VIERNES 7 DE ENERO DE 2022
Hay 118 mil menores huérfanos a causa del covid-19 en México: Redim / Gloria Leticia Díaz Ante la entrada del tercer año de pandemia por covid-19, que ha dejado a más 82 mil menores de 17 años infectados por el virus, la directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Tania Ramírez Hernández, lamentó la invisibilidad de 38.5 millones de personas de comprenden esta población para las instituciones, expresada “en la falta de voluntad y de presupuestos” para atender a niñas, niños y adolescentes en el país. Durante la presentación del “Balance anual 2021: Discriminación y violencia contra la niñez durante la sindemia”, Ramírez Hernández sugirió acompañar la revisión del documento “con un pan, para el susto”, ante la grave situación en materia de salud, educación, alimentación y distintos tipos de violencias que vive la niñez y la adolescencia en el país. La defensora resaltó que mientras entramos a una tercera ola por covid-19, a nivel presupuestal para 2022 se programó una reducción de 8.6% en materia de salud, correspondientes a 7 mil 380 millones 584 mil 406 pesos en atención a la salud, 9 mil 338 millones 439 mil 717 pesos destinados a medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social, y una disminución de 56% al programa de atención a personas con discapacidad. Ramírez Hernández urgió a “replantear la política de vacunación” al señalar que, hasta el 12 de diciembre de 2021, 82 mil 234 menores de edad han sido infectados por covid-19, de los cuales 812 fallecieron por esa causa, “teniendo como antecedente alguna comorbilidad, entre ellas el sobrepeso”. La defensora lamentó que el gobierno federal haya dedicado esfuerzos “para invisibilizar el impacto que la emergencia sanitaria mundial está teniendo en niñas, niños y adolescentes, restando importancia incluso al número de contagios y muertes” entre menores. De acuerdo al informe, ante “la decisión del ejecutivo de excluir a la niñez y adolescencia de una política de protección en el contexto de pandemia llevó a que más de 250 personas, menores de 18 años de edad, presentaran amparo ante la justicia para obtener la vacuna contra el covid”, decisiones judiciales que fueron combatidas por el gobierno federal, en tanto que un número no determinado de menores viajaron a Estados Unidos para acceder a la protección. Ramírez agregó que a los impactos directos a la salud y vidas de la niñez y la adolescencia, deben contabilizarse los derivados de los fallecimientos de madres y padres así como de personas cuidadoras, que colocó a México en el primer lugar mundial de dejar a niños en orfandad, según la revista médica Lancet. Citando esa fuente, Tania Ramírez destacó que alrededor de 178 mil niños en México perdieron uno o sus dos progenitores, y que 275 mil 800 habrían perdido a sus cuidadores, como podrían ser sus abuelos. Al señalar que el DIF Nacional considera que hay 118 mil menores huérfanos a causa del covid-19, Ramírez Hernández resaltó que hasta el momento “no hay un censo efectivo, que permita en este contexto aplicar políticas públicas para atender a esa población”. Apuntó que en materia de salud, resaltó que mientras el gobierno federal ha negado la falta de medicamentos para
atender el cáncer, el censo de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó la muerte de 2 mil 077 menores fallecidos por tumores cancerígenos, lo que representa 5.7 defunciones diarias de niñas, niños y adolescentes por día en el país. Durante el segundo año de pandemia, la defensora resaltó la violencia contra menores como otro de los efectos, reflejado en datos oficiales. Entre la numeralia del terror, Ramírez destacó que de enero a noviembre de 2021 se registraron 97 niñas y adolescentes mujeres víctimas de feminicidio; de enero al 20 de diciembre se reportaron 942 niñas y adolescentes desaparecidas y no localizadas, en tanto que el sistema de salud reportó 12 mil 918 niñas, niños y adolescentes atendidos por violencia familiar, de los cuales 88.3% eran mujeres, mientras que 6 mil 814 personas de entre cero y 17 años fueron atendidos por violencia sexual, de los cuales 92% eran niñas y adolescentes mujeres. La defensora advirtió que cada día se reportan 12 menores de cero a 17 años como desaparecidos o no localizados, aunque la mayoría de los casos
son localizados, siendo una de cada 100 halladas sin vida y 20 de cada 100 continúan desaparecidos. En materia de homicidios, 2021 fue un año letal para menores de edad, toda vez que 2 mil 240 fueron asesinados, siendo 994 de los casos clasificados como homicidios dolosos, en tanto que 728 de las muertes fueron producidas por armas de fuego. Al señalar que, de acuerdo a un estudio de la Redim, entre 145 mil y 250 niños y adolescentes están en riesgo de ser reclutados por el crimen organizado, Ramírez reprobó la continuidad de la política de seguridad militarista. Tania Ramírez destacó que otro de los efectos de la pandemia fue la no inscripción en el actual ciclo escolar de 1.5 millones de niños y adolescentes no se inscribieron, destacando que 529 mil explicaron que por falta de recursos y 310 mil porque tenían que trabajar. Ramírez alertó por la prevalencia de la situación de vulnerabilidad de la niñez migrante, resaltando que de enero a octubre de 2021, 19 mil 793 personas de entre cero y 17 años fueron deportadas de Estados Unidos a México, mientras que
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en el mismo periodo el gobierno mexicano detuvo a 48 mil 707 personas en ese rango de edad, siendo 8 mil 181 deportados principalmente a Honduras, El Salvador y Guatemala. Entre los temas que dejaron una honda preocupación en las 77 organizaciones que conforman la Redim, está la iniciativa que busca “subsumir el Sistema Integral de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) al Sistema nacional DIF”, mientras que uno de los “diagnósticos de la invisibilidad en la institucionalidad pública es que se mantiene sin titular al Sipinna desde marzo de 2021 (…) mientras se advierte una falta voluntad al mantenerse la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en las sesiones del organismo”. Durante la presentación del documento, Karen, una niña de Puebla que forma parte del Grupo de Participación de Niñas, Niños y Adolescentes de Redim, quien leyó un pliego petitorio con demandas a las autoridades, en temas de salud, educación y atención a la niñez migrante y trabajadora. El documento entregado este jueves en Palacio Nacional por las “Tres Reinas Magas”, incluye siete recomendaciones puntuales para la atención de la niñez y la adolescencia en materia de salud frente a la pandemia del covid-19, de participación de esa población en las políticas públicas, presupuestales, en materia de salud y de política migratoria.
Pandemia retrasa detección de cáncer de mama Cimacnoticias Por la pandemia, la proporción de mujeres sometidas a exámenes de detección del cáncer de mama disminuyó 5 por ciento en promedio entre 2019 y 2020, de acuerdo con nuevos datos analizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). De acuerdo con la información publicada por el organismo internacional en el informe “ Panorama de la Salud 2021”, la pandemia por covid-19 tuvo importantes daños colaterales en la asistencia sanitaria, ya que provocó interrupciones masivas en el tratamiento y la atención preventiva de muchos problemas de salud no relacionados con el coronavirus. Los hospitales y el personal sanitario estaban al límite de su capacidad para tratar a los pacientes de la covid-19, y numerosas cirugías electivas tuvieron que ser retrasadas, como las operaciones de prótesis de rodilla y cadera. Un ejemplo de este impacto fue la disminución de las pruebas de detección del cáncer durante la pandemia, lo que podría tener graves consecuencias en el futuro. De acuerdo con la OCDE, la proporción de mujeres sometidas a exámenes de detección del cáncer de mama disminuyó de 9 por ciento en promedio entre 2019 y 2020 en siete países seleccionados para el estudio: Eslovenia, España, Nueva Zelanda, Islandia, Lituania, Chile y Turquía. La mayor brecha la marcó Turquía al pasar de 36 por ciento de mujeres entre 50 y más años examinadas en 2019 para detección de cáncer de mama a 27 por ciento en 2020, año en que inició la pandemia por covid-19. En España, por ejemplo, la disminución fue de 81 por ciento en 2019 a 74 por ciento en 2020. Sólo en Islandia se consiguió aumentar la proporción de mujeres examinadas al pasar de 59 por ciento en 2019 a 62 en 2020. Al considerar todos los países de la OCDE, se observó que las pruebas de de-
tección del cáncer de mama se redujeron en un promedio de 5 puntos porcentuales en 2020 en comparación con 2019. De acuerdo con la OCDE, está demostrado que los retrasos en el diagnóstico aumentan la mortalidad de múltiples tipos de cáncer, ya que las pruebas de detección pueden tener un gran impacto en la supervivencia de la paciente, puesto que en muchos casos se requiere comenzar las intervenciones médicas lo antes posible. El cáncer de mama es uno de los de mayor incidencia entre las mujeres en todos los países de la OCDE y la segunda causa más común de muerte por cáncer entre las mujeres. Sin embargo, de acuerdo con el organismo, al inicio de la pandemia muchos sistemas de salud priorizaron las necesidades de atención urgente y los programas de detección del cáncer se detuvieron. Muchas mujeres también retrasaron la búsqueda de atención médica para reducir el riesgo de transmisión de COVID-19, lo que provocó una disminución en la aceptación de las pruebas de detección en muchos países de la OCDE y que retrasarán el progreso hacia un diagnóstico más temprano realizado en estos países que habían logrado un aumento en la proporción de mujeres en edad de detección que recibieron mamografías,
del 57.3 por ciento en 2009 al 61.7 por ciento en 2019. De acuerdo con la OCDE, los diagnósticos pueden representar cambios en el acceso oportuno a la atención del cáncer de mama de alta calidad. Durante 2010 y 2014, 51.5 por ciento de las mujeres con cáncer de mama fueron diagnosticadas en una etapa temprana y 8.6 por ciento en una etapa avanzada. Los Países Bajos, donde se detuvo el cribado del cáncer de mama, por ejemplo, tuvieron una mayor proporción de pacientes con cáncer de mama diagnosticadas en una etapa avanzada durante la primera ola de la crisis en 2020 en comparación con el mismo período en los dos años anteriores. La detección, el diagnóstico y el tratamiento retrasados pueden dar lugar a peores resultados para las pacientes con este cáncer en un futuro próximo. Para minimizar estas consecuencias, algunos países de la OCDE, como Dinamarca, han realizado esfuerzos adicionales para aumentar la aceptación de los exámenes de detección y reducir la acumulación de diagnósticos de cáncer. La evidencia muestra que, desde el inicio de la pandemia, las pacientes y sobrevivientes de cáncer de mama tuvieron menos probabilidades de contactar a los médicos y experimentaron un deterioro en su funcionamiento emocional y salud mental.