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MAGNÍFICA, Número 8, segunda quincena de abril de 2025. Revista quincenal de Circulación Controlada y Pagada. Editada, publicada y distribuida por 3A VIA EDICION PRODUCCION IMPRESION, SA de CV. Ignacio Zaragoza 411. Zona Centro. Aguascalientes, Aguascalientes. C.P. 20000. Editor Responsable: GABRIEL RAMÍREZ PASILLAS. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo: En Trámite. Certificado de Licitud de Título y Contenido: En Trámite. Registro en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación: Pendiente. Impresa por, C Gráfico RGA. Filemón Alonso Muñoz 210, Ciudad Industrial, Aguascalientes, Aguascalientes, C.P. 20290.
Francisco Miguel Aguirre Arias
> La Universidad en la Era de la Singularidad: Forjando a las Personas del Mañana
El eco ancestral del conocimiento resuena aún en los muros de la universidad, pero las preguntas que hoy se formulan en sus aulas son radicalmente distintas a las de antaño. Nos encontramos en la antesala de una transformación sin precedentes, donde la Inteligencia Artificial (IA) emerge no como una amenaza, sino como un nuevo horizonte que redefine las fronteras del trabajo, la creatividad y el aprendizaje mismo. En este crisol de incertidumbre y promesa, la universidad se erige como el faro que guía a las nuevas generaciones hacia un futuro que demanda adaptabilidad, pensamiento crítico y una profunda comprensión de lo que significa ser humano.
En México, y particularmente en Aguascalientes, la educación superior enfrenta el desafío de preparar a sus jóvenes para un mercado laboral en constante metamorfosis. Datos recientes indican que la automatización podría impactar significativamente diversos sectores de la economía mexicana, desde la manufactura hasta los servicios. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que alrededor del 52% de los empleos en América Latina tienen un alto riesgo de automatización. En Aguascalientes, con su fuerte sector industrial, esta realidad exige una reorientación de los planes de estudio y un fomento de habilidades que complementen, y no compitan, con la inteligencia artificial. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México, el 63.3% de la población de 3 a 24 años asiste a la escuela, lo que subraya la importancia de la educación como motor de desarrollo. En Aguascalientes, un estado conocido por su enfoque en la educación técnica y superior, el ciclo escolar 2022-2023 registró más de 66,000 estudiantes en educación superior, con una fuerte presencia en áreas como la ingeniería y la tecnología.
Las “carreras del futuro” ya no son un concepto lejano, sino una realidad palpable. Campos como la ciencia de datos, la ciberseguridad, la biotecnología, la ingeniería en energías renovables y el desarrollo de software especializado en IA experimentan una demanda creciente. Las universidades en Aguascalientes están respondiendo a esta necesidad, incorporando programas innovadores y actualizando sus currículos para dotar a los estudiantes de las herramientas técnicas y el conocimiento especializado que requiere el siglo XXI. Como la filosofía nos recuerda, “La educación no consiste en llenar un recipiente, sino en encender un fuego”. La universidad debe ser ese fuego que impulse la curiosidad y la sed de aprendizaje continuo en sus estudiantes.
Sin embargo, en esta carrera hacia la innovación tecnológica, corremos el riesgo de relegar al ostracismo las disciplinas humanísticas. ¿Qué papel juegan la filosofía, la literatura, la historia o las artes en un mundo cada vez más dominado por algoritmos y datos? La respuesta reside en la esencia misma de lo que nos hace humanos. La IA puede procesar información a velocidades asombrosas y realizar tareas complejas, pero carece de la capacidad de reflexionar sobre el significado de la existencia, de comprender las complejidades de la condición humana, de apreciar la belleza en una obra de arte o de construir argumentos éticos sólidos.
Como afirmaba Epicteto, “No son los acontecimientos los que perturban a los hombres, sino sus juicios sobre los acontecimientos”. En un futuro donde la IA transformará radicalmente nuestro entorno, la capacidad de analizar críticamente la información, de formular juicios éticos informados y de comprender las implicaciones sociales y culturales de las nuevas tecnologías será más crucial que nunca. Las humanidades nos brindan las herramientas conceptuales y la sensibilidad necesarias para navegar por estas aguas inexploradas.
En Aguascalientes, donde la tradición y la modernidad convergen, es fundamental reconocer el valor intrínseco de las carreras humanísticas. Un ingeniero puede diseñar un algoritmo brillante, pero un filósofo puede cuestionar su sesgo y sus implicaciones para la justicia social. Un científico de datos puede analizar patrones de comportamiento, pero un sociólogo puede interpretar su significado dentro de un contexto cultural específico. Un artista puede evocar emociones y desafiar nuestras percepciones, enriqueciendo nuestra experiencia humana de maneras que la IA aún no puede replicar.
La universidad del futuro debe ser un espacio donde la ciencia y la tecnología dialoguen con las humanidades, donde la lógica se entrelace con la creatividad y donde la búsqueda de la eficiencia se equilibre con la reflexión ética. Los jóvenes que hoy transitan por sus aulas deben ser formados no solo como especialistas en un campo determinado, sino como ciudadanos globales, capaces de adaptarse a la incertidumbre, de pensar de manera innovadora y de contribuir a la construcción de un futuro más justo y humano.
Como decía Marco Aurelio, “Pregúntate a ti mismo a cada momento: ¿Qué tal esto para la muerte de un hombre, haber cumplido con su deber?”. Nuestro deber como sociedad y como instituciones educativas es preparar a las nuevas generaciones no solo para sobrevivir en el futuro, sino para prosperar, manteniendo viva la llama de la curiosidad, el pensamiento crítico y la profunda apreciación por la riqueza y complejidad de la experiencia humana. La universidad, en su esencia más pura, debe seguir siendo el crisol donde se forja las personas del mañana, un ser capaz de integrar la inteligencia artificial sin perder su propia humanidad.
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hayan vuelto
Luis Enrique Aguirre Arias / @eltacticoclub
En un país donde el fútbol es religión, pasión y a veces hasta pleito familiar, formar a los directores técnicos que orquestan el juego no es cosa menor. Imagina una institución que va más allá de gritar desde la banca: te dota de tácticas, ciencia y sensibilidad humana para liderar equipos de élite. Esa es la Escuela Nacional de Directores Técnicos (ENDIT), parte del Sistema Nacional de Capacitación de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).
¿Quieres ser el próximo Pep Guardiola mexicano o el nuevo Javier Aguirre? El ENDIT, con su lema de formar técnicos que eleven “Nuestro Fútbol”, es el camino. Dirigido a egresados de bachillerato apasionados por el deporte, su currículum está alineado a estándares de UEFA y Conmebol, con un alto grado de interés por la enseñanza y el desarrollo futbolístico en aspectos físicos, técnicos, tácticos y psicológicos.
El programa es un viaje dividido en tres módulos, cada uno con una duración aproximada de cinco a seis meses. Aquí no solo aprendes a alinear jugadores en una pizarra; te sumerges en un currículum que mezcla teoría, práctica y filosofía futbolística. La nueva estructura está conformada por:
• Licencia D, C y B: Iniciación al Fútbol InfantoJuvenil (NIVEL 0, I, II): Preparar al futbolista para introducirse en el deporte, mejorando su estructura individual hacia aspectos más colectivos.
• Licencia A: Especialización del Fútbol Juvenil Élite (NIVEL III): Perfecciona habilidades técnico-tácticas, profundizando en el juego colectivo y el modelo de juego.
• Licencia PRO: Fútbol Profesional (Nivel IV): Perfila al futbolista y optimiza sus fundamentos individuales, grupales y colectivos, buscando una transferencia total al modelo de juego. Cada módulo culmina con una certificación avalada por la FMF, que te otorga licencias específicas para dirigir desde categorías infantiles hasta la Licencia PRO, válida para Liga MX, Ascenso MX y Liga MX Femenil. Las clases, en modalidad híbrida, incluyen prácticas en cancha.
Jaime Lozano
El programa tiene campus en varias ciudades, como:
• Campus Guadalajara: CUCSH Belenes
• Campus León: GEN Esmeralda
• Campus Mérida: Universidad Modelo
• Campus Monterrey: Unidad Deportiva Nuevo Mezquital
• Campus Morelia: Av. Montaña Monarca.
• Campus Pachuca: Universidad del Fútbol
• Campus Puebla: Universidad Interamericana
• Campus Querétaro: La Loma Centro Deportivo
• Campus San Luis Potosí: Colegio Real de San Luis
• Campus Tijuana: Estadio Caliente
• Campus Toluca: Federación Mexicana de Fútbol
• Campus Veracruz: Universidad Cristóbal Colón Campus Calasanz
• Campus Ciudad Juárez: Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
• Campus Culiacán: Club Dorados de Sinaloa
Cada sede adapta horarios y dinámicas, pero todas comparten el mismo rigor.
Para entrar, necesitas: ser mayor de 18 años, dominar el español, tener pasaporte o INE, residencia legal, certificado de bachillerato (o superior) y una foto digital. Los costos aproximados en 2025 son:
• Licencias D, C, B: $3,000 inscripción + 6 pagos de $4,000
• Licencia A: $4,000 inscripción + 5 pagos de $4,000
• Licencia PRO: $4,000 inscripción + 9 pagos de $4,000 ¿Caro? Frente a una universidad privada, es accesible, y no exige título, solo pasión y preparación. Pero la realidad pica, el fútbol mexicano favorece a exjugadores o nombres conocidos. Aún así, casos como Jaime Lozano o Rafael Puente Jr. prueban que el éxito es posible con esfuerzo y red de contactos.
Si sueñas con dirigir bajo lluvia o celebrar un gol clave, este es tu arranque. Visita fmf.mx o contacta una sede. En el fútbol, como en la vida, gana quien se prepara.
Erick Diego Aguilar / @terceraviamx
En la segunda temporada de The Bold Type, una serie centrada en mujeres jóvenes que trabajan en una revista de moda, la protagonista Jane Sloan descubre que su madre no terminó la universidad. Jane lo interpreta como un signo de abandono, de renuncia. Pero su madre le responde con una verdad incómoda y potente: “A veces no es el momento, y a veces uno se da cuenta después de lo que sí quiere hacer”.
Durante décadas, nos han vendido la idea de que estudiar una carrera universitaria es una decisión que debe tomarse justo después del bachillerato. Como si la vida funcionara como una cinta transportadora que, una vez que te sales del camino “correcto”, ya no puedes volver a subirte. Pero en tiempos donde la estabilidad laboral, la salud mental y el sentido de propósito se ponen cada vez más en crisis, ¿tiene sentido seguir pensando que hay una edad límite para aprender o empezar de nuevo? Spoiler: no. No tiene ningún sentido.
¿Y quién va a cuidar a tus hijos? “ “
> El mito de la “edad universitaria”
La narrativa tradicional sobre la universidad está profundamente anclada en la juventud: entrar entre los 17 y 20 años, vivir experiencias intensas, egresar a los 23 y empezar una vida laboral lineal. Pero esta narrativa no solo es restrictiva: es también profundamente clasista, capacitista y adultocentrista. En México, según datos del INEGI, apenas el 23% de las personas mayores de 25 años cuenta con estudios universitarios completos. Y en muchos casos, las razones por las cuales se interrumpen o postergan los estudios no tienen que ver con falta de interés o de “vocación”, sino con barreras económicas, responsabilidades familiares, salud o falta de oportunidades. Aun así, persiste la idea de que estudiar después de los 30 es una especie de acto “heroico” o de excepción. Una narrativa que, sin quererlo, termina reforzando la idea de que la educación tiene fecha de caducidad.
Volver a la universidad después de los 30 (o entrar por primera vez) se vive, muchas veces, con miedo. No solo por el desafío académico, sino por el juicio social. Las preguntas incómodas empiezan a llegar desde todos lados: “¿Y eso no es para chavos?”, “¿No te da pena estar con puro adolescente?”, “¿Y quién va a cuidar a tus hijos?”, “¿Todavía te alcanza la cabeza?”.
Estas frases, que pueden sonar chuscas, son en realidad la punta del iceberg de un sistema que castiga los cambios de rumbo, que impone ritmos únicos de crecimiento y que se resiste a aceptar que el aprendizaje no es lineal ni exclusivo de una etapa de la vida.
Frente a este estigma, han emergido comunidades de estudiantes adultos que comparten sus experiencias y se acompañan en el proceso. Desde foros de Reddit hasta colectivos en TikTok e Instagram, cada vez es más común ver relatos de personas de 30, 40 e incluso 60 años que regresan a las aulas para estudiar Derecho, Psicología, Medicina o Artes Visuales.
> Aprender no tiene edad (y sí, las estadísticas lo confirman)
La UNESCO ha insistido en múltiples informes en el valor de la educación continua a lo largo de la vida. No solo como un derecho, sino como una herramienta para adaptarse a contextos cambiantes, desde crisis económicas hasta transformaciones tecnológicas.
En países como Canadá, Australia o Finlandia, los programas universitarios para mayores de 25 o 30 años son cada vez más comunes. En México, universidades como la UNAM, la UDG y la UAM ofrecen opciones de ingreso para personas fuera de la “edad regular”, aunque aún faltan políticas más inclusivas y recursos adaptados a estas poblaciones.
En Estados Unidos, la cifra de estudiantes mayores de 25 años representa casi el 40% de la matrícula en instituciones de educación superior, según datos del NCES (National Center for Education Statistics).
Volver a estudiar después de los 30 no es igual a hacerlo a los 18, y eso está bien. La experiencia vital cambia por completo el enfoque con el que se enfrentan las clases, las lecturas, los proyectos.
Muchos estudiantes adultos reportan que, aunque enfrentan desafíos (como el tiempo, la memoria, el cansancio o la carga laboral), también tienen ventajas: mayor compromiso, claridad vocacional, autonomía y una motivación distinta.
Además, la universidad también se transforma cuando hay diversidad etaria. Las aulas que integran personas de distintas generaciones tienden a fomentar debates más ricos, menos centrados en las modas académicas y más orientados a la vida real.
> ¿Reiniciar o redireccionar?
Estudiar después de los 30 no significa volver al punto de partida. Es, en todo caso, un proceso de redirección de trayectoria. Muchas personas no abandonan todo lo anterior, sino que resignifican sus experiencias pasadas: una contadora que se vuelve terapeuta, un arquitecto que se convierte en escritor, una administradora que decide estudiar educación para trabajar con infancias.
Cambiar de carrera es también un acto de rebeldía contra la narrativa del “éxito temprano” y del “camino único”. Es una forma de decir: no quiero seguir haciendo esto solo porque lo empecé hace años.
Estudiar no es un tren que se va. Es una posibilidad que puede estar estacionada, en pausa o en construcción. Empezar una carrera después de los 30 no es un fracaso ni una locura: es una decisión profundamente valiente, autónoma y coherente con lo que somos hoy.
Volver a la universidad no es solo una inversión profesional: es una apuesta por ti.
Erick Diego Aguilar / @terceraviamx
¿Has visto la peli Lady Bird? pues #SpoilerAlert, la cinta tiene una escena específica donde la protagonista -una adolescente irreverente de Sacramento- le grita a su madre que quiere estudiar arte en Nueva York. Su madre, cansada, le responde con la frase que más repiten los padres del mundo cuando no entienden la elección vocacional de sus hijxs: “¿Y cómo piensas pagar eso?”.
En una escena que condensa décadas de tensiones familiares, lo que parece una discusión sobre dinero en realidad es un choque de mundos: la madre busca seguridad, mientras la hija busca sentido. Dos lenguajes distintos, dos generaciones intentando entenderse a gritos, cuando lo que ambas necesitan es una conversación real.
Esa escena no es una excepción. Para muchxs jóvenes en México y América Latina, elegir una carrera no solo implica un acto de autonomía, también representa entrar en un campo de batalla simbólico donde se ponen en juego los sueños, los miedos y los mandatos familiares.
Padres y madres que crecieron en contextos de crisis económica, desempleo y precariedad, es comprensible que busquen para sus hijes trayectorias estables “ “
> ¿Una carrera “de verdad”? El juicio generacional disfrazado de preocupación
Frases como “eso no es una carrera”, “estudia algo con salida laboral” o “primero una carrera seria, luego haces lo que quieras” son más comunes de lo que parecen. A primera vista pueden parecer consejos “sensatos”, pero en el fondo cargan con una serie de prejuicios profundamente generacionales sobre lo que significa tener éxito profesional.
Para generaciones de padres y madres que crecieron en contextos de crisis económica, desempleo y precariedad, es comprensible que busquen para sus hijes trayectorias estables, rentables y, en lo posible, socialmente valoradas. Pero lo que muchas veces no se ve es que ese afán por asegurar el futuro puede convertirse en una forma de invalidar las vocaciones emergentes.
Hoy, carreras como diseño de videojuegos, estudios de género, comunicación digital, producción musical o gastronomía se enfrentan con el estigma de ser “modas pasajeras” o “hobbies disfrazados de estudios”, cuando en realidad responden a cambios estructurales en el mundo del trabajo y del conocimiento.
> ¿Moda o transformación cultural?
Las carreras que hoy parecen “nuevas” o “raras” no surgieron de TikTok o YouTube. Muchas de ellas están directamente relacionadas con transformaciones culturales, tecnológicas y económicas que afectan al mundo entero. Por ejemplo:
Según Statista, la industria de los videojuegos genera más ingresos globales que el cine y la música combinados.
La demanda de diseñadores UX/UI se ha disparado con la digitalización de servicios y productos.
Las ciencias sociales y humanidades han cobrado nuevo valor para analizar fenómenos complejos como la desinformación, las crisis migratorias o los movimientos sociales.
No es que lxs jóvenes “inventen” carreras. Es que el mundo cambia, y con él cambian también las herramientas necesarias para habitarlo.
> Las carreras tradicionales también están cambiando (y no garantizan nada)
Uno de los grandes argumentos para empujar a los hijes hacia carreras “tradicionales” como Derecho, Contaduría o Medicina es que “tienen salida”. Pero esa afirmación cada vez se sostiene menos.
Según datos del Observatorio Laboral de México, muchas de las carreras consideradas “seguras” también tienen altos niveles de desempleo o informalidad, especialmente cuando no se cursan en instituciones de alto prestigio o con redes sólidas de contactos.
Además, la sobreoferta de profesionistas en áreas saturadas ha generado fenómenos como médicxs trabajando como repartidores, abogadxs sin cédula litigando en condiciones precarias o ingenierxs trabajando en ventas por comisión.
La estabilidad ya no está en el nombre de la carrera, sino en la capacidad de adaptación, la pasión por lo que se hace y las habilidades blandas que se construyen a lo largo del camino.
Escuchar lo que tu hije quiere estudiar puede resultar desafiante. Pero no porque no tenga sentido, sino porque confronta una narrativa familiar, una historia de sacrificios y expectativas que muchas veces no se verbaliza, pero pesa.
Para acompañar sin juzgar, puedes empezar por:
Hacer preguntas reales, no trampas encubiertas: en lugar de “¿Y eso te va a dar para vivir?”, probar con “¿Qué es lo que más te entusiasma de esa carrera?”
Investigar junto con ella, sin usar Google como arma: si te dice que quiere estudiar animación, entra con ella a conocer universidades, portafolios, campos laborales.
Recordar que el camino no es lineal, ni definitivo: hoy más que nunca, las personas cambian de rumbo, hacen posgrados en otras áreas o combinan saberes.
Y sobre todo, es fundamental reconocer que no es tu vida, ni tu carrera, ni tu realización personal la que está en juego. Es la suya. Lo que impulsa a una persona a estudiar y mantenerse en una carrera no es si fue “buena idea” o si tenía “salida laboral”. Es el sentido que esa carrera tiene en su vida, el entusiasmo por aprender, las ganas de aportar algo, la conexión con sus talentos.
Apoyar una elección de carrera no significa cerrar los ojos a los riesgos. Significa estar ahí para acompañar, para preguntar, para sostener cuando las cosas se pongan difíciles. Significa confiar en que tu hije sabrá hacer su propio camino, incluso si se tropieza.
> Acompañar no es dirigir
Tu hije no te está desafiando al querer estudiar moda, artes escénicas, sociología o animación. Te está invitando a verla como alguien autónomo, con sus propios intereses, sensibilidades y proyecto de vida.
Acompañar una vocación es una de las formas más hermosas de ejercer la maternidad o la paternidad: no como una guía infalible, sino como alguien que camina al lado, que cree, que anima y que dice: “Estoy contigo, aunque no entienda del todo tu camino”.
Porque al final, las carreras pueden cambiar, las modas también, pero la confianza en lo que somos y lo que soñamos, esa sí puede durar toda la vida.
Karla Lisseth Avalos García / @somoslja
Un grupo de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial de EdgeHub logró el primer lugar en la categoría de Talento Humano del Hackatón Mobility 2025, organizado por el Instituto de Educación de Aguascalientes en colaboración con la Coordinación de Movilidad del Estado.
El equipo ganador está conformado por Fernanda Hernández, Hanna Vázquez, Naydelin Citlali Jiménez, Baruc Ramírez, Ángel Palomino y Emiliano González, quienes desarrollaron un proyecto de alto impacto social enfocado en la salud mental y el estado físico de los operadores del transporte público.
> Sin miedo a la IA
Baruc Ramírez explicó la problemática que motivó su propuesta: “Hoy vimos que hay más de 9,000 accidentes al año debido a estas causas”. La solución presentada fue una aplicación que utiliza machine learning para escanear el rostro de los operadores y detectar su estado emocional: “Nuestro algoritmo se encarga de escanear la cara de los operadores de camión con el objetivo de detectar si están cansados, felices o tristes. De este modo, es posible identificar la fatiga durante la jornada laboral y evitar accidentes a causa del estrés, la ansiedad o la exposición al calor y las altas temperaturas, así como al tránsito vehicular y el trato con otras personas. Analizamos sus emociones para determinar si requieren un descanso o alguna acción para mejorar su salud mental”, explicó Ramírez. Además, la app detecta si el operador se queda dormido: si cierra los ojos por más de cuatro segundos, se activa una alarma inmediata para prevenir un accidente.
En cuanto al modelo de negocio, Emiliano González detalló que el sistema es accesible y pensado para que pueda implementarse de forma masiva sin generar altos costos para las empresas. El enfoque principal del equipo está en resolver una problemática real que afecta a miles de personas cada año, más que en obtener una ganancia inmediata: “Necesitamos un microcontrolador que cuesta aproximadamente 1,000 pesos y el sistema cuesta unos $700 pesos. Evaluamos un esquema de 5 pesos por camión al mes para mantenimiento y acceso a la plataforma. Aunque los jueces nos sugirieron aumentar el precio para mejorar el margen de rentabilidad, por ahora nosotros vemos más importante atacar la problemática y generar un impacto real con inteligencia artificial, más allá de obtener un beneficio económico”, indicó.
> El éxito llegó desde el primer Hackatón
A propósito de su experiencia en su formación académica y profesional, los estudiantes coincidieron en que la Inteligencia Artificial es el presente y el futuro: “Ingresamos a la carrera porque, al ser nueva, llama mucho la atención. Es algo que está en tendencia, viene el futuro y el futuro es hoy”, compartió Fernanda.
De igual modo, los jóvenes reflexionaron sobre el potencial de esta disciplina, sus aplicaciones y los retos éticos que representa: “Estamos viendo apenas las puertas de lo que será el futuro. La inteligencia artificial está llevándonos a la industria 4.0. Creo que la robótica y la inteligencia artificial están a muy pocos años de lograr la construcción de los primeros robots con capacidades humanas reales. Ese fue uno de mis motivadores para estudiar esta carrera”, comentó Emiliano. Además, destacaron el valor de la formación práctica y el enfoque de su universidad: “Estudiamos en EdgeHub porque tiene un buen plan de estudios. Las clases son muy dinámicas, usamos la metodología Learning by doing, y los profesores trabajan en empresas reales, lo cual nos da herramientas para estar listos desde ya”
Finalmente, compartieron su entusiasmo por la experiencia de haber participado y ganado el Hackatón: “Fue nuestro primer Hackatón. Pasamos frío en la casa de campaña, pero valió la pena. Fue muy padre convivir con otras universidades y ganar. Estamos seguros de que esta experiencia se va a repetir”, concluyeron.
En un mundo saturado de discursos, donde la autenticidad a veces parece un lujo, dos jóvenes decidieron hacerlo con su propia voz, literal y simbólicamente. Entrevistamos a Julio y Kristoff, ganadores de la convocatoria Mayo Gallo y nuevos conductores del festival que reunirá a artistas como Girl Ultra, Disco Bahía y What the Funk. En sus relatos descubrimos qué pasa cuando los jóvenes se animan a ser visibles, y qué herramientas existen para vencer los miedos más íntimos y persistentes. La aventura comenzó con un simple llamado en redes sociales: grabar un reel sobre el Museo de la Muerte. A través de las plataformas de difusión cultural, se invitaba a los jóvenes a participar en ExpresUAA y ExpreSUR, donde el verdadero reto era presentarse ante otros, mostrar talento, y hacerlo con autenticidad.
La experiencia de ser joven en transición a la esfera pública es confusa, porque tienes que aprender a usar reglas que más bien parecen dichos, para luego experimentar con que nuestra generación no les agrega el mismo valor y significado. Nacimos acostumbrados a la propaganda, crecimos escuchando comerciales de shampoos y políticos que prometían mucho y no cumplían nada. Para mi generación, es común que cualquiera intente venderte algo: una idea, un producto, una versión de sí mismo. Vivimos en un eterno Día de los Inocentes, adivinando quién habla desde la verdad y quién solo quiere convencer. Por eso, hoy se valora más lo auténtico que lo correcto, más lo genuino que lo formal. Lo que hace conexión, es reconocer a una persona como genuina, ya que cuando alguien se muestra auténtico, es más probable que prefiera ser honesto por encima de convencerme de cualquier cosa, por lo tanto se valora la variedad. Entonces, al definir la autenticidad en contextos generacionales actuales, no hablamos de reglas ni formas específicas.
Un claro ejemplo de esto es Julio Reyes, uno de los ganadores del concurso mayo gallo. Que consideraba un gran conflicto su tono de voz: “Yo suelo ser femenino, y yo cambiaba por una voz masculina, hasta que una amiga me dijo que utilizara mi propia voz. Por intentar encajar o pensar que iba a conseguir más oportunidades cambiándome a mí. Antes de subir al escenario, decidí que quería parecerme a mí mismo. Voy a pensar que estoy conociendo a alguien, que es cualquier joven que me topo en la universidad como si estuviera en una fiesta, que es cuando soy más transparente”.
> Herramientas para evitar el autosabotaje Kristoff nos platica su ritual. El primer acento está en las redes de apoyo, la importancia de rodearte de personas que inspiren, alienten y confíen en ti. Después, aprender a usar la herramienta del autodebate a las propias creencias, con ejercicios como traer a la mente los peores escenarios, dividirlos por los que son improbables, y que al final de cuentas ninguno lleva a algo lo suficientemente grave como para no intentarlo. Teniendo en cuenta esto, después destacan la importancia de haber subido a un escenario antes, para recordar las veces que sí lo han logrado y por más que se trate de una oportunidad más imponente no es tan distinto de lo familiar. Kristoff nos comenta que “hacer esto fue algo muy parecido a la experiencia que ya tenía en teatro, me metí en el personaje aunque me moría de miedo, pero pensaba que era un personaje más que se aventuraba a taparse la vergüenza”
La vida se compone de algo más que cosas, se compone de hechos, así pues: la realidad es la totalidad de los hechos. El lenguaje tiene la capacidad de representarlos pero también puede negarlos o distorsionarlos, frente a esto: ¿cuál es el trabajo de un comunicólogo? en palabras de Kristoff Damián, “no todos comunican de forma asertiva, pero todo comunica”, la responsabilidad radica en usar los medios comunicativos para abordar el mensaje más responsable con el ambiente y la diversidad cultural, y además darte a entender con la mayor parte del público como sea posible.
> Lo que nos dejan Julio y Kristoff
• La autenticidad no se mide por la perfección, sino por la honestidad.
• Subirse a un escenario es un acto de valentía, no de certeza.
• Rodearse de apoyo es tan importante como el talento. Al final, más que ganar un concurso, lo que Julio y Kristoff conquistaron fue un espacio donde su autenticidad no solo fue bienvenida, sino aplaudida. En tiempos donde comunicar es también resistir a la impostura, sus voces nos recuerdan que ser genuino no es una carencia de estilo, sino una forma radical de presencia. Tal vez ahí esté el verdadero “jale” de un comunicólogo: tender puentes entre lo que se siente y lo que se dice, entre el miedo y el escenario. Y si eso empieza con una sola persona que decide hablar con su propia voz, ya es suficiente para mover algo.
Ramírez Pasillas / @somoslja
> Construir un sueño con alas propias
En el corazón del laboratorio de aeronáutica, donde las ideas toman forma entre planos, motores y aluminio, un grupo de estudiantes y docentes trabaja con precisión quirúrgica en lo que podría parecer un sueño inalcanzable: un avión no tripulado (UAV) construido desde cero. No se trata de un experimento académico, ni de un simple ejercicio de clase. Es un proyecto real, tangible, que se encuentra ya en su fase final de manufactura.
José Ángel Silva Aparicio, Berenice López Nieves y Sebastián Cárdenas, estudiantes de la carrera de Ingeniería en Aeronáutica, comparten con entusiasmo los detalles del proceso. Cada uno ha encontrado su lugar dentro del equipo, colaborando desde la aerodinámica hasta la fabricación de componentes estructurales. Su mirada brilla con la seguridad de quien no solo estudia un tema, sino que lo construye, lo ensambla y lo pone en movimiento.
> La manufactura del vuelo
En este ambicioso proyecto, Berenice López, encargada del área de manufactura, resalta uno de los componentes más importantes: el motor Rotax 912, un propulsor de cuatro cilindros capaz de mantener vuelos prolongados sin la necesidad de un piloto a bordo: “Este motor nos permite pensar en distancias largas, en eficiencia y en confiabilidad”, explica y destaca que, más allá de la potencia, lo que hace único a este UAV es el cuidado detrás de cada detalle.
La aeronave está fabricada principalmente con aluminio 6061, un material que ofrece ligereza y resistencia, dos cualidades esenciales en la ingeniería aeroespacial. Estas decisiones no son casuales, sino el resultado de horas de análisis, pruebas y simulaciones, muchas de ellas realizadas dentro del túnel de viento, que ha sido clave para validar el rendimiento aerodinámico de la nave.
> Teoría que se convierte en realidad Luis García, docente responsable del curso de propulsión, no oculta su orgullo al ver a sus alumnos ir más allá de lo esperado: “Nos enorgullece ver cómo los estudiantes progresan, cómo llevan la teoría al plano práctico. Este UAV no es solo un proyecto académico, sino un prototipo que podría tener aplicaciones reales en el futuro cercano”, afirma.
Y es que la apuesta de la Universidad Politécnica por fortalecer sus programas de ingeniería con proyectos de alto impacto tecnológico comienza a rendir frutos. Los estudiantes no solo se forman en los salones de clase, sino también en el laboratorio, donde el conocimiento se ensambla pieza por pieza.
> Pruebas que apuntan al cielo
Aunque las primeras evaluaciones del prototipo se realizaron en condiciones controladas dentro del laboratorio, la etapa más esperada está por llegar: el vuelo de prueba real, fuera del campus, en un espacio que cumpla con las normativas aeronáuticas. Según detalla Berenice, este momento será determinante: “No se trata solo de que funcione en papel o en simuladores. Tenemos que comprobar que el UAV es seguro y eficiente en un entorno real”.
Esta prueba no es solo un trámite técnico. Es un ritual de paso, un momento simbólico donde todo el esfuerzo acumulado encuentra su razón de ser. Es también una confirmación de que el conocimiento, cuando se vive desde la práctica, tiene el poder de transformar no solo a los estudiantes, sino también a la industria que los espera.
> Una carrera que despega
La carrera de Ingeniería en Aeronáutica en la Universidad Politécnica se consolida como una incubadora de talento y creatividad. Con proyectos como este UAV, queda claro que los jóvenes no están solo aprendiendo a volar: están diseñando las alas con las que volarán. Y mientras las piezas finales se ajustan, y los controles son calibrados una y otra vez, algo queda claro en el ambiente del laboratorio: aquí, el cielo no es el límite. Es apenas el comienzo.
Aldo García Avila / @somoslja
> De los videojuegos a la docencia
“La verdad, yo comencé como profesor de manera inesperada”, relata Roberto Soto Soto, director del Tec de Monterrey campus Aguascalientes. “Durante muchos años, me dediqué a la programación en la industria de los videojuegos en Microsoft, incluso tuve la oportunidad de testear las primeras versiones del exitoso Halo. En cierto momento, un directivo del Tec me ofreció dar una clase; fue precisamente en el salón de clases cuando me di cuenta de que me emocionaba más contar cómo me había ido con el grupo y lo que estaban aprendiendo los muchachos que mi trabajo en programación. Así descubrí mi pasión por la docencia y también fue como descubrí que la educación de calidad puede transformar la vida de las personas” Una de las mayores satisfacciones que la docencia le ha dado a Roberto Soto es ver cómo las y los estudiantes pasan del “No sé” al “¡Ya le entendí!”, un instante que, en cierto modo, también significa alcanzar la iluminación: “Y no es que yo les dé la iluminación, porque creo que ellas y ellos mismos de una u otra forma pueden encontrar el camino para resolver cualquier problema, pero ser un facilitador de ese cambio es algo que a mí me gustó mucho”.
Roberto Soto Soto es originario de Ciudad Obregón, Sonora, y desde hace seis años convirtió Aguascalientes en su hogar: “Desde que llegué, no tengo más que flores para la ciudad y para las personas que aquí viven; es gente muy honesta y que se conduce con mucha ética y rectitud. Es muy grato trabajar con la gente de Aguascalientes, porque siempre logramos llegar a grandes acuerdos que nos permiten desarrollar los proyectos más ambiciosos”, expresó.
El Tec de Monterrey fue fundado en 1943 por don Eugenio Garza Sada, con un solo propósito: transformar la vida de las personas para que se conviertan en agentes de cambio en sus lugares de trabajo, en sus organizaciones, pero sobre todo en sus comunidades y el entorno en el que vivan. Para don Eugenio, la creación de este círculo virtuoso, a su vez, contribuiría a la transformación de nuestro país, de ahí que afirmara que la educación lo puede todo.
En consonancia con la visión de don Eugenio Garza Sada, Roberto Soto tiene la convicción de que la educación transforma la vida de las personas: “El Tec de Monterrey impulsa al más alto nivel el talento de sus estudiantes. Para lograrlo, la institución se involucra en proyectos muy relevantes para buscar soluciones con una perspectiva global. Gracias a esa vocación, el Tec es la universidad número uno entre las privadas en México, la séptima en Latinoamérica y la 185 a nivel mundial, es decir, nos hemos posicionado en una liga que nos permite potenciar el talento de nuestras y nuestros estudiantes”, afirma.
La educación es mucho más que un medio para el desarrollo individual: es una herramienta para transformar comunidades “ “
> Mejora continua para proyectar el talento
El Tec de Monterrey ha consolidado su presencia en los últimos años a través de diversas acciones. Roberto Soto, además, identifica tres aspectos fundamentales: la selectividad en el ingreso, el perfil de su facultad docente y el modelo educativo de vanguardia.
“Hemos adoptado prácticas de las mejores universidades del mundo”, explica Roberto, “Por ejemplo, los procesos de admisión ahora son más rigurosos, porque no solo se toman en cuenta los promedios y puntajes en las pruebas y exámenes; el objetivo es conocer a fondo las aspiraciones, metas y plan de vida de quienes desean estudiar en el Tec, para que podamos proyectar sus talentos y puedan desarrollarse en aquello que les apasiona”
Respecto al profesorado, Roberto Soto indicó que el Tec también cuenta con procesos de integración muy exigentes para las y los profesores que aspiran a sumarse a la institución, pero sobre todo existe un meticuloso programa de mejora continua en las técnicas didácticas, con el fin de lograr mayor impacto en el aula: “Nuestro profesorado está en constante capacitación para captar la atención de los estudiantes y adaptar su práctica a los retos actuales”.
> El modelo de socios formadores
Uno de los pilares del modelo educativo del Tec de Monterrey radica en el trabajo que se realiza con socios formadores, es decir, empresas u organizaciones que se integran directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este esquema, explicó Roberto Soto, permite que las y los estudiantes resuelvan retos y desafíos empresariales, industriales o corporativos reales durante su formación académica.
“Se trata de que la academia y la organización definan conjuntamente un problema que el estudiante va a enfrentar. No es mandarlo a la empresa por mandarlo, sino que haya un acompañamiento con valor curricular, valor para la empresa y, claro, también cumplimiento de los objetivos académicos”, y destacó que este enfoque ha demostrado gran eficacia en la formación profesional de las y los jóvenes.
> Resolver problemas sociales, ambientales y de gobernanza
El Tec de Monterrey busca mantenerse a la vanguardia. Por ello, constantemente realizan pruebas, evaluaciones y actualizaciones de los planes educativos, con el objetivo de garantizar que, en todo momento, resuelvan problemas y desafíos reales.
Roberto Soto explica que los planes académicos del Tec rumbo al 2030 tendrán como objetivo el consolidarse como una universidad de excelencia académica con un liderazgo global, un entorno de innovación y emprendimiento, y un fuerte enfoque en investigación aplicada: “Queremos resolver problemas sociales, ambientales y de gobernanza. No estamos preocupados, estamos ocupados en lograrlo”, subrayó.
> La reversa también es cambio
A veces, el camino profesional no es una línea recta, sino una serie de giros, ajustes y descubrimientos personales que, con el tiempo, nos conducen a donde realmente queremos estar. Por eso, para Roberto Soto, la reversa también es cambio: “Yo comencé mi formación como ingeniero en electrónica en el Instituto Tecnológico de Sonora, pero después de dos años descubrí que mi verdadera vocación estaba en otro campo. Entonces me cambié al Tec de Monterrey para estudiar Ingeniería en Sistemas de Información. Más adelante, cursé un posgrado en negocios para ampliar mi visión profesional y que también me permitió conectar la tecnología con la gestión estratégica. En este momento, por ejemplo, me interesa formarme en temas de ciencias sociales y gobierno, porque creo firmemente que los grandes retos de nuestro tiempo requieren enfoques interdisciplinarios. Creo que a lo largo de la vida podemos aprender muchas cosas, y nunca es tarde para cambiar de rumbo o sumar nuevas perspectivas”
Este tránsito entre disciplinas le ha dado una certeza: la carrera ideal no es necesariamente la que garantiza un empleo inmediato, sino aquella que se alinea con el propósito personal: “Lo que marca la diferencia es tener pasión por lo que haces. No es lo mismo tener una carrera que tener un propósito”, destaca Roberto Soto.
Con esa premisa, invita a las y los jóvenes a perder el miedo a equivocarse, pero sobre todo los exhorta a redefinirse y, en especial, a buscar lo que les inspire: “Cuando tienes un propósito, no hay horarios. A mí, por ejemplo, me sucede que hay días en que me quedó hasta las diez de la noche en el campus y no lo siento como trabajo. Para mí, es un placer colaborar, compartir y construir desde la educación”
La educación es mucho más que un medio para el desarrollo individual: es una herramienta para transformar comunidades. “Servir a los demás es, al final, la hipoteca social que todos debemos pagar”, reflexiona Roberto Soto.
> 80 años de liderazgo educativo y contando
Una de las anécdotas que más se han relatado sobre don Eugenio Garza Sada y la fundación del Tec tiene que ver con lo difícil que suponía crear en México una institución similar al Massachusetts Institute of Technology (MIT). Don Eugenio era consciente de que no sería una tarea fácil, pero su objetivo era que las y los jóvenes pudieran contar con una opción académica de la más alta calidad; así, no tendrían que dejar el país para formarse en otros lugares.
En palabras de don Eugenio, para ver realizado su anhelo bastó contar con personas que tuvieran la firme convicción de que la educación lo puede todo. A poco más de 80 años de su fundación, el Tec de Monterrey brinda educación de excelencia a más de 90 mil estudiantes, quienes se forman en alguno de los 26 campus ubicados en distintos estados de nuestro país. Actualmente, el Tec cuenta con una oferta de más de 50 programas de profesional, así como una notable oferta de posgrados y educación continua. De este modo, el legado de don Eugenio permanece vigente.
Staff / @somoslja
En Aguascalientes, la Universidad Nissan se ha consolidado como un referente en la formación de talento especializado para la industria automotriz. Desde su inauguración el 28 de mayo de 2016, esta institución ha adoptado un modelo educativo dual, que combina teoría y práctica para preparar a profesionales altamente capacitados.
> Una oferta académica integral
La Universidad Nissan ofrece cinco programas académicos: Técnico Superior Universitario (TSU) en Mantenimiento, Producción y Gestión de Calidad; Ingeniería Industrial Automotriz; y Licenciatura en Administración y Finanzas. Estos programas están diseñados para responder a las necesidades del sector automotriz e integran un 70% de prácticas en planta y un 30% de teoría, lo que permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en entornos reales desde el inicio de su formación.
Hasta la fecha, 287 estudiantes han egresado exitosamente de los programas de TSU, y la matrícula actual asciende a 300 estudiantes distribuidos en 19 grupos.
> Compromiso con la inclusión y la diversidad
La Universidad Nissan promueve activamente la inclusión y la diversidad. Más del 25% de su matrícula está compuesta por mujeres, y este número continúa en aumento, lo que refleja el compromiso de la institución con la equidad de género en un sector tradicionalmente dominado por hombres.
> Certificaciones que impulsan la excelencia
Además de sus programas académicos, la Universidad Nissan ha implementado certificaciones como la Nissan Production Quality Procedure (NPQP) y Auditoría de Calidad Logística (ACL), dirigidas a proveedores y profesionales del sector. Hasta ahora, 205 proveedores han sido entrenados mediante 38 cursos de NPQP, en beneficio de 673 participantes, mientras que 64 proveedores se han capacitado a través de 6 cursos de ACL, con un impacto positivo que llega a 95 participantes. Estas certificaciones contribuyen a elevar los estándares de calidad en toda la red productiva de la región.
> Historias de Éxito
La Universidad Nissan ha sido semillero de crecimiento profesional para muchos colaboradores que han decidido impulsar su carrera desde adentro.
Héctor Ornelas Olmos, con 18 años en Nissan Mexicana, cursó el programa de TSU en Manufactura Automotriz y actualmente completa su formación en Ingeniería Industrial Automotriz. Otro ejemplo inspirador es el de Evelin Macías González, con 28 años en la empresa, quien también estudió TSU en Manufactura Automotriz, motivada por su deseo de crecimiento personal y profesional. Ambas historias reflejan cómo la formación académica de la Universidad Nissan no solo está alineada con las necesidades técnicas de la industria, sino que también transforma vidas desde dentro.
> Infraestructura de vanguardia
Desde 2021, la Universidad Nissan cuenta con un campus moderno y especializado en Aguascalientes, diseñado para brindar un entorno óptimo de aprendizaje. Este espacio cuenta con el respaldo del Global Training Center de las Américas y de los Centros de Entrenamiento de Nissan, además ofrecen acceso a tecnología de última generación para prácticas, simulaciones y formación técnica avanzada. Los espacios fueron concebidos para fortalecer el aprendizaje práctico y cuentan con laboratorios, así como áreas de producción simulada y entornos adaptados a los procesos reales de manufactura, lo cual garantiza una experiencia educativa directamente vinculada al entorno laboral.
> Expansión hacia la comunidad
Aunque en sus inicios la oferta académica estaba dirigida principalmente a colaboradores de Nissan, hoy la Universidad Nissan ha abierto sus puertas al público en general, con el propósito de reafirmar su compromiso con el desarrollo educativo y social. Como parte de esta expansión, se ha implementado un programa de becas dirigido a egresados de preparatoria provenientes de diversas comunidades, para brindar oportunidades reales de desarrollo para quienes buscan construir un mejor futuro y acceder a una mejor calidad de vida.
Esta política de apertura fortalece la misión de Universidad Nissan como un agente de cambio en la región, al extender los beneficios de su modelo formativo más allá de la industria automotriz.
> Compromiso con la educación continua
La Universidad Nissan también impulsa una visión de aprendizaje a lo largo de la vida, a través de programas de educación continua como la preparatoria abierta. Gracias a esta iniciativa, 45 graduados han logrado concluir sus estudios de nivel medio superior, para dar un paso importante hacia la mejora de sus oportunidades laborales, profesionales y de vida.
Esta apuesta por la formación integral reafirma el compromiso de la institución con el desarrollo humano de su comunidad educativa, dentro y fuera de la planta.
> Un modelo educativo innovador
La Universidad Nissan se distingue por implementar un modelo educativo basado en la metodología Learning by doing (Aprender haciendo), que promueve la adquisición de habilidades a través de la experiencia práctica. Esta filosofía permite que los estudiantes desarrollen competencias directamente aplicables al entorno productivo, preparándolos para responder eficazmente a los retos reales de la industria.
Con una proporción de 70% de formación práctica y 30% teórica, los programas académicos están diseñados para fortalecer la autonomía, la resolución de problemas y el pensamiento crítico, con el objetivo de formar profesionales competitivos, adaptables y con visión global.
> Impacto en la industria automotriz
La Universidad Nissan ha establecido un vínculo directo con la operación industrial, lo que permite a sus egresados integrarse de manera natural a los procesos productivos de las plantas Nissan A1, A2 y Powertrain en Aguascalientes, donde se fabrican modelos como el Nissan Sentra, Kicks, Versa y March.
Este impacto se refleja no solo en la empleabilidad de los egresados, sino en su capacidad de contribuir activamente a la mejora continua, la innovación y la calidad dentro de la organización. De esta manera, Universidad Nissan se consolida también como un motor de talento especializado para la industria automotriz local, nacional e incluso internacional.
> Reconocimiento oficial
Todos los programas académicos ofrecidos por la Universidad Nissan cuentan con Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), otorgado por el Instituto de Educación de Aguascalientes. Este aval garantiza que los estudiantes egresen con un grado académico reconocido, así como con título y cédula profesional válidos a nivel nacional, lo que asegura la solidez y validez de su formación.
> Perspectivas futuras
Fiel a su visión de futuro, la Universidad Nissan continúa evolucionando para responder a las nuevas demandas del sector automotriz, mediante la incorporación de tecnologías emergentes, metodologías innovadoras y estrategias pedagógicas vanguardistas.
La institución proyecta una expansión progresiva de su oferta académica, la consolidación de nuevos programas de vinculación internacional, y una participación más activa en el desarrollo de competencias digitales, automatización y sustentabilidad, a través de la preparación de los líderes del mañana para una industria en constante transformación.
Staff / @somoslja
En un mundo cada vez más competitivo, la preparación académica especializada y vinculada con las necesidades reales del sector productivo se ha vuelto esencial. En este sentido, la Universidad Politécnica de Aguascalientes (UPA) se ha posicionado como una de las instituciones educativas más sólidas y visionarias de la región, ofreciendo programas académicos con un enfoque práctico, internacional y fuertemente vinculado con las industrias que marcan el rumbo del desarrollo en México.
Este año, la UPA abre su proceso de admisión 2025 con tres fechas disponibles para el examen de diagnóstico: 31 de mayo, 12 de julio y 2 de agosto. Esta convocatoria representa una excelente oportunidad para jóvenes que desean formarse profesionalmente con una visión de futuro, en programas académicos que cuentan con altos niveles de empleabilidad y pertinencia social.
> Un modelo educativo alineado con el desarrollo regional
Aguascalientes ha experimentado en los últimos años un crecimiento notable en sectores estratégicos como la industria automotriz, la aeronáutica, la energía sustentable y, más recientemente, los semiconductores. Esta evolución exige profesionistas altamente capacitados, innovadores y con una visión integral del entorno global.
La Universidad Politécnica de Aguascalientes ha sabido leer esta transformación y adaptarse a ella, ofreciendo programas educativos que responden directamente a las necesidades del sector productivo local, nacional e internacional. Su oferta académica, única en el estado, incluye:
• Ingeniería en Aeronáutica
• Ingeniería en Semiconductores
• Ingeniería Mecánica Automotriz
• Ingeniería en Energía y Desarrollo Sostenible
• Ingeniería Mecatrónica
• Ingeniería en Tecnologías de la Información e Innovación Digital
• Ingeniería Industrial
• Licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas
• Licenciatura en Negocios y Mercadotecnia
• Licenciatura en Arquitectura Bioclimática
Cada uno de estos programas se ha diseñado bajo un modelo por competencias, que permite al estudiante no solo adquirir conocimientos teóricos, sino también desarrollar habilidades técnicas y personales altamente valoradas por el mercado laboral, a través de las estancias y modelo de formación dual que se implementa en la institución. Además, la UPA fomenta el aprendizaje del idioma inglés desde el primer cuatrimestre, promueve el trabajo colaborativo, el emprendimiento, la movilidad internacional y la vinculación directa con empresas e industrias.
> Carreras del futuro: energía y semiconductores
Dos de las carreras que están generando mayor interés, tanto por su innovación como por su proyección internacional, son la Ingeniería en Semiconductores y la Ingeniería en Energía y Desarrollo Sostenible
> Ingeniería en Semiconductores
En un mundo hiperconectado, los semiconductores están en el corazón de toda la tecnología moderna: desde celulares, computadoras y vehículos eléctricos, hasta los dispositivos médicos y sistemas de comunicación más sofisticados. La llegada de empresas multinacionales del sector a México, y específicamente a Aguascalientes, ha detonado la demanda de profesionistas con habilidades muy específicas en diseño, fabricación y mantenimiento de estos dispositivos.
La Ingeniería en Semiconductores de la UPA responde a este reto global, formando profesionales capaces de operar en fábricas de clase mundial, en centros de investigación y en proyectos de innovación tecnológica que marcarán la siguiente década.
> Ingeniería en Energía y Desarrollo Sostenible
Por su parte, la Ingeniería en Energía y Desarrollo Sostenible se enfoca en una de las prioridades más urgentes del planeta: la transición energética. Los egresados de este programa están preparados para diseñar, implementar y evaluar sistemas de generación energética limpia, así como para formular estrategias sostenibles de uso eficiente de los recursos.
En un contexto donde el cambio climático es una realidad que exige soluciones inmediatas, esta carrera coloca a sus egresados como agentes de cambio con una visión global, preparados para trabajar en sectores públicos, privados y organizaciones internacionales.
> Acceso a la educación de calidad: costos accesibles
Una de las grandes fortalezas de la Universidad Politécnica de Aguascalientes es su compromiso con ofrecer educación de alta calidad a costos accesibles, permitiendo que más jóvenes tengan acceso a una formación profesional de primer nivel.
Para este año, el costo del proceso de admisión es de $635 pesos, la inscripción cuatrimestral $690 pesos, y la colegiatura mensual es de $1,140 pesos. Estos montos permiten a los estudiantes y sus familias planificar su inversión educativa con claridad y confianza.
Además, la universidad cuenta con un sólido programa de becas y apoyos, tanto institucionales como externos, que permite a muchos alumnos cursar sus estudios sin que el aspecto económico represente una barrera.
> Infraestructura y vinculación: aprender haciendo
El modelo educativo de la UPA se basa en la aplicación práctica del conocimiento. Para ello, la universidad cuenta con laboratorios de última generación, talleres especializados, simuladores, software industrial y una infraestructura moderna que permite a los estudiantes experimentar y desarrollar proyectos desde los primeros cuatrimestres.
Asimismo, la universidad mantiene convenios de colaboración con empresas locales, nacionales e internacionales, lo que se traduce en oportunidades de estancias profesionales, programas de prácticas y participación en proyectos de innovación tecnológica en contextos reales.
> Internacionalización: una puerta al mundo
La UPA también promueve la internacionalización de sus estudiantes, con programas de movilidad, estancias académicas y proyectos colaborativos con instituciones de más de 11 países, a través de becas que otorga el Gobierno del Estado de Aguascalientes y/o apoyos de la propia universidad, a través de su departamento de Cooperación Internacional y Movilidad Académica (CIMA).
Gracias a esta perspectiva global, los egresados tienen no solo un perfil técnico competitivo, sino también una comprensión intercultural que los prepara para insertarse en el dinámico mercado laboral internacional.
> ¿Cómo participar en el proceso de admisión? El proceso de admisión es muy sencillo. Los interesados deben registrarse en línea a través del sitio oficial de la universidad, www.upa.edu.mx, después pagar en BBVA el examen de diagnóstico para posteriormente presentarse a la fecha de aplicación del examen de diagnóstico (31 de mayo, 12 de julio o 2 de agosto), misma que es proporcionada en una ficha de examen que llegará a su correo después del pago correspondiente.
Una vez realizado el examen, los resultados se publican 5 días posteriores en la página web de la UPA, en donde los aspirantes que acreditaron, acuden a una entrevista con el director de carrera para que posteriormente se inscriban en servicios escolares e inicien con el curso propedéutico el día primero de septiembre.
> Palabras del rector: un llamado a construir el futuro
En su intervención el rector de la UPA, Otto Granados Franco, subrayó la importancia de elegir una carrera alineada con los retos del presente y del futuro:
“La educación es la herramienta más poderosa que tenemos para transformar nuestra realidad. En la Universidad Politécnica de Aguascalientes formamos a los profesionistas que requiere el México del mañana, con visión global, compromiso social y sólidos conocimientos técnicos. Las carreras como Semiconductores y Energía y Desarrollo Sostenible no son solo del futuro, sino del presente inmediato. Invitamos a todos los jóvenes con vocación y deseo de superación a que se unan a esta gran comunidad”.
El rector también destacó que la UPA está comprometida con seguir fortaleciendo su calidad académica, expandiendo su infraestructura y consolidando alianzas que permitan a los egresados competir con éxito en cualquier parte del mundo.
La Universidad Politécnica de Aguascalientes representa hoy en día una de las mejores opciones para los jóvenes que desean estudiar una carrera de alto impacto y con futuro. Su modelo educativo, su estrecha vinculación con la industria, sus programas innovadores y su accesibilidad económica la convierten en una institución de vanguardia en el centro del país.
¡Si estás listo para construir tu futuro, la UPA te está esperando!
Consulta más información en www.upa.edu.mx, visita nuestras redes sociales oficiales o envía un Whatsapp al 449 386 3489
En un espacio discreto del Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga, un grupo de investigadores está iluminando -literalmente- el futuro de la agricultura. De la mano de Nidia Escalante, el Laboratorio de Iluminación Artificial ha logrado combinar ciencia, sustentabilidad y tecnología para revolucionar la manera en que cultivamos nuestras hortalizas.
El corazón del proyecto radica en algo aparentemente simple: el uso de luces de colores para sustituir al sol, pero esta sustitución no es un capricho visual, sino un sistema meticulosamente diseñado que acelera el crecimiento de las plantas, además de mejorar su valor nutricional y reducir drásticamente el tiempo de cultivo: “En condiciones normales, una lechuga tarda tres meses en crecer al aire libre”, explica Escalante. Aquí, en nuestro laboratorio, lo logramos en un mes. Además, prolongamos su vida útil y optimizamos el consumo de agua y energía. Es un sistema más limpio, eficiente y respetuoso con el entorno”, señala Escalante.
> Los primeros pasos
El laboratorio nació gracias a dos convocatorias del CONAHCyT, y desde entonces se ha convertido en una referencia para quienes buscan soluciones sostenibles a los desafíos alimentarios del presente y del futuro. En un entorno controlado, los cultivos hidropónicos reciben luz específica según la etapa de desarrollo de la planta: “Utilizamos combinaciones de rojo, azul, blanco y verde; cada color estimula una función diferente del crecimiento vegetal, como la producción de clorofila, la fotosíntesis o la floración”, señala Nidia Escalante.
Este modelo de cultivo se convierte en una opción viable para regiones áridas o con suelos poco fértiles, donde el uso intensivo de recursos naturales ya no es sostenible. Además, es una alternativa atractiva para la producción urbana y vertical, donde el espacio y la luz natural son limitados.
> También plantas medicinales
El laboratorio no se detiene en la lechuga. La investigación también incluye plantas medicinales y culinarias, con el fin de integrar sus propiedades funcionales en proyectos educativos. En este entorno, los estudiantes tienen la oportunidad de experimentar con tecnologías de frontera, mientras adquieren una conciencia clara sobre los desafíos medioambientales.
“Queremos que los jóvenes no solo aprendan ciencia, sino que la vivan y la apliquen en proyectos reales”, afirma Escalante. En este sentido, el laboratorio ha sido una plataforma para la innovación y la vinculación internacional, especialmente a través del programa Grow Billionaire, una red que conecta a estudiantes con expertos de la NASA para compartir conocimientos sobre cultivo en ambientes controlados. Este enfoque ha convertido al laboratorio en un ejemplo de cómo se puede hacer ciencia desde lo local, con impacto global: “El conocimiento no debe quedarse en el laboratorio. Nuestra meta es llevar este modelo a otros espacios y formar una comunidad de jóvenes emprendedores que puedan desarrollar negocios verdes y sostenibles”, enfatiza.
Como parte de ese objetivo, el equipo trabaja ya en un plan de negocios para comercializar sus productos dentro del estado, con una visión que apuesta por la economía circular, la eficiencia energética y la salud alimentaria.
Otro eje central es la autosuficiencia energética: “Estamos explorando el uso de paneles solares y otras fuentes renovables para alimentar nuestro sistema. Queremos cerrar el ciclo y reducir al mínimo nuestra huella de carbono”, comenta Escalante.
La agricultura del futuro, según este laboratorio, no dependerá de grandes extensiones de tierra ni de estaciones del año. Será modular, eficiente, escalable y estará cada vez más cerca de las ciudades, de los consumidores, así como de los estudiantes que hoy comienzan a imaginar nuevas formas de alimentar al mundo.
Mientras tanto, en el patio del Tecnológico, lejos del bullicio de la ciudad, una nueva generación de científicos y científicas trabaja entre cables, sensores, tubos con nutrientes y luces brillantes que no solo iluminan plantas, sino también posibilidades. En cada experimento, en cada cultivo, el mensaje es claro: el futuro ya está creciendo. Y crece bien.
Karen Ramírez / @somoslja
¿Cuántas veces has identificado una necesidad creativa dentro de la ciudad y no lo haces porque crees que a nadie le va a interesar lo que a ti?
Colmena inició en 2023 como un taller de programación en lenguaje R, dirigido a estudiantes de la Licenciatura en Matemáticas Aplicadas de la UAA. Para evitar que se mantuviera como un espacio de nicho y hermético, se decidió abrirlo a toda la comunidad universitaria. Así, se continuó impartiendo el curso de R, pero ahora dirigido también a estudiantes de Psicología, Música, Biología, Biotecnología, entre otras disciplinas. Inició como un club estudiantil de programación, y con el tiempo se diversificó en un club de programación competitiva, un club de lectura, y ahora es un núcleo para la impartición de talleres gratuitos. Colmena se gesta porque en la ciudad de Aguascalientes no existía ningún espacio dedicado al estudio de forma gratuita.
Actualmente es un grupo de estudio e impartición de talleres gratuitos, nace después de ver el rendimiento estudiantil en otros estados y compararlo con Aguascalientes: era una gran diferencia entre estudiantes que tuvieran alto rendimiento, y esto no es porque no haya un buen nivel académico, sino porque no hay comunidad. En otros estados existen clubes formales de la mano de profesores, alumnado y patrocinadores con marcas importantes como Huaweii en el que la dinámica consiste en mejorar ámbitos de estudio. Nos cuenta Carlos Cervantes, uno de los pioneros fundadores de Colmena, que hubo un gran nivel de influencia del ambiente universitario para que se gestara su idea. En sus palabras: “Yo observaba que en otras universidades -como la UDG, el IPN, la UNAM e incluso el Tec de Monterrey en Monterrey- existían clubes de ciencia muy reconocidos. En cambio, en la UAA no había nada parecido. Así que sí, el entorno universitario influyó mucho al evidenciar que nadie estaba haciendo nada en ese sentido”
Las expectativas de este proyecto van hacia llegar a otras universidades de México, organizando talleres, eventos científicos y culturales en espacios públicos, y convertidos en una plataforma digna de albergar proyectos de esta índole. Incluso se piensa la posibilidad de lanzar una iniciativa de becas. Colmena está dirigido a cualquier persona de cualquier parte del mundo que quiera aprender, cualquiera puede participar en nuestras actividades y acceder a nuestro material de divulgación. Esto gracias a su presencia y gran alcance en redes sociales, que al día de hoy tienen entre 35K seguidores.
“Colmena va creciendo rápidamente, aunque ahora está en un punto intermedio: no es completamente un club universitario, pero tampoco es aún una plataforma de alcance nacional. Sin embargo, espero que pronto lo sea. Tenemos grandes metas y sueños, y estamos en proceso de transitar de lo estudiantil a lo profesional, para poder ofrecer mejores talleres y conferencias. Aun así, me siento muy contento y agradecido de que una idea que se me ocurrió mientras iba en el camión de regreso a casa haya llegado a tener espectadores en toda América Latina”
Colmena es mucho más que un club: es una declaración de intenciones. Es la prueba de que no hace falta tener un gran presupuesto ni esperar el permiso de nadie para empezar a construir algo valioso. Su existencia nos recuerda que la educación puede ser un acto colectivo, libre y profundamente creativo. En un mundo que muchas veces invisibiliza la curiosidad y la pasión estudiantil, iniciativas como esta devuelven la fe en lo que puede surgir cuando alguien decide encender una chispa. Porque sí: a veces, basta con que una sola persona se atreva a imaginar un futuro distinto, para que toda una comunidad decida construirlo con ella.
Estudiar en la universidad es todo un logro… pero mantenerte en ella sin que se te acabe el dinero cada semana, es otra historia. Entre las copias, la matrícula, el pasaje, los libros, el material, la comida y hasta el café para sobrevivir a la desvelada, a veces toca estirar esos 100 pesos todo el mes.
Pero no todo está perdido. Aunque no lo parezca, hay formas reales de equilibrar tus estudios con la necesidad de sobrevivir económicamente. Toma nota, a continuación, te compartimos una pequeña guía que puede salvarte de comer Maruchan todo el semestre.
1. Investiga todas las becas a las que puedes aplicar
La mayoría de estudiantes piensa que las becas son solo para los que tienen promedio altísimo, pero no siempre así. Hay muchas opciones de becas: por promedio, relación laboral (si algún familiar trabaja en la institución), necesidades económicas, por actividades culturales o deportivas, para madres o padres estudiantes, por situación social, y muchas más.
El primer paso es buscar bien: revisa la página oficial de tu universidad, pregunta en servicios escolares, busca en sitios del Gobierno Federal y local, y explora organizaciones privadas que apoyan estudiantes.
Recuerda, no te desanimes si parece difícil o si no cumples con todo al 100%. Muchas veces los cupos no se llenan porque la gente ni aplica por pensar que no va a ganar. Tú postúlate. Ya con eso llevas ventaja.
2. Busca chambas ligeras: el side hustle del estudiante
Sí, sabemos que estudiar ya es como tener un trabajo de tiempo completo. Pero hay trabajos de medio tiempo que puedes hacer sin descuidar tus materias. Y no, no estamos hablando de trabajar 8 horas diarias. Hay formas más flexibles o de fines de semana
Algunos trabajos clásicos entre estudiantes son los de meseros, atención a clientes en tiendas o negocios, call centers, repartidores o promotores. Pero también hay otras opciones: si sabes algo de diseño, edición, redes sociales o idiomas, puedes ofrecer servicios como freelancer
Incluso puedes monetizar lo que ya sabes hacer. ¿Tomas buenos apuntes? Véndelos. ¿Se te dan bien ciertos temas o materias? Da tutorías. ¿Eres bueno con presentaciones? Haz encargos. Si eres constante y responsable, puedes armarte una buena base de clientes entre tus propios compañeros.
3. Rifas y ventas: ¡es momento de emprender!
Muchos estudiantes sobreviven gracias a ideas creativas para ganar dinero en el campus. Un clásico infalible son las rifas: armas boletos baratos, pones un premio atractivo y ¡listo!, si sabes promocionarte, puedes ganar lo suficiente para completar lo de tu inscripción.
También puedes vender cosas que tú hagas o consigas a buen precio: brownies, galletas, dulces, stickers, accesorios, ropa de segunda, etc. En la universidad, si el producto es bueno y barato, ¡vuela!
4. A veces gastar menos es ganar más
No todo se trata de ganar más dinero. Muchas veces lo que necesitas es aprender a gastar menos sin que eso signifique vivir mal. Una buena forma de empezar es llevar comida de casa, organizar compras grupales con amigos o dividirse cosas como libros, materiales y hasta cuentas de streaming.
5. Únete a los grupos de estudiantes
Hoy en día, la mayoría de universidades (y carreras) tienen grupos en Facebook, WhatsApp o Discord donde se comparte de todo: becas nuevas, trabajos, oportunidades, avisos importantes, intercambios, libros de segunda mano, rifas, ventas, clases de regularización, y más.
Súmate a esas redes de apoyo, participa, pregunta, ofrece tus servicios y mantente al tanto. La mayoría de las oportunidades no llegan por la escuela, sino por los mismos estudiantes.
Estudiar ya es todo un reto. Estudiar con poco dinero lo es todavía más. Pero no estás solo ni sola. Hay formas de salir adelante sin tener que sobrevivir de puro atún ni sufrir cada semana por el pasaje. Lo importante es moverte, preguntar, buscar y no tener miedo de ofrecer lo que sabes hacer.
Este manual no resuelve todo, pero sí puede ser el inicio de una etapa más llevadera (y menos endeudada) en tu vida universitaria.
Desde muy jóvenes se nos enseña que elegir una carrera es una de las decisiones más importantes de la vida. Como si a los 17 o 18 años debiéramos tener absoluta claridad sobre quiénes somos, qué nos apasiona y a qué queremos dedicarnos el resto de nuestros días. Pero la realidad es que crecer también implica cambiar. Y cambiar de rumbo no es señal de fracaso.
Con el tiempo, nuestros intereses se transforman, nuestras prioridades cambian y vamos descubriendo partes de nosotros que antes no conocíamos. En ese proceso, es natural que lo que alguna vez parecía el camino correcto, hoy ya no lo sea. Y eso no tiene nada de malo. Al contrario: es una muestra de que estás prestándote más atención.
Cambiar de carrera no significa empezar desde cero, significa comenzar con más experiencia, con más claridad y, sobre todo, con más valentía.
Uno no siempre sabe lo que quiere hasta que lo prueba. Y a veces te das cuenta después, en medio de una clase que no te mueve, en un trabajo que ya no te representa, o un día cualquiera en el que simplemente piensas: esto no es para mí. Y está bien.
Incluso, muchas veces no es que no te conozcas, sino que una carrera resulta diferente a tus expectativas. Te imaginabas una cosa y terminas dándote cuenta que no es tan emocionante cómo te imaginabas que sería.
> El cambio da mucho miedo
No, no decimos que sea fácil. Cambiar de carrera muchas veces viene acompañado de dudas y miedos, al “qué dirán”, la presión social, ese sentimiento de culpa por no “cumplir con las expectativas” o sentir que estamos decepcionando a alguien, y, sobre todo, esa vocecita interna que te dice que estás tirando todo a la basura.
Pero ¿sabes qué? Lo que estás haciendo es rescatarte. Es darte permiso para redirigir tu energía hacia algo que te haga sentido, pero sobre todo que te haga feliz. No te castigues por elegir e intentar hacer algo que te gusta, la vida ya es lo suficientemente difícil como para atormentarnos nosotros mismos.
Y no, no todo el mundo lo va a entender. Pero no necesitas la aprobación de nadie más para vivir tu vida. Tu camino no tiene que parecerse al de nadie más. A veces crecer se siente como desarmarse, pero es parte del proceso. Estás encontrándote, y eso es muchísimo más valiente que quedarte en un lugar que ya no te pertenece.
> Siempre hay espacio para cambiar de camino
Porque empezar de nuevo no es retroceder. Es decirte: me merezco algo que me haga sentir bien y se alinee con mis sueños y expectativas. Y sí, puede que duela un poco dejar atrás años de estudio o un título colgado en la pared, pero la vida no se trata de acumular diplomas. Se trata de vivirla. Así que, si estás pensando en cambiar de carrera, de trabajo, de camino… no estás fracasando. Estás creciendo. Estás eligiendo de nuevo. Y siempre, siempre, hay espacio para eso. Como dicen por ahí, son carreras, no carreritas.
El mundo digital ha abierto caminos que antes no existían, y uno de los más populares entre los jóvenes es el streaming de videojuegos. Plataformas como Twitch, YouTube Gaming y Facebook Gaming han permitido que miles de personas compartan sus partidas en vivo y, en algunos casos, conviertan su pasión en una fuente de ingresos.
¿Pero es realmente más rentable hacer streaming de videojuegos que ejercer una carrera profesional tradicional? Para responderlo, consideremos los ingresos, la estabilidad, los riesgos y el crecimiento a futuro.
> Ingresos en el streaming de videojuegos: ¿fama y fortuna?
Aunque algunos streamers top (como AuronPlay, Ibai o ElRubius) ganan millones de dólares al año, la gran mayoría de los streamers no viven cómodamente de su actividad.
Según TwitchTracker, el 75% de los streamers ganan menos de $100 USD mensuales (aproximadamente $1,700 MXN).
Solo el top 10% de streamers en Twitch genera entre $2,000 y $5,000 USD mensuales (~$34,000 - $85,000 MXN).
El ingreso depende de:
• Subscripciones de seguidores
• Donaciones
• Ingresos publicitarios
• Patrocinios y colaboraciones
Además, es una actividad que requiere mucho trabajo, es decir, transmisiones diarias de 4 a 8 horas, interacción constante con la audiencia y producción de contenido de calidad.
La venta, por supuesto, es trabajar en algo que amas (videojuegos) y la posibilidad de ingresos altos si logras crecer.
La desventaja: altísima competencia, saturación del mercado, ingresos muy inestables.
> Ingresos en una carrera profesional tradicional
En México, un egresado promedio comienza ganando entre $8,000 y $15,000 pesos mensuales, dependiendo del área de estudios. A los cinco años, con experiencia, los ingresos pueden aumentar a $20,000 pesos mensuales o más. Además, algunos trabajos tradicionales ofrecen beneficios laborales como seguro médico, vacaciones pagadas, ahorro para el retiro, etc.
La ventaja es el crecimiento estable, la seguridad social y la proyección profesional; sin embargo, también hay desventajas, pues requiere inversión en estudios y tiempo para lograr buenos ingresos.
> Comparativa financiera a 5 años
El Streaming de videojuegos es, sin duda, una oportunidad real para quienes tienen carisma, habilidades de juego y una enorme capacidad de trabajo constante en línea, pero el éxito no está garantizado: solo un pequeño porcentaje logra vivir bien de esta actividad.
Una carrera profesional ofrece un camino más tradicional: ingresos moderados pero seguros, prestaciones sociales y un horizonte de crecimiento a largo plazo.
Además, en el streaming, tu “producto” eres tú mismo: tu carisma, tu imagen pública, tu presencia diaria en internet. Esto puede ser emocionalmente desgastante. En contraste, una carrera profesional permite separar la vida personal del trabajo de manera más clara.
> ¿Qué pasa si quieres combinar ambos caminos?
Actualmente, muchos jóvenes deciden tener una carrera profesional y hacer streaming como proyecto paralelo. Esta combinación permite:
• Tener estabilidad económica gracias a la carrera.
• Apostar por el crecimiento de la audiencia en streaming sin presión inmediata por generar dinero.
• Diversificar habilidades: marketing digital, comunicación, creación de contenido.
• Si el streaming despega, puedes decidir hacer la transición completa. Si no, habrás invertido en una trayectoria sólida profesionalmente.
> ¿Es más rentable ser streamer o profesionista?
En el corto plazo, el streaming podría ser muy rentable si logras destacarte, mientras que, a largo plazo, una carrera profesional es más segura y ofrece crecimiento constante. El streaming puede ser un sueño alcanzable, pero como cualquier emprendimiento creativo, implica altos riesgos, inestabilidad e ingresos inciertos.
La carrera profesional, aunque es más “tradicional”, sigue siendo el camino más seguro hacia la independencia financiera y el bienestar a largo plazo.
La mejor opción dependerá de tus talentos, tu resiliencia, tu disposición para asumir riesgos y, sobre todo, de tus objetivos de vida.
¿Pasión o seguridad? ¿Riesgo o estabilidad? Cada camino tiene sus propias recompensas.
Staff
En los últimos años, plataformas como OnlyFans han transformado la manera en que algunas personas consideran generar ingresos. La promesa de obtener dinero rápido, desde casa y con relativa autonomía, ha hecho que muchos jóvenes se pregunten si realmente vale la pena invertir años en una carrera profesional cuando, aparentemente, se puede ganar más en menos tiempo.
Sin embargo, detrás de esa percepción hay matices importantes que vale la pena analizar con calma: ¿es realmente más rentable abrir un OnlyFans que ejercer una carrera profesional? Para responder, es necesario considerar no solo los ingresos inmediatos, sino también la estabilidad, los riesgos y las perspectivas a futuro.
> Ingresos en OnlyFans: promesas y realidades
OnlyFans permite a los creadores de contenido obtener ingresos directamente de sus suscriptores, quienes pagan una mensualidad para acceder a fotos, videos o transmisiones en vivo. Aunque existen casos de éxito ampliamente difundidos -creadores que ganan cientos de miles de dólares al mes-, la realidad es distinta para la mayoría.
De acuerdo con datos de plataformas como Business Insider y The New York Times, el promedio de ganancias para la mayoría de los usuarios de OnlyFans oscila entre los $150 y $500 dólares mensuales (alrededor de $2,500 a $8,500 pesos mexicanos). Solo un pequeño porcentaje (el 1% superior) logra ingresos de $5,000 dólares o más mensuales.
Estos resultados dependen de varios factores: el número de suscriptores, la promoción constante en redes sociales, el tipo de contenido ofrecido y la capacidad para mantener una base de seguidores activa. Además, no es un ingreso garantizado: puede haber meses altos y otros muy bajos, lo que genera incertidumbre financiera.
A ello se suma un costo emocional considerable: exposición pública, estigma social, presión para producir contenido continuamente y, en muchos casos, desgaste psicológico.
> Ingresos en una carrera profesional tradicional
Por otro lado, seguir una carrera profesional implica un proceso más largo: varios años de estudio, inversión económica en educación y un ingreso que suele comenzar de manera modesta. En México, un egresado universitario promedio puede esperar ganar entre $8,000 y $15,000 pesos mensuales en sus primeros años.
No obstante, a medida que adquiere experiencia y se especializa, sus ingresos tienden a aumentar. Profesionales con cinco años de experiencia pueden alcanzar sueldos mensuales de $20,000 pesos o más, especialmente en áreas como ingeniería, derecho, administración, salud o tecnologías de la información.
Más allá del salario, una carrera profesional suele incluir prestaciones como seguridad social, Afore (ahorro para el retiro), vacaciones pagadas, bonos y oportunidades de ascenso. Estos beneficios ofrecen estabilidad económica y previsión para el futuro.
> Comparación financiera: ¿qué sucede a 5 años?
Para ilustrar la diferencia de caminos, imaginemos dos escenarios paralelos durante un período de cinco años:
• Una persona que trabaja en OnlyFans, con ingresos promedio de $5,000 a $8,000 pesos mensuales.
• Una persona recién egresada de una carrera profesional, empezando con $10,000 pesos mensuales y creciendo gradualmente a $20,000 pesos mensuales al quinto año.
En conclusión, en cinco años, la carrera profesional genera no solo más ingresos acumulados, sino también más ahorro y estabilidad. Mientras tanto, el creador promedio de OnlyFans depende de mantener su popularidad para sostener su ingreso, con pocas o nulas protecciones sociales.
> Ventajas y desventajas
OnlyFans ofrece ventajas evidentes: bajos costos iniciales, rapidez para generar ingresos y flexibilidad de horarios. Puede ser atractivo para quien tiene habilidades de marketing personal, produce contenido de alta calidad y no teme a la exposición pública; sin embargo, las desventajas son grandes: volatilidad extrema de ingresos, desgaste emocional, falta de respaldo para jubilación, estigmatización social y dificultades para reconvertirse profesionalmente si se desea cambiar de actividad.
Por el contrario, la carrera profesional ofrece un proceso más largo y, al principio, más lento en recompensas económicas, pero también brinda crecimiento paulatino, estabilidad laboral, beneficios sociales y mejores perspectivas a largo plazo. Además, las habilidades desarrolladas son transferibles a otros sectores y permiten adaptabilidad frente a cambios económicos.
> A manera de conclusión
¿Es más rentable abrir un OnlyFans o ejercer una carrera profesional? La respuesta depende de tus metas y expectativas:
• A corto plazo (1 a 2 años), OnlyFans puede parecer más atractivo si logras construir rápidamente una audiencia.
• A mediano y largo plazo (3 años en adelante), una carrera profesional ofrece mayores ingresos acumulados, estabilidad y crecimiento continuo. Además, una carrera profesional brinda un camino más seguro hacia la independencia económica, la jubilación digna (que ya exige asesoría especializada, pero es posible) y crecer en el mundo laboral sin depender de la popularidad personal. Por supuesto, somos conscientes de que todas las personas tendrán un punto de partida distinto y que el contexto en el que viven condiciona las decisiones de vida. Más allá del dinero rápido, la decisión exige reflexionar en dónde quieres estar dentro de 5, 10 o 20 años y qué tipo de vida -financiera, emocional y social- quieres construir para ti.
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