Punto
Final
Periodista se NACE no se NACE... Hace tiempo y como lo hemos venido diciendo, existe la creencia – si es que así se le puede decir - que el periodismo en todas o cada una de sus facetas, se puede estudiar. Por lo menos, existe una gran cantidad de imberbes que así lo creen y otra no menos cuantitativa que así se los hecho creer. De ahí el crecimiento casi disparatado de escuelas y hasta universidades que se han plegado al negocio. Entonces cabe preguntarse: El don se estudia o se nace con él…?. También cabe el interrogante de dónde o cuando estudiaron los maestros de la pluma o la palabra como José Clopatofsky, “Pacho” Restrepo Aroyabe, José María Muñoz, Larry King, Howard Cosell, Agustín Tamargo o el mismo Norberto Longo que – sin saber una palabra de inglés – se convirtió en el mejor periodista deportivo en español de la radio y televisión norteamericana. Recuerdo cuando niño a Carlos Corazina o a Dante Cortez que sin haber comenzado su etapa escolar, ya podían dibujar o tallar a un nivel inconcebible y yo, tal vez estimulado por sus obras, no podía ni siquiera embozar el “arbolito” del test de Karl Koch. De qué me hubiera servido más tarde ser uno más en la Universidad de Bellas Artes, me hubieran enseñado algo…? Más vale pienso que si uno nace con un don preciado, puede que en un centro de estudios se pueda perfeccionar o adquirir ciertas técnicas que consoliden sus dotes, caso contrario jamás podrán enseñarle nada. Ni el mudo hablará, ni el sordo aprenderá música. El periodista debe producir el toque místico entre el sentimiento y el raciocino; nada fácil pensando en la distancia a veces insalvable que existe entre el cerebro y el corazón, pero a la vez, transmitirlo, ver un hecho y transformarlo en noticia clara y fidedigna. Con eso se nace, no se estudia o en todo caso, pasarán a engrosar y a la vez a honrar, la glorificación cloacal de la profesión… juan carlos maimone
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