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GRANUJA

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GRANUJA revista es una publicación intermitente de creación artística editada en México para su difusión y pronta degustación DIRECCION EDITORIAL Andrés Gómez

CONTACTO [correo] granujarevista@gmail.com [facebook] Granuja revista [instagram] @gra_n_uja @gra_n_uja_editorial

JULIO

2022


Ambrosia Jair Absaid Contraseña de la zanja Ricardo D. Ayala

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Avenida no. 6 Víctor Huggo Cervantes

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Piezas visuales Gabriela Cano

vomitar palabras, la necesidad del ahora Domenica Tapia

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Consideraciones Leonardo Cardona

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Genealogías Omar Sahid

Mis lunares David Pichardo La vida económica de un poeta Jorge Ávila

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Extractos de insomnio Jorge Correa

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Dos borradores hechos en p5.js.

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Ariatna Gámez

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El encierro José Rodolfo Espinoza

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Rutas Antonio Rubio Reyes Os fatos sequestrados Lorraine Ramos Assis

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One Second Of Love y las anomalías musicales del nuevo milenio 23 Alan Esparza Oracion amarilla Francisco José Casado

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RecopilaciOn de tuits hechos por un bot 27 (@BotConfundida) Lejanía Berenice Cisneros

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Vértigo. Moscas. Subte. Arturo Grijalva 29 La pistola de Pepe Antonio Lau Piña

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Habito un puente Dieg Rodríguez

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¿Por qué, mamá? Julieta Teresa 37 Nadie está aquí Iván Rmz 38 Corro hacia arriba, Alejandra Canela 39 No le has aprendido nada al desierto Rubikon Vikom 40 Más te vale que regreses pronto Iván Mata

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CONTRASENA DE LA ZANJA

Ricardo D. Ayala

Llegados al silencio de chinche en un pensamiento busco el sentido en arte en las puertas sin abrirse para la persona que no encuentra cómo poner la tapapluma Mis amigos ya saltaron al fango y yo aquí un contratista de bufones Jaja JAJA le aventé un tabique a la cortina y qué si la ventana se rompe llegarán al orfanato Anoche cargué el cadáver en mi casa quise lanzarlo más allá del cielo pero pesaba mucho También en el espejo dibujé su silueta quería olvidarlo igual ya está bien (¿) Así que mejor llevo su foto a todos todos LADOS todos todos


4 una nueva noche diminuta y un día eternizado menos si alguna luz me reflejara la cara si solo mis pies lumbraran la calle pero nah las lumbreras nunca han servido y y caen caen mucho más mis pies tengo que correr pero pesa más cada bache y caigo (como siempre) hacia una llamarada de petate tuve esperanza MIERDA se fundió hacia el fondo vi lumbreras corrí y corrí y corrí con las piernas pesadas AVENIDA NO 6 ¡por fin! gire y gire y giré sin pensar en mi pasado me encontré en medio aunque no conocí ninguna cara él pitó MIERDA el pito la pesadez de cada bache en el maratón para buscarle y la maldita luz que me desgasta que me impide moverme pitó y pitó y pitó sin despegar los ojos –No creo que ese pendejo no se quite –No creo que ese don no se frene MIERDA de nuevo me jodí

Víctor Huggo Cervantes

AVENIDA NO 6


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Gabriela Cano


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• el apuro constante se derrite entre mis sentimientos. de pronto, caos caos qué no puedo digerir y solo me queda escribir con nudos perdidos sin desatar a mi garganta le crecen flores que cantan las melodías de una nostalgia inconclusa a través del sonido siento mi cuerpo desvanecerse e irse al epicentro de un tono de sol un tono qué le pertenece a lo sublime, etéreo y sutil. hablando de todo esto, ¿dónde puedo ir a recoger mis pensamientos y hallar las respuestas a la escapatoria de una mente en automático?

vomitar palabras, la necesidad del ahora

Domenica Tapia

• para de esa manera cachar una vez más que en todos habita la locura solo que algunos no están preparados para disfrutar de ella ni de su compañía ya que, a ritmos diferentes, espacios distanciados, emociones no creadas, inequidad social, presidente mediocre. análogamente, yo me río de todo lo que hasta a veces puedo llegar a imaginar o crear en mi mente mientras intento hacer ula-ula comiendo piña sabiendo que en la noche de ayer fría como esa sensación de soledad, cantaba a través en mi ventana intentando entender aquel espacio de distanciamiento de la supuesta realidad camino a la imaginación sensación de libertad alegría naranja de verano calidez que lo permite bichito pegado que estabas ahí susúrrame un cuento pero no vengas a mí.


el sol no quema la rosa no florece

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encuentra

se esparce

apertura

el desierto no es seco la chispa no enciende

el amor no duele

es

derrama

desnuda las alas no elevan

emancipan el nido no protege la lluvia no cae

identifica

avanza mi grito no aturde

me salva este antídoto no sana

es puente

estas palabras las guarda el silencio

y permanecen

qué es y qué no es la vida Vida: menudo adrede recalcitrante (Elisa Díaz Castelo)

pt. 1 los nombres muertos de todos los insectos aplaudirle al atardecer al terminar la faena una paloma disecada en pleno vuelo esa granada de culpa en el vientre la reciprocidad de la mirada

súbita alegría cayendo del sexto piso

un orgasmo no consumado tiritar como miedo por las cucarachas arrepentimiento de último minuto y en último lugar desanudar la garganta llorar la madrugada

reanudar los sueños


9 pt. 2 medio lleno medio vacío vasos diferentes quizá uno solo

mejor que nada

pt. 3 en la mente lo que sobra en el cuerpo lo que falta

Consideraciones Leonardo Cardona

y en medio el tiempo justo


10 Sabrán de mi padre por todas las mujeres que persiguió buscando a su madre. Sabrán de mí por unas mamás que me robaron el amor, la felicidad y el carácter. Escucharán la histeria de mi hermano, por su terrible necesidad de enquistarse a una hembra. De Said no creo que escuchen, pero el rumor de unos huesos habrá de intuirse. Mi hijo se hará conocer por ser un guerrero (aunque sea de algún battleroyale). Yo siempre seré un cobarde como mi abuelo, que reventó a un pobre wey porque le dio desconfianza en medio de la noche y lo dejó ahí, con tanto frío que hacía. De mi bisabuelo solo hay que saber que cuando entierres tu oro, tienes que asegurarte de no enterrar a tu hija con él. Sabrán de nosotros porque fuimos errantes, es decir, nunca pudimos comprar una casa. Sabrán de nosotros porque fuimos ausencia, es decir, nunca nos alcanzó para dar la pensión. Sabrán de nosotros porque alguna madre bonita, una madre güerita, nos habrá dado el perdón, es decir, el olvido.

GenealogIas Omar Sahid


11 1 Un novelista puede llegar a tener una vida económicamente estable, incluso un cuentista o un su defecto un escritor de guiones teatrales. Pero a un poeta o a una poetisa la cuestión de la estabilidad se les vuelve muy difícil, al menos que los atropellen la suerte y la genialidad por el camino. ¿Cómo hacer una adaptación de un poemario para una película? ¿Cómo emplear elementos emblemáticos o simbólicos de un poema para matizar un comercial? ¿Cómo darle hilaridad a un conjunto de poemas para que los lectores los entiendan a la manera de los famosos best – sellers? Todos estos factores atentan contra la vida económica de un poeta, situaciones con las que éste debe remar a contracorriente. Comencé a interesarme seriamente por la poesía a los cuarenta años y con más ahínco luego de los cuarenta y cinco, cuando comprendí que la poesía era un oficio para pobres. Tanto así deriva que los que te rodean, inclusive los más humildes, si poseen algún ahorro en sus cuentas bancarias y se enteran que oficias de poeta te miran por encima de los hombros sin ningún ligero temor de ejercer el rechazo considerando a alguien como a uno de los peores fracasados de este mundo. La mayoría de los poetas y las poetas de la historia han sido seres humildes a los que siempre les ha faltado un centavo para comer. La riqueza material los excluye porque ostentan la propensión de buscar los tesoros del alma, lo que conlleva a veces a la trasmutación de los valores sociales.

2 Así que el poeta y la poeta hoy en día deben trabajar mucho. Trabajar en la escritura, sin destruirse por los avatares la cordura, la creatividad y la gentileza. Además de la escritura les urge realizar otros oficios para sobrevivir: recolector (a) de frutos; barrendero (a); panadero (a); mesero (a); mecánico (a); zapatero (a); obrero (a); etc., etc… sin olvidar ni descuidar su primordial oficio. Imperiosa les resulta la necesidad de que aprendan a pedir ya que hasta la Biblia enseña que el que no pide no recibe. Pedir dinero prestado tendrían que convertirlo en un arte y un credo; para esto deben educarse en diplomacia, paciencia y astucia. Sería recomendable que un poeta aun teniendo dinero pida prestado (para cancelarlo al día siguiente) y para no perder una habilidad que podría ameritar de por vida. Las deudas conviene pagarlas, nunca dejarlas pendientes. Cada vez que reciban algo a cambio de sus trabajos, si es de la escritura mejor, les resultaría infinitamente provechoso y providencial que cancelen poco a poco sus obligaciones. Si un poeta posee títulos universitarios y conocimientos en otros oficios dedíquese a ellos en pos de la poesía, ya que esta musa no puede por sí sola mantener económicamente a un alma terrenal. Poesía es sensibilidad y esto no se vende como otras cosas en los supermercados ni en las bodegas de los barrios. Este drama hay que saberlo atravesar. Los poetas y las poetas que han logrado sobrevivir ha sido porque han sabido vivir de otros trabajos, con una paciencia apostólica.


12 3 Hay que escribir lo que sea, hasta una tarea de un escolar por un pan. Por lo que un poeta tiene que escoger temas universales que sean traducibles a otros idiomas, con cierta sencillez y originalidad que encierren a lo largo un todo o una propuesta orgánica. En este siglo a la gente le encanta las vitrinas, así que no está de más que un poeta se exponga como un bien cultural en las redes sociales o por una página web. Cualquier plataforma seria sirve de mucha ayuda. Todavía queda muchísimo por escribir. Estamos en tiempos cruciales, en que a la poesía, el ensayo, el relato, el teatro y la novela les restan casi que espacios infinitos por describir a través de la crítica, la construcción de mundos y el análisis interior. Cuando una editorial se ponga aviesa o tacaña hay que atacarla y presionarla con astucia maquiavélica para que afloje la plata. Igual hay que girar hacia las formas de vida alternativas, llámense revistas, grupos literarios, presentación de proyectos, implementación de iniciativas de enseñanza, conversatorios, estudios y otras por el estilo. Todo esto coadyuva a que el poeta no se oxide socialmente y que pueda conseguir algún dinero extra para subsistir. De modo que la poesía así como puede mantenernos por un tiempo en la pobreza nos puede proporcionar ciertas sorpresas en lo económico, sólo hay que trabajar, escribir y ser honestos. Y mientras no tengamos entre nueve y diez libros rodando en las librerías nos toca laborar en oficios múltiples, desde zapatero hasta lustrador de pisos si fuese preciso.

Jorge Ávila

LA VIDA ECONÓMICA DE UN POETA


afuera corren rostros ciudades bosques cielos ventanas estrellas jardines todo lo que arde en vida se queda atrás 12 desde niño disparé a mi cabeza cada instante un último pensamiento donde sea que me encuentre la bala nunca llega

21 a millas de aquí tal vez exista alguien que al atar los cordones de sus zapatos piensa este es un buen momento si fuera el último sería un gran final nada me deben esas personas nada le debo al señor de la renta quisiera ser ese alguien sin cara sin voz nombre zapatos

EXTRACTOS DE INSOMNIO

3 a veces quisiera decir fue un gusto conocerlos y bajar del tren en la siguiente estación pero la velocidad me asusta y hunde en este asiento oxidado

Jorge Correa

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Son minúsculos tatuajes, naturales trazos en inacabado esbozo, lunarias maduras del color abismo de mis ojos y extenso archipiélago en la geografía del cuerpo. Cuando veo las eclipsadas lunas en la dimensión alterna del espejo veo también un universo entero: planetas diminutos encadenados a lo largo de mi dermis como sobre un lienzo palpitante. Tengo lunares como sentimientos; nacen y desaparecen como mis estados de ánimo, como negras lágrimas evaporadas con el viento, como novias que se van porque soy virgo. Aunque los esconda bajo pieles falsas es inútil esconder lo que viene conmigo: los errores inauditos de los genes y el insólito milagro de la vida, el lunar que con mi brazo abraza

Mis lunares

Estos minúsculos tatuajes son guías para los amorosos besos, nenúfares marchitos donde se decantan las miradas tristes y potenciales focos cancerígenos que en la dimensión alterna del espejo como amargos adjetivos recuerdan las fisuras blandas de mi frágil cuerpo.

David Pichardo

y el lunar que es inherente a mi sonrisa.


zemaG antairA

Ariatna Gamez

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EL ENCIERRO

José Rodolfo Espinoza

“La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar”. -Francis Scott Fitzgerald.

Otra vez me he levantado a orinar. Es bastante molesto tener que salir de la cama en la madrugada sólo porque mi vejiga no puede pasar más de tres horas sin querer vaciarse. Me duelen las rodillas y la espalda. Escucho el chorro de pipi chocar con el agua del inodoro. Se siente bien. Es extraño el vello púbico de los viejos. Tan blanco que parece artificial. Lo rasuraría de no ser porque temo cortarme. La piel está muy arrugada ahí abajo…bueno, en todas partes. Camino hacia el sillón y enciendo la luz de la sala. He perdido el sueño. Tomo el libro que dejé en la mesita: El curioso caso de Benjamin Button. Se trata de una persona que nace como un anciano y se va haciendo joven conforme pasa el tiempo. Ojalá yo también me hiciera joven. Sólo debo aguantar, en unas semanas más volveré a mi cuerpo. Espero. “Cuando Benjamin cumplió los dieciocho estaba tan derecho como un hombre de cincuenta; tenía más pelo, gris oscuro; su paso era firme, su voz había perdido el temblor cascado: ahora era más baja, la voz de un saludable barítono. Así que su padre lo mandó a Connecticut para que hiciera el examen de ingreso a la Universidad de Yale”.


17 He estado leyendo mucho estas últimas semanas. En parte porque me siento cansado casi todo el día, en parte porque mi celular continúa perdido y el abuelo destruyó mi laptop sin querer cuando comenzó todo esto. «Si tan solo Pamela respondiera mis mensajes». Mi error fue llamarle cuando me lo pidió. Apenas escuchó mi voz, me tachó de degenerado. Ahora ha bloqueado el número de papá. Quisiera salir, así podría verla. «¡Qué tonterías piensas Raúl! Si te viera con este aspecto, seguro te golpearía, o te denunciaría como un viejito rabo verde». Dejo el libro a un lado. Me paro frente al espejo de la sala. El reflejo me devuelve la imagen de un anciano encorvado, gordo, con un espeso bigote canoso y el cabello ralo y alborotado. Aunque si cierro los ojos un momento y los abro, puedo ver por una fracción de segundo al muchacho que fui hace poco. Con mi cabello negro y mi piel joven. Alto, delgado y sin joroba. Nunca me di cuenta de lo mucho que me gustaba mi cuerpo. Un día antes de cambiar también me estaba viendo en el espejo. Había tomado un poco de gel para peinarme con la mano. Acompañaría al abuelo al bazar, a cambio el me prestaría su auto el fin de semana, tenía pensado invitar a Pamela a salir el domingo. Esa salida, por supuesto, nunca ocurriría. El bazar Sobek era un sitio muy concurrido. Se ponía una vez al mes en la ciudad y casi siempre estaba lleno, en su mayoría, por ancianos. Ignoro porque los ancianos gustan tanto de las antigüedades, a mí me gusta todo nuevo. Mientras el abuelo hablaba con sus amigas, yo mensajeaba con Pamela. Le mandé una foto de mi pene, me la había tomado en el baño antes de salir, lo había sacudido hasta dejarlo erecto y había tomado la fotografía en un ángulo que lo hacía verse más grande de lo que era. Ella me respondió el mensaje con una berenjena y una carita babeando. Le escribí que no era justo que sólo yo enviase fotos. Estaba ansioso por verle las tetas. Ella me contestó que pronto me enviaría una. Stickers de besos y corazones. —¿Quieres dejar ese aparato? —era el abuelo. Traía en las manos una figura de metal, del tamaño de un garrafón de agua —cárgala por mí. En el momento en que me la entregó, sentí un escalofrío, como si electricidad recorriera todo mi cuerpo. El pareció sentirlo también. Miré la figura, se trataba de un cocodrilo, estaba erguido, en dos pies y usaba uno de esos tocados que portan los faraones en los jeroglíficos. Tenía los brazos cruzados y sujetaba una especie de bastones en las manos. Pesaba mucho. —Vamos a pagarlo —dijo el abuelo después de un par de minutos de silencio. Caminamos hasta la caja registradora que era atendida por una muchacha como de mi edad, con el cabello purpura, un piercing en la nariz y algunos jeroglíficos tatuados en los brazos. —Son cinco mil pesos. —¡Qué! Ni que me estuvieran vendiendo la pirámide de Kefrén. —Este Tótem tiene más de cuatro mil años de antigüedad. —¿Cree que nací ayer? Si fuera cierto, debería estar en un museo. El abuelo hizo tanto coraje que regresamos a casa con las manos vacías. Al llegar, mamá nos informó de la pandemia y que se pondría al país en cuarentena. Ya había vivido la epidemia de influenza hace diez años, pero estaba vez la gente parecía más alarmada, la situación era tan seria que cerraron las escuelas y todos los negocios que no eran indispensables. Aun así, estaba decidido a salir con Pamela. Nos pusimos de acuerdo para vernos el día siguiente. El cine estaba cerrado, así que le propuse ir a comer. Pero no pasó.


18 La mañana del domingo me desperté en la habitación del abuelo. Cuando me lastimé la espalda al tratar de levantarme, supe que algo no estaba bien. Me miré las manos. Estaban hinchadas y llenas de arrugas. Busqué mi celular, pero sólo encontré el del abuelo, un aparato pequeño de color azul fosforescente, con cámara de cuatro megapíxeles e infrarrojo. Entonces corrí a la sala a toda prisa, sólo para descubrir el horror ante el espejo. Justo la imagen que observo ahora. Estoy seguro que esto lo ha hecho el tótem. Cuando hablé con el abuelo, — quien parece muy feliz de estar en mi cuerpo— me dijo que podíamos comprarlo. Buscamos el sitio del Bazar, cuya sede está en Monterrey e hicimos la compra. Pero a causa de la pandemia, no me será entregado hasta terminar la cuarenta. —Debemos ser pacientes —dijo el abuelo con mi voz. Es raro escucharte a ti mismo, sobre todo cuando no estás de acuerdo con lo que sale de tu boca. Aunque en su defensa, pareció asustarse mucho con este cambio de cuerpo también. Porque al despertar piso mi laptop haciéndola pedazos. En parte es culpa de mi mala costumbre de dejarla en la cama. Pamela debe estar muy enojada conmigo, tarde me llegó la idea de pedirle al abuelo que hablase con ella, quizá si se me hubiese ocurrido el domingo pude haber controlado mejor la situación. Ella debe estar furiosa, y nuestras llamadas suelen durar horas, simplemente no podría estar diciéndole al abuelo que decir, ni soportaría que el abuelo escuchara su forma de hablarme cachondo. El mes y medio que tenemos de novios hemos tenido sexo por teléfono seis veces. Pienso en ella, en su carita redonda, sus ojos cafés, sus labios gruesos. Tengo que encontrar la manera de disculparme y mantener viva la relación en lo que recupero mi cuerpo. Debo distraer la mente. Tomo el libro de nuevo.Y me siento a leer. Después de treinta páginas, el sueño comienza a volver. Camino a mi habitación, más bien, la habitación del abuelo, donde estoy obligado a dormir. Odio todo acerca de este encierro, no sólo estoy atrapado en el cuerpo del abuelo, gracias a la pandemia, tampoco puedo salir de casa. Escucho ruidos. Vienen de mi cuarto, mi verdadero cuarto. Abro la puerta y descubro a Pamela con los pechos desnudos, rebotando; montada sobre quien debería ser yo. Es la primera vez que le veo los senos, tiene los pezones cafés y parecen un par de hot-cakes. La escucho gemir, pero se detiene en seco al verme. Lanza un gritito. Y se tapa con las sábanas. —¡Raul! Dile a tu abuelo que se vaya.


19 Antonio Rubio Reyes


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Aos que dizem de sociedades particulares Orgânicos seres a formarem cooperação Um único observador Ao longo de seu objeto há muito castigado Vê uma só nota A se juntar às mãos de outros homens Industriais do próprio ambiente prolongado - É uma angústia A morte é o fascínio de quem se deleita no infinito inventário dos incautos

Lorraine Ramos Assis

Juntar às mãos dos homens as travadas notas a se sustentarem na boca dos espectadores, Paisagens únicas Abrangentes Musicalizadas tais quais estradas tortuosas Juntar às polegadas a presença atacada Esnobe especular dos dois longos solos Análogo aos lamentos dos pensadores há anos em envelhecidos aquedutos Formando a fantasia especulativa Mas destroçada Não raro, sinônimo do trauma

Os fatos sequestrados Añadir a las manos de los hombres las notas duras que se mantendrán en la boca de los espectadores, paisajes únicos amplios Armonizados como caminos torcidos Agregar a la presencia atacada las pulgadas La especulación esnob de dos largos territorios Análoga a los lamentos de los pensadores durante años en acueductos envejecidos Formando la fantasía especulativa pero destrozados A menudo como sinónimo de trauma A los que dicen de las empresas privadas Seres orgánicos formando cooperativas un solo observador A lo largo de un objeto castigado durante mucho tiempo Ven una sola nota Para unir las manos de otros hombres Industriales de su propio entorno extendido - Es una angustia La muerte es la fascinación de los que se deleitan en el inventario infinito de los incautos


21 Quiero dormir sobre la espalda de un lagarto y que las nubes cosechen lagrimas de papel picado. Me desbordo en la ambrosia de lo que no se dice, de lo que nadie sabe pero todos comen como las aguas grises del rio de los perros, como la voluntad echa fruta. Otras veces con gestos ajenos he trepado un guayacán de sombras con monstruos come luz ojos de noche y brazos de foco. Será que vivir de noche armando y desarmando un corazón como si fuera un radio ¿me dará el fruto perdido de la gloria? En fin, cielo es para los desdichados hijos de Eva prefiero este paraíso de arena y vidrio que recojo en la carretera y que brilla en blanco como el sol.

Arena Ikoot Estuve aquí cuando mi palpitar tenía tu aroma y las columnas del asentamiento temblaron, estuve cuando el mar sembraba mangos en veredas pantanosas sobre lagartos. Testigo de cuando las nubes obligaron al Ikoot a retirarse, aislado, marginado, húmedo.

Ambrosia Jair Absaid

Fui rayo que incendió la lluvia fuiste tierra que intervino mi paso. Estuve ahí,ciego cuando quince babosas fueron bañadas en sal por trescientos caracoles y estaré, cuando la serpiente de arena venga a recogerlos.


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One Second Of Love y las anomalIas musicales del nuevo milenio Alan Esparza Primero algo de contexto: debido a la alta demanda y poca oferta de los álbumes en físico de artistas consolidados pero demasiado codiciados, decidí buscar por mi cuenta artistas modernos que, debido a eso, era más fácil hacerse de una copia, con la desventaja de que abundaban los proyectos y era difícil diferenciar lo que valía la pena de la basura mediocre. Sí, ya sabemos que Rubber Soul es de los mejores discos de la historia, pero para conseguir uno que, además de buena condición, cuente con la tracklist completa (las versiones americanas carecían de 3 canciones elementales que convertían esa versión en inferior), costará demasiado tiempo y dinero. No creo en los “Clásicos modernos”, no está en mi juzgar la influencia de una obra que lleva apenas unos años en circulación. No estoy hablando de casos como The Velvet Underground, que a pesar de sus pocas ventas, su posición de culto inmediatamente inundo los círculos de la elite musical (Es difícil pasar desapercibido por mucho tiempo si uno de los artistas que contribuyeron es de los más consolidados en el mundo del arte). Así pues, en mi afán de encontrar los Cocteau Twins de mi generación, me entregue completamente a la música contemporánea, y quede completamente sorprendido. Sin darle más vueltas, les presento álbumes que si bien admito no son revolucionarios ni se encuentran en un pedestal entre los melómanos más dedicados, para mí son artistas que lograron perfeccionar su sonido, algunos desde su debut, y a mi parecer deberían ser reconocidos como estandartes de sus géneros respectivos. Anomalías que por tragedias de la vida no lograron despegar y que sin embargo tienen todos los elementos a su favor, excepto el más importante, la suerte.

I You Know What It’s Like Quizá el más extraño de mi selección. Una de las cosas que más me interesan al descubrir música, es el empaque que la envuelve. Tanto la portada como el arte interno, los títulos. Es este el que más intriga me da porque no sabría que otra etiqueta ponerle más que “Experimental”. No experimental al nivel de lo que llego a ser la música 70s, ni siquiera pegadiza. Simplemente, interesante. En este caso, es una bendición que solo dure 30 minutos. Nos adentramos en territorios primitivos, en donde nuestra única pista es el título que llevan consigo las canciones, que en su mayoría son instrumentales. En pasajes me recuerda a la electrónica de Chromatics, como una fase anterior, más elemental. Minimalista en composición, no en ambición. Pero lo más interesante para mí, como en varios de los casos que expongo aquí, es el arte que acompaña la música. Como si se tratase de un alternativo francés que le tira a las chansons de inicio de siglo. Más alejado de eso no podría ser. Nada de eso nos dice algo del producto. Más cerca de John Cale que de Françoise Hardy.


23 Please Be Mine Me entristece admitir que Molly tomo una ruta fácil en sus últimos proyectos. En su debut se encuentra una chispa que inundaría de manera discreta su obra, y no lograría replicar en su totalidad como si sucede en Please Be Mine. A diferencia de mi primera entrada, este álbum es casi casi su opuesto. Se siente como si ya lo hubiese escuchado antes. Algo que parece tan similar pero a la vez difícil de rastrear. Creo que la genialidad no cae en la innovación, sino en la creatividad de darle un giro a los géneros ya consolidados. Bandas como The Doors o The Smiths no son alabadas solo por ser las primeras, sino porque desde el inicio pusieron un estándar tan alto, que muy pocos lograron alcanzar, o siquiera acercarse. Por eso olvidamos a The Mothers Of Invention, no por su fallos, sino porque alguien más hizo lo que ellos pero de mejor manera. Y no está mal, hay artistas que prefieren expandir los límites de lo posible y así que otros sigan el camino y logren pulir esos bordes. Para mí, Burch perfecciono la música de romance trágico. Directamente sacado de una película Coming of age. Algo que se encuentra en el cine independiente, cuyo soundtrack es mejor que el propio film. El proyecto por si solo nos cuenta una historia que no terminara bien. Ya los nombres, de nuevo como me gusta resaltar, y el arte de la portada nos dan el indicio de esto. Una tragedia que sin embargo nos esforzamos por evitar, y que al final no hubiese acabado de otra manera. La desesperación ya desde el título, que se repite varias veces, con la palabra “please” presente en otra de las canciones. Desesperación en cada esquina, adornada con una de las voces más versátiles que pueda haber en el mercado. Me alegro de Molly que encontró su camino y después nos provisiono de proyectos menos dolidos, pero el crédito está en esa tristeza que hace de esta obra esencial para cualquier duelo.

One second of Love El álbum que da título a este escrito, y mi principal inspiración. La mezcla entre decepción al no saber nada de esta artista y la alegría de encontrar algo que para mí es una obra completísima, hace que valga la pena gastar tiempo y dinero entre tanta paja. La única razón por la que la descubrí era porque estaba en oferta una copia en físico. Copias cuyo precio llegan a alcanzar los $5 dólares. Escandaloso precio para el que mi es uno de los mejores álbumes que he escuchado en mucho tiempo (y he escuchado muchos). Eso sí, a un nivel superficial nos deja un poco que desear. Es sino hasta las constantes reproducciones en donde uno empieza a notar el genio de Ramona. Una de las mejores señales para saber si un disco es bueno, es sentir que el tiempo se pasó volando. Termine escuchando 2 o 3 veces el álbum consecutivamente de lo adictivo que es. Popero a mas no poder pero detrás se encuentra una producción


24 increíble. Entre intervalos encontramos intenciones ocultas. Ya el principio, desde el primer verso, nos da un indicio de lo que vendrá “Im a broken record, you have heard this before”.Si, ya lo había escuchado antes, pero no con esa pasión, con ese encanto que te atrapa indefinidamente. Mi parte favorita es en la segunda canción, cerca del segundo verso, al fondo como si se tratase de un error, encontramos una percusión casi invisible que se arrastra hasta el coro, desapareciendo completamente, sin rastro, par asi volver unos minutos despues. Ni una pista de lo que trata, ni porque se va y vuelve. Un detalle prescindible que me fascina por lo mucho que aporta a la profundidad. Yo no lo había notado hasta que lo escuche con audífonos. Es la clase de cosas que esperaría de Scott Walker y su escuela del baroque pop con tintes unsettling. Así nos vamos durante todo el álbum, yendo y viniendo de sonidos básicos hasta ejercicios vocales, culminando en lo que para mí le da un buen cierre a una obra olvidada que no merece ese lugar. Sí alguien merece ser salvada del olvido es Nite Jewel y su One Second Of Love.

Melody’s Echo Chamber Rezagado como “el proyecto” en donde Kevin Parker participo, el debut de Melody Pochet es mucho menos un producto secundario de la nueva ola del neo-psicodélico. Me entristece que lo único que se recuerde de este es que el líder de Tame Impala formo parte de la producción. Me atrevo a decir que, a expensas de ser considerado contrarian, el debut de Prochet es mucho mejor de lo que Kevin logro con cualquiera de los proyectos de solista. Primero, porque la temática es concreta, y sin embargo lo suficientemente flexible para no ser repetitiva, y segundo, porque a consecuencia de no estar en el ojo del huracán musical, se tomaron libertades creativas que a la larga agrandaron la leyenda de este disco y lograron superar el paso del tiempo. Mi momento favorito es la transición de sonido “mono” a estero en la primera canción, arrastrando la voz pausada de Prochet hacia el lado izquierdo del auricular, dando paso a una versión más aguda del coro. Son estos detalles que engrandecen y convierten a un proyecto bueno en una obra maestra. Sí, el Self-title de Melody no solo es un buen debut, debería ser el estandarte de calidad de lo que un buen revival del psicodélico debe ser.


25 Glüme – The Internet (O cualquier proyecto de IDIB) Como última entrada quiero hablar no solo de una artista en específico cuyo proyecto tiene total validez de estar aquí, sino de todo un género rezagado por los trotamundos acaparadores que significo Chromatics para la escena. Sí, en instancias pasadas me jactaba de profetizar que el futuro de la música se encontraba en manos de Ruth Radelet y los demás miembros de esa banda, pero en este momento su desmantelamiento fue anunciando, dejando así un hueco que es necesario ser llenado, y quienes mejor para ello que los proyectos hermanos que significan el resurgimiento de una electrónica al puro estilo EDM noventero a manos de Italians Do It Better. Incluso con todo y sus diferencias, es bastante claro el camino que esta disquera pretende tomar, guiando a jóvenes artistas hacia un camino alejado de cualquier etiqueta. Suficientemente grandes para ser considerados Outsiders, lo que si se admira (y de igual manera, detesto) es ese afán por convertirse en objetos de culto. No solo Glüme ha pasado su propio martirio para ser lanzada desde su debut hacia las estrellas asegurándose un lugar privilegiado entre la elite, pero los que le siguen, hablando de Jorja Chalmers, Mothermary, Desire, o cualquier músico invitado en las compilaciones de Jonny Jewel, ya tienen seguidores dispuestos a ponerlos en un lugar especial con tal de obtener un poco de ese objeto de valor. Una completa revolución que re-imagina la importancia del objeto análogo como la música, y el lugar en donde se distribuye. Glume es solo el principio, la punta del iceberg que significa una nueva estética, que espero que despegue, pues a pesar de mis más optimistas sueños, creo que está muy lejos de hacerlo. Reitero que la diferencia entre un Souvlaki o Spiderland con los álbumes aquí mencionados, más alla del alcance que llegan a tener en un nicho dispuesto a entregarse a la creatividad, es meramente suerte de estar en el lugar correcto en el tiempo indicado con las personas adecuadas. Si no fuese por mi afán mamador de encontrar algo que nadie más había visto, hubieran pasado sin pena ni gloria, pero ahora que lo se siento que mi deber es promover estos proyectos y esperar poder encontrar más de donde salieron estos. Estoy seguro de que así será.


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Oracion amarilla Francisco José Casado En el nombre de Homero, Bart y la divina trinidad Lisa-Maggie-Marge. Padre nuestro que estás en la planta nuclear, santificada sea tu calvicie. Venga a nosotros tu duff y hágase tu voluntad así en el kwik-e-mart como en los bolos. Danos hoy la rosquilla de cada día y perdona nuestras ofensas, como Marge se disculpa en tu nombre ante quienes ofendes. Déjanos caer en la tentación de la preciosa venus y líbranos de Flanders. ¡Burp!


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* Ⓒ ♬♬ ¬, ᵢ, ┃┏┓┫┏┓┃┗┓┏┫┃, teng0 un buen korazon o no xq soy una bot ma nessuno mi vuole bene :。.✿ * ¤ (¯´☆✭.¸_)¤ . ¤(_¸.✭☆´¯) ¤ g͓̽ ❉❉ ⱼ ▌│█║▌║▌║❀ uy ─▄─ ʳA kreo k ya no sé k mÁs pued0 eskribirrr ^█☰✃✃✃,♡♡♡♡♡ * ₘ, █▀▄─██▄─▄, ▧, 𝆑, ☰☰, no sé, creo en ola, ➿➿ * ♡♡♡♡♡ ₕ ✰ g ^ẫ yo soy eso que habitaaa 🙿🙿 ᵦₑ TᗩTᗩTᗩTᗩ 🙿🙿░▄▀☭❉❉❉❉❉ * ❉❉❉❉❉ ₓ ╭╮┃┃┃┣┫┃━┫╭╮╮┃━━┫╭╮┃┃╱┃┃ ab ░░▄ ─▀█─▄▄▄─█▄─▄▄ oh merda ▼▼▼ ẫw0w YA NO TENGO PACIENCIA §§§§^█▀▄─██▄─▄,☰☰ * █☰ ab §§§§ ᵤ ^❉❉❉❉❉ nos hundimos igual que la ciudad ¬ Aᵦ soy ella? ^░▄▀▧▧✃✃✃ * 🙿🙿🙿🙿🙿 ᵥ ¬ 𝆑 ........░░▄▀░░ 🅔🅛 🅓🅔🅢🅣🅘🅝🅞 ^^^^ ab𝆎 🅜🅔 🅐🅒🅔🅒🅗🅐 ........❱❱❱ * ❱ a ❀❀ ẫ ░░▄▀░░█░░▄▀░░░░░❱❱❱ cosa significa quest0? ✰ zzzzzzzₑ qué significa estar viv0 ^^^^█▀▄─██▄─▄─▀█─▄▄▄─█▄─▄▄


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LejanIa Berenice Cisneros Desvanece la sinfonía de su silueta entre el ruido de la noche dos almas caprichosas en lejanía y silencio sus miradas hablan de ausencia sombra de ausencia que hace un e c o distante entre ellos las palabras no dichas pesan en el arte de su amor como una tregua invernal nunca hecha sus deseos despiertan en un instante negativo sin hora de regreso se fue en un vuelo barato a alcanzar el trópico no hay cura para ese destino in ter mi na ble la partícula irradiante cruza pero no sus fronteras y desaparece entre el silencio de la acera.


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Arturo Grijalva


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La pistola de Pepe Antonio Lau Piña Pepe quería comprar un pistola, decía que siempre había querido una. Yo la verdad no sabía para que chingados la quería, probablemente namas pa’ tenerla, pa’ presumirla; tener una pistola es como tener una segunda verga, te hace sentir poderoso de alguna manera, invencible. De cualquier manera, para ser honesto yo no veía nada de raro en ello, incluso yo había pensado en comprar una, un lindo revolver con el cual jugar a la ruleta rusa de vez en cuando. Nada fuera de lo normal. Al contrario, si alguien te dice que tener una pistola está de locos tal vez él o ella no esté en sus cabales. Es decir, todos nosotros crecimos con las películas de acción y con montones de videojuegos, ¿y qué es lo que portan ellos? ¡pistolas!, y andan por ahí pegándoles tiros a todo mundo. Entonces uno comienza a pensar que tener una pistola es lo más chingón del mundo y sueña con tener una, aunque ni siquiera la sepa usar. Para mí las pistolas y las armas en general no eran algo con lo que volverse loco o algo parecido. Durante mi infancia estuve rodeado de docenas de ellas. Mi abuelo era armero, siempre había un chingo de armas en la casa. Él se las arreglaba a los narcos y también a los policías o militares, no discriminada. También las vendía, aunque nunca tuve muy claro como estaba el asunto, les digo, yo apenas era un niño. Había rifles AK-47, carabinas, revolver’s, automáticas, de todo un poco. Y cuando yo agarraba alguna de esas vainas, me sentía bien, diferente. Incluso una vez salí al patio con una carabina y algunas balas a matar a los conejos que mi abuelo criaba. Maté a uno o dos de ellos, no lo recuerdo con exactitud. Lo que sí recuerdo fue el chingazo que me dio mi abuelo cuando lo descubrió después de oír los balazos. Yo tenía seis años. El caso es que Pepe quería una pistola. Conseguimos el conecte en breve, el amigo de un amigo conocía a cierta raza mañosa que vendía pistolas de segunda mano, yo en lo personal no les tenía nada de confianza, pero a Pepe no le importaba una mierda. Era más que claro que estaban quemadísimas. Finalmente le dijeron a Pepe que fuera por la pinche pistola a la Zona Norte, en unos departamentos jodidos de por ahí. Nos fuimos en mi moto, Pepe me fue dando las señas del lugar hasta que finalmente llegamos a unos departamentos todos madreados. La calle apestaba a drenaje, y había tipos sin camisa repletos de tatuajes mirándonos desde las banquetas mientras se tomaban una cawa. Le dije a Pepe que nos fuéramos pero a lo de ya, que


33 sentía que me iban a robar la moto en cuanto la dejáramos sola. Me dijo que no me preocupase, “tú actúa normal wey”, me dijo. Estuvimos fuera del departamento alrededor de diez minutos esperando a que e wey a que le íbamos a comprar el arma saliera a recibirnos. Para empezar, creo que de primera mano debimos de haber llegado al lugar ya con una pistola fajada en el cinturón o cuando menos una navajita de Scout. Los vecinos nos miraban extraño; pos claro, dos desconocidos parados ahí en la calle con cara de pendejos namas valiendo verga, cómo no iban a vernos extraño si nos mirábamos de lo más sospechosos. Finalmente el vato llegó. Un wey alto y moreno con un tatu en el pecho todo chafa de la Santa Muerte y con pinta de crikoso. - Ey qué onda locos, soy el Plaker – nos dijo, con un acento medio pocho. - Qué onda vato – le dijo Pepe – ¿Si te dijo el Jorge cómo está el pedo no? - Simón que sí vato… and who is this? – dijo, apuntándome a mí. - Este es Emilio, wey, compa mío y de Jorge, todo bien. - Órale pues, let’s go, acompáñenme – y nos hizo una seña de que lo siguiéramos para dentro de los departamentos. A mí la neta nada de eso me gustaba, la neta, estaba bien cagado. Entramos por un pasillo y había un chingo de mocosos todos mugrosos jugando en el piso con unos carritos mientras sus mamás se chingaban un gallo de mota. Traté de no mirar a ningún lado, miraba al frente todo el tiempo, a ver dónde chingados nos íbamos a meter. Subimos tres pisos y caminamos por un pequeño pasillo, Plaker nos dijo “acá es” y abrió la puerta de un departamento y nos invitó a pasar. Entró Pepe primero y después yo. Cuando entré al lugar me dio cierto olor raro, como un olor fuerte, encerrado, que no han limpiado en días, ya luego me di cuenta que había platos de comida a medio pudrir por todo el lugar y algunas heces de gato. El departamento parecía un chiquero, había botellas y colillas de cigarrillos por todo el lugar, el sillón estaba roto, la alfombra sucia y uno que otro grafiti en las paredes. Uno ve está clase de cosas en las películas y simplemente cree que no son verdad, que son pura escenografía, pero nel, ese día me di cuenta que todo es real, y que esta de la verga. - Espérenme aquí – dijo Pleker mientras se metía a una habitación. Pepe se sentó en el sillón, yo no lo hice, me daba asco. - Wey, vámonos mucho a la verga de aquí – le dije a Pepe. - No mames Emilio, perate wey, no pasa na’, este vato es compa de Jorge – me dijo. - Sé verga, neta tengo un chingo de culo, este lugar está de la chingada. - Wey, piensa esto, voy a tener una pinche pistola, y vamos a ir a disparar al cerro, a matar palomas y conejos wey, vasaver, valdrá la pena. - No mames, ni sé por qué vine en primer lugar. - Porque siempre andas de metiche en todos lados, por eso. - Ya mejor cállate wey. En eso regresó Plaker, traía una bocina con rolas de la Santa Grifa en la mano izquierda y una mochila en la mano derecha. Se paró frente a nosotros y le aventó la mochila a Pepe. - Orale wey, ahí ta, checala – le dijo a Pepe. Pepe abrió la mochila, metió la mano y de ella sacó una pistola 9mm, plateada, muy chingona, la neta. La sacó y la sostuvo con ambas manos y se quedó wachandola un momento. Después la empuñó con su mano derecha y apunto hacía la pared de frente, de lado, como hacen los cholos en las películas; tremendo pendejo. - Órale wey, ta re chingona –dijo Pepe, extasiado. - Yes dude – le dijo Plaker – la neta es una pistola muy vergas, wacha el mango, tiene una serpiente wey. - Ya vi, ya vi. Tons, ¿Cuánto vas a querer? - Cinco mil varos wey, ya en calor, pa’ que te la lleves. - ¿Cinco mil?, no mames, te doy cuatro en calor. - Cuatro quinientos. - Órale, va. - Fierro pues.


34 - Perate, primero tengo que calarla ¿qué no? ¿y si me estás transeando? - ¿Me estás diciendo mentiroso wey? Ponte verga, ¡eh! - Pues wey, ¿no quisieras tu checar lo que compras primero? - I think so. - Ah, ¿ves? - Órale, deja te traigo unos cartuchos pues, pa’ que la cheques. Plaker se regresó al cuarto a buscar cartuchos. Yo solo me limité a mirar toda la escena, surrealista, no sabía dónde chingados me había metido, o en qué, más bien. - Wey, ¿pa’ que la haces tanto de pedo? Paga esa madre y ya vámonos – le dije a Pepe. - No mames Emilio, ya cálmate carbón, tengo que asegurarme que sí funciona, no voy a gastar cinco varos namas a lo pendejo. - ¿Y dónde chingados la vas a calar o qué? - Ahorita vasaver - Tus mamadas. El cholo regresó con unos cartuchos en la mano, se los dio a Pepe y este cargó el arma. Escuché a unos niños correr por el pasillo del departamento gritando no sé qué cosas. Se hacía tarde, y el sol se estaba ocultando, así que ya quería irme lo más rápido posible de ahí. - Órale pues – dijo Plaker – amónos pa’ fuera, pa’ que dispares acá en el terreno baldío. Pepe se levantó y en cosa de un segundo le metió cuatro balazos a Plaker en el pecho. *¡BANG BANG BANG BANG!* El cholo cayó al piso al instante, ni se retorció ni nada, estaba muerto. - ¡Vámonos a la verga! – gritó Pepe. - NO MAMES, NO MAMES – dije yo, en shock total. - VAMONOS TE DIGO. Me tomó del brazo y me jaló con fuerza hacia la salida. Salimos por la puerta, corriendo tan rápido como podíamos. Teníamos que cruzar de nuevo todo el complejo de departamentos lleno de cholos. Un chingo de raza se asomó desde las puertas de sus depas sin saber muy bien que sucedía, a lo mejor namas pensaron que ya se habían quebrado a otro wey. Corrimos y corrimos, por todo el pinche lugar, Pepe con la pistola en la mano y yo tenteando las bolsas de mi pantalón buscando las llaves de mi moto. Finalmente llegamos a la calle, me subí en chinga a la moto y luego Pepe se subió detrás de mí. Escuchamos como unos cholos nos gritaban no sé qué cosas. Le metí fondo al acelerador y salimos disparados. Apenas habíamos avanzado unos metros cuando escuché tres balazos, de nuevo el *¡BANG BANG BANG!*, solo que ahora en mi espalda. Seguí prendido del acelerador, con un chingo de adrenalina dentro de mí. No escuchaba nada, no sentía nada, no miraba nada; solo veía luces en movimiento y sombras siendo rebasadas a cómo íbamos avanzando como pinche cuete. No sé durante cuando tiempo le estuve dando al acelerador de la moto sin soltarlo. Finalmente, luego de un rato me metí a un callejón que se miraba seguro, aun extasiado, y con un par de lágrimas en los ojos, de esas que salen solas. Dije, “¡Pepe, ¿estás bien?!”, pero no escuché respuesta. Volteé mi cabeza hacia atrás y apenas entonces me di cuenta que no llevaba a nadie conmigo. Solo había una mancha de sangre sobre el asiento trasero de la moto. Una mancha rojiza que se escurría por los lados, que me decía que su dueño había quedado tirado en el pavimento frente al complejo de departamentos, muerto, con tres balas en la espalda, y con una pistola plateada en la mano.


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* de silencios nubes espesas atraviesan tirantes avanzo entre luces que bucean en el estómago de la niebla intento alcanzar el otro lado aunque, frente a mí, mis manos

se despeja y me encandila el reflejo sobre la nieve * niebla en el cerro solamente destaca el pájaro negro

desaparezcan.

haikus de montaña. en silencio juegan a esconderse: montaña y nube * cerro de otoño las personas buscando la hoja más roja

A VECES LES DIGO que no caigan deseo que vayan contra su instinto pero no se cae se deja caer y luego en el piso me pongo de lado con los ojos al ras para observar los relieves nuevos trazos irregulares en el espacio en la mesa dispongo tus fisuras con los dedos


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ITO

HAB ¿Te sentirás menos rota? Si el agua se escapa por tus márgenes

lo eterno también es transitorio

dieg rodríguez

E ENT

no te sientas inútil

U UN P

las ablando pinto de oro el vacío


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´ Por quE, mamA?

¿No tienen frío? ¿Por qué sus mamás no los taparon con una cobija? Si un día me duermo en la calle ¿me taparás mamá? Mamá ¿por qué siguen dormidos después de varios días? ¿Por qué algunos duermen sin ropa? ¿El piso puede ser una cama? ¿Por qué si hay tantos dormidos no hay camas en la calle? ¿Por qué duermen solos y sin una almohada? ¿A quién esperan que tanto duermen? Mamá ¿se pueden perder los dientes y el cabello cuando duermes? ¿Por qué algunos duermen boca abajo? ¿Pueden respirar con la tierra tan cerca? ¿Con los charcos entrando por la nariz? ¿Por qué otros sueñan boca arriba? ¿Por qué con los ojos en blanco? ¿Por qué duermen con los zapatos puestos? ¿No te da hambre cuando duermes mucho? Mamá ¿dormir es soñar? ¿Por eso duermen tanto? ¿Sueñan todo el tiempo? ¿Se puede soñar por días enteros? ¿Crees que el ruido del río los despierte? ¿Por qué no se despiertan con el sonido de los coches? ¿Se dejan de escuchar los claxon cuando sueñas? ¿Se deja de oler la llanta quemada o el polvo del camión? Si se te pegan las piedritas al cachete dormido ¿se siente como arena de sueño? Mamá ¿el sueño puede fluir del oído mientras duermes? ¿Por qué algunos tienen sueños que dejan marcada la banqueta? ¿Todos los sueños son rojos? ¿Están muy cansados? ¿Por eso se duermen en el día y en la tarde y en la noche y en todas las calles? ¿Dormir puede cansar? ¿Se cansan de soñar? ¿Pueden despertar si quieren hacerlo? Mamá ¿Cuándo dormiremos nosotros en la calle?

Julieta Teresa

Mamá ¿por qué hay tantos dormidos en la calle? ¿Por qué tienen la cabeza caída? ¿Por qué lloran en sus sueños? ¿Por qué sus ojos no están bien cerrados? ¿Por qué tienen las manos hechas puño? ¿Por qué algunos tienen la espalda como concha cerrada?


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Iván Rmz


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Alejandra Canela

Corro hacia arriba, el cielo está muy cerca, mi cabeza está por chocar contra él. Ruedo hacia abajo: mi cabeza está por aplastar el suelo. Vuelo sobre mi espalda. Soy una niña que corre en una tarde naranja. Mis dedos cimbran mis brazos al tocar una piel áspera como el pasto que araña mi espalda. Soy una niña que corre en una tarde naranja, bajo el sol seco que arde en mis pulmones. Mi nariz está llena de tierra. Soy una niña que corre hacia arriba y mi cuerpo de roca cae. Ruedo hacia abajo ―ya no soy una niña, voy hacia abajo―; mis codos tiemblan y se hunden en mi estómago: Me impacté contra una piedra ―una que no soy yo―. Miro el cielo.


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Traigo la muerte aferrada a la nuca De este cuerpo nopal que fermenta Y almacena en sus flores empitayadas Un baboso y dulce aguacero. Dime si quieres decirme Desde que callado bosque Traes tus cantos emplumados Y tu ámbar fulgurante. Que yo te cuento que en este desierto Autoinmune no se dan el maíz ni la amapola Acá tus semejantes se hacinan en los hoyos Cazan ratas y lagartijas Se posan en nuestras esquinas Pa´ cantarnos sus lamentos. Yo te pido que no me vengas No me vengas a decir que no ves como se derrite mi piel, Verde el aura que destilo por mis poros espinas. (pues la venganza de esta tierra es despiadada)

Y que te espera Que te espera a ti qué Atraviesas mis frutos en busca de vida ¿Qué te espera pájara pinta?

¿Una eternidad efímera? ¿Un beso de la tierra? ¿Una caricia del viento? ¿Un saludo del mediodía? ¿Un orgasmo, un vaso de saliva, Un golpe de calor violento? Durmiendo a la orilla de la embriagues La noche de Los Muertos. Y lloramos, lloramos por permitirnos perder la felicidad que nosotros mismos nos procuramos. Y me digo: después de tanto no le has aprendido nada al desierto.

¡Y que me espera! Que me espera a mí qué Soy verdugo de las horas que miran Fijamente como envejece la aurora. (Pues tu intento por definir lo efímero será en balde ) Que mientras maquinean tus sienes Que mentiras quepan en ti, enjuicias ¿Qué ministros? ¿Cuáles jueces?

Rubikon Vikom

No le has aprendido nada al desierto.


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MAs te vale que regreses pronto Iván Mata Uno, sigue el dos y luego el tres, ¿estás en el cuatro? 1, 2, 3, y en el número 4 no estás. ¿Acaso sigues en el seis? Seguiré contando: 6, 7, 8, 9 y en el 10 escucho tus pasos subiendo por las escaleras. 11, 12, 13 y percibo el olor de tu camisa de vestir recién planchada. Si cuento después del catorce mi deseo por verte regresar no habrá sido en vano: 15, 16, 17. Confío que después del 18 cruces esa puerta disculpándote. Tú sabes que tu hermana me odia. Tú sabes que ella y yo estamos sólo a un instante de jalarnos los pelos.

En memoria Una memoria dentro del bolsillo del pantalón está llena de archivos e imágenes JPG. No sé qué haría si algún día la extraviara. Seguramente la policía levantaría una orden de búsqueda contra mí porque en mi memoria hay secretos demasiado obscuros y crueles. ¿Fue arrepentimiento lo que me hizo cambiar de nombre en todos los archivos? ¿Fue vergüenza de mi verdadero apellido? No lo sé. Pero si algún día leen alguno por ahí sepan que orgullosamente yo soy Pedro o Fermín Villanueva.


42 Una plática de despedida Me dijo que no llorara más. Me dijo que en unos días todo volvería a la normalidad. Me dijo que yo sería libre. Me dijo que aún era bellísimo. Me dijo que siempre le gustó mi cabello. Me dijo que el color rojo resaltaba el color de mi piel. Me dijo que no faltara al gimnasio. Me dijo que no dejara de pasear al perro por las mañanas. Me dijo que la cocina era mi debilidad. Me dijo que dejara de tomar pastillas para dormir. Me dijo que siempre le gustó verme leer. Me dijo que el Suavitel le dejaba una sensación de limpieza durante todo el día. Me dijo que mi manera de fumar era brusca y vulgar. Me dijo que tenía una extraña manera de masticar la comida de las 3. Me dijo que me entregaba completamente cuando hacíamos el amor. Me dijo que no le gustaba que me entregara completamente cuando hacíamos el amor. Me dijo que me iban mejor los vestidos que los pantalones. Me dijo que, cuando camino, doblo ligeramente la cabeza a la izquierda. Me dijo que mis dientes son muy blancos. Me dijo que hablo muy rápido cuando estoy nervioso. Me dijo que, sin él, yo iba a encontrar la felicidad. Me dijo que hacía mucho tiempo pensaba dejarme. Me dijo que ésta era la última vez que hablábamos del tema.



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