección, importe y concepto.
- Se entrega el documento en original al Padrino; favor de revisar que la copia contenga la misma información que el original.
- Posteriormente, este recibo se sustituirá por uno impreso.
Nota: El promotor siempre porta recibos provisionales, de lo contrario, puede esperar a la siguiente visita para hacer entrega del donativo adicional.
Correo electrónico: padrinosmg@misionerosdeguadalupe.org
Línea Misionera: 800 00 58 100, de lunes a viernes, de 8:30 a 18:00 h, tiempo del centro.
DEL SANTO
MES
Santa María,
SOLEMNIDAD 4 1 DE ENERO
b El primer día del año civil se celebra la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, siendo la primera fiesta mariana que apareció en la Iglesia Occidental y cuyos inicios datan del siglo VI en Roma.
b Sin embargo, se han encontrado vestigios donde se usaba ya el nombre de “María, Madre de Dios, en las catacumbas, espacios subterráneos debajo de Roma, donde se reunían los primeros cristianos en tiempos de persecución.
En el año 431, ante las herejías de Nestorio, se llevó a cabo el Concilio de Éfeso, con 200 obispos del mundo, quienes, iluminados por el Espíritu Santo, afirmaron que “María es Madre de Dios”, proclamándola Theotokos, del griego “que dio a luz a Dios”.
b En 1931, el Papa Pío XI, en la conmemoración del XV centenario del Concilio de Éfeso, instituyó esta fiesta mariana el 11 de octubre; sin embargo, a partir del Concilio Vaticano II, se trasladó al 1 de enero, como solemnidad, bajo el título de Santa María, Madre de Dios. Desde entonces, los católicos iniciamos cada nuevo año encomendándonos a la Santísima Virgen María.
▶ P. Luis Alonso Yepes Cruz, mg
Nuestra presencia misionera en este país del Magreb inició el 12 de diciembre de 2023 con la Eucaristía presidida por Mons. Ilario Antoniazzi, Obispo de Túnez, en la que contamos con la presencia de los padres Misioneros de Guadalupe (MG) superiores de las Misiones de Kenia (P. José Asunción Ascencio), Mozambique (P. Roberto Pérez) y Angola (P. Odilón Borjas).
En su homilía, Don Ilario nos invitaba a amar a este país de Túnez, en donde se encuentra la Iglesia que, aunque pequeña, está muy viva y orientada a hacer el bien a este pueblo acogedor. Recordaba que la Iglesia estaba llamada a crear puentes de comunión y cooperación en favor de quienes más lo necesitan.
Virgen María, Madre de Dios, dame un corazón de niño, puro y transparente como el agua de una fuente. Un corazón sencillo, que no se goce en la amargura de las tristezas. Un corazón grande, para darse, y compasivo. Un corazón fiel y generoso, que no olvide ningún beneficio ni guarde rencor.
Dame un corazón bondadoso y humilde, que sepa amar sin esperar recompensa alguna, que se alegra de ser pospuesto por los hombres, cuando tu voluntad lo exija.
Dame un corazón grande y valiente, que no se cierre por ninguna ingratitud, ni se canse por ninguna indiferencia. Dame un corazón atormentado solo por la gloria de Jesús, tu Hijo, herido por su amor con una herida que no sane, sino en el cielo. Amén.
Ya casi para concluir la Eucaristía, recibimos las palabras del P. Anand Talluri, misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME) de Italia, en las que expresaba la alegría de recibirnos y fomentar la comunión entre institutos misioneros. Nos animaba a abrir el corazón a esta experiencia en la total confianza en la presencia del Señor. Para sellar estas palabras, realizó un gesto muy simbólico junto con el padre Patience (también misionero PIME): nos ungieron las manos con un perfume típico de Túnez. Confieso que no me esperaba este gesto; sin duda, me tocó profundamente, ya que me trasladó al momento de mi ordenación sacerdotal. Fue como si lo reviviera, con toda su alegría, emoción y total disposición para que el Señor me enviara.
Esto me recordó que Dios elige y envía; es Él quien sostiene nuestro caminar y no deja de darnos signos de su presencia y misericordia. Para mí, fue la respuesta de Dios en la que
renovaba su llamado, su consagración y su envío.
Al concluir aquel gesto, el padre Anand nos exhortaba a mantener ese aroma que es Cristo: “Aun sin decir nada, su presencia se notará”, y esa será nuestra misión en medio de este pueblo que adora a un único Dios de manera diferente y en donde no siempre podremos hablar del Evangelio, pero sí podremos vivirlo y anunciarlo con nuestro testimonio.
Queridos amigos, familiares, Padrinos y Madrinas, a un año de haber iniciado esta experiencia misionera en Túnez, los invito a recordar que en nuestro bautismo fuimos ungidos con el Santo Crisma, ese óleo santo que tiene un aroma profundo y agradable. Todos los bautizados estamos llamados a transmitir el aroma de Cristo con nuestra vida. Finalmente, esa es la misión: que los otros perciban a Cristo más por nuestras acciones que por nuestras palabras. ¡Sigamos transmitiendo el aroma del amor de Dios! g
▶ P. Héctor Andrés Pérez Torres, mg
La educación es un derecho universal. Todos, sin excepción, deben tener acceso a una educación gratuita, libre y responsable. Es un deber que el gobierno debe asumir como prioridad y que los niños tienen que recibir desde pequeños.
Todo gobierno debe luchar contra el analfabetismo para que los pueblos puedan progresar en un país formado y libre.
En Angola, en el tiempo de la Colonia, los colonizadores nunca se preocupaban porque su pueblo estuviera formado y educado, solo las misiones católicas se ocupaban de impartir los sacramentos y, a la vez, enseñar a leer y escribir; es decir, para que se realizara una verdadera evangelización, primero se debían adquirir esas habilidades. Esta idea la tenían muy clara las misiones católicas. Educar para evangelizar. En el esquema de organización para una misión católica básica, antes de empezar operaciones, debía existir: una capilla, un dispensario médico, salas para catecismo, una casa para padres, otra para religiosas y una escuela misionera.
Al tener esto, se arrancaba con los trabajos de educar y evangelizar en un ambiente de alegría y fraternidad. Cabe mencionar que los primeros encuentros se realizaban debajo de árboles, a la orilla de los ríos, sin más asiento que piedras cuadradas y adaptadas. Estas comunidades eran tan primitivas que ni siquiera conocían el nombre del presidente de su país, el himno nacional y, mucho menos, su bandera.
No tenían acceso a nada y obviamente el gobierno no se preocupaba por formarlos ni educarlos porque así convenía a sus intereses.
¡Vaya tarea para el misionero en un país extraño y de cultura desconocidos: educar y evangelizar!
Ya han pasado muchos años y la educación en Angola sigue siendo carente por tener un sistema de educación corrupto y débil; solamente un grupo privilegiado de la sociedad tiene acceso a buena educación.
El país tiene pocas escuelas de educación básica y muy mal organizadas. Solo en la capital, Luanda, y en otras ciudades, por citar algunas, se han efectuado algunos esfuerzos por mejorar; sin embargo, sigue siendo pobre en su organización: maestros con mala formación y mal pagados; las construcciones no son adecuadas, por lo que tienen que adaptarse; los programas académicos son pobres en contenidos, entre otras. En consecuencia, podemos darnos cuenta de cómo está el panorama de la educación en los niños y jóvenes en Angola.
A pesar de los esfuerzos realizados, impera un ambiente de indiferencia. La clase élite del país, es decir, las familias de políticos y militares, envían a sus hijos a estudiar al extranjero.
Pidamos a Dios por la educación en Angola, para que las nuevas generaciones puedan tener acceso a una educación digna, incluyente y responsable. Dios nos bendiga a todos. g
¡Colabora en las Misiones!, anímate a descubrir lo que Dios tiene para ti.
ContáCtanos:
Centro: 55 11 95 66 47
Sureste: 99 92 97 44 92
Occidente: 33 33 54 18 36 www.misionerosdeguadalupe.org cov@mgpe.org @vocacionesmg
La educación es un derecho fundamental que todos los niños merecen. A través de ella, no solo aprendemos a leer y escribir, también descubrimos cómo convivir con los demás, respetarnos y así, construir un futuro mejor.
Gracias a la labor de nuestros sacerdotes y laicos misioneros, muchos niños en lugares de África y América, que antes no tenían acceso a la educación, hoy pueden soñar con un futuro lleno de oportunidades. Con el esfuerzo de los misioneros, la educación se convierte en una herramienta poderosa para transformar vidas y comunidades.
¡Ayuda a nuestro amigo Akira! Traza el camino que lo lleva hasta la escuela, donde podrá aprender muchas cosas y crecer.
▶ S. Uriel Omar Vega Montoya
Les saludo con afecto y cariño, Padrinos y Madrinas de nuestro Instituto. En junio de 2024, decidimos, como seminario, vivir una experiencia de una semana en la Casa del Migrante, ubicada en la alcaldía Iztapalapa, CDMX, con el propósito de hacer conciencia de esta realidad que se vive no solo en nuestro país, sino a nivel mundial.
La gente tiene diferentes motivos para migrar; algunos lo hacen por trabajo; otros, por situaciones políticas; algunos más, migran legalmente y hay quienes lo hacen de manera irregular.
Para mí, la casa de migrantes es como ese maná del desierto, en el que se les da lo necesario: un lugar donde dormir, comida, atención médica; incluso, no se les deja incomunicados ni sin educación, todo esto es posible gracias a la congregación de los escalabrinianos, a los voluntarios, profesionistas y al apoyo de muchas personas. A pesar de las dificultades que sufren, algunos migrantes no pierden su fe en Dios, aunque les haya ido mal, siendo el reto aún mayor: avivar esa fe a pesar de su testimonio de vida que, en muchos casos, es doloroso.
La familia venezolana
La experiencia de esta familia me impresionó porque, a pesar de las fuertes experiencias que han tenido, entre las que está el maltrato por parte de los mexicanos, tienen buena referencia de nuestro país y han encontrado gente buena.
Los horrores de la violencia están a la luz del día, basta con encender la televisión y ver las noticias. La realidad es triste; sin embargo, esta familia tiene la esperanza de encontrar una mejor calidad de vida; no son católicos, pero me dieron una lección: siempre estuvieron abiertos al diálogo y se mantuvieron unidos, con la fe puesta en Cristo.
El caso de Charlotte
Un caso que me conmovió mucho, pues ella misma dice que su mamá murió en la selva. En la Casa de los Migrantes, las mujeres la cuidan de día hasta que su papá vuelve por la noche, ya casi para dormir; cuando llega, es conmovedor ver cómo corre a su encuentro y lo abraza fuertemente.
Charlotte es como aquella ovejita a la que Dios no olvida como Buen Pastor, le da esperanzas de vida con su padre al lado; he visto cómo le gusta
estar atenta en las clases y es obediente, por lo que pienso en el Salmo 27: “Si me abandonaran mi padre y mi madre, me acogería el Señor”. Estoy seguro de que, a todos esos niños que sufren, Dios no los abandona, Él cuida de ellos y a sus familias les concede fortaleza, consuelo, esperanza, perseverancia y fe.
En conclusión
En ellos se ve a un Cristo con rostro migrante, que sufre los crímenes humanos y, en algunas ocasiones, llega al olvido; sin embargo, no están solos. Jesús fue migrante, salió de su lugar de origen a predicar el Reino para hacerlo presente en los más necesitados, así como hoy sale al encuentro de otros y también de nosotros.
Cuando uno se entrega completamente a Cristo, lo logra ver en el hermano; especialmente, en los más necesitados, aquellos que, en la búsqueda de una vida más estable, cruzan fronteras trazadas por los hombres, se exponen a muchos riesgos, pero hay algo que los mantiene en pie: su fe.
Padrinos y Madrinas, les invito a orar por estas personas que buscan un mejor futuro para ellos y sus familias. g
▶ María del Consuelo Ruiz Torres, mla en Mozambique
“Un camino de esperanza y compromiso por la paz y la dignidad humana”. Papa Francisco
Deseo compartirles los lemas de nuestros Centros Educativos en Chikweia, Mozambique: “La verdadera riqueza de una mujer en la vida, es la educación”, del Internado Femenino; “La educación es el arma más poderosa que el hombre tiene para cambiar el mundo”, de Nelson Mandela, que es el de la Escuela Secundaria San Juan Pablo II, ambas frases hacen eco de la intención del Papa de este mes.
La educación es uno de los derechos fundamentales de la persona, y la Iglesia, en su misión evangelizadora, encuentra en ella un medio muy eficaz para contribuir en el desarrollo integral de la persona y su dignidad como hijo de Dios. Esa es nuestra misión
en estos lugares de África, ya que es un gran desafío adentrarnos en su tradición y cultura.
Educar es evangelizar, infundir virtudes y valores humanos en el corazón de niños y jóvenes; una formación sana que debe llegar a todos sin discriminación alguna, y las generaciones actuales nos presentan nuevos desafíos que se deben atender. Educar es un factor importante en la vida del ser humano y su influencia cada vez es mayor en el progreso de una sociedad fraterna y solidaria.
Basta recordar el mandato de Jesús dado a sus discípulos y a toda comunidad cristiana: “Por tanto, id y enseñad a todas las naciones”.
Mt 28, 19-20
Promovamos esta tarea educativa más allá de nuestras fronteras, construyamos puentes y no muros. g
Gracias a su apoyo, Padrinos y Madrinas, continuamos preparando y enviando sacerdotes misioneros y misioneros laicos a tierras de Misión. En 2024, fueron enviados:
Misión de EUA
Misión de Hong Kong
Misión de Cuba
Misión de la Amazonía
Misión de Kenia
Seminario Internacional del PIME, en Monza, Italia
CESPA en Pebas, Perú
Centro de Formación de África
Misión de Angola
Misión de Guatemala
Misión de México
AGUIRRE SEGURA, mg
MISIONERO EN MOZAMBIQUE
Nació el 26 de febrero de 1993 en Guadalajara, Jalisco.
Fue ordenado sacerdote el 28 de septiembre de 2024.
Su testimonio
“Desde niño me llamaba la atención la entrega de varios sacerdotes en mi parroquia y en los congresos a los que asistía; tomé la decisión de ser sacerdote a los 12 años, pero entré al Seminario Menor a los 17”.
Realizó sus estudios de preparatoria en el Colegio Alonso Manuel Escalante y Escalante (CAMEE), en Tlaquepaque, Jalisco. Ingresó al Seminario de Misiones en agosto de 2010. Cursó los estudios de Filosofía de 2014 a 2017, y de Teología de 2018 a 2021 en la UIC, en la CDMX. De 2021 a 2022, apoyó en el CISEMI, así como en el Seminario Menor y como profesor en el CAMEE. Hizo su Juramento perpetuo el 2 de agosto de 2023 en el Seminario Mayor de Misiones, en la CDMX, donde recibió el diaconado el 6 de agosto de 2023. Posteriormente, colaboró en la Misión de Mozambique y regresó a la CDMX para su ordenación sacerdotal.
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