C
I
N
E
Un buen día en el vecindario Por Erzengel Lloyd Vogel es un periodista muy pesimista. La vida lo ha empujado a ver todo oscuro. En el ámbito editorial, todos los conocen por su manera de ser y los textos que escribe, al punto que muchos rechazan ser entrevistados por él.
para decir.
Lloyd se niega a escuchar a su padre, a quien odia porque su abandono lo obligó a hacerse adulto de golpe para responsabilizarse de su madre y su hermana, aunque su mujer piense que debería darle una oportunidad al anciano y escuchar lo que tiene
plantea, en uno de los varios encuentros que tienen. Lloyd está convencido de que es una fachada, un personaje que Rogers interpreta con maestría, pero nada real.
En medio de esto, Lloyd es enviado a entrevistar a Fred Rogers, el popular personaje televisivo al que todo Estados Unidos adora (salvando las distancias, Rogers fue como Piñón Fijo para los argentiPadre primerizo y marido enamorado, Lloyd car- nos: varias generaciones crecieron mirando su proga con el peso de haber sido abandonado por su grama y al día de hoy aún se cantan sus canciones). padre cuando era muy joven, lo que hace que sien- Lloyd se niega, pero su jefa le aclara que Rogers ta un gran peso sobre sus espaldas. Sin esperarlo, es el único que aceptó ser entrevistado por alguien nuestro protagonista se reencuentra con su proge- como él y debe hacerlo si desea mantener su fuente nitor en el casamiento de su hermana, donde Llo- de trabajo. yd acude como padrino de la boda. Ese encuentro Para nuestro protagonista, es imposible que Fred termina en pelea, aunque el hombre luego intente Rogers sea la persona buena, empática y preocuacercarse nuevamente para hablar con su hijo. pada por los demás que parece ser. Incluso se lo
23
