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La familia: esperanza ante la destrucción
México Vive

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Por: Alex León
Conferencista y consejero en temas familiares por más de 25 años, director del Centro de Integridad Familia Nueva Vida A.C., secretario técnico de la Alianza Nacional de Padres de Familia (Iniciativa Ciudadana), coordinador de Iniciativa Ciudadana por la Vida y la Familia en el Estado de Veracruz, presidente de Asociación de Padres de Familia del Norte de Veracruz A.C.

La familia, esperanza ante la destrucción
La madrugada del 21 de agosto del año 2011 fue una fecha que nadie en la zona norte de Veracruz olvidará. Vientos de más de 250 km por hora impactaron la región y nos permitieron conocer la furia del viento de una manera nunca vista.
No hubo una persona en la ciudad que no fuera afectada; casas sin techos, cortinas metálicas comerciales arrancadas de las paredes, cientos de negocios destruidos, el sistema de distribución eléctrico colapsado y las comunicaciones de telefonía celular se interrumpieron. Ya que las antenas fueron afectadas casi en su totalidad, anuncios, espectaculares (con sus estructuras) cayeron, y los domos de las canchas deportivas fueron tomados por los vientos como hojas de papel. En resumen todo fue destruido, caos y destrucción casi total.
Al amanecer del día siguiente, las autoridades de gobierno no tenían idea dónde iniciar, ya que estaban limitadas para ayudar a la población. Era imposible exigir o esperar algo de ellas ya que no había recursos materiales, económicos, ni humanos suficientes para enfrentar el caos y la destrucción. Pero fue entonces donde algo casi milagroso ocurrió, las familias se levantaron y aun con lágrimas en los ojos por las pérdidas y la incredulidad de que en una noche algunos tuvieron la pérdida total de su patrimonio… ¡se lavaron la cara y se levantaron! y se unieron para comenzar a reconstruir la ciudad.
Mano a mano, hombro a hombro recogieron los escombros, los hogares se compartieron para dar refugio a los que se quedaron sin techo o sin casa. Se compartió comida con los hambrientos, la solidaridad salió a la luz, en una sociedad que aún tiene el valor del apoyo de la familia de sangre o de espíritu. Y es que, la familia no sólo es base de la sociedad, sino también la ayuda y/o apoyo que todos podemos encontrar en tiempo de necesidad.

Tal cual la devastación del huracán Grace, así se encuentra hoy nuestro sistema educativo, y las autoridades están rebasadas, no pudieron, o no supieron enfrentar la destrucción que los “vientos” del COVID 19 provocaron en nuestro ya deteriorado sistema educativo. Por motivos asociados a la COVID-19 o por falta de dinero o recursos no se inscribieron 5.2 millones de estudiantes al ciclo escolar 2020-2021.
Sobre los motivos asociados a la COVID-19 para no inscribirse en el ciclo escolar vigente (2020-2021) 26.6% se considera que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje; 25.3% señala que alguno de sus padres o tutores se quedaron sin trabajo, 21.9% carece de computadora, otros dispositivo o conexión de internet (INEGI, 2021).
De acuerdo con Eduardo Backhoff Escudero (2022), ex presidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación “en este momento hay un grave problema que enfrenta el país, el rezago educativo, el cual afecta a 30 millones de mexicanos. Ese tema ahí está y no se le ha dado importancia, no hay un programa que atienda el abandono escolar”, subrayó.
Y en medio de la devastación (tal como la del huracán Grace), en nuestro sistema educativo, surgen las declaraciones de Max Arriaga, Director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (2022) donde dijo: “El modelo neoliberal meritocrático conductista, punitivo, patriarcal, racista, competencial, eurocéntrico, colonial, inhumano y clasista ha generado centenares de problemas sociales.”

Señaló, además: “es necesario un modelo educativo decolonial, libertario, humanista, que termine con el racismo, con las pruebas estandarizadas que segregan a la sociedad, que se acaben con el clasismo en una sociedad cansada de abusos y de atropellos”.
Escuchando las anteriores declaraciones de un alto funcionario de la educación en el país ¿Podemos ver hacia dónde va ese discurso con un alto contenido puramente ideológico? ¿Cuáles son los argumentos pedagógicos de todo lo anterior?
Max Arriaga, es el mismo funcionario que meses atrás hizo una declaración que impactó a los amantes de la lectura donde dijo: “Leer por goce es un acto de consumo capitalista”, y además cuestionó a la Unión Nacional de Padres de Familia por interponer dos amparos contra la impresión de los Libros de Texto Gratuitos que él quiso rediseñar.
¿Es una reforma educativa del nivel que señala el señor Arriaga lo que necesita el sistema educativo mexicano? ¿No requeriremos primeramente limpiar los “destrozos y rezagos” que ha dejado este paro que se tuvo por el COVID 19? ¿No se requerirá primero contabilizar las “víctimas”, buscando y ayudando a esos cientos de miles de estudiantes que dejaron las aulas? ¿No sería buena idea buscar la manera de que en unión autoridades educativas junto con los padres de familia, pudieran ser el principio para la reconstrucción?
La educación en México es un proceso de tres eslabones: Educandos, maestros y padres o tutores. Las leyes de educación hablan de que los padres deben tener reuniones con los maestros sobre la educación, y que hay dos formas de participación de los padres: las asociaciones de padres de familia y los consejos de participación social. El padre y por consiguiente la familia es parte esencial del sistema educativo.
Si los padres no participan la educación será incompleta y en este momento somos los padres una mano amiga que requiere acción ante la devastación del sistema de educación. La Declaración Universal de Derechos Humanos en su Art. 26.3 afirma: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”.
La Convención Americana de Derechos Humanos en su Art. 12.4 dice: “Los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”. Por lo tanto, podemos ver que tanto las leyes de educación y los tratados internacionales reconocen el valor de los padres de familia.
Hoy más que nunca las autoridades necesitan a los padres de familia. Es un tiempo de urgencia, claro que sí, pero no es tiempo de improvisar o destruir nuestro sistema inventando o implementando sistemas puramente ideológicos.
Es un tiempo en el que juntos podemos “levantar escombros”, ayudar a las “víctimas” y alimentar a los “hambrientos”. Es tiempo de trabajo en equipo: autoridades educativas, pedagogos, docentes y padres de familia comprometidos (los cuales habemos muchos). Es tiempo de mostrar por que la familia es imprescindible para esta sociedad.
Padre de familia, no te quedes con los brazos cruzados, acércate a la escuela de tus hijos e involúcrate por medio de la asociación de padres de tu colegio. Padre de familia, busca involucrarte en alguna agrupación u organización de la sociedad civil trabaje en favor de la familia. Es tiempo de poner manos a la obra y ayudar a levantar la educación de nuestro México. Es tiempo de ser uno y de ser familia. México necesita a la Familia.

Referencias
• El Universal. (2022). AMLO pide revisar contenidos educativos; gobierno no va a formar a egoístas.
• https://www.eluniversalpuebla.com.mx/nacional/amlo-pide-revisar-contenidos-educativos-gobierno-no-va-formar-egoistas-asegura.
• INEGI. (2021). Resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020-2022. https://www.inegi.org.mx/app/saladeprensa/noticia.html?id=6427
SEPTIEMBRE/OCTUBRE 202227