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Abejas y otros polizadores aliados al jardin
continuación, lo liberan a otras plantas de la misma especie.
Los insectos, en sus diferentes especies y grados de afectación, son los protagonistas de las plagas que sufrimos los amantes de las plantas. Sin embargo, no todos ellos son perjudiciales. Existen especies de insectos beneficiosos para nuestras plantas que pueden ser de gran ayuda para combatir posibles plagas, prevenirlas e incluso favorecer a la biodiversidad y salud de los ecosistemas.
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Mariquitas: estos pequeños coleópteros pertenecen a la familia Coccinellidae. Se ha potenciado su uso en jardines y cultivos ya que son especialmente voraces con ácaros, pulgones, cochinillas y larvas de mosca blanca de las plantas. A su vez, cuentan con sus propios depredadores como los pájaros y las arañas. Como curiosidad, contaros que la presencia de pulgones en el jardín promueve la proliferación de las hormigas y del hongo llamado negrilla. Estas impiden, a su vez, que las mariquitas se alimenten de los pulgones
Escarabajos: forman parte de un grupo de coleópteros (Scarabaeoidea) con cerca de
32,000 especies. A pesar de su mala fama entre las personas, los escarabajos son insectos con un papel fundamental para el buen desarrollo de los ecosistemas. Entre sus funciones está reincorporar los nutrientes en el suelo al ayudar en la descomposición de la materia orgánica de plantas o animales y, por otro lado, ayudar en la polinización.
Cuando algunos escarabajos se acercan a las flores, se les pega el polen al cuerpo y, a
Mariposas: a diferencia de los escarabajos, las mariposas sí que gozan de una aceptación en los jardines, de hecho, disfrutamos totalmente de su presencia.
Además de su valor estético, son imprescindibles para las cadenas tróficas y son muy importante para aves, murciélagos y mamíferos insectívoros. También, influyen en la polinización y en el control natural de plagas
Avispas: aunque provoquen un rechazo mayor que las abejas, las avispas son imprescindibles. Gracias a ellas, se polinizan las flores y los cultivos y se controlan las plagas de insectos que transmiten enfermedades a los humanos.

Abejas y abejorros: las abejas son los agentes polinizadores por excelencia. Seguro que, en alguna ocasión, habréis escuchado que sin abejas no habría vida y tiene su porqué.

Según explica la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) , hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo, y 71 de ellos se polinizan con las abejas.
Arañas: aunque no se trata de insectos, teníamos que incluirlas en esta lista. Los insectos tienen seis patas, mientras que las arañas tienen ocho.
Si existe una superpoblación de insectos, los arañas se encargarán de controlarla. De hecho, pueden comerse a otras arañas por lo que tampoco habrá una excesiva cantidad de arañas. Se alimentan de mosquitos, moscas y polillas.

Ciempiés: tampoco son insectos. Actúan como unos fumigantes naturales ya que ayudan a controlar algunas plagas que afectan a los cultivos como las larvas de escarabajo, saltamontes o grillos. Además, se alimentan también de arañas y otros insectos como las cucarachas.
Apenas suelen crear graves problemas pero es importante que sepáis que también pueden ocasionar daños en frutos y bulbos.
Mantis religiosas
La mantis es uno de los mayores depredadores del mundo de los insectos. Su cuerpo esbelto y sus movimientos rápidos y elegantes las hacen fácilmente reconocibles y muy llamativas. Su gran habilidad y tamaño les permiten alimentarse de todo tipo de insectos, desde larvas a orugas, polillas y escarabajos.

Especies polinizadoras beneficiosas para las plantas y huerto Generalmente, estos insectos se alimentan de néctar y transportan adherido a su cuerpo el polen de flor el flor, favoreciendo a la fertilización de las plantas. Son realmente esenciales para la biodiversidad y la supervivencia de múltiples de especies de plantas.
Aunque las abejas son las más conocidas, también las mariposas, los abejorros y algunas especies de avispas contribuyen con la polinización. Por ello, si quieres tenerlos cerca en tu jardín recomendamos plantar flores como la caléndula o las margaritas.

En definitiva, los insectos son muy necesarios en la naturaleza y cada uno cumple su función. Conocerlos, identificarlos y tenerlos en nuestros huertos como aliados nos aportará numerosos beneficios.
Los insectos beneficiosos para el huerto se clasifican principalmente en dos tipos: aquellos que cumplen la función de depredadores de insectos perjudiciales, actuando así como control de plagas natural, y los que son insectos polinizadores, favoreciendo la fertilización de las plantas en nuestro huerto.

Condiciones ideales para conseguir corazones de gran belleza
Caladium es un género de plantas con flores de la familia Araceae. Son conocidos popularmente como “oreja de elefante” o “corazón herido” (Tienen una estrecha relación con los géneros Alocasia, Colocasia, y Xanthosoma). Hay unas 1000 variaciones de Caladium bicolor desde el original de Sudamérica. El género Caladium incluye doce especies, nativas de Brasil y Guayana y regiones vecinas de Sudamérica y de Centroamérica. Crecen en áreas abiertas de la selva en la estación seca. La planta silvestre alcanza 40 a 90 cm de altura con hojas de 15 y 45 cm de largo y ancho, respectivamente. Son plantas herbáceas con tubérculos. Las hoja son radicales, es decir, nacen directamente del tubérculo, aparecen al final de largos tallos (hasta 30 cm de altura) y pueden llegar a medir hasta 60 cm de longitud, el color es muy variado: sobre una base verde, de distinta tonalidad, se alternan matices muy delicados que van desde el marfil al rosa, del blanco al carmesí o al rojo, con dibujos de muchas formas.Flores espádices verdosos que envuelven la inflorescencia; no tienen valor ornamental.No es una planta comestible, suele confundirse con el ocumo produciendo un edema de vías respiratorias en menos de 10 minutos después de su consumo

Sus hojas acorazonadas se caracterizan por la disposición de colores rojizos y blancos mezclados con el verde, las flores son espádices de color verde sin interés ornamental.
Cultivo:
Es una planta de origen tropical que en nuestras latitudes se cultiva en interior o en galería interiores donde no incidan heladas y golpes de calor.
Por ello hay que mantenerla en una temperatura en torno a los 25ºC, sin sobrepasar los 30ºC y ni bajar de 10ºC, por lo que tendremos que colocarla en zonas donde no esté expuesta a las corrientes de aire. Se trata de una planta que requiere de la mayor luz solar posible, pero que esté tamizada. Pudiéndo tolerar cierta cantidad de luz solar directa a primera hora de la mañana.Requiere de riegos moderados, manteniendo la humedad constante pero evitando encharcamientos que pudieran producir pudrición, para ello tenemos que asegurarnos que nuestra maceta drena adecuadamente. El caladio requiere de abonos durante el crecimiento y floración, aplicando un abono mineral cada 15-20 días desde primavera hasta otoño.No requiere de podas, si bien retirar las hojas y tallos secos.
Si estás buscando una planta de follaje grande en forma de corazón, prueba Philodendron gloriosum. Cultívalo como una planta al aire libre o llévalo al interior para colocarlo en la sombra parcial en la posición de sombra completa.

Estas hermosas plantas con hojas en forma de corazón que acabas de conocer, además de ser preciosas y de fácil cuidado, han llegado a tu vida para demostrarte que el romance puede perdurar eternamente si lo sabes cuidar.
Multiplicación:
Mediante división de mata o tubérculo.
Usos:
Uso ornamental, planta de interior o en galerías protegidas de las inclemencias de la meteorología.

Collar de corazones
Descripción Entre las plantas colgantes que se pueden cultivar dentro de casa pocas son tan curiosas y decorativas como la Ceropegia woodii, con su cascada de collares de hojas en forma de corazón y sus extrañas flores peludas. Se trata de una vivaz suculenta nativa de las regiones del este de Sudáfrica, de fácil cuidado. Follaje Sus carnosas hojas, gruesas y de textura cerosa, son pequeñas —de 1-2 centímetros— y suelen tener forma de corazón o manzana. En el haz, el verde azulado del fondo se mezcla con venaciones plateadas más o menos extensas; el envés es verde, gris o púrpura, al igual que los finos (y quebradizos) tallos, que habitualmente suelen superar el metro de longitud. En los cultivares ‘Variegata’ las hojas exhiben tonos rosados o crema en los márgenes. La densidad del follaje varía mucho entre ejemplares. Flores Durante el verano, la Ceropegia woodii emite sus flores en los entrenudos de los tallos. Son tubulares, de color rosado, hinchadas en la base y con cinco lóbulos en el extremo en forma de ganchos peludos de color rojo oscuro casi negro, que se juntan formando una especie de jaula. Pueden dar paso a largas vainas que al abrirse liberan semillas provistas de un sedoso mechón blanco, un vilano o papus.
Cultivo y cuidados
Necesita mucha luz —incluso puede recibir el sol suave de la mañana— para que el follaje no pierda color. El sustrato debe ser humífero, pero muy bien drenado y pobre en nitrógeno. Agradece los aportes de abono rico en fósforo. Se debe regar de forma moderada en la época de crecimiento, dejando que el sustrato se seque totalmente entremedias, y escasa en invierno; al ser una suculenta es capaz de reservar agua en las hojas y los tubérculos que desarrolla a lo largo de los tallos. Es importante evitar que se acumule agua en el fondo del tiesto. Aunque no suele ser atacada por las plagas se debe controlar la presencia de la araña roja y la cochinilla cerosa en el envés de las hojas y retirarlas a mano.
Usos
En tiestos colgantes o situados en alto para sacarle partido a su efecto cascada. Los tallos también se pueden enredar en estructuras de alambre.
Sin embargo y a diferencia de esta planta, siendo rigurosos con los cuidados del caladium podremos disfrutar del espectáculo de tonos de sus hojas. Uno que combina verdes, blancos y amarillos con rosas y rojos. Y decimos esto porque una de las manifestaciones de un error en su cultivo es, precisamente, la pérdida de coloración de sus hojas. Un detalle que puede alertarnos para revisar concienzudamente cuál de los cuidados del Caladium no estamos cumpliendo.Siendo rigurosos, lo cierto es que es una planta que disfrutaremos por su espectacular porte. Y es que, más allá del colorido, si la cultivamos como necesita puede llegar a alcanzar los 50 centímetros. Una altura muy interesante que refuerza el carácter ornamental de esta planta.
7 Cuidados Del Caladium Que Debemos Conocer

1.Temperatura cálida, el top de los cuidados del Caladium Sabiendo que es original de Brasil, resulta obvio que necesita temperaturas cálidas. Para que crezca en condiciones y se desarrolle correctamente, demanda una temperatura estable de 21 grados. Mucho cuidado, también, con el calor excesivo: nunca podremos someterlo a más de 30 grados.Para quienes se plantean cultivar el Caladium entre su selección de plantas de exterior, es fundamental saber que no tolera el frío. Y ojo, que el término frío en el caladium es muy relativo: por debajo de 10 grados puede verse seriamente comprometida. Por eso, si la tenemos fuera de casa tendremos que tomar ciertas precauciones con la llegada del invierno. De estar plantada en maceta, tendremos que guardarlas dentro de casa. Si la plantamos directamente en el suelo, es fundamental desenterrar los bulbos para protegerlos también en casa.
2. Sustrato permeable, otro fundamental en los cuidados del Caladium Aunque veremos más adelante sus necesidades de hidratación, tengamos algo claro. El Caladium exige un sustrato siempre ligeramente húmedo pero no tolera los encharcamientos. Es un bulbo exigente con la humedad pero,
3. Iluminación abundante e indirecta, responsable del diseño de sus hojas Al proceder de lugares selváticos, el Caladium no tolera el sol directo. Sin embargo, para mantener la característica coloración de los nervios de sus hojas precisa estar situado en un espacio bien iluminado.
4. Riegos abundantes y regulares, cruciales para su crecimiento Como decíamos, el Caladium tiene unas necesidades de hidratación ligeramente superiores a las de una bulbosa cualquiera. La cantidad de agua y la frecuencia de riego irán aumentando a medida que la planta crezca. Recordemos que es importante que siempre tenga el sustrato ligeramente húmedo, por lo que tendremos que estar pendientes de este aspecto.
5. Abonado regular, importante en los meses de sol La llegada del buen tiempo coincide, también, con la época de crecimiento del caladio. Un momento en el que tendremos que abonar de manera regular y cada 15 días. Una tarea que tendremos que llevar a cabo durante la primavera pero, también, en los meses de verano.
6. Trasplante anual, el mejor aliado para su crecimiento Para que nuestro caladio pueda alcanzar ese medio metro tan deseado, tendremos que trasplantarlo una vez al año y siempre al comienzo de la primavera. Solo ofreciéndole una maceta más grande el bulbo podrá crecer y desarrollarse.
7. Vigilar las plagas, el último de los cuidados del Caladium
Nuestra última labor para llevar a buen puerto el cultivo de esta preciosa planta. De la misma manera que nos gusta a nosotros, el caladio es el oscuro objeto de deseo especialmente de un viejo conocido: el pulgón.