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HISTORIAS
Golpes y lecciones de vida: Luis “Baboon” Palomino “Quiero que me recuerden como el mejor peleador de la historia del Perú”
Conquistando la gloria: una historia de lucha y perseverancia.
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ESCRIBE: BRYAN POMA | FOTOS: LILIANA BERAÚN
Luis Palomino es un peruano como tu o como yo, un peruano que la vida golpeó en varias oportunidades, un peruano que a sus cortos 10 años tuvo que irse con su familia a Miami en busca de un mejor futuro, un peruano al que el peligro del pandillaje de las calles estadounidenses estuvieron cerca de absorber, un peruano que no quiso dejarse vencer por las circunstancias y se abrió paso en los deportes de combate a base de sudor y sangre. Luis nació en Chorrillos. Los vagos recuerdos que tiene de su niñez en el Perú son breves, en comparación al destino que le esperaba en tierras norteamericanas. Su padre fue el primero en irse a Estados Unidos, meses después llevó a su madre y sus hermanas, para un año después, finalmente llevar a Luis y el resto de sus hermanos. “Fueron tiempos difíciles porque nos tuvimos que separar. Aún recuerdo que lloraba y me limpiaba las camisas de mis hermanos mayores”.
A su corta edad, su sueño era ser actor en las películas de acción que disfrutaba tanto ver. Con esas aspiraciones, Luis llegó junto a su familia en busca de un mejor futuro. Los Palomino se establecieron en cierta zona peligrosa de Miami, donde el pandillaje y la delincuencia se cobraba vidas y futuros. Ahí, entre armas y peleas callejeras, apareció un joven Luis Palomino, creyendo ser el protagonista de su propia película, esperando que el guión le favorezca con esos conocidos Deus ex machina que dotan a los personajes de convenientes situaciones que les ayudan a avanzar en su historia. Pero el guión de la vida no está escrito por mortales, pues si así fuera, esta historia no sería tan espectacular. El padre de Luis fue arrestado y encarcelado. El peso de mantener a seis hijos cayó en los hombros de su madre, quien por obvias razones carecía de tiempo para vigilar a cada uno de sus retoños. Entonces, él y sus hermanos tendrían que enfrentar las calles prácticamente solos, pues su madre se enfrentaba día a día a las dificultades económicas para poder ofrecerles una vida digna. “Mi mamá estaba sin papeles, no sabía hablar inglés y día a día trabajaba para sacarnos adelante. Vivíamos en una zona llena de pandillas, donde yo me peleaba casi en cada esquina”.
A Luis le fascinaba Mike Tyson. Este boxeador que, para los amantes del deporte de contacto, es una leyenda, una institución de la historia pugilística. Desde poco antes de mudarse a Estados Unidos, Luis ya tenía cierto conocimiento de boxeo, pues su padre lo había llevado a un gimnasio a pesar de su corta edad
y delgada contextura. En Miami, estuvo imposibilitado de continuar este camino, ya que el gimnasio de boxeo más próximo estaba demasiado lejos de su casa, por lo que su madre le prohibió ir. Empujado por las insaciables ganas de practicar un arte marcial, Luis descubrió la capoeira y comenzó a instruirse en un centro que estaba a corta distancia.
Pero Luis no quedó conforme solo con la capoeira, fue a aprender Jiu-jitsu y toda la filosofía de vida y disciplina que se imparte con este arte marcial. “Esta decisión me salvó del mal camino. Gracias a todos mis maestros a lo largo de mi vida, pude tomar mejores caminos, pude aprender de honor y respeto”, relata orgulloso.
Cierto día, Luis prendió la televisión y observó cómo uno de sus amigos con quien entrenaba, estaba teniendo una pelea profesional y entonces fue que, como él mismo dice, “se le prendió el foquito”. Recordó que durante los entrenamientos superó con creces a ese amigo y, entonces, reflexionó: “Si yo le doy duro a él, ¿por qué no puedo vivir de esto?”. Con esta idea fugaz, pero certera nació “Baboon”.

BATALLAS CON LAS ESTRELLAS
Pocos años después, el nombre de Luis “Baboon” Palomino comenzaba a sonar en diferentes partes del mundo, pues conquistó cuatro títulos en 4 diferentes organizaciones, en dos diferentes categorías de peso: en 145 libras campeón de XFC y CFA, y en 155 libras campeón de USFL y G Force. En esta travesía llena de sangre, cruzó su camino con un joven Jorge Masvidal



y lo derrotaría. Una victoria que “Baboon” consiguió sobre un guerrero que, sin que nadie se lo pudiese imaginar, sería uno de las estrellas más famosas y aclamadas de la UFC años después.
Pero faltaba ese “bautizo de sangre”, ese gran combate que todo peleador protagoniza para pasar a la posteridad. Sería entonces cuando, cual climax de guión, el peruano Luis “Baboon” Palomino coincidió su camino con el estadounidense, Justin “The Highlight” Gaethje, un peleador con una creciente popularidad, pues todas sus peleas eran guerras espectaculares que hacían vibrar al público, Gaethje también años después se convirtió en campeón interino de UFC y en una de sus principales estrellas.
Hablar de la primera pelea entre “Baboon” y “The Highlight” es hablar de artes marciales mixtas en su estado más alucinante. Si se busca en internet, uno se encuentra con comentarios de aficionados y expertos que la catalogan como una de las mejores peleas de todos los tiempos en la historia de este deporte. Una guerra de voluntades que duró cuatro rounds, donde la victoria coqueteó con ambos guerreros en muchos momentos del combate pero que, para desgracia de nuestro protagonista, Justin Gaethje salió victorioso. Aun así, no todo fue derrota para Luis ese día, pues ese fue su “bautizo de sangre”. Esa fue la pelea que hizo que las personas recordaran su nombre. Tan famosa y aclamada que se programó una revancha inmediata.
Cuando Luis es preguntado por sus combates con estas actuales estrellas de UFC, sonríe y se muestra abierto a un posible nuevo enfrentamiento con
cualquiera de los dos, “Quisiera volver a enfrentar a Justin Gaethje porque aparte de ser un buen luchador, él es un guerrero. Le llaman el “Highlight” por eso, porque siempre da show. Creo que hace falta una tercera pelea. Si es una estrella en UFC, lo sería también en BKFC. Esa sería una pelea que le gustaría a todo el mundo. La otra pelea que me interesaría, es con Jorge Masvidal, quien dice ser el “BMF” de UFC. Si quiere su revancha, ya se la he ofrecido, pero parece que no quiere tener un nuevo duelo conmigo”.
Luis continuó peleando en promotoras de MMA alrededor del mundo a pesar de que tenía problemas en los ligamentos de las rodillas. Pero, cual peruano, nunca se quejó, nunca lo dijo en una entrevista, nunca, pues serían excusas y él, que había aguantado cada golpe de la vida, no tenía tiempo para excusas. Solo quería pelear. “Había tanta gente que me seguía por mi trayectoria en MMA, que el propio presidente de BKFC, David Feldman, me dijo que los fanáticos no paraban de mencionar mi nombre para que me contratara. Ahí fue cuando contactamos y comenzamos a trabajar”, relata Luis.
Entonces, este guerrero de mil batallas conoció el boxeo a mano limpia. Un joven deporte que es uno





de los de mayor crecimiento en el mundo. A pesar de que para ese momento Luis estaba rozando los 40 años, la ambición y hambre de seguir haciendo historia fueron el combustible perfecto para que “Baboon” sumará un título más a su palmarés. Se convirtió en campeón mundial de las 155 libras. Defendería su corona unas cuatro veces y se aventuraría a algo que muy pocos se atreven: Aspirar a ser doble campeón, al retar al monarca de la división superior, Elvin León Brito.
La pelea ocurrió el 24 de junio del 2022. Aquel viernes, Luis “Baboon” Palomino se convirtió en el primer doble campeón de la historia de este deporte al derrotar a Brito por la vía de la decisión unánime. Lo más impresionante es que lo logró sin haber conocido la derrota en el boxeo a mano limpia. Con un récord invicto de 7-0, hoy en día, el peruano es considerado el número uno en el ranking libra por libra (ranking que determina al mejor de los mejores), fue elegido por votación popular el mejor peleador de BKFC e indudablemente, es considerado por fanáticos y periodistas como el GOAT de este deporte, ósea, el mejor de todos los tiempos.
Hoy, nuestro doble campeón mira a su pasado y se enorgullece, pero les manda un mensaje a los jóvenes soñadores, al gobierno, a la sociedad, “. Yo soy el ejemplo de lo que puede hacer este deporte por un adolescente. Fácilmente yo pude estar muerto o en prisión, pero el deporte me salvó”. Bien dijo el día que ganó su segundo cinturón “Si el Perú no va al mundial, nosotros llevaremos el mundial a Perú”. Aunque ahora está en una faceta más empresarial Luis seguirá es y seguirá siendo el mejor peleador libra por libra de la historia del Perú.