Revista equidad

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Revista de Equidad y genero en la Universidad

Mayo 2016


Equidad de genero………………………………………………………………………………..01 El corazón de la desigualdad ………………………………………………………………..02 La búsqueda de la igualdad de genero ..……………………………………………….03 Igualdad de genero en la educación …………………………………………………….04 ¿La mujer, inferior al hombre? ……………………………………………………………..05


Equidad de género Distribución justa de acuerdo a los intereses y necesidades de hombres y mujeres. La equidad de género significa que mujeres y hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la sociedad, así como a la toma de decisiones en los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar. Es la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y la aceptación también de derechos, buscando el ideal de un equilibrio en el que ninguno de ambos sexos se beneficie de manera injusta en prejuicio del otro. La equidad de genero esta muy presente en la humanidad, desde los inicios de la vida social, económica, política. Desde aquel entonces la mujer no tenia derecho a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a ser parte de una familia y sociedad. También implica el uso correcto de los recursos destinados por género; es decir, por ejemplo invertir en medicamentos de acuerdo al tipo de enfermedades de acuerdo al sexo. l sexo se define como las diferencias entre hombres y mujeres dadas por su condición biológica y fisiológica. Estas diferencias tienen que ver principalmente con características cromosómicas, hormonales, genitales y reproductivas, además de las llamadas características sexuales secundarias definidas a partir de la pubertad. Género se define como el conjunto de atributos sociales que se le asignan a las personas (formas de comportarse, valores, normas, actividades a realizar, recompensas, su lugar en el mundo), según haya sido identificado como hombre o como mujer. Dichos atributos son socialmente construidos, por lo que cada cultura, según la época y el grupo social, le da un sentido diferente a lo que significa ser hombre y ser mujer.


La concentración del ingreso y la riqueza está en el corazón de la desigualdad en América Latina

ninguno de ambos sexos se beneficie de manera injusta en prejuicio del otro. La equidad de genero esta muy presente en la humanidad, desde los inicios de la vida social, económica, política. Desde aquel entonces la mujer no tenia derecho a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a ser parte de una familia y sociedad. También implica el uso correcto de los recursos destinados por género; es decir, por ejemplo invertir en medicamentos de acuerdo al tipo de enfermedades de acuerdo al sexo. l sexo se define como las diferencias entre hombres y mujeres dadas por su condición biológica y fisiológica. Estas diferencias tienen que ver principalmente con características cromosómicas, hormonales, genitales y reproductivas, además de las llamadas características sexuales secundarias definidas a partir de la pubertad. Género se define como el conjunto de atributos sociales que se le asignan a las personas (formas de comportarse, valores, normas, actividades a realizar, recompensas, su lugar en el mundo), según haya sido identificado como hombre o como mujer. Dichos atributos son socialmente construidos, por lo que cada cultura, según la época y el grupo social, le da un sentido diferente a lo que significa ser hombre y ser mujer.


La búsqueda de la igualdad de género Es un elemento central de una visión de la sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo. La amplia meta de la igualdad de género es una meta social a la que la educación y las demás instituciones sociales deben contribuir. La discriminación de género está imbricada en el tejido de las sociedades. En muchas sociedades, las mujeres llevan la carga principal de la producción de alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar. La cuestión de género debe ser considerada prioritaria en la planificación de la educación, desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los procesos pedagógicos. La participación total y equitativa de las mujeres es vital para asegurar un futuro sostenible porque: Los roles de género son creados por la sociedad y se aprenden de una generación a otra; Los roles de género son constructos sociales y se pueden cambiar para alcanzar la igualdad y la equidad entre las mujeres y los hombres; Empoderar a las mujeres es una herramienta indispensable para hacer avanzar el desarrollo y reducir la pobreza; Las desigualdades de género socavan la capacidad de las niñas y mujeres de ejercer sus derechos; Asegurar la igualdad de género entre niños y niñas significa que ambos tienen las mismas oportunidades para acceder a la escuela, así como durante el transcurso de sus estudios. Igualdad de género y EDS en la UNESCO La UNESCO apoya acciones de fomento y desarrollo del papel crucial de las mujeres, especialmente a través de las Cátedras UNESCO y de las redes UNITWIN sobre cuestiones de género y mujer. La red de la UNESCO “Agua, mujeres y la toma de decisiones”, que fue creada en 2004, ya cuenta con tres proyectos de gestión de agua en Marruecos, Brasil y Côte d’Ivoire. La red de la UNESCO “Mujeres, ciencia y tecnología” incluye tres Cátedras en África. La Universidad de Uagadugú, en colaboración con las universidades de Lomé, Niamey y Bamako, provee capacitación para mujeres en el campo de la documentación e información científica en la subregión, y ha establecido un grado universitario llamado “Agua, mujeres y salud”. La Universidad de Swazilandia, en colaboración con la Universidad de Botswana, provee una formación para mujeres rurales en nutrición, salud, ambiente y agricultura. La Universidad de Jartum promueve las tecnologías de la información y la comunicación como herramientas para acceder a formaciones en ciencia y tecnología.


Igualdad de género en la educación La consecución de la igualdad entre los sexos en el sistema educativo se sustenta en un poderoso argumento basado en los derechos humanos y una sólida razón en materia de desarrollo. La igualdad de género es una inversión asequible que produce rendimientos considerables. Cuando las niñas reciben instrucción, mejoran los medios de vida, se valora más la enseñanza y se fortalecen las responsabilidades cívicas. Sin embargo, en la mayoría de las sociedades hay desigualdades muy arraigadas que generan disparidades en el acceso a la enseñanza y en sus resultados. •

Aunque la ampliación de la educación primaria en todo el mundo se ha traducido en un aumento de la igualdad de género, todavía hay demasiadas niñas y mujeres que permanecen excluidas del aprendizaje. A comienzos de 2010, veintiocho países no habían alcanzado aún la igualdad entre los sexos. Entre las tareas pendientes para escolarizar a todas las niñas figuran la promoción, la reforma de las leyes, los planes de estudio, la formación de docentes, la alfabetización y el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

La UNESCO está empeñada en garantizar una educación inclusiva de calidad, especialmente en lo tocante al acceso, el contexto de aprendizaje y los buenos resultados. La Organización lidera también los esfuerzos en pro de la alfabetización de las mujeres, que constituye un derecho humano y una clave para mejorar sus medios de subsistencia, la salud de la madre y sus hijos, y el acceso de las niñas a la enseñanza, tanto en las escuelas como fuera de ellas.


¿La mujer, inferior al hombre? •

“Arroz con leche, me quiero casar, con una señorita de San Nicolás, que sepa coser, que sepa bordar…” Así reza una canción infantil que no deja de ser eco de una violencia de género históricamente ejercida.

Los griegos sostuvieron que las mujeres éramos inferiores al hombre por naturaleza. Los romanos nos concedieron un estatus social bajo. Algunos padres de la Iglesia dijeron que solo el hombre fue creado a imagen de Dios. Pablo prohibió que enseñáramos en la Iglesia. En la Edad Media, por tener un gato negro, ojos verdes y tomar infusiones de hierbas, ya éramos candidatas a la hoguera; por lo cual agradezco a Dios haber nacido en 1963, dado que cumplo con los tres requisitos y soy de ascendencia vasca, lo que empeora aún más la cosa.

Con la Revolución Francesa no cambió nada, y Olympia de Gouges, quien abogó para que a las mujeres nos reconocieran nuestros derechos, fue considerada delincuente por tal osadía y llevada a la guillotina por orden de Robespierre, mientras que sus compañeras, que apoyaban el reclamo, fueron recluidas en un hospicio para enfermas mentales. En 1804, con el Código Civil napoleónico se nos delimitó el hogar como único recinto del que éramos dignas. Y así, a lo largo de los siglos se nos prohibió el voto, el sacerdocio en las iglesias, el disfrute en las relaciones íntimas, y todo lo que ya sabemos.

Las mujeres somos la mitad de la población mundial, pero nuestra participación a nivel laboral es menor que la de los hombres. Recibimos menos ingresos realizando el mismo tipo de trabajo. Hay evidencias de que en América Latina los ingresos alcanzados por una


mujer son empleados en su totalidad para beneficio del hogar, mientras que los hombres contribuyen con solo una porción de sus ingresos al fondo familiar, utilizando el resto para beneficio personal. No tenemos las mismas oportunidades en las decisiones a niveles económico y político. La violencia doméstica va en aumento. La violencia sexual se hace presente en las noticias a toda hora, y trasciende casos individuales para penetrar en el entramado social.

La base de la violencia contra la mujer está en el orden del poder, como diceMichel

Foucault, poder que está en todo; se hace presente en la esfera pública, privada, vincular y cotidiana. Poder, control, dominación, que trasciende el cuerpo, el psiquismo, el alma y daña el entramado social. Así, hay relaciones de poder asimétricas, en todas las esferas. Si logras comprender que el poder no es una propiedad (no se posee), que es una estrategia (se ejerce) y que no está fijo en un lugar o en alguien, sino que circula, entonces puedes modificar la inequidad y producir libertad para ti y tus hijas e hijos. •

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En los primeros años se siembran las actitudes que se desarrollarán en la segunda infancia, y que se afianzarán durante la adolescencia. Por esta causa, mira cómo puedes ayudarles a crecer en equidad de género y sin violencia hacia otros: A. Desarrolla su autoestima, sea niño o niña Ama a tu hija, hijo, por lo que es. Dale todo tu amor de un modo verbal y no verbal (gestos, miradas, sonrisas, abrazos), por el simple hecho de ser quien es, no porque sea el mejor o la mejor en algo. Ten expectativas positivas independientemente del sexo. “¡Tienes todo el talento para ser un gran bailarín de ballet!”, “¡estoy segura de que serás una excelente bombera!”. Resalta sus características personales positivas. “¡Cómo disfruto de tus ojos color café, tan dulces!”, “¿te he mencionado que aprecio tu esmero por mantener los juguetes en buen estado?”, “te felicito porque, aunque no has tenido un buen día, fuiste capaz de compartir una tarde de juego con tus primas”.

Enséñale a disfrutar de los logros alcanzados. “¡Mira qué hermoso te ha quedado ese dibujo!”, “¡qué maravilloso cuánto has ahorrado!”, “¡has vuelto a bañarte solo!”.

B) Promueve la tolerancia

Cuida el lenguaje. No utilices etiquetas y estereotipos ante personas diferentes en función de sexo, raza y edad.


No promuevas la revancha. Ayuda a que resuelvan los conflictos a través del diálogo y la búsqueda de nuevas alternativas Sé empática y fomenta la empatía en ellos. “Puedo comprender lo apenado que estás por el juguete roto, y tus deseos de golpear a tu hermano, pero ¿piensas que podrías hablar con él y expresarle tus sentimientos al respecto?, mientras él te pide disculpas”.

C) Evita la discriminación en función del sexo

Invítalos a colaborar en las tareas del hogar. “¿Sabes, Tomás, hacer un dobladillo?, puede serte útil cuando yo no esté cerca de ti”, “María, ¿piensas que puedes darle una mano a tu padre? Toma ese rodillo y ayúdale”. Apoya la igualdad de oportunidades. “Tu hermana también merece aprender un deporte, así que nos sentaremos a establecer un plan de ahorro”. Evitar el uso de expresiones sexistas. “Esto es de maricas”, o “solo un hombre puede hacer aquello”.

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Asume que los varones pueden ser: prolijos, pasivos, temerosos, tiernos, hogareños, seductores, soñadores y llorones. Asume que las niñas pueden ser: fuertes, valientes, osadas, decididas y enérgicas.

D) Enséñales a resolver los conflictos

No pierdas el control frente a ellos, no olvides poner límites, enséñalos a ser responsables; no insultes o descalifiques, y cede en aquellas cosas que pueden ser negociables.

E) Promueve los derechos


“NO" es un derecho individual, así que no tienes que ceder ante lo que otros digan. De este modo podrán defender sus ideas, creencias y espacios, y sentir que tener opiniones distintas y decidir por cuenta propia es importante. Del mismo modo, enseña a aceptar una negativa de parte del otro como un derecho fundamental de cualquier ser humano.

La violencia sobre las mujeres en todas sus facetas recorre las páginas de la historia, desfila por las calles de la sociedad, penetra las paredes de los hogares y se enquista en todos los ámbitos; sin embargo, tú tienes el poder de marcar en la educación de tus hijos e hijas la equidad de género.


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